Las secuelas del atentado en Boston... y la magnitud mucho mayor de los crímenes estadounidenses en Guatemala
9 de mayo de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us
Al cierre: El viernes 10 de mayo, Efraín Ríos Montt fue declarado culpable de genocidio por el tribunal en Guatemala y recibió una sentencia de prisión de 80 años. Según los informes noticiosos, los activistas indígenas y sus partidarios aplaudieron el veredicto, pero se inquietan porque el actual presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, estuvo involucrado en las matanzas y que algunas personas creían que Ríos Montt pudiera salir en libertad bajo algún pretexto. La condena es la primera ocasión en que los tribunales hayan declarado culpable a un ex jefe de estado en su propio país y sobre todo es un producto de décadas de esfuerzos heroicos de parte de los sobrevivientes del genocidio guatemalteco y sus partidarios. Constituye un paso hacia la consecución de la justicia, pero en caso del papel general de Estados Unidos y Ronald Reagan, quienes avalaron y armaron sistemáticamente al régimen de Ríos Montt para llevar a cabo el genocidio en Guatemala, todavía están pendientes el desenmascaramiento y la justicia.
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5 de mayo de 2013. El 15 de abril de 2013, la explosión de las bombas en la línea de meta del maratón de Boston mató a tres personas, incluido un niño de ocho anos. Docenas más quedaron heridas, muchas muy gravemente. El escenario sangriento y el terror de los corredores y los espectadores dejaron atónitas a las personas que estaban ahí y a los cientos de millones que lo miraban en televisión. Sea quien sea el que resulte estar detrás de ese ataque: los actos como este causan muchísimo daño y no tienen nada que ver con la autentica revolución emancipadora.
Sin embargo, casi inmediatamente, un coro de políticos, oficiales de los organismos del orden y medios de comunicación de la clase dominante aprovecharon el incidente para azuzar una atmósfera de unámonos todos alrededor de la bandera del imperio responsable de los mayores crímenes del mundo.
Mientras tanto, al mismo tiempo que los medios nos inundaban con su cobertura del ataque contra el maratón de Boston, en Guatemala se estaba llevando a cabo un juicio de gran importancia en torno a un genocidio criminal respaldado por Estados Unidos que cobró más de 200.000 vidas durante los años 1980. Sin embargo, fue casi imposible encontrar noticias sobre ese juicio histórico y el papel de Estados Unidos en cometer esos crímenes. Se refiere al juicio a Efraín Ríos Montt, ex gobernante de Guatemala que presidía sobre la matanza horrorosa de 200.000 indígenas, un hombre que Ronald Reagan (siendo él mismo uno de más celebrados, más promocionados y más idolatrados de los presidentes fallecidos de Estados Unidos) elogió como un "hombre de gran integridad personal y compromiso".
Durante tres años, el ejército guatemalteco destruyó 626 aldeas, asesinó o "desapareció" a más de 200.000 personas, en su mayoría indígenas mayas, y desplazó a otros 1.5 millones de personas, aproximadamente la quinta parte de la población. El gobierno guatemalteco llevó a cabo una política de "tierra arrasada", destruyendo y quemando edificios y cultivos, matando a los animales, ensuciando el agua y violando los lugares y símbolos culturales sagrados.
El juicio a Ríos Montt comenzó el 19 de marzo en la Ciudad de Guatemala. Los testigos valientes dieron testimonio en su idioma materna maya, el ixil. Describieron la matanza de personas demasiado ancianas para escaparse. Dieron testimonio sobre los niños tirados en casas en llamas y los fetos sacados a navajazos del vientre de mujeres embarazadas. Describieron la violación de personas en las iglesias. Un soldado guatemalteco que participó en llevar a cabo esos crímenes dijo en su testimonio que sus órdenes eran "indio visto, indio muerte".
Un sobreviviente de ese genocidio horroroso dijo: "Cuando uno ha vivido lo que hemos vivido, nunca le sale de la cabeza". Agregó: "Uno nunca puede olvidar".
Por doloroso que sea reflexionar sobre eso, piense en el hecho de que todo eso pasaba en una escala masiva, por años, y que literalmente se les arrancaba el corazón a las personas y los ríos se atascaban con los cadáveres de los torturados. Pregúntese cómo es posible que tales crímenes se ocultaran.
Pero sí los ocultaron.
