Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
Correspondencia:
Una “revuelta radical” contra una cultura que revuelve el estómago
Recibimos esta carta de un grupo de comunistas revolucionarios jóvenes cuando estaban organizando una “revuelta radical” contra una cultura que revuelve el estómago, la que se celebró el martes 30 de agosto en Nueva York.
Me entusiasmó mucho leer “Un plan para agitar y despertar los planteles universitarios” en Revolución #242. Insto a todos los que no han leído este artículo a que lo hagan y a los que sí lo han leído, a que lo lean de nuevo, y que ambos grupos lo estudien. No puedo describir en esta carta todo lo que me impactó en ese artículo, pero he aquí unas pocas cosas clave que me llaman la atención: habla con mucha sencillez radical de la pesadilla que la humanidad confronta y del sendero liberador forjado por Bob Avakian para salir de esa pesadilla. Capta poderosamente “la ironía angustiosa del tiempo en que vivimos”: a saber, que por lo general la revolución comunista no circula en la mente de la gente en una coyuntura histórica en la cual la necesidad y la posibilidad de esta revolución jamás ha sido más grande y que existe el liderazgo para esta revolución. De forma muy entrelazada con eso, el artículo recalca la urgencia y lo que está en juego en la presentación de Avakian, su obra y su dirección a millones de personas ahora como elemento decisivo en la construcción de un movimiento para la revolución, y el papel particular que puede desempeñar el nuevo libro Lo BAsico —una concentración poderosa de la obra completa de Avakian— para poner a la orden del día esta revolución y su liderazgo y para gestar y capacitar a una nueva generación de revolucionarios. Y por supuesto, partiendo de todo eso, el artículo describe unos planes muy cruciales y apasionantes para difundir Lo BAsico por la sociedad de manera audaz, especialmente a los jóvenes, empezando con el número especial de Revolución sobre Lo BAsico del 23 de agosto, del cual se imprimirán 100.000 ejemplares.
Uno de los pasajes del artículo que concentran todo esto: “Tenemos respuestas reales para lo que enfrentan las personas, es decir, las únicas respuestas reales, y tenemos la dirección para plasmar esas respuestas en la realidad, si las personas hicieran suyas esas respuestas y siguieran esa dirección”.
Teniendo en cuenta todo eso, quiero escribir sobre algo nuevo y emocionante que está por comenzar, algo muy relacionado a los puntos y planes descritos en el artículo y que es muy importante en sí como parte de construir un movimiento para la revolución: Una “revuelta radical contra una cultura que revuelve el estómago” — inspirada por Lo BAsico.
Esta nueva revuelta radical toma inspiración y representa una expresión importante de lo que pide Avakian en Lo BAsico 3:24:
“Se tiene que alentar una rebelión auténticamente radical y liberadora —a diferencia de un reaccionario ‘re-etiquetamiento’ y celebración del parasitismo— entre la juventud en las condiciones actuales, una rebelión en la que se plantea poderosamente la necesidad de una nueva sociedad y un nuevo mundo, la cual tomará medidas para eliminar la contradicción y antagonismo entre lo urbano y lo suburbano en el contexto de la transformación de la sociedad y el mundo en general y la abolición de las profundas desigualdades y divisiones — oponiéndose, superando y yendo más allá del parasitismo que es una parte tan integral e indispensable del funcionamiento y la dinámica del imperialismo y que ha alcanzado alturas sin precedentes en ‘el imperio tardío de Estados Unidos’. En resumen, necesitamos, en las circunstancias de hoy, una contra-cultura que contribuya y sea cada vez más parte de construir un movimiento para la revolución — en oposición a una cultura contra-revolucionaria. Necesitamos una cultura de oposición radical a la esencia de todo lo que está mal en esta sociedad y sistema y las muchas manifestaciones de eso; necesitamos una búsqueda activa de un mundo radicalmente mejor, en el que la revolución y el comunismo crecen constantemente como poderoso polo de atracción”. (Lo BAsico 3:24)
Me enorgullece asumir el reto de Avakian y la responsabilidad de participar en lanzar, desarrollar y difundir esta nueva revuelta radical como parte de gestar una nueva “contra-cultura que contribuya y sea cada vez más parte de construir un movimiento para la revolución — en oposición a una cultura contra-revolucionaria”. En parte, escribo con la esperanza de inspirar a muchas otras personas —incluyendo a la gente que hace poco conoce este movimiento para la revolución o que pro primera vez consigue un ejemplar del periódico Revolución o lo lee en línea; a los que por un tiempo han estado siguiendo el movimiento para la revolución “desde afuera”; así como a los que ya están muy dedicados al movimiento para la revolución— a que capten lo que es esta revuelta radical inspirada por Lo BAsico y por qué es tan crítico, y para que lo chequeen y participen en él en formas muy diversas.
