¿Una nación de inmigrantes? ¡Hágannos el favor!
Estados Unidos: “Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobres
Vuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad…” para explotarlas hasta el último suspiro
8 de febrero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
A medida que el régimen Trump y Pence ha desatado una guerra supremacista blanca, fascista cristiana contra los inmigrantes —especialmente enfocada por ahora contra los musulmanes, pero sin duda alguna abriendo fuego también contra los inmigrantes de México y a todos los “fuereños”— los del “otro lado del pasillo” de entre los gobernantes de Estados Unidos insisten en que esta es una “nación de inmigrantes”. Los liberales burgueses del Partido Demócrata afirman que el mensaje “incluyente” inscrito sobre la Estatua de la Libertad: “Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobres, vuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad”, es lo que ha caracterizado y debe caracterizar a Estados Unidos.
Los “hechos alternativos” de los fascistas Trump y Pence sobre los inmigrantes son mentiras que sirven para ejercer la descarada dictadura de los imperialistas-capitalistas estadounidenses. Pero la narrativa de la “nación de inmigrantes" de los gobernantes liberales es también una falsedad que tapa la verdadera naturaleza y la historia de este sistema. Aquí van unas verdades básicas sobre los inmigrantes y Estados Unidos:
» Junto con el despojo genocida de los nativos americanos, toda la riqueza fundacional de este país se construyó sobre generaciones de “migraciones forzadas" — millones y millones de africanos que fueron secuestrados, vendidos y enviados a las Américas, incluyendo a las colonias británicas que se convertirían en Estados Unidos. Los números por sí solos no pueden captar la agonía y el sufrimiento que esto significaba para estos seres humanos, pero más de dos millones de personas secuestradas murieron horriblemente sólo en los viajes desde África. Libros como The Half Has Never Been Told: Slavery and the Making of American Capitalism [La mitad nunca ha sido contada: La esclavitud y la formación del capitalismo estadounidense], y otros, explican cómo el trabajo coaccionado de los esclavos, bajo la amenaza de la tortura, la violación y el asesinato, no solo benefició a los esclavistas del Sur, sino que también fue crucial para el desarrollo general del sistema capitalista en Estados Unidos. Bob Avakian da con una realidad central acerca de este país cuando dice: “Sin la esclavitud, Estados Unidos no existiría tal como lo conocemos hoy. Eso es una verdad simple y básica”. (Lo BAsico 1:1)
» Diferentes grupos de inmigrantes de países oprimidos no solo han sido explotados salvajemente en Estados Unidos, sino que además han sido sometidos a la supremacía blanca — vistos como “el otro” y discriminados y a veces hasta son el blanco de ataques violentos de parte de las autoridades o chusmas racistas. Estados Unidos le robó a México la mitad de su territorio con la guerra e invasiones en los años 1800, lo que llevó a la formación de las fronteras actuales. Y la explotación de los inmigrantes de México —obligados a ganarse la vida al norte de la frontera debido a que la economía de su país ha sido tan jodida por la dominación estadounidense— ha sido durante mucho tiempo una parte indispensable de la economía capitalista de Estados Unidos. Al mismo tiempo que hacen los trabajos más peligrosos, rompe-lomos y poco remunerados en la agricultura y en las fábricas, los inmigrantes mexicanos también han sido chivos expiatorios, perseguidos y deportados en masa. Entre 1954 y 1956, el gobierno estadounidense llevó a cabo una campaña militarizada de redadas y deportaciones masivas de mexicanos que vivían en el Norte. La “Operación Wetback” —apodo descaradamente racista para los mexicanos— deportó a 1,3 millones de mexicanos, separando a familias y aterrorizando y diezmando a comunidades enteras. (Ver Crimen Yanqui Caso # 78: "Operación Espalda Mojada", 1954). Últimamente, bajo el presidente Obama, deportaron un total récord de más de 2,5 millones de inmigrantes, muchos de ellos a México, lo que llevó a muchos a llamarle “Deportador-en-Jefe”.
