Veamos la realidad:
Respuestas a cuestiones candentes que surgen a partir de la revelación del video del asesinato de Laquan McDonald y el exhaustivo encubrimiento que lo siguió.
20 de enero de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us
La brutalidad, tortura y asesinato policial y su encubrimiento han alcanzado un punto donde su amplitud y escala durante un largo período de tiempo han evidenciado cuan profundo esto está arraigado en Chicago. Están surgiendo muchas preguntas acerca del rol y la naturaleza de la fuerza policial. Incluso un artículo principal del periódico conservador el Chicago Tribune del 4 de diciembre de 2015 se titulaba, “El defectuoso sistema de Chicago para investigar los tiroteos policiales” y comienza con esto, “es un sistema aparentemente diseñado para fracasar”.
Existe mucho debate acerca del porqué de ésta situación y que se puede y se debe hacer al respecto. Muchas clases y fuerzas sociales diferentes han saltado a la palestra, planteando y luchando por diferentes análisis del problema y, por consecuencia, de la solución. Es importante examinar algunos de los más destacados e indicar de manera inicial por qué ni siquiera pueden comenzar a lograr una solución al asesinato y terror policial ni arrancar de raíz la opresión del pueblo negro, y que básicamente son callejones sin salida que saldrán mal.
La realidad es que la crisis en Chicago sobre el rol de la policía llega luego de un año de resistencia al terror policial por todo el país, al mismo tiempo que la lucha para cerrar la 4ª delegación de policía en Minneapolis, tras #RiseUpOctober / De Pie en Octubre en la Ciudad de Nueva York para reconquistar el ímpetu en parar el terror policial (Ver “Sobre la importancia de De Pie en Octubre: Avanzar a partir de nuestros puntos fuertes, superar nuestras deficiencias... y luchar por realmente poner fin al terror policial y a la supremacía blanca por medio de la revolución”), y el levantamiento estudiantil nacional en respuesta a las protestas estudiantiles y la huelga del equipo de fútbol norteamericano en la Universidad de Misuri — todo lo que rompió el tejido social de forma que podría ser difícil de reparar (Ver “El maldito Chicago, ¡Carajo!“)
¿Se trata de un problema de “Chicago”?
No debería ser necesario decirlo luego del año pasado, pero sí lo es: No es cierto que la policía de Chicago sea más brutal, más corrupta o que tenga más arraigada la cultura supremacista blanca que las de otras ciudades grandes o pequeñas alrededor de Estados Unidos. Chicago es parte de Estados Unidos —una parte concentrada— y aunque tiene su propia dinámica, juega además un rol desproporcionado en dar forma a lo que pasa en todo el país. Incluso la supresión del video del asesinato de Laquan, puede que ocurriera en consideración a lo que enfrentaba la administración de Obama el pasado otoño. Hay que recordar que se trataba de un momento cuando las contradicciones se intensificaban por todo Estados Unidos más que haya pasado en décadas y que NO estaba claro cómo iba a desarrollarse. La realidad básica es que lo que está pasando en Chicago es una CONCENTRACIÓN de la opresión del pueblo negro y la lucha contra esa opresión. Chicago no es un caso atípico o una excepción, es más bien un EJE de este sistema.
Eche un vistazo a las ciudades grandes y pequeñas, las ciudades con “administraciones liberales demócratas”, las ciudades con administraciones principalmente negras, aquellas en que la mayoría de la población es gente de nacionalidades oprimidas, en que el jefe de policía es “a favor de reformas e ilustrado”, ciudades del norte y del sur: en todas ellas hay la brutalidad y asesinato policial sistémicos. Ferguson y Baltimore, Minneapolis y Madison, Nueva York y Los Ángeles, Albuquerque y Pasco, Cleveland y Atlanta… y muchas otras ciudades grandes y pequeñas. Protestas contra el asesinato policial han ido sacudido todas estas ciudades en este último año porque hay una epidemia nacional de asesinato y terror policial que forma parte de un programa genocida. Empecemos por tratar este punto.
¿Es que el problema es la “cultura” de la policía, o es que la cultura policial refleja su papel en la sociedad capitalista?
Se oye mucho que el problema y lo que debe cambiar es “la cultura policial”. La supremacía blanca es parte de esa cultura, así como lo es el código azul de silencio que protege a todos los puercos policiales que brutalizan a la gente. Cambiar esa cultura —trabajar para eliminar “los prejuicios raciales implícitos”, más capacitación para la policía, más policías negros— se propone todo esto como parte de la solución para abordar la naturaleza institucional del problema.
