Lo que revelan y ocultan las afirmaciones de Donald Trump en relación al desempleo de los negros...

La realidad del racismo sistémico y el mercado laboral de Estados Unidos

Raymond Lotta

Actualizado el | revcom.us

 

Nota de la redacción: A la luz de las promesas y mentiras del racista genocida Donald Trump dirigidas al pueblo negro, lo siguiente sigue siendo relevante y una refutación de sus mentiras.

El racista-genocida Trump se ha alardeado de una economía que, bajo su supervisión, ha estado “funcionando bien” para los negros. En particular, señala un desempleo bajo récord de los negros antes de la pandemia y a la crisis económica de marzo-abril de 2020.

1) ¿Cuál es la verdadera realidad?

El desempleo sí bajó durante los años de Trump. El índice de desempleo de los trabajadores negros cayó a un mínimo de 50 años de 6,1 por ciento en 2019. Pero eso es sólo un lado del panorama. El otro lado, y el lado que Trump completa y conscientemente ignora, es que la desigualdad no ha cambiado. Este índice de desempleo del 6 por ciento fue el doble del de los trabajadores blancos. De hecho, el desempleo de los negros ha sido persistentemente el doble del nivel de los trabajadores blancos —una realidad económica definitoria para el pueblo negro bajo este sistema durante los últimos 50 años— a través de expansiones y recesiones económicas.

También notaremos que en los alardes de Trump, él nos lleva hasta la crisis de la Covid-19, y se detiene allí. De manera muy conveniente, porque cuando la pandemia azotó, y la economía entró en una profunda crisis, el desempleo general se disparó.

Trump hace caso omiso —¡no podía hacer menos!— del hecho de que los trabajadores negros han estado sufriendo severamente de dos maneras por la crisis económica pandémica. Por un lado, los trabajadores afroamericanos están concentrados en sectores como el comercio minorista y los servicios que se cerraron, lo que provocó una rápida pérdida de puestos de trabajo. Por otro lado, los trabajadores negros también están concentrados muy fuertemente en trabajos que han sido designados como “esenciales” o “en las primeras líneas” — como las tiendas de comestibles, el transporte público, los camioneros y los depósitos. Como resultado, los trabajadores negros se vieron obligados a exponerse desproporcionadamente al riesgo de contraer la Covid-19 y a propagarla a otras personas. Como en el caso de muchos trabajadores “en las primeras líneas”, este era el precio de tener posibilidades mantener de comida en la mesa para sus familias.

2) La recuperación económica de la última década y el funcionamiento del capitalismo

¿Por qué bajó el desempleo en los últimos pocos años antes de la pandemia? Por supuesto, no fue el resultado de algunas medidas especiales que se tomaban, o de la preocupación que mostraba el régimen de Trump, por la gente de color.

El panorama más amplio es que a partir de 2010 y hasta 2019, la economía de Estados Unidos se recuperó de la profunda recesión mundial de 2008-2009. Esta recuperación continuó durante el primer mandato de Trump... hasta el inicio de la pandemia en marzo-abril y una crisis económica sin precedentes. (Véase “A cuatro meses del inicio de la crisis mundial de salud y economía por la Covid-19…”).

Cuando la economía capitalista se expande, los dueños de las fábricas, las telecomunicaciones, los depósitos, las tiendas minoristas y otros sectores de la economía contratan a trabajadores: los contrata para explotarlos en su afán de conseguir ganancias para servir a la batalla competitiva entre los capitalistas para ganar mercados y aumentar ganancias. Cuando las condiciones para la producción rentable se deterioran, los trabajadores salen despedidos.

Aquí va una verdad básica sobre el capitalismo: los capitalistas tienen el derecho de explotar a los trabajadores, de contratarlos y despedirlos — aunque eso signifique que millones de personas pasen hambre. Fíjese que, bajo este sistema, no existe ningún derecho a comer.

