Chicago:
Tras una semana de brutales ataques y arrestos por la policía, decenas de miles de personas se tomaron las calles

| revcom.us

 

Miles de manifestantes llenaron el centro de Chicago el 29 y 30 de mayo, el primer fin de semana tras el brutal asesinato policial de George Floyd. El sábado 30 por la noche la policía atacó a los manifestantes con saña, repartiendo porrazos y arrestando a grandes cantidades de personas. Después hubo escenas de saqueos a lo largo de la lujosa zona comercial, la “Magnífica Milla”, y en las comunidades de los oprimidos. La recién elegida alcaldesa demócrata, lesbiana y negra apretó severamente las clavijas. Ordenó un toque de queda de 9 pm a 6 am, mandó llamar a la Guardia Nacional y clausuró el centro completamente. Mandó a levantar los puentes, clausuró el transporte público en el centro, bloqueó las entradas a la autopista y calles, y en general todo lo cual hizo imposible que los manifestantes se reunieran en el corazón de la ciudad donde gente de todas las nacionalidades se junta en esta ciudad segregada.

Pero las protestas no pararon; en vez de masivas convergencias en el centro de personas de toda la ciudad, las protestas de miles de personas en algunos casos continuaron en los vecindarios por toda la ciudad, como las comunidades predominantemente negras de los Barrios Sur y Oeste de la ciudad, así como en las comunidades latinas y otras que son predominantemente blancas en el Barrio Norte y además en muchos suburbios. Al domingo 7 de junio habían arrestado a 3.000 manifestantes desde que empezaron las protestas.


Los manifestantes en el parque Union, Chicago, observan 8 minutos y 46 segundos de silencio, por el tiempo que el policía apretaba con su rodilla el cuello de George Floyd.

El sábado 6 de junio, una masiva multitud, la más grande a la fecha, de entre 20.000 y 30.000, se cuajó en el parque Union en el vecino Barrio Oeste de Chicago. La inmensa mayoría eran jóvenes de todas las nacionalidades, razas y géneros. Portaban pancartas caseras, muchas de ellas simplemente con inscripciones en trozos de cartón con consignas como: “La vida de los negros importa”, “Si no hay justicia, no habrá paz”, “Que se joda la policía”, “Desfinancien a la policía”, y unas que decían “El silencio de los blancos es violencia”, unos latinos portaban pancartas que expresaban solidaridad entre latinos y negros como respuesta a los recientes ataques contra los negros en las comunidades latinx.


El Club Revolución-Chicago marcha con 30 mil personas el 6 de junio en la protesta contra el asesinato de George Floyd. La manta dice: “¡No es posible reformar este sistema, hay que derrocarlo!”.

El Club Revolución y Rechazar el Fascismo se establecieron a la entrada al parque. Fue una hermosa escena al darles la bienvenida a los que llegaban. El Club tenía una manta grande con la consigna: “No es posible reformar al sistema, hay que derrocarlo”, y los miembros del Club uniformados repartieron miles de volantes y carteles (que proclamaban: “Decimos: Basta ya. Queremos revolución y nada menos” www.revcom.us), así como calcomanías, y una mesa con literatura. Rechazar el Fascismo tenía dos mantas, una de casi siste metros de largo decía “Trump-Pence Fuera Ya”. También repartieron letreros, volantes y calcomanías. La pieza de resistencia fue el grupo de diez tamboristas de Artistas Degenerados contra el Fascismo que mantuvo el ritmo e inspiró más lo que ya era una escena muy chida.


Rechazar el Fascismo carga la bandera “¡Trump-Pence FUERA YA!” en la marcha del 6 de junio.

No podíamos escuchar a los oradores, pero nos enteramos que el mitin se centraba en cosas de reformar las políticas. En cierto momento, todos, el Club Revolución, Rechazar el Fascismo y los tamboristas nos enrumbamos por la parte de atrás del parque, con una respuesta positiva de la multitud. Al concluir el mitin, las personas se lanzaron a la calle y marcharon varios kilómetros, ocupando todos los carriles en una masa inquebrantable que se extendía más de dos kilómetros. Fue una marcha muy animada y decidida. A lo largo de la marcha resonaban: “Si no hay justicia, no habrá paz, no a la policía racista” y “La vida de los negros importa”. El Club Revolución encabezó coros que la multitud acogió con entusiasmo. Entre los coros: “1, 2, 3, 4, Esclavitud, genocidio y guerra; 5, 6, 7, 8, Estados Unidos nunca ha tenido grandeza”, “¿Cómo salimos de este lío? ¡Revolución, y nada menos!” “¡Diga el nombre de él!” (y la multitud contestaba: “¡George Floyd!”), “¡Digan el nombrede ella!” (y la multitud contestaba: “¡Breonna Taylor!”), “Que se joda Donald Trump”, y otros. (Vea los videos en la cuenta de Twitter del Club Revolución.) En un cruce grande, la multitud se hincó en memoria de George Floyd. La marcha terminó en un enorme campo donde los miles se relajaron en el césped. El miembro del club que encabezó muchos de los coros, y que ha estado en el terreno en las protestas toda la semana, dijo que muchos se le acercaban y le preguntaban: “¿Cuándo es la próxima protesta?” El lunes 8 de junio levantaron el toque de queda y reabrieron el centro, pero a la fecha nadie ha convocado a una protesta en el centro. Hoy, el Club Revolución decidió lanzar una convocatoria a que la gente llenara el centro el sábado 13 a las 3 pm.

 

 

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