Revolución #246, 29 de septiembre de 2011


22 de octubre de 2011: Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación

Una batalla por el futuro, la lucha por un mundo diferente

El 22 de octubre de 2011 será el año 16 que la gente se ha tomado las calles en las ciudades por todo Estados Unidos en el Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación.

Una epidemia de asesinato y brutalidad policial, cortes de injusticia, encarcelamiento en masa, la satanización de la juventud negra y latina… Todo esto no sólo está sucediendo. Se está EMPEORANDO. Sin ninguna justicia a la vista. Sin señales de que el sistema le ponga freno a esto sin la lucha decidida del pueblo.

En el 2009 vimos que un policía asesinó a Oscar Grant en Oakland, California ― le disparó a quemarropa cuando estaba tirado sobre la plataforma del metro. Cientos de personas lo atestiguaron, los celulares lo capturaron, YouTube lo llevó a muchos millones más. Un descarado asesinato a sangre fría captado en video. La gente se tomó las calles exigiendo justicia. Y el sistema no podía simplemente dejar libre al asesino policía Johannes Mehserle… no de inmediato. Por eso tuvieron un juicio y en un acto altamente inusual, declaró a Mehserle culpable de homicidio sin premeditación. PERO LUEGO… después de solamente 11 meses, salió libre de la prisión. La gente salió a las calles a protestar este ultraje y la policía la atacó.

Ese mismo mes: policías en el área de la Bahía de San Francisco asesinaron a OTROS DOS jóvenes negros. A uno de ellos, Kenneth Harding, 19, le dispararon porque la policía dijo que estaba corriendo por no pagar dos dólares del tren. Le dispararon y lo dejaron desangrar hasta que murió en la acera mientras la policía estaba alrededor de él apuntándole con pistolas. Mientras Harding se retorcía de dolor y respiraba con dificultad, los policías impidieron que alguien lo asistiera. Impidieron que alguien siquiera le tomara de la mano.

Diecinueve años. ¿¡Y uno expira su última respiración!? ¿Y para qué? ¿Por qué? Porque algunos policías decidieron que uno encaja en algún “perfil”. ADEMÁS: sabían que podían salirse con la suya.

¿Una aberración? ¿Unas pocas manzanas podridas en un barril de policías buenos? ¿El sistema impartirá justicia? DE NINGUNA MANERA. Esto está sucediendo ―y aceleradamente― en las ciudades y pueblos en todo el país.

Mire en Chicago donde la policía les ha disparado a 47 personas hasta ahora ―solo este año― principalmente jóvenes de color, incluyendo a Jimmell Cannon de 13 años, a quien le impactaron cuatro balas. Usted podría preguntar… O tal vez usted ya sabe la respuesta: ¿Han sido algunos de estos policías acusados de asesinato o agresiones? Tal vez te hayas preguntado, pero la respuesta es NO.

Cualquier descripción de Estados Unidos del año 2011 tiene que incluir estos fenómenos:

Encarcelamiento en masa, 2.3 millones en prisión… Asesinato y brutalidad policial… jóvenes negros y latinos, criminalizados y satanizados… perseguidos y humillados por la policía que los “Para y Registra” todos los días… los presos en un horrendo aislamiento, mantenidos en celdas sin ventanas y privados de contacto humano ― mantenidos en condiciones tan torturadoras que se fueron a la huelga de hambre para exigir un fin a este tratamiento inhumano… ejecuciones sin importar los hechos.

Hoy, esta trayectoria ―reforzada por policías, cortes, leyes y funcionarios del gobierno― es una forma principal e intensificada en que el sistema oprime a los negros y latinos. Y esta represión también afecta a los blancos pobres y a la gente de la clase trabajadora en general.