Me enorgullece también responder al llamado de “Agitar y despertar los planteles universitarios”, presentando a Bob Avakian y Lo BAsico a nuevas generaciones de estudiantes, comenzando con los esfuerzos de saturar por varias semanas las universidades con el número especial de Revolución con el fin de llegar a decenas de miles de estudiantes.
Y creo que existen conexiones concretas e importantes entre estas dos iniciativas.
Como dice la contraportada del libro: “No se puede cambiar el mundo sin conocer lo BAsico”. “Conocer” a Bob Avakian y aprender lo BAsico puede transformar dramáticamente la forma en que generaciones de estudiantes entienden el mundo en que viven, qué tipo de mundo es necesario, posible y deseable, qué se requerirá para alcanzar ese mundo y su propia responsabilidad y moralidad ante eso. Dejará que estos estudiantes conozcan que sí estamos construyendo un movimiento para la revolución, sí tenemos la dirección que necesitamos para esta revolución y ellos tienen que conectarse con esa revolución y seguir esa dirección. Puede inspirar a muchos de esos estudiantes para hacer exactamente eso de diversas maneras y a diversos niveles, a partir de ahora. Esta nueva revuelta radical inspirada por Lo BAsico, a su vez, es un vehículo importante mediante el cual muchas personas nuevas —entre ellas amplios sectores nuevos de jóvenes y estudiantes— “conocerán” a Bob Avakian y aprenderán lo BAsico.
Para tener una sensación de esto, piense en la noche histórica del 11 de abril en Harlem —“Con motivo de la publicación de Lo BAsico: Una celebración de revolución y la visión de un mundo nuevo”. El informe de Revolución #231, “Y ahora... una vislumbre de la primavera: Apuntes de una reportera sobre el 11 de abril en Harlem”, dice: “Cientos de personas de diversas edades, orígenes y perspectivas políticas se juntaron en un lugar para una noche de jazz, funk, soul, rock, teatro, danza, poesía, arte visual, comentarios y video. Todo esto anhelaba, daba voz e infundía la posibilidad de un mundo radicalmente distinto al descabellado planeta en el que ahora vivimos. Todo esto desencadenado y unido con motivo de la publicación de Lo BAsico, un nuevo libro integral si bien conciso de citas y ensayos cortos de Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario, cuya vida y obra en gran medida les dieron inspiración a muchas representaciones y de las cuales fluían”. Como resultado, la gente experimentó a Avakian y lo que él ha creado de una forma nueva, amplia y multifacética. Aunque el motivo de esta nueva revuelta radical no será repetir el 11 de abril, sí tenemos el objetivo de lograr la misma dinámica básica.
En una escala más amplia, esta revuelta radical puede inspirar, desencadenar y darle voz al cuestionamiento y desafío generalizados contra el mundo tal como es y a una visión y celebración del mundo tal como podría ser. Puede jugar un gran papel de demostrar que no existe ninguna “necesidad permanente” de que la situación sea así. Todo esto, a su vez, es crítico para construir un movimiento para la revolución, acumular fuerzas para esa revolución y atraer e incorporar a los miles de personas que le llegarán e influenciarán a millones de personas hoy y luego dirigirán a esos millones de personas para hacer una revolución en una futura situación revolucionaria.
