Chicago: Escenas del trabajo de organizar la revolución
Hoy, Chicago tiene gran fama por una cosa: los jóvenes negros y latinos que se matan los unos a los otros. Trump hizo de esto un tema de su campaña, y amenaza con “mandar a los federales”, y así intensificar el estado policial que ya de por sí brutaliza y mata a los jóvenes e impone las condiciones que engendran la violencia pandillera. Su secretaria de Educación, DeVos, se dedica a evicserar aún más las escuelas públicas. Quiere confinar a los niños negros y latinos en escuelas fundamentalistas cristianas que los transformarán en robots ciegos. Y esto estará al frente de toda una ofensiva fascista contra la gente de color. La intensificación de un genocidio.
En abril, en respuesta a un llamado para voluntarios, unas personas se sumaron al Partido en un plan para transformar radicalmente esta situación. En una palabra, para hacer Chicago famoso por otra cosa: una ciudad donde los jóvenes que están en la mira se organicen para derrocar el mismo sistema que los puso en la mira. Una ciudad donde los jóvenes enredados en la vida pandillera rompan con ella y se transformen en emancipadores de la humanidad.
Esto signfica movilizar a las y los jóvenes y a otros contra la opresión en marcha, pero además, en este momento, significa luchar con las cosas en que estos jóvenes están enredados, con su manera de ver el mundo y su papel en ese mundo. El Club Revolución abrió un centro de organización en un local esta primavera en uno de los vecindarios donde los jóvenes están metidos en esto. Poco después, siete personas fueron asesinadas en 24 horas en esta comunidad — sobre lo que Carl Dix habló en su declaración, “Los negros se matan unos a otros en Chicago, Carl Dix dice: Dejen esa locura y éntrenle a la revolución”. Esto da un sentido de lo que con tanta urgencia clama por hacer — y de la importancia de la presencia de este club en las primeras líneas, luchando para hacerlo.
El club ha abordado las cuestiones con las que ha topado por medio de polémicas — y luego sintetizó las polémicas en forma de calcomanías.
He aquí algunas escenas de las primeras semanas del trabajo de organización.
Conocer al líder de la revolución
Una de las primeras cosas que hizo el Club Revolución fue organizar una presentación de la película REVOLUCIÓN Y RELIGIÓN: La lucha por la emancipación y el papel de la religión, Un Diálogo entre Cornel West y Bob Avakian (en inglés), en el centro que el club abrió en un local en abril. Más de 40 personas llenaron el centro para escuchar el diálogo entre Bob Avakian (BA) y Cornel West, de ellas aproximadamente 15 del vecindario y las demás de diferentes partes de la ciudad — después de solamente unos días de trabajo de movilización. Uno de los voluntarios de más edad escribió el siguiente informe:
Durante todo el transcurso del Diálogo*, los asistentes le entraron de corazón a la película, y muchas veces le respondían en voz alta. Tres mujeres en medio del público constantemente respondían a la pantalla, de forma buena, animando a gritos y expresando su apoyo a ambos oradores. Si bien creo que al menos dos de ellas eran religiosas, les encantaba mucho cuando BA criticó la Biblia y todo el argumento religioso de que la gente necesite a dios para ser buena. La parte sobre Usain Bolt se conectó fuerte con el corazón de los presentes y los llevó hasta la conclusión.
La parte donde él habla de que hace falta que vivamos en un mundo donde ya no existan los horrores de hoy, donde los enumera uno por uno, animó a los presentes a vitorear. También les gustó mucho cuando denunció la opresión de la mujer, cuando instó con urgencia a que la gente respondiera al venidero veredicto sobre Ferguson y cuando habló de James Brown.
“También había varias personas, entre ellas las tres mujeres que mencioné anteriormente, que estaban muy encantadas con su denuncia a los demócratas y el salvajismo estadounidense en general. También una de esas mujeres se conmovió en voz alta cuando él habló del infierno que el imperialismo inflige a las y los trabajadores en Bangla Desh. Las mismas personas conmovidas por BA también fueron conmovidas por Cornel West, incluido en las partes de su discurso en que expuso fuertemente sus propias opiniones.