Bob Avakian (BA), líder de la revolución, va a la esencia de por qué esta es “la cultura” de la policía y por qué nociones ilusorias de cambiar la cultura no llevan a ninguna parte. No significa que la gente debe aguantar todo esto. Significa que hay que comprender lo que realmente enfrentamos si queremos detener el terror policial. BA dice en Lo BAsico 1:24:
El papel de la policía no es de servir y proteger a la gente, es para servir y proteger al sistema que gobierna sobre la gente. De reforzar las relaciones de explotación y opresión, las condiciones de pobreza, miseria y degradación que el sistema ha impuesto sobre la gente y está determinado a mantenerla allí. La ley y el orden que representa la policía con toda su brutalidad y asesinato es la ley y el orden que refuerza toda esta opresión y locura.
BA ahonda en esto aún más en un ensayo que, aunque escrito en 1997, podría haber tratado el asesinato de Laquan McDonald en 2014 (Ver “Números de Richard Pryor, o por qué los puercos policías son puercos policías”).
Leyendo informes de ataques de la policía a los negros y de peleas de los negros contra la policía de Memphis y Miami me vino a la memoria algo que me refirieron una vez. Un policía novato anda de patrulla con un policía veterano, cuando les llega un reporte de que por la vecindad anda un hombre negro con un revólver. Metieron el acelerador hasta el piso y al dar una vuelta ven a un joven negro corriendo por un callejón, un callejón sin salida. “Dispárale — le grita el puerco veterano — anda, dispárale, ¡es gratis!”
“¡Es gratis!” Pensemos un instante en esto. “¡Es gratis!” Esta es una oportunidad que pone a salivar y a jadear a un puerco: la oportunidad de “matar a un nigger” con la excusa lista de que les habían avisado que un hombre negro — un hombre negro, cualquier hombre negro — andaba armado por el barrio. Una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar: “Anda, dispárale, ¡es gratis!”
Bueno, en esa ocasión el policía novato no estaba listo para eso; quizá era uno de esos casos poco comunes que se mete a la policía creyendo en la mentira de “servir y proteger” Y ese hombre negro no murió ese día. Pero una de las cosas más dicientes de este incidente es lo que pasó después: el novato tuvo que renunciar. Si no estaba listo y dispuesto — si no tenía la actitud correcta para hacer lo que su compañero mayor le ordenó, lo que se le ocurrió naturalmente a ese dicho “agente del orden público”, lo que cualquier puerco en su lugar y en sus cabales de puercos haría, pues no tenía madera para policía. Era él, el novato, el que no había aprendido, y por lo visto no podía aprender, la verdad escueta, él era el inútil, el paría, y comprendió que tenía que renunciar….
Los puercos policías son puercos policías. Por supuesto que esa es una imagen, un símbolo; en un sentido textual son seres humanos, pero son seres humanos con una mentalidad asesina, autorizados, disciplinados, azuzados por la clase dominante de la sociedad para mantener a los oprimidos bajo la bota, sometidos, mediante el terror siempre que sea necesario y como “la esencia del asunto”, como les gusta decir. El terror contra los oprimidos constituye incluso una recompensa especial por “desempeñar el peligroso y desagradecido deber” de ser la “delgada línea azul” entre la “civilización de un lado y la anarquía y falta de ley por el otro”. Piénsenlo otra vez: El terror contra los oprimidos no solo es parte del trabajo, es también una recompensa. Hay que pensar en esto: el terror contra los oprimidos no nace apenas del trabajo; es una recompensa. Ese es uno de los significados más profundos de la citada historia de “anda, dispárele, ¡es gratis!”…
¿Es posible recortar el financiamiento de la policía y usar esos recursos para el mejoramiento de la comunidad negra?
Si se capta por qué las masas populares de las comunidades oprimidas, especialmente las negras y latinas, están en condiciones peores que hace décadas en términos del nivel y profundidad de la pobreza, la segregación forzada, la encarcelación en masa de la población, lo que todo esto tiene que ver con el funcionamiento del sistema capitalista/imperialista — entonces debería ser claro que la financiación de la policía no se trata fundamentalmente de “decisiones políticas” del mismo modo que la financiación del ejército no se trata de eso para el funcionamiento de un imperio. Todo esto tiene que ver con lo que requiere el sistema capitalista para mantener el poder. Tiene que ver con la naturaleza de este sistema, cómo la supremacía blanca es una parte esencial de su ADN, y lo fue durante el período de la esclavitud, el período de la segregación Jim Crow y ahora durante el Nuevo Jim Crow. Si se capta esto, entonces se capta que el reclamar que “desfinancien a la policía” se trata realmente de “castillos en el aire” y es una ilusión. Este sistema, basado en la opresión y explotación aquí y en todo el mundo, necesita su policía y su ejército, las fuerzas armadas del estado para imponer tal sistema y prevenir todo desafío al mismo. Nadie ha trabajado más que Bob Avakian sobre estas cuestiones: ¿Qué es la naturaleza del problema y porqué el pueblo negro es oprimido como un pueblo dentro de Estados Unidos y por qué la solución es la revolución?
