Revolución #213, 10 de octubre de 2010


La vida bajo la ocupación israelí

Como resultado de la Nakba —la limpieza étnica de Palestina por los sionistas—, actualmente hay casi 4.5 millones de palestinos dispersados por todo el mundo. Además, 1.4 millones de palestinos viven bajo la dominación israelí en Cisjordania y 1.5 millones en Gaza, una franja desértica antes poca poblada que ahora está apiñada de campamentos y pueblos de refugiados. Cerca de 1.5 millones de palestinos siguen viviendo en Israel mismo. El traslado obligatorio de palestinos a Cisjordania y Gaza (casi todos los residentes de Gaza son refugiados o descendientes de refugiados) es una violación de la Convención de Ginebra y de las leyes internacionales, y es un crimen de guerra.1

En Cisjordania, un muro de hormigón de cientos de kilómetros de largo y ocho metros de alto divide a los palestinos en pequeñas zonas cercadas. En 2007, Amnistía Internacional informó: “Los cientos de retenes y bloqueos que a diario imponen largos desvíos y retrasos a los palestinos que pretenden llegar al trabajo, a la escuela o al hospital, han limitado durante años su acceso a servicios de salud esenciales y han causado complicaciones médicas, partos en retenes e incluso muertes”.

Al muro israelí en Cisjordania se le dice el Muro Apartheid; es manifiesta la semejanza entre el trato israelí a los palestinos, y el gobierno racista de apartheid que existía en Sudáfrica, tanto que hasta la reconocen defensores aferrados de Israel. El ex presidente estadounidense Jimmy Carter le dijo a un periódico israelí: “Cuando Israel ocupa este territorio muy dentro de Cisjordania y conecta los 200-y-pico asentamientos con una carretera, y luego prohíbe a los palestinos usarla o hasta cruzarla en muchos casos, esto perpetra casos aún peores del apartar, o apartheid, que vimos incluso en Sudáfrica”.2

A partir de la elección del gobierno de Hamas en Gaza en 2006, Israel ha impuesto un estado de sitio mortífero para obligar un cambio de régimen. A finales de 2008 y comienzos de 2009, Israel libró una masacre en Gaza que dejó 1.400 bajas, la mayoría civiles.3 Bombardeó sistemáticamente hospitales, apartamentos y escuelas. El Informe Goldstone de la ONU concluyó que Israel cometió “ataques indiscriminados que resultaron en la pérdida de vidas y heridas civiles”, “ataques deliberados contra la población civil” y “ataques contra los fundamentos de la vida civil en Gaza”. Tras la masacre, Israel impuso un estado de sitio contra los 1.5 millones de personas en Gaza con fin de degradar su salud y desmoralizarlos, permitiendo entrar sólo la cantidad de alimento suficiente para satisfacer los requisitos mínimos para sobrevivir y específicamente prohibiendo el material de construcción necesario para reconstruir.

En el propio Israel, los palestinos con ciudadanía israelí que constituyen el 20% de la población de Israel están sujetos a una ciudadanía de segunda clase. Aquellos que son considerados judíos por las autoridades religiosas patrocinadas por Israel pueden emigrar a Israel desde cualquier parte del mundo, pero los cónyuges de los ciudadanos palestinos-israelíes que viven en Gaza o en Cisjordania no. Muchos beneficios en la sociedad israelí son disponibles solamente a los veteranos del ejército israelí, que es un criterio que excluye a la abrumadora mayoría de los palestinos con ciudadanía israelí. Y mientras se hace mucho bombo sobre los derechos de votar de los palestinos que son ciudadanos israelíes, las leyes vetan a los candidatos que niegan “la existencia del estado de Israel como un estado del pueblo judío” o que niegan “la naturaleza democrática de Israel”.4

Los palestinos que viven en el exilio en todo el mundo árabe y en otras partes a menudo no tienen estado (sin protección diplomática o pasaportes reconocidos), son marginados, aislados y perseguidos.

1. Vea el Estatuto de Roma del Tribunal Penal Internacional, Artículo 8, que prohíbe la “transferencia de toda o parte de la población del territorio ocupado dentro o fuera de este territorio” por una potencia de ocupación. (untreaty.un.org/cod/icc/index.html) [regresa]

2. “Jimmy Carter: Israel’s ‘apartheid’ policies worse than South Africa’s” del Haaretz Service, 12 de noviembre de 2006. [regresa]

3. “Confirmed figures reveal the true extent of the destruction inflicted upon the Gaza Strip; Israel’s offensive resulted in 1,417 dead, including 926 civilians, 255 police officers, and 236 fighters”, Palestinian Centre for Human Rights, comunicado de prensa del 12 de marzo de 2009. [regresa]

4. Ver “Special Report: 10 Discriminatory Laws”, Adalah: The Legal Center for Arab Minority Rights in Israel, junio 2010. [regresa]

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