» Otro grupo de inmigrantes de una nación oprimida que constaba cerca de un cuarto de un millón de chinos llegó a Estados Unidos a mediados de los años 1800 como sirvientes contratados que tuvieron que trabajar bajo condiciones casi iguales a la esclavitud durante años y décadas. El pueblo chino fue el blanco de la primera ley estadounidense que prohibió la inmigración de un grupo étnico o nacional específico (Ley de Exclusión de Chinos de 1882). Esta ley y otros movimientos oficiales anti-chinos desencadenaron una racha de violencia racista, con turbas quemando casas, saqueando tiendas, marcando a la gente con hierros calientes, y linchando a personas chinas.
» Sucesivas oleadas de millones de inmigrantes procedentes de Europa —de Irlanda, Alemania, Polonia, Italia y otros lugares— llegaron a Estados Unidos a lo largo del siglo 19 y principios del 20. Parte del atractivo para muchos en los primeros años de 1800 era la promesa de “terrenos gratis”, que, por supuesto, no eran territorios “libres” desocupados, sino más bien terrenos robados —por la fuerza violenta y tratados rotos— a los habitantes originales, los nativos americanos. El trabajo de estos inmigrantes europeos se vertió en la construcción del capitalismo en Estados Unidos, que se convirtió en un coloso imperialista a finales del siglo 19. Esos inmigrantes fueron explotados bajo condiciones inhumanas y peligrosas en las fábricas, las maquiladoras, las minas y ferrocarriles. Un incidente nefasto, entre muchos, fue el incendio de 1911 en la fábrica Triángle Shirtwaist en la Ciudad de Nueva York en el que perecieron 147 costureras, en su mayoría jóvenes inmigrantes italianas y judías, atrapadas en un edificio con las puertas cerradas por afuera. En innumerables casos, los trabajadores —muchos, si no la mayoría, inmigrantes— que se levantaron para hacer algo sobre su condición fueron asesinados por la policía, las tropas y los matones de la compañía. Sólo para mencionar dos: 30 huelguistas muertos en la huelga de 1894 de los trabajadores ferroviarios de Pullman; y 19 muertos, en su mayoría mujeres y niños, en un campamento de huelguistas mineros del carbón en Ludlow, Colorado, en 1914.
» Debido a la supremacía del imperialismo estadounidense en todo el mundo y la capacidad de los gobernantes de utilizar algo del botín de este dominio global para comprar estabilidad social en su base, algunos de entre los diversos grupos de inmigrantes han logrado ascender a la clase media y más allá. Para los inmigrantes europeos, esto suponía la integración en el “Estados Unidos blanco”, acomodándose a las relaciones dominantes de la supremacía blanca en este país, lo que significaba distinguirse de los negros, aunque hayan comenzado en lo más inferior o cerca de los peldaños inferiores de la clase obrera. En cuanto a los mexicanos y otros no blancos, incluso aquellos que han “salido adelante” de entre las posiciones más duramente explotadas, siguen enfrentando la discriminación racista y la opresión como un pueblo en una sociedad saturada en supremacía blanca.
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Ya sean los fascistas y derechistas “tradicionales” o los demócratas burgueses supuestamente “incluyentes”, para los gobernantes de este sistema capitalista-imperialista lo fundamental es que las masas de inmigrantes no son nada más que objetos para explotar sin piedad y culpar por los problemas que el propio sistema ha creado para luego acosarlos, perseguirlos, maltratarlos y expulsarlos. A la gran mayoría de la población no le interesa tomar partido con ninguno de los dos.
En realidad, sí existen una visión y un plan para una sociedad radicalmente diferente y profundamente liberadora: la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, escrita por Bob Avakian y adoptada por el Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. Se trata de una sociedad socialista revolucionaria —llena de diversidad vibrante, pensamiento crítico, creatividad, internacionalismo— que avance hacia el comunismo, un mundo sin una parte de la sociedad que gobierne sobre otra, sin países y fronteras, sin todas las relaciones opresivas e ideas que encarcelan a la humanidad hoy en día. Esta nueva sociedad socialista se ocupará de la cuestión de las fronteras y la inmigración a la luz de esa meta. Tome este paso radical hacia el futuro aquí.
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