Que quede claro, esto no quiere decir que toda persona que sea parte de esta revuelta radical será un revolucionario o la abordará desde el punto de vista de construir un movimiento para la revolución; de hecho, para que esta nueva forma sea lo que necesita ser y tenga el impacto que necesita tener, se requerirá mucho más elasticidad que eso, con la participación de personas de una amplia gama de perspectivas por una amplia gama de motivos y que contribuyan de muchas y diversas maneras. Pero tengo dos puntos más: Uno, es importante tener en cuenta que las personas no se convierten en comunistas revolucionarios según una fórmula, de la noche a la mañana ni por un sendero recto; el arte y la cultura pueden desempeñar un papel muy importante, como parte de una mezcla de cosas, de moldear la manera de la gente de ver el mundo de una manera que se desarrolla continua y constantemente. Al leer From Ike to Mao and Beyond: My Journey from Mainstream America to Revolutionary Communist, A Memoir by Bob Avakian, se verá que la efervescencia artística, cultural e intelectual —si bien era uno de los muchos factores en el desarrollo de Avakian— jugó un rol importante en su desarrollo primero como un radical y luego como un comunista revolucionario, y luego como el líder comunista revolucionario más avanzado sobre el planeta. Y un aprecio profundo y continuo de la necesidad y papel del arte y cultura, “asombrarse y maravillarse” y “el espíritu poético” es un elemento importante en la nueva concepción y los avances de parte de Avakian acerca de la revolución y el comunismo y es una gran parte de lo que lo hace el líder valioso y poco común que es. Segundo, aunque sea evidente que todos los individuos que participan en esta revuelta radical no serán —ni se volverán— revolucionarios, no obstante, esta nueva cultura en su conjunto puede ser una parte importante de construir un movimiento para la revolución.
Respecto a ese punto, piense en esta cita de Avakian de “Hacer la revolución y emancipar a la humanidad”:
“Pero fundamentalmente (y, se podría decir, debajo de todo esto) la libertad sí radica en el reconocimiento y la transformación de la necesidad. Lo importante es que ese reconocimiento y la capacidad de llevar a cabo esa transformación se dé a través de diferentes ‘canales’, y no está ligada de una manera positivista o reduccionista o lineal a la manera en que se presentan, en un momento dado, las principales contradicciones sociales. Si así fuera —o si así lo abordáramos— liquidaríamos el papel del arte y de buena parte de la superestructura en general. ¿Por qué libramos batallas en la esfera de la moral? Porque en la superestructura hay iniciativa y autonomía relativas. Y cuanto más se le dé expresión correcta a eso, tanto mejor será la situación, en cuanto a la clase de sociedad que tengamos en un momento dado así como en términos de nuestra capacidad de reconocer la necesidad y llevar a cabo la lucha por transformar la necesidad” (p. 11 del folleto Revolución y comunismo: Fundamento y orientación estratégicos, 1° de mayo 2008).
Piense en John Carlos y Tommy Smith cuando alzaron el puño del poder negro en las Olimpiadas de 1968. Piense en “Strange Fruit” de Billie Holiday. “Aullido” de Allen Ginsberg. “The Times They Are A-Changin” de Bob Dylan. “I Wish I Knew How It Feel To Be Free” de Nina Simone. “Imagina” de John Lennon. “The Revolution Will Not Be Televised” de Gil Scott-Heron. “Fight The Power” de Public Enemy. “American Idiot” de Green Day. Estos son unos pocos ejemplos del impacto duradero y poderoso que la cultura y el arte radical pueden tener para cambiar la manera en que las personas ven el mundo a su alrededor. En un sentido más amplio, piense en el rol de cosas como Woodstock ―y todo el levantamiento social de la década de los 60 y de la contra-cultura de la que fue parte― en términos de ayudar a desenmascarar la ilegitimidad y la inmoralidad de este sistema y plantear una mejor y diferente autoridad moral, etos y un conjunto de valores y relaciones entre las personas.
Pero he aquí un punto clave: esta revuelta radical que se está lanzando no tiene que ver con la creación de “una cultura radical” en sí, de emular las expresiones culturales radicales del pasado o de plantear una visión utópica de cómo desearíamos que fuera el mundo, aunque esto sí requiere la participación de muchas personas que sí están visualizando las cosas y contribuyendo desde estos puntos de vista. Pero al centro de esta revuelta radical está Lo BAsico ―una concentración del análisis y visión liberadores y científicos de Bob Avakian de un futuro que se podría forjar de hecho― un mundo comunista libre de toda explotación y opresión y de todo lo que se requiere para alcanzarlo.
