Revolución #208, 25 de julio de 2010


Del Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos…

¡Última noticia!

Revolución recibió lo siguiente del Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos (Fondo), Boletín del Director Ejecutivo, con fecha 1º de julio de 2010.

La Asociación Americana de Derechos Civiles-Fundación (Sur de California) [ACLU], el asesor en asuntos jurídicos para el Fondo respecto a la prohibición del periódico Revolución, envió cartas a comienzos de junio a dos prisiones de California: la Estatal de Pelican Bay (PBSP) y la Estatal del Valle de Chuckawalla (CVSP), que dicen que si ellos no levantaran las prohibiciones generalizadas de Revolución y permitieran su distribución entre los presos, la ACLU considerará futuras opciones con el Fondo, incluso litigios. Dichas prisiones le habían enviado notificaciones oficiales a RCP Publications (y por ende al Fondo) en febrero al efecto de que se había prohibido el periódico Revolución. Las cartas de la ACLU pidieron una respuesta antes del 21 de junio.

En una carta del 15 de junio, el subalcaide de CVSP, Neil McDowell, escribió: “Por medio de esta misiva, quisiera informarles que su publicación titulada ‘Revolución’ no está sujeta a ninguna prohibición generalizada en le Prisión Estatal del Valle de Chuckawalla (CVSP). El memorando con fecha 16 de febrero de 2010 de la autoría del sargento L. Núñez fue impreciso en sus declaraciones al respecto”. No explicó más por qué se escribió esa carta ni respecto a la prohibición que ha estado en vigor.

El alcaide de la Prisión Estatal de Pelican Bay (PBSP), G. D. Lewis, le envío una carta a la ACLU, también con fecha 15 de junio, que dice: “A la fecha, se han entregado TODOS los números del Periódico Revolución enviados por correo a los internos de PBSP en los últimos nueve meses” y que “No ha estado en vigor ninguna prohibición del Periódico Revolución… Por tanto, considero que el asunto está concluido”.

Huelga decir, el Fondo tiene fuertes inquietudes acerca de si las afirmaciones de los dos alcaides cuentan toda la verdad. En el mes de junio, el Fondo recibió al menos dos cartas de presos de PBSP que dicen que en el mejor de los casos, les han entregado los periódicos de manera esporádica. Un preso dice que recibió un solo número en marzo, uno en abril y otro en mayo.

Además, las inquietudes del Fondo tienen buenas bases históricas. Durante muchos meses, a partir de octubre de 2009, PBSP prohibía el periódico sin ninguna justificación a los presos ni a la editorial, que es una tamaña violación de los propios procedimientos del Departamento de Instituciones Correccionales y de Rehabilitación de California (CDCR) delineados en unos memorandos entregados a la ACLU. En febrero de 2010, el Fondo recibió una carta de PBSP con la notificación de que no se entregaría el periódico Revolución a los internos; que “se ha determinado que su periódico constituye contrabando porque promueve agitaciones y el derrocamiento del gobierno e incita a la violencia para hacerlo”.

Cuando se denunció esta prohibición y la ACLU entabló una demanda para conseguir todos los documentos públicos al respecto, el PBSP empezó a maniobrar. En mayo, el PBSP notificó a RCP Publications de que ¡no existía ninguna prohibición y que estuvo en un error su propia carta de febrero de 2010 con la notificación de la prohibición de Revolución! Dicha carta dice que se prohibió solamente un número del periódico y defendió la decisión de hacer eso; pero existe evidencias en las muchas formas oficiales de “Notificación de Desaprobación” recibidas de los presos de que hubo desaprobación de los periódicos desde octubre de 2009. Ahora la carta de junio del alcaide dice que TODOS los números cumplen con los criterios para ser entregados a los internos.

Cabe señalar que al decir que han entregado TODOS los números del Revolución enviados por correo a los internos de PBSP en los últimos nueve meses, ahora el alcaide se ha visto obligado a admitir que de hecho no existió NINGUNA BASE VÁLIDA para privar de un solo número del periódico Revolución a ningún preso durante esos meses.

Pero nos toca a nosotros ver que PBSP cumpla con lo que dice. Los carceleros son delincuentes reincidentes por haber violado los derechos de I Enmienda de los presos; es necesario conocer los hechos directamente por medio de los presos.

Quedan pendientes muchas preguntas que los carceleros de PBSP no han contestado. Por razones todavía desconocidas, la prisión sigue tratando de embrollar el alcance, la naturaleza y la justificación para la prohibición que aplicó durante muchos meses.

El Fondo está trabajando en el frente jurídico y, además, sigue montando esfuerzos amplios y enérgicos en toda la sociedad para generar conciencia sobre la prohibición. En esta coyuntura, hemos logrado importantes avances; pero hace falta ver que se eche por tierra la prohibición en toda su extensión. Hay que obligar a los funcionarios carceleros a DIVULGAR todos los documentos sobre la desaprobación al interior del sistema de cárceles de California. Tiene que haber una CORROBORACIÓN (facilitada por los funcionarios carceleros) de que se están entregando a los suscriptores presos todos los números de Revolución (anteriores y futuros). Y de no entregar oportunamente un número de Revolución, los funcionarios carceleros deben proporcionar NOTIFICACIONES expeditas a la ACLU-Fundación (Sur de California) y al Fondo.

De importancia, el FONDO también está trabajando para establecer mecanismos legalmente EJECUTABLES para asegurar que NINGUNA prisión del sistema CDCR pueda prohibir de manera arbitraria cualquiera número de Revolución o cualquier otro periódico o publicación pública que no esté conforme con las ideas de los funcionarios que administran las prisiones. Tales prácticas son infrahumanas e inconstitucionales.

Tiene importantes consecuencias la plena resolución de esta situación de modo que se requiera que los funcionarios de las prisiones respeten sus propios reglamentos y se inhiba su capacidad de confeccionar o instaurar de manera arbitraria nuevas prohibiciones de cualquier forma: acerca de la defensa de los derechos de los presos a una vida de la mente, la distribución del periódico Revolución y otra literatura en las prisiones y más allá de eso, el pensamiento crítico en la sociedad en general.

Las actividades de una amplia gama de personas que han asumido el trabajo para “Echar por tierra la prohibición” están teniendo un efecto en los funcionarios carceleros. Hay avances importantes… pero si nos detenemos ahora, eso podría ser como empezar a administrar unos antibióticos pero no tomarlos por el plazo indicado. La enfermedad podría volver sin parar y en tal caso, habría menos capacidad de lidiar con ella por no haber tomado todas las pastillas.

Las cartas del 15 de junio de 2010 del alcaide del PBSP Lewis y del subalcaide de CVSP McDowell constituyen una admisión de que no tenían fundamento y estaban equivocadas las razones que presentaron para tachar al periódico Revolución de “contrabando”. Pero por todas las razones enumeradas arriba, ¡estas actividades están lejos de terminarse! Las acciones de las autoridades carceleras en este asunto hasta ahora han sido ilegales y perjudiciales y no se puede dejar que siga en pie ni que siga en nuevas formas lo mucho que permanece oculto en las entrañas administrativas respecto a sus labores para privar de este periódico a los presos.

El Fondo seguirá informando sobre acontecimientos importantes.

 

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