El 24 de octubre, Ciudad de Nueva York: ¡TIENE QUE TERMINAR EL ASESINATO POLICIAL!
La lucha por parar el asesinato policial
16 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
El asesinato policial de personas inocentes arde, sin freno. Cada día, en cualquier momento, un policía le roba la vida a una persona negra o latina, apagando su vida sin ninguna buena razón. Mire el video de Antonio Zambrano-Montes en el estado de Washington. Los policías que lo mataron salieron impunes esta semana. O escuche el testimonio de Latoya Howell o Sharon Irwin cuando hablan de los recientes asesinatos de sus seres queridos por la policía, quienes de ahí llaman a la gente a ponerse de pie y levantarse. O mire el afiche de VIDAS ROBADAS. Mírelo en serio. Mire las caras, piense acerca de cuánto importaban para otras personas y pregúntese por qué este ultraje sigue ocurriendo una y otra y otra vez.
Nadie debería tener que vivir así, nadie debería estar sometido a esta clase de racismo, de terror arbitrario, de crueldad sistemática, y todo sistema el que haga esto y siga haciéndolo, después de cientos de años y ríos de sangre para cambiarlo, no merece sobrevivir. Nos hace falta una revolución. Y ahora mismo, miles y miles y miles de personas tienen que levantarse y marchar unidas en la Ciudad de Nueva York con motivo del 24 DE OCTUBRE para decir: EL ASESINATO POLICIAL TIENE QUE PARAR. Esta efusión de lucha y actividad trazará una clara línea divisoria ante todo el mundo: ¿DE QUE LADO ESTÁS?
La gente se ha opuesto resistencia a este horror de una manera y con un poder que no se ha visto desde hace décadas. Piense en Ferguson cuando la gente se levantó contra la muerte injustificada de Michael Brown, y SÍ, fue un ASESINATO gratuito, injustificado y escandaloso. Piense en las personas que inundaron las calles de las ciudades porque los grandes jurados se negaron a enjuiciar al asesino de Michael Brown ni tampoco al maldito policía que estranguló hasta la muerte a Eric Garner por el “delito” de supuestamente vender cigarrillos. Volvamos a la primavera, a las manifestaciones poderosas del 14 de abril y luego al levantamiento en Baltimore cuando una manada de policías asesinos agarró sin motivo a Freddie Gray, otro joven hombre negro, le rompió la columna vertebral y lo mató. Piense en las formas en que todo tipo de personas se unieron en estas luchas, cómo las personas de muchos sectores de la sociedad se unieron a los que experimentan este infierno cada día. Así se dio duro a la legitimidad de la policía y sus atrocidades en las comunidades negras y latinas; puso a la defensiva a Estados Unidos en todo el mundo; y dio aliento y esperanza a millones y millones de personas en Estados Unidos. Por poderoso que fuera, fue solamente el comienzo de lo que es necesario y posible, incluyendo el potencial de que todo eso llegue a ser una parte importante de un movimiento PARA la revolución, al desarrollarse las cosas.
Y esto es algo que los de arriba no quieren. Bob Avakian ha señalado:
Incluso con los cambios muy reales en la situación del pueblo negro, como parte de los cambios más amplios en la sociedad (y en el mundo) en general —lo que incluye, en la población negra, un crecimiento de la “clase media”, un aumento de los graduados de las universidades y personas de profesiones de prestigio y altos ingresos, entre ellas unas cuantas personas que mantienen poderosas posiciones en las estructuras políticas gobernantes, incluso hasta el punto ahora de tener a un “presidente negro”—, la situación del pueblo negro y en particular aquella de los millones y millones de negros que están atrapados en condiciones opresivas y muy represivas en los ghettos de las zonas urbanas marginadas, sigue siendo una contradicción muy aguda y profunda para el sistema imperialista norteamericano en general y para su clase dominante — es algo que tiene el potencial de hacer una erupción que rebase totalmente el marco en el que lo puedan contener.
