Revolución #196, 28 de marzo de 2010
Demarcations
Una revista de teoría y polémica comunista
demarcations-journal.org (en inglés)
Pasajes de:
"'La política de la emancipación' de Alain Badiou: Un comunismo encerrado en los confines del mundo burgués"
de Raymond Lotta, Nayi Duniya y K.J.A.
Del Capítulo I: POR QUÉ ALAIN BADIOU ES UN ROUSSEAUISTA… Y POR QUÉ NOSOTROS NO DEBERÍAMOS SERLO
La igualdad es un primer principio, un axioma, en la política de la emancipación de Alain Badiou. Éste ha declarado: "la adopción filosófica de la política emancipadora debe ser realizada por medio del nombre de una política radical de igualdad", la "máxima igualitaria [es] propia de toda política de la emancipación". Ha consagrado la igualdad como "el principio de los principios".
Pero el auténtico comunismo es algo mucho más diferente, mucho más radical y mucho más elevado que la igualdad. Al describir el contenido y el objetivo del comunismo y de la transición socialista al comunismo y al diferenciarlo del socialismo utópico y fundamentalmente reformista, Marx escribió:
"Este socialismo es la declaración de la permanencia de la revolución, la dictadura de clase del proletariado como punto necesario de transición para la supresión de las diferencias de clase en general, para la supresión de todas las relaciones de producción en que éstas descansan, para la supresión de todas las relaciones sociales que corresponden a esas relaciones de producción, para la subversión de todas las ideas que brotan de estas relaciones sociales". [cursivas en el original, subrayado nuestro]
Del Capítulo V: UNA FALSA POLÍTICA DE LA EMANCIPACIÓN: CONCILIARSE CON EL ESTADO MIENTRAS QUE SE ESPERE PASIVAMENTE EL "SUCESO"
Alain Badiou ha escrito sobre la "creación de un espacio de autonomía en las fábricas [con] el objetivo... de obligar al estado a inventar una nueva relación con los obreros, y no de tomar el poder, de reemplazar a un poder existente". ¿Pero qué clase de "nuevas relaciones" se está imaginando?
Por un lado, en la sociedad capitalista no es posible establecer un modo de producción alternativo, poner fin a la explotación del trabajo asalariado y crear una economía planificada basada en las necesidades de la sociedad (algo que de vez en cuando reconoce Badiou). De hecho, el socialismo es la única alternativa al capitalismo; pero sólo se puede establecer, desarrollar y funcionar de manera sistémica sobre la base de la socialización de la propiedad de los medios de producción y la dirección y papel coordinador del nuevo poder estatal.
Por otro lado, cualquier política verdaderamente transformadora va a llevar a un choque y antagonismo con el estado burgués existente. Mao pronunció unas palabras famosas y provocadoras sobre la Comuna de París que son muy aptas en este sentido: "Si la Comuna de París no hubiese caído, si hubiese resultado victoriosa, en mi opinión, ya se habría transformado en una comuna burguesa. Esto hubiese sido así porque era imposible que la burguesía francesa le permitiera a la clase obrera tener tanto poder político".
Badiou puede proponer y hasta encontrar algún "espacio" en el sistema y el poder estatal existentes porque su política de la igualdad no es transformadora; no está en un antagonismo fundamental con las relaciones burgueses.
Respecto a las nociones sobre las "cooperativas de trabajadores" en la sociedad capitalista (una política reflejada en los puntos de vista de personas como Naomi Klein), estos lugares estarían interactuando con la economía capitalista mayor de la sociedad y la economía imperialista mundial. No podrían librarse de las relaciones de mercancías circundantes: al nivel de los requisitos de insumos e intercambio, presiones competitivas e influencias ideológicas (la perspectiva circunscrita de "mi/nuestra" unidad de producción, etc.). Badiou "le resta" la economía a su política y espacios autónomos.
La fuerza represiva del estado burgués —la policía, el espionaje y los poderes punitivos— alcanzan todas las áreas de la sociedad burguesa moderna. La influencia omnipresente de la ideología burguesa, la creación de opinión pública y el control sobre los medios para difundir las ideas también son parte del tejido de la sociedad burguesa.
¿Quiere decir eso que toda resistencia es inútil o que es imposible construir un movimiento revolucionario en la sociedad burguesa? No, claro que no. Pero la resistencia es lucha y los espacios de resistencia —los cuales sí son posibles y deseables— chocarán con los poderes represivos de la sociedad burguesa. Todo movimiento revolucionario debe forjarse plenamente consciente de su antagonismo fundamental con el estado gobernante; no puede llevar a cabo el trabajo sin norte sino que debe trabajar —en particular en los países capitalistas modernos— según la orientación de acumular fuerzas para poder pasar a la contienda por el poder en un momento en que la sociedad se convulsione con crisis y agitación sociales.
Número 1, verano-otoño de 2009
Se incluyen en español:
- Sobre lo que pasa en Nepal y lo que está en juego para el movimiento comunista: Cartas del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, al Partido Comunista de Nepal (Maoísta), 2005-2008 (con una respuesta del PCN[M], 2006)
- Las "crisis en física", las crisis en filosofía y en política de Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos
Demarcations: Una revista de teoría y polémica comunista propone plantear, defender y desarrollar más el marco teórico para el comienzo de una nueva etapa de la revolución comunista en el mundo contemporáneo. Esta revista electrónica en inglés promoverá los puntos de vista del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos.
Sin la teoría revolucionaria, no puede haber tampoco ningún movimiento revolucionario. Sin trazar claras líneas divisorias entre el comunismo como una ciencia viva, crítica y en desarrollo que sirve a la emancipación de la humanidad, por un lado, y por otro, otros puntos de vista, caminos y programas que no pueden llevar a la emancipación —sean abiertamente reformistas o que se adjudiquen el manto o nombre del "comunismo"— sin trazar tales demarcaciones, no será posible alcanzar el necesario entendimiento y claridad para cambiar radicalmente el mundo. Demarcations contribuirá a alcanzar aquella claridad.
En el espíritu de forcejeos del marxismo, Demarcations también desmenuzará las cuestiones y retos que plantean los grandes cambios en el mundo actual. Los últimos 25 años han presenciado la intensificación de la globalización, la mayor urbanización y crecimiento de ciudades perdidas en el tercer mundo, el ascenso del fundamentalismo religioso, las cambiantes alineaciones en el sistema imperialista mundial y la aceleración de la degradación ambiental. Demarcations examinará tales cambios, los discursos que se han presentado al respecto y las consecuencias estratégicas, políticas e ideológicas de tales sucesos para la revolución comunista. Además, emprenderá exploraciones teóricas de cuestiones en las artes, las ciencias y la cultura.
Es apropiado que el primer número de Demarcations se inicia con una extensa polémica original contra la filosofía política y las ideas de Alain Babiou.
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