¿Son las investigaciones independientes o federales la solución, o un callejón sin salida?
Muchas personas piden investigaciones federales por parte del Departamento de Justicia (DOJ). Hay víctimas del asesinato y terror policial que ven que el Departamento de Policía de Chicago es irremediablemente brutal y que no puede suceder ninguna investigación imparcial o justa en esa ciudad. Estas familias de Vidas Robadas han sido víctimas de represalias por parte del mismo departamento de policía que perpetró en primer lugar el asesinato de sus seres queridos. Muchas personas mantienen la ilusión de que el DOJ va a intervenir a favor de las víctimas negras y latinas del terror policial, sobre todo ahora que hay una fiscal general federal negra. Esto no es sólo un callejón sin salida, sino una mortífera ilusión.
(Se puede encontrar una discusión a fondo de la historia y la dinámica de esto en las obras de Bob Avakian. Por ejemplo: El Comunismo y la Democracia Jeffersoniana y Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte).
Nos han dado una pista de su propia boca: Al principio, el alcalde Emanuel rechazó la idea de que el DOJ investigara los métodos del Departamento de Policía de Chicago (DPC). Luego, el Chicago Tribune publicó un artículo revelador. Argumentó que Emanuel debía recibir con los brazos abiertos una investigación del DOJ, por varias razones: una investigación federal por parte del DOJ ayudaría a proteger al alcalde de la presión por su renuncia; proporcionaría un garrote para usar contra el departamento de policía; y la investigación duraría muchísimo tiempo y mientras tanto los problemas del DPC “no estarán en las manos de la ciudad”. Por eso, no es de extrañar que Emanuel diera un viraje de 180º y, juntó con los pesos pesados demócratas, como Hillary Clinton, se uniera a la solicitud de una investigación por parte del DOJ.
En Ferguson, Misuri, una investigación del DOJ defendió y encubrió al puerco asesino Darren Wilson quien había asesinado a Michael Brown. Peor aún, el DOJ básicamente instruyó a la policía de todo Estados Unidos acerca de CÓMO asesinar a personas no armadas y salirse con la suya: simplemente afirmar que el policía sentía que su vida corría en peligro. El DOJ había calumniado y declarado “narrativa falsa” las múltiples descripciones de testigos oculares de que Michael Brown tenía las manos en alto cuando el puerco policial lo ejecutó.
Existen muchos estudios de los decretos por consentimiento (consent decrees) dictados por el DOJ y de las otras formas de supervisión federal sobre los departamentos de policía locales, que se remontan a la administración de Clinton en la década de los 1990. El Proyecto Marshall ha hecho un informe, “Vigilar a la policía” (en inglés en Marshallproject.org), el cual examina algunos de los casos en que los cambios dictados por el DOJ nunca se efectuaron en los departamentos de policía.
Se presenta al Departamento de Policía de Los Ángeles (DPLA) como el modelo de las reformas de la supervisión federal, lo que podría sorprenderle a todas las víctimas de la brutalidad y asesinato del DPLA en los últimos años. El Departamento de Policía de Cleveland también se sometió a una investigación y la supervisión del DOJ y aun así la policía asesinó a Tamir Rice, de 12 años de edad, dentro de 2 segundos después de llegar al parque donde jugaba. Un gran jurado federal está investigando el caso de Laquan McDonald. Dado que el video es tan claro, ¿por qué hay tanta demora?
En cuanto a los investigadores independientes, Wisconsin fue uno de los primeros estados que los requieren en los casos de tiroteos de la policía. Se reveló que estos investigadores “independientes” tienen antecedentes como agentes de la ley. ¿Por qué? ¡Porque nadie más sabe cómo llevar a cabo las investigaciones! Eran “investigadores independientes” los que exoneraron a los asesinos de Tony Robinson en Madison y Dontre Hamilton en Milwaukee.
He aquí la realidad: NO HAY NINGUNA JUSTICIA PROVENIENTE DEL DEPARTAMENTO DE JUSTICIA. Pregunte a los familiares de Sean Bell, Oscar Grant, Nicholas Heyward Jr., Trayvon Martin o Mike Brown. Ninguno de ellos ha visto justicia proveniente del DOJ. ¿Por qué es que no se puede nombrar ni siquiera un solo caso en el que el gobierno federal haya condenado a un policía por matar a alguien? Así que no se engañe acerca de salvadores del DOJ que vengan al rescate.