Ponerle fin a “Parar y Registrar”

La policía ocupa las comunidades negras y latinas y las trata como “territorio enemigo”. Si usted es un joven en esos vecindarios, los policías lo van a detener, para hostigarlo y humillarlo… y SI es afortunado, no va a terminar brutalizado, arrestado o muerto. No importa lo que usted esté haciendo, si tiene algo en los bolsillos, y si tiene hierba o no. ¡En la ciudad de Nueva York la policía está a un ritmo de parar y registrar a más de 700.000 personas en el 2011! Eso es más de 1.900 personas cada día. ¿Y sabes qué? ― más del 85% son negros y latinos y más del 90% no están haciendo nada malo, incluso según los policías.

La policía realiza “Parar & Registrar” en muchas ciudades. Y lo hace aunque va en contra de las propias leyes establecidas por el gobierno. Toda esta política sistemática, en efecto, es una práctica que le priva de derechos constitucionales a todo un sector del pueblo.

Dicen en la escuela que la IV Enmienda, una parte de la Carta de Derechos, es un eje de los cimientos del estado de derecho de Estados Unidos. Se supone que proteja contra “registros y allanamientos arbitrarios” (allanar y detener sin causa razonable). Nos dicen que la XIV Enmienda es otra cosa que “hace a este país tan grandioso”. Fue ratificada después del fin formal de la esclavitud, y se supone que garantiza que la ley y el debido proceso legal sean aplicados por igual a todos ― lo que supuestamente quiere decir que alguien acusado de un crimen tiene un derecho a un proceso legal donde se puede defender contra los cargos. Y se supone que ni la policía ni nadie más puedan condenar a nadie cuando no hayan comprobado que se haya cometido un delito. PERO esas leyes y derechos NO EXISTEN para un grupo entero de personas. Las estadísticas ―año tras año, en ciudad tras ciudad, oficiales y extraoficiales― muestran que para los afroamericanos, latinos y otras nacionalidades oprimidas, no hay un debido proceso legal efectivo.

Se supone que la Carta de Derechos aplique a todos, incluso a los no ciudadanos. Pero el gobierno de Estados Unidos hace TODAS esas cosas. Esto es totalmente ILEGAL e ILEGITIMO.

Necesitamos una resistencia popular, incluyendo la acción directa no violenta, para PONERLE FIN a toda la política de “Parar y Registrar”. Y ésta puede ser una manera poderosa de conectarse con el 22 de octubre e impulsarlo.

Como dice el llamamiento "De la intimidación al desafío: ALTO AL 'PARAR Y REGISTRAR'":

"En los días que quedan para el 22 de octubre Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación, la Red para Parar la Encarcelación en Masa está llamando a Detener la práctica de ‘Parar y Registrar’. Pondremos en la mira a esta política ilegal e inconstitucional con desobediencia civil no violenta. Si usted está harto y hasta la coronilla de ser acosado y hostigado por los policías, ÚNASE A NOSOTROS. Si está harto de ver a sus hermanos y hermanas, a sus primas y primos, sus tías y tíos y sus padres pisoteados y tratados sin respeto por los policías, ÚNASE A NOSOTROS. Si usted no quiere vivir en un mundo en que de costumbre, violan la humanidad de las personas por el color de su piel, ÚNASE A NOSOTROS. Y si usted se conmueve al escuchar que esta clase de cosas suceden en esta llamada tierra de la libertad y la democracia —y sí sucede todo el maldito tiempo—, usted también necesita UNIRSE A NOSOTROS — no puede hacerse a un lado y dejar que se cometa esta injusticia en su nombre" (Revolución #246, 26 de septiembre de 2011).

Los firmantes de este llamado incluyen hasta ahora: Carl Dix, Partido Comunista Revolucionario; Cornel West, profesor, autor y intelectual público; Herb Boyd, autor, periodista, Harlem, Nueva York; Efia Nwangaza, Malcolm X Center, Greenville, Carolina del Sur; y el Reverendo Omar Wilkes.

La criminalización: Una gran mentira, un gran engaño

El sistema realiza campañas sistemáticas de opresión que ponen claramente en la mira a la gente negra y latina. Y después alegan, por medio de sus políticos y sus portavoces de los medios: “¿Cómo pueden decir que esto es discriminación? La ley es la ley y se aplica por igual. Arrestan y encarcelan a más gente negra y latina, especialmente jóvenes, porque cometen más crímenes”. Eso es lo que quieren que usted piense porque quieren y necesitan que las personas apoyen y no se opongan a lo que están haciendo.