“A manera de resumen de la sesión de Preguntas y Repuestas, dos puntos donde las personas se conmovieron en voz alta fueron cuando BA respondió a la pregunta de por qué todavía estamos luchando por la justicia después de tantas décadas y que necesitamos ayuda para lidiar con las redadas en los multifamiliares que detuvieron a nuestros hijos, y la pregunta de qué decirles a los jóvenes que sienten que han hecho cosas tan terribles que no les corresponda ninguna redención. Parecía que los presentes entendieron que BA es un líder revolucionario que está decidido a dirigir a desarrollar lo que hace falta para prepararse y posicionarse para liderar a la gente a acometer a toda máquina la revolución con una posibilidad concreta de ganar, y que está decidido a luchar con la gente para que pueda ser parte de esta revolución. Y basado en la ciencia, confía en que que la gente sí puede hacer esto, pero no desde su posición actual.
“La gente que estuvo presente durante partes sustanciales del Diálogo en efecto sí conoció al líder de la revolución, y casi todos formaron un respeto real por él. Al menos tres personas compraron el DVD del Diálogo y un joven compró El comunismo nuevo”.
Una semana y media más tarde, la película sigue reverberando. Una mujer visitó al día siguiente y habló de la necesidad de que los jóvenes se metieran en la ciencia y de que la película le había dado más energía de la que ella ha tenido durante meses; unos días después trajo a un amigo para que supiera de esto. La gente ha venido al centro de organización, y han sostenido largas conversaciones dentro y fuera del centro entre miembros del Club y algunas personas que asistieron a la función de la película. Algunos se han acercado más al Club; y algunos han marchado y han hecho agitación con el Club en el vecindario. Poner a BA al frente —poner a este líder revolucionario y lo que él representa ante la gente, dejando que interactúe con él— es la clave para abrir brecha en esta situación y en el pensar de la gente. Hace falta que esto ocurra por toda la ciudad este verano.
* Para conocer las referencias en esta historia, vea el Diálogo en inglés aquí. [regresa]
Vea el largometraje en inglés de la película
REVOLUCIÓN Y RELIGIÓN: La lucha por la emancipación y el papel de la religión
Un Diálogo entre Cornel West y Bob Avakian
Vea la película AQUÍ
Dos caminos:
Trapear nuestra propia sangre y cooperar con los cerdos policías,
o hacer una revolución contra el sistema apuntalado por estos cerdos policías
El Club 20.05
Bob Avakian a lo largo de los años: 1969, 1979, 2003, en inglés.
¡Las mujeres NO son perras, ni putas, ni sacos de boxeo, ni incubadoras, ni objetos sexuales, ni reproductoras!
¡Las mujeres son seres humanos plenos!
El Club 20.5
¡El Verano de la Revolución!
Fondo para Chicago
¡Haga su donación YA!
Hace falta, de inmediato, $20.000 para apoyar el trabajo que se está haciendo en Chicago.
Por favor, compartan esta campaña en las redes sociales. Pida que cinco conocidos contribuyan (de $10 a $500… todo será de ayuda). HAGA UNA DONACIÓN GENEROSA YA.
Un día en el barrio:
Cobrando vida, pero chocando con límites
De un voluntario:
El Club Revolución fue a un barrio para organizar a la gente en el movimiento para la revolución. El plan: marchar por el barrio como una fuerza revolucionaria visible y disciplinada y llamar a la gente a dejar atrás las necedades dañinas en que este sistema la ha atrapado, y a unirse al movimiento para la revolución. Mientras nos preparábamos para marchar, pasaban por ahí un par de jóvenes, así que un par de miembros del Club Rev fueron a hablar con ellos. Les dijimos que éramos comunistas y que hoy mismo nos estábamos organizando para un derrocamiento concreto todo el sistema actual. Uno respondió: “¿Contra el gobierno? ¡Claro que sí!”. Hablaron con amargura sobre las condiciones jodidas en Chicago y de que se tiene que hacer algo.
Volvimos al tema de que lo que necesitamos es una revolución concreta porque un sistema crea las condiciones de las que hablaban y los problemas que van de la mano con esas condiciones y que hay que eliminar este sistema y es posible eliminarlo, no solo en Chicago sino en el mundo entero. Nuestra única posibilidad para cambiar esto hacia algo mejor depende de que entendamos las raíces de esos problemas. Bob Avakian, el líder de la revolución, ha desarrollado el análisis del presente sistema, una estrategia para derrocarlo y un programa para lo que debe reemplazarlo, encarnado en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte.
