Maniobra “bajo el radar” hacia un Estados Unidos teocrático fascista cristiano
| revcom.us
En su discurso de 2017, El problema, la solución y los retos ante nosotros, Bob Avakian analiza la importancia y la naturaleza del “trato” que amarraron Donald Trump y los fascistas cristianos. Dijo:
Trump, creo que es justo decir, no pudiera haber ganado las elecciones si los fascistas cristianos no sólo hubieran — no sólo si se le hubieran opuesto, sino si no hubieran tenido entusiasmo por él…. Y estas fuerzas (como se sabe, Jerry Falwell, Jr. y todos estos otros tipos) no se pusieron en contra de él —incluso cuando salió la grabación de Hollywood Access en que Trump habla de agarrar coños— debido a lo que Trump representaba para estas fuerzas, y porque estas fuerzas reconocían: “Aquí está alguien que opera fuera de las reglas generales y de la manera que esto se hace en el ‘pantano de Washington’, quien sí cumplirá y dará resultados [como penalizar el aborto y suprimir a la gente gay]”…. Y Trump, por su parte, reconoció que si no lograra conseguir el apoyo de estas fuerzas, no iba a ser capaz de ganar….
Claro que Pence es un eje crítico de esta alianza, en esta unión entre lo que representa Trump… y los fascistas cristianos…. [L]as instituciones burguesas establecidas, … como la CNN, el Partido Demócrata y así sucesivamente, … siguen diciendo: “Él no puede hacer eso, no se hacen las cosas así”. Pero luego él lo hace porque no está jugando según esas reglas. No está trabajando en el marco de las normas tales como han existido. Va directamente contra ellas, precisamente como parte importante de lo que está haciendo.
La fuerza de esta alianza se ha intensificado como resultado de la actual indagatoria de juicio político de destitución que los demócratas emprendieron y que probablemente se vuelva más agudo, particularmente si el régimen logra consolidar completamente el fascismo como resultado de esta crisis. En un discurso del 11 de octubre, el procurador general William Barr —que se supone sea el máximo agente del orden público de Estados Unidos y como tal, un ejecutor imparcial de la Constitución— pisoteó la separación constitucional entre la iglesia y el estado. Barr dijo que el “secularismo” —o sea, una vez más lo que se supone que por mandato constitucional sea un principio básico de gobernanza en Estados Unidos— es la fuente de inmensos problemas sociales, mientras que “Los principios morales judeocristianos son … el manual de instrucciones de Dios para el mejor manejo del hombre y para el mejor funcionamiento de la sociedad humana”. (Vea “En una conferencia en Notre Dame, William Barr expone una pesadilla fascista cristiana” [en inglés], Coco Das, de Rechazar el Fascismo [RefuseFascism.org].)
No obstante, demasiada gente todavía no se está percatando de esto, o lo está negando. Es probable que a medida que se intensifique este conflicto, Trump confíe más en este sector de la sociedad, con aún más maniobras hacia una teocracia abierta (gobernar mediante religión).
“La ‘alianza impía’ entre Trump y los fascistas cristianos fundamentalistas”
“Los fascistas cristianos que ahora están en el poder”