Encauzando el dolor y la conmoción en una unidad patriotera en pro de mayores crímenes
Tras el atentado de Boston, unos senadores republicanos exigieron que se le negara un juicio como criminal al sospechoso sobreviviente y, al contrario, que se lo detuviera como "combatiente enemigo". El 23 de abril, el ex representante republicano por Illinois Joe Walsh recomendó que Estados Unidos empezara a perfilar racialmente a "nuestro enemigo... los hombres jóvenes musulmanes". Y el colaborador del "Noticiero" Fox Erik Rush dijo acerca de los musulmanes en Twitter, "Sí, son malvados. Matemos a todos".
Mientras se vomitaba esa clase de invectivas, Barack Obama aprovechó el momento para proclamar la superioridad moral de Estados Unidos, elogiar y justificar lo que Estados Unidos hace en todo el mundo y llamar a todos—incluidas las personas que sienten repugnancia por el tipo de respuesta fascista que emanaba de los voceros republicanos—a unirse en torno a Estados Unidos y su bandera y su programa en todo el mundo. En un servicio eclesiástico el 18 de abril, Barack Obama dijo: "Ante la maldad, los estadounidenses resaltan lo que es bueno. Ante la crueldad, preferimos la compasión. Ante aquellos que les impongan la muerte a los inocentes, preferimos salvar y consolar y sanar. Preferimos la amistad. Preferimos el amor".
Unos días después de los ataques de Boston, Obama dedicó un mensaje a "todo el que pudiera hacerle daño a nuestra gente. Efectivamente, los vamos a encontrar. Y, efectivamente, ustedes tendrán que encarar a la justicia. Los vamos a encontrar. Los haremos rendir cuentas".
De las declaraciones abiertamente fascistas como "matar a los musulmanes" de parte del colaborador del Noticiero Fox, a la palabrería de Obama sobre la grandeza de Estados Unidos, los gobernantes de Estados Unidos están aprovechando el ataque en el maratón de Boston para unir a la población en apoyo de un imperio estadounidense que ha cometido algunos de los crímenes más monstruosos de la historia.
Y todo esto ocurre en un momento en que nuevas acusaciones y nuevas protestas contra varios de esos crímenes están poniendo al descubierto la verdadera naturaleza del dominio imperial estadounidense en el mundo. Por ejemplo, el juicio en Guatemala contra Ríos Montt avalado por Estados Unidos. Y la creciente indignación nacional e internacional en respuesta a las condiciones carcelarias en la cámara de tortura estadounidense en Guantánamo, donde más de 100 presos hacen una huelga de hambre. (Véase "Guantánamo: La huelga de hambre y la pesadilla de la tortura Made In USA", Revolución 303, 12 de enero de 2013) Además, aumentan cada vez más las condenas a los ataques estadounidenses por aviones no tripulados que han instituido un reino del terror y de la muerte en una vasta región del mundo... asesinando a cientos de veces más civiles inocentes que quienes murieron en el ataque del maratón de Boston.
El motivo de la tortura y las masacres en Guatemala
Mientras los medios de comunicación en Estados Unidos se llenaban de febriles especulaciones acerca de quién estuviera involucrado de algún modo en el atentado de Boston y qué clase de moral y pensamiento político estuviera al fondo... ninguna de esas voces de los medios de comunicación planteó las mismas preguntas en torno a Guatemala, y la masacre ahí de cientos de miles de personas.
No es necesario intervenir las conversaciones telefónicas ni poner al descubierto las comunicaciones secretas para identificar al monstruo inmoral más responsable de las matanzas en Guatemala... por las cuales procesaban a Ríos Montt. Por décadas, el imperialismo estadounidense dominaba cada aspecto de la vida guatemalteca, incluida las matanzas genocidas de los años 1980.
Las masacres en Guatemala tomaron lugar durante el régimen de Reagan, en un tiempo en que los gobernantes de Estados Unidos microgestionaban los asuntos de ese pequeño país centroamericano. Las plantaciones dirigidas por corporaciones estadounidenses, en tierras robadas al pueblo guatemalteco, sacaron súper ganancias de los jornaleros guatemaltecos esclavizados. Un 1954, la CIA orquestó el derrocamiento del presidente elegido Jacobo Árbenz Guzmán, un nacionalista que intentó expropiar y devolver a los campesinos una pequeña parte del 42 por ciento de las tierras de cultivo que United Fruit, una corporación capitalista estadounidense, le había robado al pueblo guatemalteco.