Saquemos un celular para mostrarles el video en inglés “BA Through the Years” [BA a lo largo de los años], para que tuvieran una idea del calibre de dirección que existe. Se rieron cuando BA habló de que la gente deja llevar por la idea de que está “regulando la esquina” o que cree que este es “nuestro barrio” cuando en realidad no controlan nada ni son dueños de ninguna maldita cosa. Les dijimos que debido al trabajo que este líder ha hecho durante décadas, ahora tenemos un método plenamente científico que nos permite ir a la raíz de lo que está pasando y encontrar la manera de cambiarlo todo. Lo que hace falta es que ellos se incorporen a esto, que se pongan la playera y que marchen con nosotros, que se afilien al Club Revolución, que es donde la gente conoce de la nueva síntesis del comunismo que ha desarrollado Bob Avakian y aprende a aplicarla a los problemas de la revolución.
Antes, habían dicho que la gente no quiere cambiar o no quiere escuchar esto, así que les dijimos que su incorporación en esto es la forma en que las cosas van a cambiar. La gente está metida en muchas estupideces porque no ve cómo sería posible tener un mundo distinto, pero cuando ve que gente parecida se está incorporando al movimiento para una revolución concreta, cuando la vea participando y marchando con el Club Revolución, pues eso empieza a cambiar las cosas con un grado de importancia que es mucho mayor que estas pocas cuadras y va mucho más allá de lo que pasa solamente en Chicago.
Otros miembros del Club Revolución habían empezado a conversar con otros que pasaban por ahí, y decidimos juntarlos para que conversaran todos. Eso sucedió cuando los dos jóvenes con quienes conversábamos estaban a punto de leer los Puntos de Atención para la Revolución. Así que la escena cambió: los presentes se turnaron leyendo los puntos en voz alta y comentando cada punto.
Después de la lectura en voz alta de todos los puntos, un miembro del Club Revolución les preguntó cuál de los puntos les llamaba la atención. Uno dijo que el Punto 3, su amigo dijo los Puntos 1 y 4, y los dos jóvenes que habíamos traído para unirse al grupo dijeron el Punto 2, y se emocionaron que a ambos les pareciera que aquello era importante. Cuando preguntamos por qué, una persona dijo que la falta de respeto y las varias formas de la opresión de las mujeres eran malas, otro habló de la necesidad de la igualdad para los gays y las personas de género diferente. La tercera persona que contestó dijo que había cambiado de pensar y habló sobre el punto 2 antes de pasar a hablar de la importancia de los Puntos 1 y 4.
Volvimos a plantear el reto de incorporarse a este movimiento y de marchar con el Club Revolución en el acto y repetimos el impacto que eso podría tener. Mientras debatían este reto y parecía que nadie iba a marchar, se asomaron los puercos policías para joder a una de las masas. El Club Revolución se fue a plantarse para asegurarse de que los puercos no brutalizaran a alguien como se sabe que hacen.
Los puercos se fueron, y nos formamos en fila para marchar, y uno de los jóvenes con quienes estábamos hablando se unió a nuestras filas. Parecía que dudaba y cuando empezamos a marchar, empezó a quedarse atrás, pero un miembro del Club Revolución le dijo que estaba ahí a sus espaldas y que debiera marchar junto a la persona a su lado.
Íbamos marchando juntos, coreando y en formación, por un par de cuadras cuando de repente la persona que acababa de sumarse a nosotros se apartó y se disculpó con un miembro del club y le explicó que no podía cruzar hacia donde íbamos a marchar. Esa zona estaba bajo el control de otra pandilla, y él temía que lo baleara si le entrara.
A uno le parte el corazón así como le enfurece el hecho de que la gente que quiere incorporarse y luchar por un mundo completamente nuevo que vaya más allá de toda la jodida porquería que pasa en el mundo, se siente atrapada en un trocito de suelo. A la vez esto les muestra y plantea un reto a los revolucionarios, un recordatorio más de que el mundo con muchísima urgencia necesita un cambio y que a nosotros nos corresponde la responsabilidad de dirigir esa trasformación — y de hacerla hoy mismo.