Noche tras noche, tenemos COPS, una serie en la televisión, tenemos a personas como Bill Cosby que dicen que el problema es que la juventud está tomando “decisiones equivocadas”; tenemos a predicadores que salen en el púlpito y dicen que la juventud tiene la culpa y cuando la policía le dispara a alguien, pues, eso es “la voluntad de Dios”. Tenemos a funcionarios carcelarios diciendo que esos internos son animales ― y bajo ese pretexto, justifican la tortura.

Pero todo esto es una GRAN MENTIRA y un GRAN ENGAÑO. Una manera en que el sistema persigue, discrimina y oprime a la gente de color ― sin dar la apariencia de hacerlo.

Por ejemplo, fíjese en la “guerra contra las drogas” y “leyes contra las drogas”. ¿Se aplican por igual y de manera justa? ¡DE NINGUNA MANERA!

Como denunciamos en "Las leyes sobre la mariguana en un mundo de opresión y discriminación" (Revolución #246, 26 de septiembre de 2011):

"Durante los últimos 30 años ‘la guerra contra las drogas’ ha sido el instrumento principal por medio del cual el gobierno de Estados Unidos ha llevado a cabo la encarcelación en masa y la satanización de la juventud negra y latina. Un foco importante de esta guerra contra el pueblo ha sido arrestar a las personas por posesión de mariguana. La población en las prisiones de Estados Unidos pasó de cerca de medio millón en 1980 a 2.3 millones en 2006, un incremento de más del 450%. Una enorme cantidad de las personas metidas detrás de las rejas durante este auge de las prisiones son afroamericanos y latinos, mujeres y hombres, acusados de delitos menores de droga, pero en muchos casos se les han dado sentencias largas".

Arrestan a más de 1.8 millones de personas cada año por delitos de drogas no violentos. Entre 1985 y 2000: las infracciones de droga constituyeron cerca de dos tercios del incremento en la población de las prisiones federales y más de la mitad del incremento de las prisiones estatales. A nivel nacional, los afroamericanos tienen una probabilidad 13 veces mayor de ser encarcelados por cargos de drogas que los blancos, a pesar de las tasas similares por el consumo de droga. De 2006 a 2008, en las grandes ciudades de California la policía arrestó y procesó a los latinos por posesión de mariguana a una tasa del doble o casi el triple de la tasa de los blancos. A pesar de una tasa de consumo de droga similar en proporción a su población, los hispanos tienen una probabilidad dos veces mayor que los blancos de ser metidos preso en una prisión estatal por una infracción de droga, la misma probabilidad que tienen los negros.

Y tenemos "la guerra contra las pandillas" que libra el sistema, la cual también pone en la mira y criminaliza a la juventud. Dicen que en este caso, también "se aplica la ley de manera justa" y se trata de parar la violencia y la venta de drogas. Pero eso NO es lo que representa "la guerra contra las pandillas".

Mire su manera de aplicar "las órdenes de corte contra pandillas" en lugares como Los Ángeles. Dichas órdenes nombran a "miembros de las pandillas" específicos y a veces traen una lista de "Fulanos o Fulanas de Tal" — es decir, otros "miembros" no especificados de una pandilla. En muchos casos, estas órdenes incluyen una cláusula que prohíbe muchas actividades como: pararse, sentarse, caminar, conducir, ir en bicicleta, vestirse de cierta manera, hacer ciertos gestos con las manos, servir de vigía, pelear, beber, consumir drogas y reunirse o estar con cualquier otro acusado especificado en la orden o con cualquier otro "miembro de una pandilla" conocido en una zona/barrio/sector específico de una ciudad. En otras palabras, si una orden le nombra a uno (o lo designa un Fulano o Fulana de Tal), existe un montón de cosas completamente legales que no se permite que uno haga. Y si uno hace una cosa así, le levantarán cargos de violar una orden de corte, lo cual conlleva una sentencia de seis meses en la cárcel.