A lo largo de los años 1960 y después, los regímenes respaldados por Estados Unidos en Latinoamérica se enfrentaron a insurgencias nacidas a raíz del largo legado de brutal explotación y opresión imperialistas. Cuando se mencionaba la "democracia estadounidense", gente en todo el mundo veía un imperialismo estadounidense que saqueaba a todo el mundo desde Vietnam hasta Centroamérica, desgranando la muerte y la destrucción en aras de la explotación y la opresión. "Yankee Go Home! (¡Fuera yanquis!)" se escribió en los muros desde Tijuana, México, hasta el punto sur de Sudamérica y todos los lugares en medio, y en todo el mundo también.
Para los años 1980, la Unión Soviética, en esa época ya una potencia imperialista rival, trabajaba para utilizar las luchas contra el imperialismo estadounidense en ventaja propia. Pero los gobernantes de Estados Unidos consideraban que los frutos de la explotación de los pueblos de Centroamérica (en particular Guatemala, El Salvador y Nicaragua donde había insurgencias que desafiaban su dominación) les pertenecían con todo derecho, pues ese derecho lo ganaron instaurando dictaduras, masacrando a sindicalistas, disidentes y radicales, derrocando a gobiernos e instaurando a dictadores títeres por generaciones. Esas otras fuerzas eran "de fuera", mientras que en el contexto de una "guerra fría" mundial contra imperialistas rivales, Centroamérica era para los gobernantes de Estados Unidos su "patio trasero".
La visita de Reagan al lugar de los hechos
Al filtrarse la noticia sobre lo que pasaba en Guatemala, Ronald Reagan hizo un gesto público de apoyo a Ríos Montt. En 1982, fue a Honduras, colindante con Guatemala, donde se reunió en público con Ríos Montt.
Ahí, Reagan declaró: "Sé que el Presidente Ríos Montt es un hombre de gran integridad personal y compromiso. Su país se enfrenta a un brutal desafío de los guerrilleros armados y apoyados por otros de fuera de Guatemala. Le he asegurado que Estados Unidos está comprometido a apoyar sus actividades para restaurar la democracia y lidiar con las causas raíz de esta insurgencia violenta. Yo sé que quiere mejorar la calidad de vida para todos los guatemaltecos y promover la justicia social. Mi administración hará todo a su alcance para apoyar sus actividades progresistas".
Después de esa reunión, un reportero le preguntó a Ríos Montt acerca de sus políticas de "tierra arrasada"; éste "bromeó" que tenía una "política de comunistas arrasados". Reagan dijo que Ríos Montt era un hombre de "gran integridad personal" quien "era blanco de acusaciones falsas" de parte de los activistas de derechos humanos.
Durante la presidencia de Reagan, Estados Unidos suministró importantes remesas de material militar a Ríos Montt, con millones de dólares de refacciones de helicóptero para transportar a los soldados a las remotas aldeas mayas y llevar a cabo las horrendas masacres y envío millones de dólares adicionales de otro material militar.
Piense de nuevo en lo que eso implicó para el pueblo de Guatemala. Allan Nairn describió hace poco en el programa radial Democracy Now! la manera en que las fuerzas guatemaltecas bajo Ríos Montt cometieron sus atrocidades: "El ejército hacía redadas generalizadas por la sierra del noroeste. Según los soldados a los cuales entrevisté en aquel entonces, cuando hacía esas redadas, irrumpían en las aldeas, las rodeaban, sacaban a rastras a los aldeanos de sus casitas, los ponían en fila, los ejecutaban. Un perito forense testificó… que el 80 por ciento de los restos recuperados tenían heridas de bala en el cráneo. Los testigos han — los testigos y sobrevivientes han descrito que las tropas de Ríos Montt les cortaban la cabeza a los campesinos. Uno habló de que decapitaron a una viejita, y luego pateaban su cabeza en el suelo. Arrancaron los corazones a los niños cuyos cuerpos aún tenían calor, y los apilaron en una mesa para que los vieran los padres".
La "nueva marca" del imperialismo estadounidense y la celebración de un monstruoso criminal
Mientras las imágenes del atentado de Boston recorrían los medios de comunicación en Estados Unidos, decenas de personas que, de niños, sobrevivieron las masacres fraguadas por Ríos Montt se arriesgaron la vida para rendir testimonio en su contra en Guatemala.