Intercambio: “Lo entiendo, pero otra gente no le va a entrar”
De un voluntario:
Una persona que trabaja en una tienda del barrio salió un día cuando los revolucionarios estaban en un cruce en Chicago luchando para atraer a otros al movimiento para la revolución. Nos había visto antes y tenía curiosidad sobre lo que hacíamos. Le dijimos que éramos comunistas revolucionarios y que estábamos construyendo un movimiento para una revolución concreta, que algunas personas habían venido a Chicago desde diferentes partes de Estados Unidos dejando su vida atrás porque un régimen fascista ha tomado las riendas del poder y está a punto de llevar la opresión del pueblo negro a nuevas alturas terribles, centrándose en Chicago.
Cuando lo conocimos estábamos promoviendo una presentación de la película Revolución y Religión... con el fin de presentar la dirección de BA a las masas y, después de ver el tráiler, dijo que quería pagar por una entrada, no para sí mismo sino para que se lo regaláramos a alguien que conociéramos que realmente quería asistir. Sostuvo que él mismo no podía asistir, pero que quería apoyar lo que hacíamos.
Consideramos que semejante apoyo es positivo e importante, pero se necesita con mayor profundidad. Este apoyo desde los márgenes es la forma en que mucha gente quiere relacionarse con la revolución, por lo que queríamos investigar lo que impedía que la gente entrara a este movimiento. Algunas de las contradicciones que él planteó fueron que la gente temía un enfrentamiento con las fuerzas represivas del estado, que los jóvenes están metidos en muchas necedades y es difícil conseguir que se detengan, o hasta conseguir que nos escuchen.
Hemos estado trabajando cerca, así que hemos continuado visitando esta tienda, y este tipo ha hecho algunas cosas y contribuido algo para impulsar las cosas aunque todavía no se compromete plenamente a afiliarse al Club Revolución. Leímos con él los Seis Puntos de Atención para la Revolución y él compró una playera. Pidió que un cliente en la tienda “tomara posición con el pueblo” y asistiera a un venidero evento en el que se va a presentar un importante mensaje de la revolución, y compró El comunismo nuevo.
Hace poco, en la tienda, mientras luchábamos sobre si nos escuchara la gente que está metida en todas estas necedades por las cuales Chicago es tan conocido, él señaló a alguien que está metido en la vida pandillera y le pidió que se acercara. Nos dijo que este era una de esas “cabezas huecas” que no presta atención a lo que uno le dice. Le pidió que se acercara y le indicó un volante en la pared y le preguntó: “¿Qué piensas de esto?” La respuesta: “¿Revolución? No sé y no me importa para nada esa mierda”. El tipo con el que hablábamos nos hizo un gesto a manera de decir: “Adelante”.
Respondimos señalando que esto se trata de liberarse y le preguntamos si eso no era algo que él quería hacer. Se dio un largo intercambio en que salió que ambos tipos pensaban de la misma manera sobre las porquerías que sucedían: “Eso sería bueno, pero es tan difícil conseguir que la gente se una”. La persona con la que trabajábamos parecía más optimista después de este intercambio, en que en cierto punto contribuyó con la clarificación de que nosotros hablábamos de liberar a toda la gente, y no sólo a los negros, y nos quedamos en que él iba a ayudar a organizar unas reuniones con otras personas.
A los jóvenes que se han enredado en la violencia — NO “es tarde para ustedes”, pero deben entrarle a esta revolución o lo será.
