Revolución #221, 9 de enero de 2011
Los Ángeles: Foro sobre echar por tierra la prohibición del periódico Revolución
De unos lectores en Los Ángeles
El domingo 12 de diciembre, un diverso público se reunió en la Universidad del Sur de California en Los Ángeles con motivo de un foro intitulado "¡Echar por tierra la prohibición del periódico Revolución! Alto a la censura política en las cárceles en todo el país". El evento se inició con una representación conmovedora "Cartas desde los infiernos de la cárcel". Por medio de los actores de Dramastage-Qumram, los suscriptores presos del periódico describieron las transformaciones que están llevando a cabo mediante su interacción con el periódico Revolución y las obras de Bob Avakian. Las cartas hablan de forjar lazos con presos de otras razas, de empezar a reconocer y oponerse a la opresión de la mujer, de adentrarse en muchos temas en las páginas del periódico, de imaginar un mundo en que los seres humanos vivan en apoyo y cooperación mutua. Muchas cartas conmueven al hablar de qué tanta importancia les tiene el periódico Revolución y agradecen al Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos (Fondo) por enviarlo cada semana.
Después, Michael Slate, articulista de Revolución y locutor de "The Michael Slate Show" de la emisora radial KPFK de la red Pacífica en Los Ángeles, presentó a los panelistas. Clyde Young, en representación del periódico, habló de la prohibición del periódico en Pelican Bay y otras cárceles en Estados Unidos. De hombre joven, Clyde pasó muchos años en la cárcel, donde se transformó en revolucionario. "Me cambié la vida aprendiendo acerca de los movimientos revolucionarios del momento y entrándoles. En consecuencia, dejé la vida de la delincuencia y me dediqué a transformar radicalmente el mundo. Sin la libertad de explorar todo tipo de ideas, eso no habría sido posible".
Al hablar sobre lo que representa la prohibición y la lucha para echarla por tierra, Clyde explicó que, como parte de la campaña "La revolución que necesitamos… La dirección que tenemos" lanzada por el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, en 2009, se convocó a las y los presos a asumir un papel enérgico para ganarse a la gente hacia la revolución y valorar y reconocer la dirección que tenemos en Bob Avakian, por medio del envío de cartas a Revolución. Las y los presos respondieron con un brote de cartas, que tuvieron un efecto profundo sobre las personas de muchos sectores sociales que las leyeron y escucharon.
Por medio de las páginas del periódico, dijo Clyde, las y los presos están aprendiendo acerca de la ciencia y el ateísmo, conociendo por qué hay tantos negros y latinos presos en este país, rechazando la misoginia y la pornografía, explorando soluciones comunistas, revolucionarias y radicales a la situación del planeta y el pueblo y transformándose a sí mismos de una vida de la delincuencia a una fuerza vertebral de emancipadores de la humanidad.
Clyde citó una carta de un preso que pide el recién publicada Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto): "…Así que les pido, por favor, mándenme un ejemplar para que yo, y unos cuantos que piensan como yo, podamos empezar a agregarla a nuestras vidas". Clyde dijo que la prohibición no puede seguir en pie. Es necesario difundir el periódico de manera geométrica tras las rejas y que se oigan las voces de los presos de inclinaciones revolucionarias por toda la sociedad.
El siguiente orador era Stephen Rohde, un abogado constitucionalista, conferencista y autor que es presidente de la Fundación de la Asociación Americana de Libertades Civiles (ACLU) del Sur de California. Rohde es autor del libro American Words of Freedom, que explora los orígenes, historia y significado de la Declaración de Independencia, la Constitución estadounidense y la Carta de Derechos, y muchos artículos y reseñas de libros sobre libertades civiles y la historia de la Constitución.