El mini-cambio del régimen en la administración de la ciudad
Hay muchas personas que exigen que renuncien el alcalde y el fiscal del distrito. Tal como McCarthy, todas estas personas merecen ser investigadas y si estaban involucradas en el encubrimiento, lo que parece ser cierto, merecen ser acusadas y procesadas por ser parte de una conspiración criminal para encubrir el asesinato de Laquan McDonald.
¡Todo el maldito sistema es culpable, carajo! Como Carl Dix del Partido Comunista Revolucionario dijo, “Cuando enfrentas un genocidio, y eso SÍ ES lo que encaramos, no se les pide a los perpetradores del genocidio que hagan ciertos cambios cosméticos para que se vea mejor o se rebaje su intensidad. Hay que hacer algo para PARARLO”.
Un cambio de caras en la cima y que tal vez algunas personas consigan un poco más de influencia en el ayuntamiento, o unos cuantos puestos de trabajo más para algunos, u otros cuantos ajustes ligeros en los bordes de este monstruoso sistema no van a lidiar con la opresión de las masas del pueblo negro o detener el terror policial o parar los otros grandes crímenes de este sistema, como la opresión de la mujer. Nosotros no queremos eso, y usted tampoco debería quererlo. Nuestro objetivo es la emancipación de la humanidad y, como una parte integrante de esto, poner fin a la pesadilla de la opresión del pueblo negro desde hace siglos. Usted debería asimismo querer esto. Es el único camino liberador.
Pregúntese a sí mismo, ¿Por qué la administración de la ciudad tenía tanto miedo de hacer público el video del asesinato de Laquan en primer lugar? No fue solo la política de Chicago. Era Ferguson y los trastornos en Estados Unidos sobre el asesinato policial de Mike Brown, y la preocupación abiertamente declarada de las autoridades de que Chicago estallara con una furia que sobrepasara la de Ferguson y Baltimore. En Ferguson, los desafiantes de pandillas rivales dejaron a un lado sus riñas y se pusieron de pie junto con muchos otros de la comunidad y dijeron: no lo aguantaremos más. Desafiaron tanques, a la Guardia Nacional, arrestos masivos, gases lacrimógenos, balas de goma, perros policía y más. Su levantamiento ganó el apoyo por la justicia de su causa a todos los sectores de la sociedad —artistas, estudiantes, personas religiosas— de todas las nacionalidades, personas que no padecen directamente la bota policial pero que no quieren vivir en una sociedad donde esto le suceda a la gente por el color de la piel.
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Toda persona seria o que acaba de despertarse tiene que saber que hay un líder revolucionario que salió de las grandiosas luchas revolucionarias a nivel mundial de los años 60, y que es preciso entrarle a él. Dígale a la gente que vaya al sitio web www.revcom.us y que obtenga mayor información acerca de Bob Avakian y la revolución que necesitamos. Estudie la estrategia para hacer la revolución en un país como Estados Unidos. Hágase parte del movimiento para la revolución que el Partido Comunista Revolucionario construye y Luche contra el poder, y transforme al pueblo, para la revolución.
Si las personas que odian toda esta locura y anhelan algo mejor se reunieran y aprovecharan esta oportunidad, se podría hacer avances grandes y concretos hacia una revolución, hacia una forma de vida radicalmente mejor, donde el poder se dirija a movilizar a las masas para poner fin a la opresión y arrancarla de raíz en lugar de reforzar esa opresión constantemente o conciliar con ella.
Desde esa perspectiva, tenemos que estar en las calles con intensidad y furia, haciendo alboroto y reclamando la justicia, al mismo tiempo proveyendo respuestas reales de POR QUÉ sucede esto, QUÉ podríamos hacer al respecto y CÓMO hacerlo.
Desde esa perspectiva, difunda y profundice la resistencia para PARAR el asesinato y terror policial y esté resuelto a no retroceder hasta lograrlo.
Cuando la gente pregunta, ¿CUÁLES SON SUS REIVINDICACIONES RAZONABLES?...
He aquí una reivindicación muy justa y razonable: QUE TODA PERSONA involucrada en el asesinato de Laquan y en el encubrimiento sea acusada y procesada.
He aquí una reivindicación muy justa y razonable: QUE TODO POLICÍA involucrado en los asesinatos policiales y encubrimientos de una larga lista de otras personas… como Ronnie Johnson o Roshad McIntosh, Darius Pinex, Dakota Bright o Martice Milliner… QUE TODOS sean acusados, condenados y encarcelados. No hay prescripción en un caso de asesinato. La lista es larga y los crímenes son muchos.
He aquí una reivindicación muy justa y razonable: PARAR el terror policial.
Y he aquí un desafío para todos en esta sociedad: ¿De qué lado estás?
Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución
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