5 conclusiones del primer debate entre Trump y Clinton
12 de octubre de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us
El Partido Comunista Revolucionario VIENE ORGANIZANDO AHORA CON EL FIN DE DERROCAR EL PRESENTE SISTEMA A LA MAYOR BREVEDAD POSIBLE. Se prepara para liderar una revolución concreta a fin de hacer nacer una sociedad radicalmente nueva y mejor: la Nueva República Socialista en América del Norte.
1. Mentir acerca de cómo funciona el sistema... No existen "trabajos estadounidenses". El debate fue un ejercicio de mentir y encubrir cómo el presente sistema del capitalismo-imperialismo funciona en concreto. Por ejemplo, los puestos de trabajo. La gente necesita trabajo. Clinton prometió "una economía que funcione para todos, no sólo los de arriba", con "nuevos puestos de trabajo, buenos puestos de trabajo, con el aumento de los ingresos". Trump sostuvo: "Nuestros trabajos huyen de Estados Unidos. Van a México. Van a muchos otros países”. Dijo que Estados Unidos es víctima de una estafa y que recuperaría los puestos de trabajo.
No existen "trabajos estadounidenses". Ellos crean trabajos cuando y donde beneficie a las necesidades de uno u otro capitalista para maximizar las ganancias, ganar participaciones del mercado y posicionarse frente a los competidores. El sistema del capitalismo-imperialismo obliga a los capitalistas estadounidenses a recorrer el mundo para explotar mano de obra, dominar mercados y saquear recursos en una competencia despiadada con otros capitalistas. Lo hace con el apoyo y uso de una enorme violencia militar. El presente sistema depredador crea miseria y sufrimiento de miles de millones de personas en todo el mundo y destruye nuestro medio ambiente. Tanto Clinton como Trump representan al presente sistema. Su funcionamiento, y no unas promesas de campaña, determinará principalmente el "estado de la economía".
2. La vil promoción desbocada de Estados Unidos. Todo se trataba de Estados Unidos necesita esto o lo otro. Mantener la seguridad de los estadounidenses. Fortalecer el poder estadounidense. Sanar las divisiones en Estados Unidos. Mantener la grandeza de Estados Unidos o hacer que Estados Unidos tenga grandeza. El podrido mensaje: sólo importa la vida de los estadounidenses. No había ni sola expresión de preocupación, y mucho menos indignación, por la situación de nadie fuera de las fronteras de Estados Unidos, no importa la pura verdad acerca de cómo Estados Unidos crea muchos de esos horrores. Clinton y Trump compiten entre sí a la Comandancia en Jefe del imperio mundial de Estados Unidos y están dispuestos a hacer lo que sea necesario para asegurar que Estados Unidos siga siendo la potencia dominante del mundo, no importa cuántas vidas destruya en todo el mundo. Pese a toda la intimidación y las bravuconerías de Trump, era Hillary Clinton la que proponía el programa más despiadado, con un "aumento de inteligencia", o sea, espionaje con esteroides, y una escalada en Irak y Siria. Ella se negó a rechazar el uso ofensivo de armas nucleares y amenazó con una guerra cibernética y la guerra abierta: "No podemos dejar que aquellos que traten de desestabilizar el mundo interfieran con los intereses y la seguridad de Estados Unidos...".
3. El asesinato y terror policial: Ninguno de los dos candidatos puede terminarlo o lo hará. En el segmento de la sanación de "las divisiones raciales", Trump pidió el fascismo de "ley y orden" bajo el estandarte de mantener la seguridad de las comunidades negras. En medio de una epidemia de asesinato policial en curso, pidió que se les diera carta blanca a la policía, incluso mediante la etiquetación racial y el parar y registrar.
Hillary Clinton ayudó a ampliar la encarcelación en masa y el terror policial en la década de 1990, y durante el debate sostuvo: "El crimen violento está a la mitad de lo que estaba en 1991. Los delitos contra propiedad ajena han caído en un 40 por ciento. Simplemente no queremos ver que los índices vuelvan a subir. Hemos tenido 25 años de muy buena cooperación. Sin embargo, hubo algunos problemas, algunas consecuencias no deseadas. Demasiados jóvenes hombres afroamericanos y latinos fueron a parar a la cárcel por delitos no violentos".
¿Consecuencias no deseadas? ¿Se trata de una maldita broma? El propósito de su programa contra el crimen era de encerrar a decenas de miles de jóvenes. El propósito de poner a 100,000 policías más en la calle era de criminalizar y aterrorizar a generaciones enteras. ¿Y ella cree que se pueda eliminar todas las lágrimas, dolor y vidas destrozadas hablando de "consecuencias no deseadas"?