La gente en contubernio con las fuerzas armadas guatemaltecas enviaba amenazas de muerte a los magistrados y abogados encomendados con la tarea de procesar a Ríos Montt. El 18 de abril, en víspera de los argumentos del cierre, los defensores de Ríos Montt abandonaron la sala enojados y declararon que las actuaciones eran "ilegales". Por lo tanto, Carol Flores, la juez de la causa, resolvió la invalidez y nulidad de todas las actuaciones de la causa desde noviembre de 2011 y la suspensión del proceso judicial en contra de Ríos Montt. Al cierra de esta edición, el 5 de mayo de 2013, al parecer el proceso volverá a iniciarse pero no está claro en este momento el proceder de las actuaciones en contra de Ríos Montt.
Hoy, los gobernantes estadounidenses han tomado medidas para darle una "nueva marca" a su rol en el mundo, inclusive en América Latina. Nos hablan del reemplazo de los golpes de estado de la CIA, los dictadores fascistas lacayos y los escuadrones de la muerte, por los micropréstamos y el apoyo para las "instituciones democráticas". Nos cuentan que a los hambrientos y oprimidos que viven hacinados en los cinturones de miseria y que se mueren en el campo de Asia, África y América Latina les hacen falta las bendiciones de la democracia estadounidense. Y que a cualquiera que tenga simpatías con los pueblos del mundo o que sienta solidario con los mismos le dicen que encauzan sus energías hacia las instituciones que facilitan el proceso de implantar dicha "democracia" en el mundo o que encubre dicho proceso. De hecho, los gobernantes estadounidenses y sus apologistas dicen que el proceso contra Ríos Montt es el resultado de su propio trabajo para crear un poder judicial funcional independiente en Guatemala.
Pero pregúnteles a aquellos que gobiernan en Estados Unidos y sus portavoces, aquellos que se presentan como los portadores de la ilustración, la "democracia" y el progreso para el mundo, por qué están encubriendo su rol en el genocidio en Guatemala, y por qué siguen ensalzando como icono a Ronald Reagan, el presidente estadounidense quien presidió lo peor de dichos horrores.
La necesidad de una VERDADERA alternativa, y su existencia
La pobreza, la miseria y la muerte que cunden en el mundo, en su abrumadora mayoría, son el producto de lo que Estados Unidos riega por todo el mundo. A veces, ante las luchas del pueblo, los gobernantes de Estados Unidos harán ajustes menores de su forma de reforzar la explotación y opresión. A veces, tal como en el caso de Egipto, Estados Unidos de repente "descubre" que después de todo son unos tiranos de verdad los mismos tiranos sanguinarios que puso en el poder y con los cuales trabajó durante décadas.
Pero mediante todas estas maniobras, los intereses del imperio estadounidense siguen siendo la explotación y la opresión y se refuerzan en lo más fundamental mediante invasiones y aviones no tripulados, las mentiras y propaganda de los medios de comunicación, escuadrones de la muerte y cámaras de tortura. Todo eso, afirman, lleva la "democracia" al mundo.
Bob Avakian ha desarrollado una verdadera alternativa, auténticamente liberadora, al capitalismo: una nueva síntesis del comunismo. Como parte de eso, ha desenmascarado agudamente la verdadera naturaleza de lo que Estados Unidos lleva para el mundo:
La esencia de lo que existe en Estados Unidos no es la democracia, sino el capitalismo-imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen. Lo que Estados Unidos lleva al resto del mundo no es democracia, sino imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen.
Lo BAsico 1:3
A las personas de todo el mundo —de Egipto y Siria a los barrios y ghettos de las ciudades de Estados Unidos, de las ruinas humeantes de la explosión de un centro de almacenamiento de fertilizantes de West, Texas, a las maquiladoras de Bangla Desh— a cualquiera que busque un camino a la liberación: vea debajo de la superficie hacia la verdadera naturaleza de lo que implica "llevar la democracia al estilo Estados Unidos" al pueblo.
Vea los cuerpos pulverizados y brutalizados de las víctimas de lo que Estados Unidos riega por el mundo. Vea a los monstruos faltos de moral que esos asesinos invocan como héroes y modelos. Y adéntrese y éntrele a la única alternativa verdadera al capitalismo sobre el planeta: la nueva síntesis de la revolución comunista.
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Fe de errata: Una versión anterior de este artículo dijo que los testigos "Dieron testimonio sobre los niños tirados en casas en llamas y los bebes aún por nacer sacados a navajazos del vientre de mujeres embarazadas". Como parte de la cruel brutalidad de las matanzas avaladas por Estados Unidos, los fetos fueron sacados del vientre de mujeres embarazadas. En términos de la ciencia, no existen "bebes aún por nacer".
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