Revolución #206, 4 de julio de 2010
Inminente veredicto en el juicio de Mehserle
¿Saldrá impune el asesino de Oscar Grant?
Avanza rápidamente el juicio del ex-policía de BART (el metro) Johannes Mehserle por asesinato, por haber disparado y matado a Oscar Grant el 1º de enero de 2009. Puede que ya haya veredicto. Lo importante es: La muerte de Oscar Grant, un hombre negro de 22 años indefenso, fue asesinato a sangre fría.
Siete minutos después de que llegó el primer policía al andén de la estación Fruitvale de BART y comenzó a sacar a Oscar Grant y sus amigos del tren, Johannes Mehserle le disparó a Oscar en la espalda a quemarropa. Los testigos dicen que encendieron sus cámaras de celular cuando vieron aumentar la agresión de la policía. Jackie Bryson, un amigo de Oscar que estuvo cerca de él en el andén dijo: “[Mehserle] se para, dice jo’er y dispara”. Bryson dijo que miró a Oscar. “Se le ve humo saliendo de la espalda. Lo voltearon y hay un charco de sangre”.
Para condenar a alguien de asesinato la ley requiere que se compruebe que hubo “intención”, y los abogados de Mehserle han tratado de sembrar la duda al respecto. El experto en video de la defensa, un ex-alguacil, pasó horas en el estrado reinterpretando el video para el jurado, imagen por imagen. Argumentó que a pesar de cómo parece el video, Oscar Grant y sus amigos fueron los agresores; fueron ellos los que estaban tratando de atacar a los policías. Se usó este método de “créeme a mí, no el video” en el juicio que absolvió a los agentes que golpearon a Rodney King en el famoso caso de brutalidad policial videograbada en Los Ángeles en 1992. Cuando absolvieron a cuatro oficiales, la ciudad estalló en la famosa Rebelión de Los Ángeles.
El viernes 25 de junio, Mehserle subió al estrado. La defensa ha tratado de describir a Mehserle, un policía de 193 cm de estatura y 110 kg de peso, mucho más alto y pesado que Oscar, como un osito de peluche, un muy buen tipo elegido como el “más abrazable” en la secundaria. Mehserle lloró en el estrado y dijo que sacó el revólver sin querer pero su intención era de usar la pistola Taser.
La evidencia demuestra que eso no es cierto. Una foto que tomó Oscar con su celular muestra que en los momentos antes de que Mehserle sometiera a Oscar en el suelo, estaba apuntándole directamente con el Taser. Mehserle tuvo que enfundar el Taser antes de desenfundar el revólver. El video muestra que Mehserle miró el revólver en la funda antes de sacarla. Se ha informado que “Mehserle nunca les dijo a los otros oficiales en la estación que el disparo fue un accidente o que había querido sacar su Taser” y que la primera excusa de Mehserle por haber asesinado a Oscar Grant fue: “Creí que él iba sacar un arma” (“Dramatic Video of BART Shooting Released by Court”, diario digital LA Now del Los Angeles Times, 24 de junio de 2010).
La madre de Oscar descartó el cuento de Mehserle: “¿Ahora se sienta en el estrado llorando? Yo he estado llorando todos los días. Él entendía la diferencia entre el revólver y el Taser… sabía lo que estaba haciendo. Mató a mi hijo intencionalmente”.
Sea lo que sea el veredicto: Todo el maldito sistema es culpable
Está programado un mitin a las 6 p.m. en el centro de Oakland, en la calle 14 y la Broadway, el día del veredicto. La gente necesita estar allí y en otros lugares para responder políticamente al veredicto. Y la Coalición Angelina de Justicia para Oscar Grant está llamando a la gente a que se reúna frente al juzgado (la calle Spring y la Temple) el día del veredicto. Para recibir informes sobre el veredicto, textear el mensaje “TRIAL” a 213-973-3434.
Fueron los reclamos y las protestas de la gente de muchas formas, incluido en el 7 de enero de 2009, los que obligaron al sistema a arrestar a Mehserle y a acusarlo de asesinato. En lo fundamental las leyes defienden un sistema de desigualdad y explotación, incluyendo la opresión y subyugación del pueblo negro, y “legitima” la violencia que usa la policía para mantener el sistema.
Las autoridades están sembrando confusión y tratando de intimidar para que la gente no proteste tras el veredicto. La policía realizó un simulacro de “motín” con mucho despliegue publicitario en el Puerto de Oakland. Estableció un número telefónico para “soplos, rumores e información” con relación a las protestas o los “problemas potenciales” tras el veredicto. El alcalde de Oakland Ron Dellums se reunió con grupos sin fines de lucro y los instó a inocular a sus bases contra “los provocadores que vienen de fuera”.
Pero la verdad es que la gente actuó con conciencia y visión cuando dijo: “Todos somos Oscar Grant”. La protesta era necesaria y estaba justificada. Tuvo un gran efecto. Y ha de oírse el veredicto del pueblo.
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