Como dice Avakian en la segunda parte de “Los pájaros no pueden dar a luz a cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte” (ver este pasaje en Revolución #233):
“Por eso, para repetir, existe la gran necesidad de una 'revolución cultural': lo que he trazado como una rebelión de masas —con la juventud como una fuerza motriz— que se atreva a desafiar y repudiar las relaciones, valores y moral opresivos, denigrantes y sofocantes de este sistema y a aquellos que refuerzan y defienden todo eso; y que en oposición a todo aquello, de muchas maneras diferentes y al máximo posible, encarne vivamente los nuevos valores, relaciones, moral y cultura liberadores, así como una fuerza creciente de resistencia contra los ultrajes y las injusticias constantes de este sistema. Aquellos que entienden consciente y científicamente la necesidad de una revolución para acabar con este sistema y forjar un nuevo sistema radicalmente diferente y mejor, con el objetivo final de un mundo completamente nuevo, un mundo comunista, deben fomentar esa 'revolución cultural' y darle más vida y aliento, con toda la creatividad y la imaginación, el cuestionamiento, la efervescencia y la agitación que esto encerraría y debe encerrar, como parte de construir un movimiento para la revolución que necesitamos —de luchar contra el poder, y transformar el pueblo, para la revolución— que no se conforma con menos que deshacerse de este sistema y concretamente forjar ese mundo nuevo”.
En todas partes, la necesidad y la base de esto ―y de ganar a las personas a ser parte de esto― es visible. Si por algún período de tiempo usted baja la calle, prende la tele, navega en la Internet, escucha la radio, pasa un tiempo hablando con alguien o escuchando las conversaciones en un café o en la parada del bus, encontrará una cultura y sociedad de brutalidad, crueldad, consumismo, cosificación, competencia, denigración y opresión. Y además encontrará que existen muchas personas ―especialmente jóvenes― que odian todo esto, se sienten sofocados por esto, y no dejarían pasar la oportunidad de ser parte de algo que va en contra de estas tonterías y que eleva las aspiraciones de las personas hacia algo más excelso y más liberador.
La cobertura reciente en Revolución también lo ha sacado a la luz de modo agudo. Por ejemplo, me impactó mucho el artículo “Conversación con unos alumnos negros de prepa al finalizar el año escolar... con profundo interés en el mundo…y una aguda conciencia de que este sistema no les ofrece ningún futuro” (ver Revolución #241 y #242). La observación de que “Estos jóvenes básicamente odian la mayor parte de su vida” fue increíblemente condenatoria del sistema, la cultura y la sociedad y lo que les hacen a los jóvenes. Entre otras cosas que me impactaron estaba la frustración palpable de esos jóvenes por lo que les enseñan (y lo que no les enseñan) en las escuelas y por la omnipresente cultura de superficialidad y consumismo; la constante brutalidad, denigración y la hostigamiento que enfrentan a manos de los cerdos; la sensación de sofocación que experimentan ―y de la cual en cierto grado están conscientes― como resultado de los roles y relaciones género dominantes en la sociedad; y su desafío y sed de bregar con las grandes ideas y una visión de la manera en que el mundo podría ser completamente diferente. De hecho, el título del artículo en sí da un sentido poderoso de la necesidad así como del potencial para esta nueva revuelta radical. Y por tanto tenemos que considerar que en muchas maneras, las condiciones y sentimientos de estos jóvenes son una expresión de decenas de millones de jóvenes en esta sociedad.
Retomando el artículo “Un plan para agitar y despertar los planteles universitarios”, es muy fuerte el análisis del artículo del clima sombrío, represivo y sofocante que caracteriza en gran parte las universidades. La cita del artículo de Darren Fleet en Adbusters de que en estas universidades el fenómeno y el etos del parasitismo y el suburbanismo han asumido una expresión pronunciada, en que las asquerosas relaciones cosificadas de perro come perro de este sistema se penetran en todos los aspectos de la vida universitaria. El artículo de Revolución hacer una observación plantea que es muy importante, en particular en su relación a esta nueva revuelta radical:
“Esta descripción es muy acertada. Pero debajo de la superficie y en respuesta a todo eso, existen anhelos e indicios de algo radicalmente diferente que no puede alcanzar el aire para respirar sin lo que nosotros les estamos llevando. El poderoso elemento de Lo BAsico en el ambiente sacará estos sentimientos a la superficie y empezará a desafiar el etos y cultura dominantes con una certeza de que las cosas no deberían ser así y no tienen que ser así. Es muy crucial que se agiten estas universidades. Claman con urgencia por el movimiento para la revolución. En ellas, desde hace mucho tiempo ya es hora, que lo sepan ahora o no los estudiantes, para... Lo BAsico”.
