Trump da luz verde a la escalada de violencia policial y pone en la mira a las protestas contra el asesinato y terror policial
24 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
El 15 de mayo, Donald Trump habló ante la reunión anual de la policía para conmemorar a los muertos en el cumplimiento de su deber (el servicio conmemorativo anual nacional de policías) en Washington, D.C. Trump dio una escalofriante luz verde fascista a una escalada a nuevas alturas del terror policial y asesinato.
Durante décadas, bajo tanto los republicanos como los demócratas, la policía ha perseguido, insultado, acosado, golpeado, incluso torturado o asesinado a millones de personas — principalmente personas negras, latinas e indígenas. Este ha sido uno de los crímenes más escandalosos del presente sistema.
Aunque en general Barack Obama apoyó fuertemente a los cerdos policías asesinos de Estados Unidos, también habló a veces de “errores” o “problemas” con algunas prácticas policiales que necesitaban atención y reforma. Trump, sin embargo, no hizo mención alguna de ningún delito por parte de la policía — ni hablar de los crímenes enormes. En cambio, retrató a estos agentes armados de un sistema opresivo y esclavizante como “almas valientes de carácter dulce”.
Según Trump, los cerdos que asesinaron sin razón a Philando Castilla, Alton Sterling, Terence Crutcher y cientos más en 2016 son “héroes” que se convirtieron en policías “porque les importaban tan profundamente los inocentes e indefensos y olvidados”. Denunció los “ataques a nuestra policía” como “una mancha en el tejido mismo de nuestra sociedad”.
Aún más, Trump afirmó que la policía estaba bajo un creciente asalto violento, y echó la culpa a las protestas y denuncias contra los asesinatos policiales desenfrenados. “Estamos viviendo una época en la que nuestra policía ha sido objeto de la difamación y vilipendio injustos... y aún peor, la hostilidad y violencia.... También debemos poner fin a las imprudentes palabras de incitación que generan el peligro y la violencia”.
Esta es la realidad del “hecho alternativo” de Trump en su forma más racista y asesina. En primer lugar, es una mentira que la violencia contra la policía esté aumentando — el número de policías muertos en el cumplimiento del deber en 2016 fue inferior al promedio de los 10 años anteriores. El número de policías muertos por disparos, 63, es insignificante en comparación con el número de personas asesinadas por la policía el mismo año: 1.092.* De ellos, 169 no llevaban un arma, muchos otros no estaban amenazantes, y los asesinados eran desproporcionadamente personas negras, latinas e indígenas. Entonces, ¿quién libra la guerra contra quién?
Trump en efecto amenazó con criminalizar a quienes condenen, o simplemente critiquen, a la policía o que se nieguen a colaborar con ellos. Más tarde en el discurso ante la reunión de la policía, exigió: “Los ataques a nuestra policía deben terminar, y deben terminar ahora mismo” — y se refería a tanto ataques físicos directos como cualquier forma de protesta, resistencia o crítica.
Trump dejó en claro que estaba decidido a fortalecer a la policía mientras atacar a sus oponentes, prometiendo que siempre estaría con la policía, darles más “recursos” y promulgar nuevas medidas y leyes para “procesar los crímenes violentos contra las fuerzas del orden”. Señaló en particular Baltimore y Chicago, en nombre de detener la matanza entre los oprimidos, amenazando, “Mi administración está determinada —totalmente determinada— a restaurar la ley y el orden y la justicia para todos los estadounidenses, y vamos a hacerlo rápidamente”.
Tal glorificación de la policía, y la satanización de cualquiera que se oponga a ellos, es una parte central ideológica y política del programa fascista Trump y Pence. Es parte de reformar radicalmente las leyes y las normas sociales para soltar aún más las riendas a los agentes armados del sistema mientras condena, reprime e incluso proscribe la protesta en su contra.
Esto es extremadamente peligroso, y son los pasos iniciales en un programa fascista mucho más grande, potencialmente genocida. ¡Hay que detenerlo!
*Según la columna “The Counted” en theguardian.com. [regresa]
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