— Lo BAsico 3:18
Una guerra política en torno a la legitimidad de ellos
Piense en lo siguiente: “el potencial de hacer una erupción que rebase totalmente el marco en el que [los imperialistas] lo puedan contener”. Este potencial asusta, profundamente, a la clase capitalista-imperialista que gobierna esta sociedad. No quieren esta erupción, para nada, de ninguna manera o forma. Ni siquiera un atisbo de ella. Hacen, y siempre han hecho por 400 años, todo a su alcance para evitarla, para castigar a cualquier expresión respectiva cuando se dé y de ser posible, cortarla de raíz antes de que pueda darse. ¿Por qué se cree que se aproximan a niños negros de 11 años de edad y los tratan con brutalidad e intimidan, a fin de quebrar los espíritus de estos hermosos jóvenes? Y no lo hacen como excepción, sino como su procedimiento operativo habitual, una parte de su maldito “libro de jugadas” en cada zona urbana importante.
Así obran, aparte de no querer este tipo de erupción, porque su sistema no puede ofrecerles ningún futuro digno a millones de jóvenes negros y latinos y sólo puede ofrecerles el terror policial y la prisión, los de arriba sigue contraatacando la creciente lucha contra el asesinato policial y su ataque se ha intensificado hasta un nivel desenfrenado. En este momento, se libra lo que equivale a una guerra política, una guerra sobre si es “legítimo” el que la policía mate a personas negras y latinas y luego sale inmune al afirmar que “teníamos miedo” de un hombre no armado, sin importar la pura verdad de las circunstancias. Cuando se acepta esta justificación una y otra vez, cuando el Departamento de Justicia la aprueba como se dio en Ferguson y luego la utilizan para exonerar a los asesinos de Jonathan Ferrell en Carolina del Norte o la semana pasada cuando exoneraron a los que mataron a Antonio Zambrano-Montes en el estado de Washington, pues se convierte en ley. ¿Continuará todo eso, continuará esta situación? ¿O surgirá una fuerza poderosa, aún más poderosa que antes, que afirme y exija ante ese uso de fuerza cien por ciento ilegítima: “¡NO! HAY QUE PONER FIN YA A ESTE ASESINATO POLICIAL, Y HAY QUE CASTIGAR A LOS CULPABLES — A TODOS LOS CULPABLES”?
Una guerra política está en marcha sobre si la resistencia al terror y asesinato policial se justifica y además si es necesaria, una cuestión de supervivencia, o si la gente tiene que continuar de rodillas y suplicar el cambio. Cuando el Noticiero FOX dedica día tras día a la incesante satanización de los manifestantes y cuando la CNN retoma este hilo y “plantea la cuestión a debate” sobre si los manifestantes están “haciendo que sea imposible y peligroso que la policía haga su trabajo” (mientras que nadie siquiera menciona que su “trabajo” es obligar a los oprimidos a permanecer en “su lugar”), y cuando todo esto se suma a la incesante, casi religiosa, cobertura de funerales de policías junto con la agitada cobertura de las cacerías humanas de las personas acusadas de haberlos matado, pues todo ello es la forma en que hace su trabajo “la prensa libre” (es decir, los medios de comunicación de la clase dominante), al manipular mentes y adormecer espíritus, y no sólo cambiar de tema sino deslegitimar a los manifestantes.
Se libra una guerra política y moral muy explícita sobre si la vida de la gente negra, latina y de color importa y debería importar, y por qué nunca le ha importado a la clase dominante en esta sociedad. ¿POR QUÉ casi uno de cada dos niños negros menores de seis años de edad vive en la pobreza en una sociedad cuyos gobernantes gustan en presumir y ostentar su gran riqueza (riqueza que en gran parte chuparon a partir de la sangre de personas en África, Asia y América Latina y de millones de explotados en Estados Unidos también)? ¿POR QUÉ más de dos millones de personas están en las prisiones, de lejos el porcentaje más alto en el mundo, en su mayoría negros y latinos? ¿POR QUÉ es que todos y cada uno de los indicadores de salud y prosperidad muestran que la gente negra y latina, invariablemente, está en una situación mucho peor que la gente blanca? ¿Es culpa de estas personas? ¿O es resultado de un sistema que desde su Primer Día ha sido sinónimo de un sistema económico, un sistema político y una cultura que no pueden prescindir de la supremacía blanca?
Hay que poner todo esto ante la gente y ponerle un reto poderoso: ¿¿DE QUÉ LADO ESTÁS?? Tal es el objetivo del 24 de octubre, y las manifestaciones en los días previos.
