A un año de Charlottesville: No nos encontramos donde deberíamos estar

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Coco Das | Reimpreso de Daily Kos

El mitin de terror “Unir a la Derecha” de hace un año en Charlottesville debía haber sido el final del régimen de Trump y Pence. Nazis marchando por las calles coreando “Heil Trump”, escarnio genocida, violencia salvaje por las turbas supremacistas blancas, el asesinato de Heather Heyer... seguido por Trump culpando arrogantemente a ambos lados y describiendo a los fascistas portadores de antorchas “gente muy buena”, debía haber sido suficiente para condenar esto régimen al basurero de la historia. Lo que sucedió en Charlottesville era repugnante e intolerable, y tenía todo que ver con los supremacistas blancos en la Casa Blanca. Charlottesville puso de manifiesto claramente el alineamiento y la relación en que se refuerzan mutuamente el régimen en el poder y las violentas fuerzas vigilantes callejeras, los dos defendiendo la supremacía blanca como parte de la ideología cohesionadora de este vil fascismo estadounidense.

Ya, un año después, SE ATREVEN a reunirse de nuevo, esta vez frente a la Casa Blanca después de que les negaron un permiso en Charlottesville. Imagínense la crueldad de la sensación de que tienen el derecho a exigir que regresen al lugar donde una pandilla de supremacistas blancos asesinó a una mujer y persiguieron y golpearon a un hombre negro y amenazaron y aterrorizaron a muchos más — alegando que los supremacistas blancos son las verdaderas víctimas, poniendo las cosas patas arriba de manera verdaderamente fascista. Lo llaman un mitin de derechos civiles para blancos, pero deberíamos llamarlo lo que realmente es: una audaz vuelta de la victoria y una oportunidad de honrar a su presidente que los ha respaldado y les ha entregado tanto.

El año pasado, a muchos de nosotros nos dio asco ver lo que pasó en Charlottesville y tomamos acción; marchamos, celebramos vigilias con velas, y contraprotestábamos cada vez que estos grupos convocarían otro mitin. Las personas que se opusieron a estas flagrantes manifestaciones de fuerza hicieron mucho para negar a estos supremacistas blancos la legitimidad que querían. Pero no logramos hacer lo necesario. No expulsamos al régimen que envalentonó la reafirmación del terror de la supremacía blanca. No detuvimos al régimen que está moldeando rápidamente la sociedad estadounidense para que sea segura para los fascistas y totalmente fatal para todos los que pretenden subyugar y eliminar.

¿Qué siguió a Charlottesville? Las políticas de “Tolerancia Cero” en contra de los inmigrantes que constituyen limpieza étnica. El silenciar a los jugadores de la NFL que se hincan una rodilla en señal de protesta. Casi 5000 muertes prevenibles en Puerto Rico a raíz del huracán María. Una epidemia de pedir que la policía acosar a personas negras por simplemente existir en sitios tan variados como cafeterías, calles públicas, y salas comunes de residencias universitarias. La prohibición musulmana confirmada por el Tribunal Supremo. Y más racistas crímenes de odio contra personas de color.

Un año después del horror en Charlottesville, esto NO es donde deberíamos estar. A los golpeadores fascistas no se les debe permitir volver a aparecer en multitud, en ninguna parte, y tampoco se le debe permitir que este régimen fascista —con su cruel programa de supremacía blanca cristiana masculina estadounidense— continúe funcionando. No deberían tener la libertad de crear el mundo que desean, un mundo insoportable para la mayoría de la humanidad. Tenemos que unirnos por el mundo que queremos con la misma pasión, y tenemos que ganar.

El primer aniversario de Charlottesville debía ser un día de luto, no un día de hacer todo esto otra vez. Este fin de semana en Washington, DC, tenemos que detener a estos golpeadores fascistas callejeros, y mientras lo hacemos, si realmente queremos impedir que la supremacía blanca se fortalezca, construyamos el movimiento para hacer lo que realmente se necesita hacer. Únanse al plan y estrategia de Rechazar el Fascismo / RefuseFascism.org. No dejen de inundar las calles hasta que hayamos expulsado a Trump y a todo su régimen. Vale la pena salir de los canales normales para hacer esto. Nuestra recompensa será un futuro NO gobernado por lunáticos genocidas.

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Coco Das es colaboradora de Rechazar el Fascismo, una organización que moviliza a la gente para expulsar al régimen de Trump y Pence a través de un movimiento de protesta sostenida y no violenta. Su lema es “En nombre de la humanidad, nos negamos a aceptar a un Estados Unidos fascista”.

Corto, en inglés: “La línea directa de la Confederación a los fascistas de hoy”

Vea la película entera, en inglés, del discurso de Bob Avakian: “¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista. Un mundo mejor ES posible”

 

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