El 4 de agosto en Libros Revolución de Nueva York, se dio una vislumbre importante, aunque inicial, de cómo podría ser y lo que podría desencadenar “una revuelta radical contra una cultura que revuelve el estomago” inspirada por Lo BAsico: una noche que presenció arte, cultura y representaciones centradas en el tema de Lo BAsico 3:16 (“Un llamado a quienes el sistema ha desechado”) y la carta de un preso, “Las condiciones en Pelican Bay pueden escandalizar al público” (en inglés). La reciente huelga de hambre de los presos de Pelican Bay y de otras prisiones a través de California por un fin a las condiciones de tortura tuvo mucha presencia en la velada. Algunas representaciones en diferentes maneras le dieron voz al tema, por ejemplo: lecturas de Lo BAsico 3:16 en inglés y español así como la carta de un preso “condiciones pueden escandalizar al público”; un poema que escribió una mujer sobre una persona que conoce que está sentenciada a la pena de muerte; un poema corto que escribió un revolucionario sobre una pancarta que se envió a los presos en huelga de hambre que habla del terror policial, el encarcelamiento en masa y la criminalización de una generación y la necesidad de una revolución para deshacerse de todo esto, tal como ha visualizado Bob Avakian; la lectura de una cita del ex Pantera Negra George Jackson sobre la represión despiadada de los revolucionarios de parte de las autoridades de la prisión, seguida de una cita del Libro Rojo de Mao sobre el papel del arte en hacer la revolución; un poema en español sobre las condiciones que viven los presos y también su capacidad de transformarse en emancipadores de la humanidad; una representación que denuncia la historia despiadada de opresión racial de Estados Unidos, de la segregación Jim Crow al presente; la lectura de Lo BAsico 5:11 (“Hay un punto donde la epistemología y la moral se encuentran…”) seguida de varias declaraciones de apoyo a los presos en huelga de hambre escritas por prominentes personas en diferentes esferas; la lectura de “Carta al barrio”, un poema escrito por un preso de Pelican Bay que llama a las masas oprimidas a romper con las tonterías en las que este sistema las atrapa y a entrarle a la revolución y habla del rol de Lo BAsico de capacitarlas para hacer esa ruptura (ver Revolución #240); y un video que se presentó en el reciente festival L.A. Rising con el audio de la cita de Avakian “No más generaciones de nuestra juventud” de la charla Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es, acompañado de una hermosa presentación de transparencias con fotos de jóvenes.
De nuevo, esta fue una emocionante experiencia pero inicial. Esta revuelta radical está dando sus primeros pasos. Se necesita que cobre mucho más amplitud y magnitud. Y se necesita que muchas personas participen para que esto suceda.
Se anunciará próximamente la siguiente actividad de esta forma.
Inspirado por Lo BAsico: de los discursos y escritos de Bob Avakian
Un atardecer de palabra hablada, música, arte
Una “REVUELTA RADICAL” contra una cultura que revuelve el estómago
Si usted está por en la ciudad de Nueva York, usted debe venir a estas actividades como parte de contribuir a que esta revuelta radical alcance otro nivel. Y debe invitar a tantos como puedan a venir. En un sentido más amplio, esté o no en Nueva York, tiene un rol importante que jugar en esto. Una manera clave que usted puede contribuir a tomar responsabilidad por el desarrollo y esparcir esto como parte de construir un movimiento para la revolución es escribiendo al periódico Revolución, aunque lo que escriba sea breve: Comparta sus ideas o dudas acerca de esta nueva revuelta radical. Comparta sus ideas ― para futuros programas y de manera continua para esta revuelta radical que estamos forjando.
A manera de concluir con otra cita de la segunda parte de “Los pájaros no pueden dar a luz a cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte”, específicamente la sección “Una revuelta radical contra una cultura que revuelve el estomago” (ver este pasaje en Revolución #233):
“La importancia de todo eso no es menor ni secundaria sino estratégica; tiene implicaciones estratégicas para la repolarización — para la revolución”.
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