De una forma u otra, las cosas no continuarán como antes — lo mucho que está en juego
Estas condiciones y esta represión de un movimiento no provienen de la fuerza de los imperialistas; provienen de su reconocimiento de su propia debilidad potencial y del potencial de la gente que todavía solamente ha comenzado a realizarse. Por ello, sus ataques son aún más febriles, y en concreto aumenta lo que está en juego en esta guerra política. Sin desafío a todo este contraataque de intensificada violencia policial y su justificación por parte de los políticos y los medios de comunicación, sin oponer resistencia al fenómeno general de dejar salir impunes a los policías que matan a nuestra gente porque, dicen, “teníamos miedo”, o con un desafío pero chico e insignificante… con el aislamiento o posición defensiva del movimiento para PARAR EL ASESINATO POLICIAL... con el aplastamiento de la resistencia y como resultado de todo eso, con la repetida frustración de las esperanzas de los de abajo de la sociedad por la que lucharon con tanto dolor... pues, se manifestarán las consecuencias negativas muy pero muy profundamente por muchos años.
Esta guerra política no es estática: uno u otro lado ganará. La historia contiene ejemplos en los que una resuelta minoría de la sociedad, ante la opresión pero que arde con deseos de justicia, se negó a dar marcha atrás frente a la fuerza y las mentiras y procedió a transformar el modo de pensar de millones de personas y a cambiarlo todo; contiene aún más ejemplos en los que las personas se acomodan, se agachan la cabeza, a fin de sobrevivir, y resultan atrapadas en un horror mayor de que nunca se habían imaginado.
De hecho, un genocidio lento ha estado en marcha desde hace décadas ya, mediante la encarcelación en masa y el terror policial que se han venido librando contra la gente negra y latina... lo que no es exageración ni hipérbole. Veamos la lógica, dinámica y impulso de las últimas décadas: la masiva e incesante satanización de los negros y latinos, la instauración de la encarcelación en masa, el crecimiento de un movimiento armado fascista y racista, en el marco de la historia y la estructura de esta sociedad: la situación podría alcanzar ese nivel más rápidamente de lo que muchas personas creen. Eso es lo que está potencialmente en juego si el 24 de octubre no se expresa tal como se debe.
Hace falta, con urgencia: una MASIVA manifestación con motivo del 24 de octubre contra el asesinato policial
En resumen, es urgente que el lado del pueblo en esta guerra política y moral dé un importante salto, con la presencia de miles y miles y miles de personas en las calles de Nueva York el 24 de octubre, coreando, ¡EL ASESINATO POLICIAL TIENE QUE PARAR!, y retando a millones de personas en Estados Unidos y en todo el mundo, con la pregunta sencilla pero fundamental: ¿DE QUÉ LADO ESTÁS? Esta manifestación tiene que ser tan grande y tan decidida, tiene que decir la verdad con tanta certeza y audacia, para que en concreto cambie el marco en el que millones y millones de personas piensan acerca de este asunto... y lo que están dispuestas a hacer al respecto. Esta manifestación tiene que hacer frente a toda la represión, calumnias, distorsiones, de manera tanto más poderosa, para capacitar a las personas a distinguir las mentiras y a ver la pura verdad, retándolas y despertándolas.
Existe la base para hacerlo. Existe en el tumulto en toda la sociedad, existe en qué tan agudamente se adentre en esta batalla en este momento y en qué tantas personas le están prestando y ardiendo de deseos de hacer algo al respecto. Y también se puede ver esta base en la respuesta inicial al plan para el 24 de octubre. Mire el video (en inglés) del 27 de agosto y escuche a los oradores: estos oradores, con su gran diversidad de experiencias y puntos de vista, hablan de la situación concreta, destapan las mentiras y podrían conmover a públicos de todo tipo. Hablaron con certeza y en su manera de hablar, en la justeza de su causa, y el público de cientos de personas respondió poderosamente. Además, hay la lista cada vez más diversa de firmantes de la convocatoria a De Pie en Octubre, la que refleja el potencial de incorporar el espíritu, los puntos de vista y los luchadores de otras luchas en la lucha contra un enemigo común y contra este ultraje. Hay personas quienes se comunican con la coalición para organizar el 24 de Octubre en las universidades, las escuelas y los sindicatos; quieren saber más acerca del 24 de octubre, quieren programar a oradores. Mire el Afiche de Vidas Robadas y piense en las formas en que se podría utilizar para resaltar la cuestión para aquellos que no saben o no quieren saber.
