¡Trump ha soltado los perros!

Supremacista blanco mata a hombre negro en Nueva York

29 de marzo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Timothy CaughmanTimothy Caughman, de su cuenta de Twitter.

Un supremacista blanco asesinó a puñaladas a Timothy Caughman, un hombre negro de 66 años el lunes por la noche, el 20 de marzo. El asesino viajó a Nueva York desde Baltimore, Maryland para matar a hombres negros. Los fiscales dicen que el asesino de 28 años, James Jackson, dijo a la policía que planeaba hacer una matanza, matando a tantos negros como pudiera. Y, como si fuera de la era de los linchamientos de Jim Crow, dicen que Jackson odiaba en particular a los hombres negros que salían con mujeres blancas.

Jackson entró en una comisaría de policía el miércoles por la mañana y se entregó después de que un video de él se hizo público. Hasta el momento, casi toda la información disponible ha salido de la policía, que dice que Jackson llegó a Nueva York para cometer sus crímenes porque obtendría la mayor cobertura mediática. Le citaron: “He tenido este odio por los hombres negros desde que era un adolescente”.

“¿En qué tipo de mundo vivimos en este momento?”

Timothy Caughman había asistido a la universidad y trabajado con los jóvenes en Queens, New York como parte de un programa para la juventud. Se preocupaba por los jóvenes en el barrio. Caughman había establecido una relación de larga data via Twitter con la actriz Shari Headley. Cuando ella se dio cuenta de la noticia, tuiteó: “Tengo un peso en el corazón mientras tecleo esto. Timothy Caughman fue un fan de mí desde 1991. Sólo divulgó EL AMOR. Su asesinato no tenía sentido”. Preguntó, “¿En qué tipo de mundo vivimos en enste momento?” El sabado por la noche, casi cien personas reunieron en el barrio de Baltimore donde vivía el asesino, llevando a cabo una vigilia en honor de Caughman.

Los principales medios de comunicación, incluido el New York Daily News, pintaron de inmediato a Timothy Caughman como si fuera el perpetrador. “Él [Caughman] tiene 11 arrestos previos, incluyendo por marihuana, asalto, resistencia a arrestos, y amenazas”. El New York Post, para no quedarse atrás, fue aún más lejos. Después de contar a sus lectores cómo Caughman logró caminar una cuadra después de ser apuñalado, y logró llegar a una comisaría de policía en busca de ayuda — el Post continúa: “Fuentes policiales dijeron que el criminal de carrera se negó a hablar con la policía sobre el incidente y se comportó de modo combativo antes de su muerte.” Piense en el hecho de que un policía de mierda se lo contaría a los reporteros. ¿Y qué jodido reportero decidiría ponerlo en su artículo? ¡Este “criminal de carrera” que “se negó a hablar con la policía” y “se comportó de modo combativo” estaba a punto de tomar su último respiro después de que un racista blanco repugnante le apuñaló con una espada! Y qué impacto se suponía que tendría excepto el de amortiguar la indignación por este asesinato terrorista a sangre fría al disminuir el valor de la vida de Timothy Caughman y, por lo tanto, su muerte.

Los reporteros del Daily News no habían terminado: “No fue la primera vez que un loco sanguinario viajó a Nueva York para ejecutar a los inocentes”, escribieron, y equipararon el asesinato de un hombre negro por un supremacista blanco con el asesinato de dos policías por un hombre negro en diciembre de 2014. Un artículo de Fairness and Accuracy in Reporting [Imparcialidad y Exactitud en el Periodismo] que examinó la cobertura del asesinato de Timothy Caughman, sacó esta conclusión:

Esta es una extraña decisión periodística que parece ser algún tipo de intento de “equilibrar” la cobertura, lo que sugiere que podría haber un poco de rendición de cuentas: Sí, este hombre negro fue asesinado sin sentido por un supremacista blanco, pero otro tipo negro mató a policías hace dos años y medio, así que....

El régimen de Trump tiene las manos manchadas de la sangre de Timothy Caughman

Donald Trump y todo su régimen tienen las manos manchadas de la sangre de Timothy Caughman. Para muchos monstruos racistas, el lema de “Hacer que Estados Unidos vuelva a tener GRANDEZA” de Trump es un mensaje para entendidos que realmente quiere decir “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser BLANCO”. No es de sorprender que ha surgido un aumento de 50% en crímenes de odio en la Ciudad de Nueva York en el último año, según Al Jazeera. Los bichos salen de debajo de las rocas para dirigir su veneno a los inmigrantes, musulmanes y judíos, negros, mujeres y la comunidad LGBTQ — envalentonados por un régimen fascista que glorifica todo del pasado blanco de Estados Unidos. Un mes antes, un hombre armado blanco en un bar de Kansas mató a tiros a un hombre de la India, Srinivas Kuchibhotla, y tiró a otros dos, después de gritar “sálganse de mi país”. Y hace dos semanas un hombre en Seattle mató a Deep Rai, un hombre sikh, diciendo “vuelve a tu propio país”. También se han atacado y desfigurado mezquitas musulmanas y centros comunitarios judíos.

Trump, el líder de este régimen fascista, no ha dicho —o tuiteado— ni una sola palabra sobre el asesinato de Timothy Caughman a manos de un supremacista blanco. Envió oraciones y condolencias via Twitter a la familia y amigos de Kurt Cochran, un estadounidense muerto en un atentado terrorista en Londres. El silencio sobre Timothy Caughman no fue sólo un insulto, sino que fue otro mensaje a su base, alimentando el terror violento contra los negros.

Una razón más, una alarma fuerte más, que señala la urgencia de expulsar al régimen de Trump y Pence.

       

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