El Club 20.05
En medio de las amenazas bélicas del régimen de Trump y Pence contra Corea del Norte — Los oprimidos no debemos luchar por el sistema que nos pisotea — Debemos luchar para derrocar ese sistema
El Club 20.05
Protesting 7th District pigstation for its crimes including arrest of 2 frm RC for bringing msg of rev 2 Good Friday pic.twitter.com/UKVkpydUiz
— revolution club chi (@revclubchi) May 12, 2017
(Vídeo en inglés)
Manifestación en frente de la Delegación 7: No dejaremos que nos hagan retroceder
El Club Revolución y sus partidarios protestaron en frente de la delegación de la policía del Distrito 7 en Englewood en contra del indignante arresto de dos miembros del Club Revolución en abril. En la protesta contra los arrestos hechos durante la Caminata por la Paz encabezada por la iglesia católica, en frente de la delegación del Distrito 7 —también conocida como el nido de abusadores, represores y asesinos—, entregamos un mensaje: no dejaremos que nos hagan retroceder de nuestra misión de organizar en la revolución a la juventud a la cual este sistema no les ofrece ningún futuro, y cada vez que la policía y otros secuaces de este sistema traten de suprimir a este movimiento, vamos a movilizar a más fuerzas para la revolución y fortalecernos a pesar de la represión. Además del mensaje pronunciado por uno de los líderes del Club Revolución que habían sido arrestados, dos ministros expresaron su aprecio y apoyo al Club Revolución, y denunciaron la historia de brutalidad y asesinato de ese distrito policial.
Marchamos unas cuadras hacia un cruce muy concurrido, ahí reuniéndonos para dar este mensaje a los vecinos y organizando un “mitin de agravios” en el que los que habían asistido en apoyo así como alguna gente que simplemente pasaba por ahí tomaron el micrófono. Varias personas dijeron que se necesita una revolución, con distintas ideas de lo que eso significa. Una persona dijo: “Necesitaremos una revolución para luchar contra las fuerzas superiores de este sistema que nos mantienen en un bache y sin poder actuar”. Otra persona empezó hablando de los barrios que están en ruinas en el Lado Sur y de la injusticia de esto. Dijo que necesitamos un cambio, una revolución, y de ahí continuó explayando toda la historia de este país, la esclavitud de los africanos, el genocidio de los pueblos indígenas, seguido del sistema de Jim Crow, y ahora la encarcelación en masa. Terminó diciendo que ya es hora para un cambio.
Cuando terminó la protesta, algunas personas nos acompañaron de regreso a la oficina del Club Revolución para pasar un rato y conversar sobre cómo organizar la marcha y mitin del 20 de mayo en South Shore, donde Carl Dix iba a dar un mensaje: “Para qué hay que vivir y morir, y para qué no”. Al principio todos conversaban en grupos diferentes sobre temas diferentes, hasta que los juntemos a todos para una conversación colectiva, la que fue un elemento clave de hacer nacer algo nuevo. Una gran controversia: la dirección, por qué es necesaria, qué tipo de dirección se necesita. Una persona mencionó Ocupa y dijo que no avanzaron porque no tenían un liderazgo. Hablamos de la importancia de la dirección, el papel de BA y de la dirección que él ha dado, y la necesidad de que la gente se adentrara a esto — pero más tarde concluimos que pudimos haberlo hecho mejor si les presentáramos el capítulo de Lo BAsico sobre la dirección y discutiéramos citas claves de ese capítulo. Hay muchas formas de conseguir que la gente se encuentre con BA, de modo que eso, sin cortes, establezca los términos.
Cuando todos nos reunimos en el grupo grande, un hombre veinteañero habló con pasión de cómo ve al club y su propio papel en todo esto. Dijo que no sólo había visto el Club Revolución en el Lado Sur sino en protestas en otras partes de la ciudad y que se siente como que el Club Revolución representa el camino adelante. Dijo que había escuchado repetidas veces a la gente hablar de los seis Puntos de Atención para la Revolución y quería saber qué eran. Alguien le dio una copia de los puntos y le preguntó si quería leerlos en voz alta. Lo hizo, los seis completos, con pausas para reflexionar y responder brevemente a lo que leía. Al terminar, dijo que para él los que más le llamaban la atención eran los Puntos 2 y 3. Con respecto al Punto 2, dijo fuertemente que las mujeres son oprimidas por todo el mundo y que es necesario luchar para acabar con esa opresión. Sobre el Punto 3, le llamaba la atención la visión de un mundo sin fronteras, que él describió como barreras artificiales con el propósito de mantener a la gente adentro así como afuera. Salió la fuerza de estos puntos como representación de un camino completamente diferente; los asistentes escuchaban muy absortos y parecía que algunos de ellos los escuchaban desde nuevos ángulos. Él dijo que quería pensar más sobre todos los puntos, pero habló poderosamente de la atracción que sentía hacia la revolución.