Ahora Clinton afirma que está preocupada por los asesinatos policiales. No obstante, durante el debate encubrió los asesinatos policiales en Charlotte y Tulsa tachándolos de "tragedias". Ella encubrió la naturaleza de la policía, diciendo que hay "muchos policías valientes buenos" y dijo que más vale que la gente respete esa manada de racistas golpeadores, asesinos y mentirosos, la misma gente que, según ella, algún día los respetaran. Su plan para la vigilancia policial de la comunidad no se trata de poner fin al asesinato y terror policial, sino de intentar legitimarlo y hacerlo más "eficaz" para el sistema.
Ambos candidatos encubrieron la verdad de que el asesinato y terror policial y la opresión de los negros, latinos y otra gente de color están integrados en el presente sistema, y no es posible eliminarlos sin ponerle fin al presente sistema.
4. Dos deportadores anti-inmigrante. Donald Trump tiene triste fama por sus ataques racistas a los mexicanos y los inmigrantes, a los que califica de traficantes de droga y violadores. Repitió esas necedades en el debate: "Tenemos a pandillas merodeando por las calles. Y en muchos casos, se encuentran en Estados Unidos de manera ilegal, son inmigrantes ilegales... Y balean a la gente".
Clinton afirma que representa el tratamiento humano de los inmigrantes, pero en el debate, no dijo nada para refutar la racista diatriba anti-inmigrante de Trump. Pero por otro lado, ella era parte de la administración del presidente Obama (misma que todavía apoya) la que ha deportado a más de 2.5 millones de personas, en su mayoría inmigrantes latinoamericanos. Eso es más que cualquier presidente estadounidense en la historia. ¿Y qué dijo Hillary Clinton en 2014, cuando miles de niños huyeron de las pandillas y la violencia policial en América Central (la “lluvia radiactiva", en parte, de las guerras de Estados Unidos contra los países de América Central y contra las rebeliones ahí en la década de 1980) y en una desesperada búsqueda de refugio en Estados Unidos? Clinton dijo que hay que deportarlos: "El hecho de que su hijo lograra cruzar la frontera no quiere decir que tiene derecho a permanecer... Hay que enviarlos de vuelta a su país".
5. El presente sistema no tiene respuestas. Durante el debate, el racismo, la misoginia, el fascismo tipo orden público de Donald Trump estaban regados por todo el recinto, junto con su loca promoción de sí mismo, descaradas mentiras e intimidación. ¿Denunció Hillary Clinton a Trump, argumentando que todo eso lo hace un candidato ilegítimo? No. Ella le dio la bienvenida: "Donald, es bueno estar contigo". Todo sistema que trate a un sujeto como Donald Trump como un candidato legítimo para la presidencia de Estados Unidos demuestra su ilegitimidad total.
Miles de millones de personas en todo el mundo sufren terriblemente. El Medio Oriente se ha convertido en un infierno de muerte y destrucción, gracias sobre todo a décadas de dominación y agresión de Estados Unidos. La policía mata implacablemente a los negros, latinos, amerindios y otra gente de color en Estados Unidos. No hay ningún lugar en el mundo, Estados Unidos incluido, donde las mujeres no están sometidas al abuso y la deshumanización, ya sea de hoy día o de la edad medieval. Y el planeta en sí está en las garras de una crisis ambiental más amenazadora que todo lo que hayamos experimentado jamás desde que los seres humanos modernos surgieron por primera vez hace 200.000 años.
¿Y qué es lo que nos ofrecieron en estos momentos tan graves, peligrosos? Noventa minutos más de mentiras, engaños, burdo chovinismo, promesas vacías, manipulaciones egoístas, ataques personales y necias trivialidades que hacían que la telerrealidad se parezca más profunda y de mayor sentido. Cuando todo estaba dicho y hecho, no ofrecieron ninguna respuesta concreta ni ninguna solución concreta que correspondía a los intereses del pueblo, a ninguna de las múltiples crisis que ponen en peligro a la humanidad. Al contrario. Las propuestas de los candidatos y el debate en sí tuvieron el propósito de fortalecer y legitimar al mismo sistema responsable de todas esas pesadillas y encauzar la furia y las aspiraciones de las personas hacia sus confines mortales.
DEJEN DE PENSAR COMO ESTADOUNIDENSES Y EMPIECEN A PENSAR EN LA HUMANIDAD.
HAY QUE DERROCAR, Y NO VOTAR POR, EL PRESENTE SISTEMA
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