En Los Ángeles, para 2008 ya existían 37 órdenes contra pandillas que nombran 57 pandillas y 11.000 personas (que según la policía son miembros de pandilla). En 2010, el Estado de California tenía más de 150 de tales órdenes.

Mediante todo eso, llenan "bases de datos de la fuerza pública" —incluso con los nombres de individuos que no han cometido ningún crimen— y las usan para seguir criminalizando y encarcelando a los jóvenes. Todo esto es parte del Gran Hermano. Va más allá de simplemente espiar y tener en la mira a la gente. Este Gran Hermano teme la resistencia y rebelión potenciales. Este sistema requiere la represión, control y censura para mantener un statu quo desigual e injusto.

"La guerra contra las drogas", "la guerra contra las pandillas", "parar y registrar", "encarcelamiento en masa" — todo eso funciona colectivamente, es parte de una trayectoria en la cual millones de personas, especialmente jóvenes negros y latinos en los barrios humildes, y otras personas, están atrapadas en una red del sistema injusto del poder judicial desigual, ilegítimo y represivo de Estados Unidos, que incluye la detención de jóvenes, el encarcelamiento, la tortura del aislamiento, los "ex convictos" a quienes les niegan sistemáticamente empleo, vivienda, ayuda económica y el derecho de votar.

Resistencia desde las profundas mazmorras del sistema

Se celebra el Día Nacional de Protesta (DNP) este año en un momento cuando el encarcelamiento en masa sigue arruinando la vida de millones de presos y repartiendo congoja y sufrimiento a millones de otras personas a los que privan de padres, madres, hermanos e hijos. Se celebra este DNP tras la ejecución de Troy Davis, en un momento en que el sistema avanza inexorable con su brutal aplicación de la pena de muerte — ¡y al carajo la evidencia y la  inocencia!

Este DNP también se celebra en medio de una lucha intensa e inspiradora de los presos contra el trato cruel y torturador del aislamiento.

Durante 20 días, del 1º al 21 de julio, los presos de la Unidad de Vivienda de Seguridad (SHU) en la Prisión Estatal Pelican Bay de California realizaron una huelga de hambre — exigiendo un trato como seres humanos, que el Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California (CDCR) pusiera fin a las condiciones de encarcelamiento bárbaras e inhumanas.

Esos presos se arriesgaron la vida propia, en las condiciones más aisladas y represivas, para informarle al mundo acerca de su lucha. Y no estaban solos. Unos 6.500 presos de centros carcelarios a través del estado tomaron parte de alguna manera. En el exterior, tuvieron lugar mítines, ruedas de prensa, declaraciones y otras expresiones de apoyo a las demandas de los presos. Todo eso arrojó una luz brillante y contundente sobre la tortura que este sistema practica contra los presos, no solo en Pelican Bay sino en unidades de aislamiento por todo el país.

Cuando se suspendió la huelga de hambre, el CDCR dijo que iba a examinar las cinco demandas de los presos. Pero según los presos, la respuesta del CDCR a sus demandas justas y razonables ha sido totalmente inaceptable y han decidido reanudar la huelga de hambre el 26 de septiembre.

Esos presos están librando una lucha valiente contra la bárbara realidad del encarcelamiento en masa en Estados Unidos. Esta lucha inspiradora detrás de las rejas puede servir de chispa y modelo para un movimiento contra el encarcelamiento en masa, la brutalidad policial y la represión. Es necesario que se magnifique y se conecte con la lucha y las metas del 22 de octubre.

Las personas en el exterior tienen un imperativo moral de NO quedarse de brazos cruzados mientras se cometan estos actos inhumanos contra los presos. Hay que forjar un apoyo amplio para la huelga de hambre entre varios sectores de la sociedad, incluyendo los estudiantes.