Habló sobre "Los presos y la I Enmienda". Puso al descubierto la naturaleza inconstitucional de la prohibición de Revolución en el sistema carcelario y no le dio ninguna concesión al gobierno respecto a la cuestión de la I Enmienda. Presentó un argumento jurídico y político que demostró que la censura de Revolución tiene serias consecuencias en todo el sistema carcelario del país y es una amenaza inmediata y seria a la libertad de palabra y prensa en la sociedad en general. Sobre los derechos de los presos de explorar una amplia gama de ideas y estar libres del "control de la mente" por parte del estado, examinó los fallos de los jueces de la Suprema Corte Stevens y Ginsberg. Explicó la actual coyuntura compleja en los esfuerzos para echar por tierra la prohibición y dijo que aún no se ha ganado esta batalla y que se tiene que ganar.
Rohde dijo que la censura establece una tradición: una vez establecido el precedente, se extiende por toda la sociedad. "Censurar la idea de que el gobierno es represor y tiránico no elimina la idea de que el gobierno es represor y tiránico. De hecho, censurar la idea corrobora y documenta que el gobierno sí es represor y tiránico".
Para ilustrar lo que está en juego en la batalla para poner fin a la censura de Revolución en las cárceles californianas, citó la conocida declaración del pastor Martín Niemöller sobre la Alemania nazi: "Primero vinieron por los comunistas, pero yo objeté, porque yo no era comunista…".
Rohde prometió que la ACLU estará en esta lucha hasta el final, hasta que se haya verificado que se ha retirado la prohibición y otra censura y hayan salido a la luz los documentos oficiales que condujeron a la censura.
La última oradora era Laura Magnani, director regional interina de la Región de las Montañas del Pacífico, del Comité de Servicios de los Amigos Americanos (AFSC). Habló sobre "Poner fin a la tortura y el racismo en las cárceles californianas". Es autora de "Enterrados vivos: Aislamiento de largo plazo en las cárceles californianas para jóvenes y adultos", un informe del AFSC publicado de 2008 con motivo de la campaña STOPMAX del AFSC para poner fin del aislamiento de largo plazo; y coautora del libro Beyond Prisons: A New Interfaith Paradigm for Our Failed Prison System, publicado en 2006.
Dijo que, al haber trabajado en torno a este tema por 20 años, a veces cree que lo ha visto todo, hasta que el estado alcance un nuevo abismo escandaloso de deshumanización, tal como el reciente caso de una cárcel que suspendió el suministro de agua a los inodoros de los presos y forzó a los presos a ponerse pañales sin ninguna oportunidad de cambiarlos durante largos plazos, con el propósito único de humillarlos.
Atestiguó en persona cuando pasearon a un preso, en calzones y descalzo, por el patio de ejercicio cubierto de nieve en la prisión High Desert cerca de Susanville, California, donde mantienen en aislamiento durante meses a presos con problemas mentales. Dijo que si bien se ha denunciado el aislamiento como tortura, los carceleros cambian los nombres de las unidades y continúan las mismas prácticas. (Por ejemplo, en California ahora llaman Unidades de Manejo de Conducta a las Unidades de Modificación de Conducta, presuntamente con el propósito de diferenciarlas de las anteriores, en que durante décadas los carceleros sometieron a los presos a experimentos de privación sensorial, farmacéuticos, quirúrgicos y de choques eléctricos.)
Durante su charla, desenmascaró cómo usaron el estereotipo de "lo peor de lo peor" para justificar y ocultar la crueldad y el racismo practicados contra los presos así como la negación de los derechos de la I Enmienda. En conclusión, dijo: "Los presos son seres humanos. No importan lo que hayan hecho, no doy cuartel ni aceptó el derecho del estado de darles a las y los presos un trato que no sea digno de un ser humano".
Las lecturas dramatizadas y los panelistas suscitaron una variedad de preguntas y comentarios: desde lo que será necesario para echar por tierra definitivamente la prohibición de Revolución hasta lo que las cartas revelan sobre el potencial humano suprimido tras rejas y las cuestiones de censura en la sociedad en general. El público partió con el espíritu elevado e inspiración por las cartas de las y los presos y los argumentos firmes de los panelistas.
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.