Pero es preciso movilizar y elevar a nuevas alturas todas estas actividades, se tiene que ser organizar, y es preciso retar y dar la bienvenida a aquellos que están dispuestos o estarían dispuestos si estuvieran al tanto, para que participen y contribuyan sus ideas, iniciativa y energía. Lo que ya ha sucedido demuestra el potencial, y nada más. Pero CUANDO se haga el trabajo de divulgación y organización en la sociedad y se haga de una manera que facilita el que las personas participe y les ofrezca un marco en el que contribuyan lo que puedan, pues este movimiento podría motivar a las personas con determinación y certeza de todas partes, y de una cantidad de personas nunca vista antes en torno a esta batalla y podría cambiar el marco en el que la gente lo vea: el que después de todo sea ADMISIBLE... o el que esta situación tenga que TERMINAR. Para repetir, el reto estará ante la sociedad entera: ¿DE QUÉ LADO ESTÁS?
Piense en lo que cambiará si el 24 de octubre es lo que tiene que ser: ¿qué tal si se conectara y movilizara a los cientos de personas que ya quieren ver que esto suceda y quieren trabajar por ello, junto con los miles de personas que se podría ganar a trabajar por ello, y que estas personas EFECTIVAMENTE pusieran todo de su parte y lo lograran? ¿Y qué tal si miles y miles y miles de personas inundaran las calles en Nueva York el 24 de octubre en una manifestación tremendamente diversa y sumamente decidida y como resultado, influenciaran a millones de otros por todo el mundo? ¿Qué tal si hubiera banderas en la marcha de organizaciones escolares y sindicatos, de iglesias y asociaciones profesionales, junto con una fuerte presencia de esos sectores de la población más oprimidos por la policía, con las familias de las víctimas del asesinato policial a la cabeza? ¿Y qué tal si hubiera diferentes personas y nacionalidades, de los suburbios a las calles urbanas duras, acompañadas de artistas conocidos y personas de conciencia prominentes? ¿Qué tal si los comunistas revolucionarios se adentraran profundamente en el caldo de gente, para promover con audacia el análisis de Bob Avakian del problema que enfrentamos y el trabajo que ha hecho sobre la respectiva solución, elevar las aspiraciones de la gente e indicar la posibilidad concreta de la revolución y un futuro completamente diferente? ¿Y qué tal si se dedicaran aún más esfuerzos para conectarse con los que luchan contra la opresión, degradación y deshumanización de la mujer y todas las víctimas de la opresión de género... aquellos que batallan contra la manera en que Estados Unidos devasta al mundo entero y lanza el terror desde el cielo... aquellos que luchan el demente saqueo del medio ambiente impulsado por las ganancias... los defensores de los derechos de los inmigrantes... y qué tal si estas personas salieran, unieran sus voces y llevaran sus “frentes de batalla” y su experiencia a este día? ¿Y qué tal si revolucionarios, radicales, liberales y personas que tal vez no tengan un punto de vista bien formado pero simplemente saben en el corazón que el asesinato policial tiene que parar, qué tal si todas esas personas marcharan unidas?
De esta manera, se pondrá a la defensiva la llamada legitimidad de este asesinato y violencia policial... la gente tendrá una idea más fuerte de su potencial poder de combate y alianzas potenciales y podrá organizarse más y se elevarán sus aspiraciones a la posibilidad de una lucha más grande... la situación hará que los que gobiernan den marcha atrás en el frente político y que cada vez más se peleen entre sí... y nosotros estaremos más cerca de poner fin a este terror y, sí, más cerca a la revolución y la emancipación humana.
¿De qué lado estás?
Todos, sin importar lo que piensen acerca de las demás cuestiones, tienen que decidir: ¿DE QUÉ LADO ESTÁS? ¿Del lado de aquellos que imponen el terror policial con la violencia y luego dejan a esos policías en la impunidad... o el lado de aquellos que no lo tolerarán y están dispuestos a actuar para PARARLO?
Estamos en un momento importante, una encrucijada crucial. Se desarrolla un marco de lo que es legítimo, de lo que se tolera y de lo que hay que oponérsele. Hay vidas en juego. Sea parte de determinar lo que resulte. Dé ese paso y ayude a hacer que suceda.
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