Resistencia poderosa con motivo de este DNP

Una protesta y decidida resistencia política contra la ilegitimidad absoluta de "Parar y Registrar", contra la escandalosa injusticia del encarcelamiento en masa, contra la criminalización sistemática de toda una generación; y en apoyo de los presos que están rebelándose en las mazmorras más oscuras y horribles de este sistema — todo eso tiene que conjuntarse y expresarse de modo fuerte y creativo, antes y durante el 22 de octubre.

Este horrible sistema desata horror sobre la gente. Criminaliza a la juventud y no les ofrece ningún futuro de ninguna clase. Por eso, tenemos la necesidad de resistir y luchar contra el poder, con la meta de poner FIN a todo esto y lograr un cambio real.

Muchos miran este mundo y esta sociedad y se desesperanzan ante la situación de la juventud. Existe una preocupación profunda para con toda una generación de jóvenes negros y latinos que no pueden conseguir una educación, no tienen trabajo, pasan la vida entera atrapados y aplastados en una red de policías, cortes, agentes de libertad condicional y prisiones. Se preocupan por lo que todo eso representa para el futuro del pueblo en conjunto.

En efecto, la lucha contra la “Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación" está íntegramente relacionada con la clase de futuro que tendremos. Esta lucha es parte de la lucha por un mundo diferente — en que la brutalidad y asesinato policial y la barbaridad del aislamiento en las prisiones serán cosas del pasado. En que la juventud y las personas de toda nacionalidad y edad tendrán en serio un futuro, una manera de ser productivas en la sociedad, de tener estímulo intelectual, de contribuir con todo su potencial a la humanidad. De ser parte de la lucha para emancipar A TODA LA HUMANIDAD.

Como dijimos en Revolución #246 (26 de septiembre de 2011):

"Se necesitan expresiones variadas y creativas de resistencia decidida que exige un fin a la brutalidad policial, la represión y la criminalización de una generación. Que confronta a las autoridades con audacia. Y dentro de esa mezcla de resistencia y protesta, se necesita una corriente revolucionaria poderosa. Necesitamos: Luchar contra el Poder y Transformar al Pueblo, para la Revolución. Necesitamos una resistencia en que la gente realmente se ponga de pie, cuestione la legitimidad del orden actual y plantee cómo podrían ser tan diferentes las cosas y las relaciones entre las personas. Eso podría funcionar para desencadenar más resistencia entre fuerzas más amplias, entre ellas, las personas que quizás no estén dispuestas a tomar tales acciones y/o no crean que la revolución sea la solución. Eso podría transformar el terreno político dramáticamente — al unir muchos diferentes sectores sociales y envalentonar las víctimas de esa brutalidad y asesinato que se sienten aislados y satanizados". (Vea "Todos en acción para el 22 de octubre de 2011: Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación", Revolución #246, 26 de septiembre de 2011.)

El 22 de octubre tiene que ser un día para juntar todas las piezas de la "guerra contra la gente" — para desenmascarar y alzar la voz de modo poderoso contra todos esos elementos de la represión acelerada, especialmente contra los jóvenes negros y latinos. En años anteriores en esta fecha, los estudiantes de las secundarias han salido de la escuela el 22-O (22 de octubre) y los estudiantes universitarios pueden jugar un papel importante mediante la organización de tales acciones. Los maestros y profesores deberían sostener discusiones e invitar a personas para hablar en sus clases sobre el significado de este día y la importancia de esta lucha. Las iglesias deberían ofrecer espacios para mítines. Y de mucha importancia, en las semanas que vienen al organizar a toda máquina acciones hacia el DNP, en especial tenemos que ir a las secundarias y universidades. Existe un montón de potencial ahí para movilizar a personas para que se expresen el 22 de octubre. Estos jóvenes y estudiantes pueden darle muchísimo poder y energía al DNP.

Con motivo de este día, en las calles, de costa a costa, hará falta grandes y decididas expresiones de nuestra determinación de PARAR en serio las muchas formas en que este sistema brutaliza, reprime, criminaliza y encarcela a la gente.

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