3) La dura y escandalosa desigualdad detrás de las cifras del desempleo

La recuperación económica de 2010-2019 ha tenido efectos profundamente desiguales. Los trabajadores negros no sólo han sufrido un desempleo que está al doble del índice del de los trabajadores blancos... también tienen más probabilidades de estar desempleados que los trabajadores blancos a todas las edades y niveles de educación, incluso con títulos universitarios o avanzados. Por ejemplo, en 2019, el índice de desempleo de los egresados universitarios negros era un 50 por ciento más alto que el de los egresados universitarios blancos. Y cuando los trabajadores negros experimentan desempleo, están desempleados por más tiempo.

Podemos examinar más a fondo la desigualdad racial entre negros y blancos en el mercado laboral de Estados Unidos y sus consecuencias:

* Existe una persistente “brecha salarial” entre los trabajadores negros y blancos. En promedio, los trabajadores negros reciben 73 centavos por cada dólar que reciben los blancos. En realidad, esta brecha salarial se ha ampliado desde el año 2000.

* Los trabajos que los trabajadores negros tienen generalmente ofrecen menos prestaciones, como seguro médico y días pagados por enfermedad. Este es un factor importante que contribuye a la mayor incidencia de enfermedades crónicas entre los negros en relación con los blancos.

Esto nos lleva a otro rasgo definitorio de la economía de Estados Unidos. Esto es lo que se llama segregación ocupacional. Este es un término para describir la situación actual en la que los trabajadores negros están concentrados en trabajos y oficios menos seguros y que tienen menos representación en las profesiones con salarios más altos, en las que los ingresos han crecido más rápidamente.

* Así pues, existen desigualdades agudas y significativas en las oportunidades de empleo de los trabajadores negros y en los salarios que reciben. Esto contribuye a una persistente brecha racial en lo que se denominan ingresos familiares medios — un medio es una especie de promedio. En 2018, el ingreso familiar medio para los blancos era de 71.000 dólares frente a 42.000 dólares para los hogares negros — ¡lo que significa que el ingreso familiar medio de los blancos es un 70 por ciento más alto! Un gran efecto de esto es que los hogares negros no tienen posibilidades de acumular ahorros. Por lo tanto, cuando los trabajadores negros pierden sus trabajos —una vez más, a índices mucho más altos que los de los blancos—, sus familias u hogares, con menos ahorros de emergencia a los que recurrir, tienen mayores dificultades para hacer frente a circunstancias económicas y de salud extremas, como la pandemia.

* Debido a los índices más altos de desempleo entre los negros y a la discriminación laboral, los trabajadores negros tienen muchas menos probabilidades de tener más de un asalariado en el hogar. Así que cuando azota el desempleo, los efectos son mucho más devastadores para los hogares negros, porque hay menos posibilidades de que haya un segundo asalariado que supla los ingresos caídos. Y los hogares monoparentales encabezados por mujeres negras son mucho más comunes que entre las mujeres blancas.

Todas estas son formas diferentes en las que se manifiesta la desigualdad.

4) El índice oficial de desempleo no capta toda la realidad y el dolor del desempleo y el “subempleo” de los negros

El índice de desempleo estándar —lo que se ve en los medios de comunicación y lo que se escucha de los políticos— refleja el número de personas que no tienen trabajo y que buscan activamente un empleo. Es una medida limitada e incompleta de los niveles reales de desempleo y la calidad real de los trabajos que la gente tiene. Esta estadística estándar de desempleo enmascara los verdaderos niveles de desempleo y la angustia económica que los negros realmente enfrentan.

El índice oficial de desempleo pasa por alto dos fenómenos muy importantes que afectan especialmente a los negros.

* Primero, como se mencionó, el índice oficial de desempleo no incluye a los individuos que no están buscando trabajo activamente. Pero una mayor proporción de aspirantes a trabajadores entre los negros son trabajadores “desanimados”. Han dejado de buscar trabajo por períodos prolongados. Se “desconectan” de la economía formal y no se cuentan como desempleados en las estadísticas oficiales. ¿Por qué estos trabajadores han abandonado la fuerza laboral? Operan diferentes factores.

* Existen cambios en la economía que afectan negativamente a los trabajadores negros. Los trabajos manufactureros tienden a dejar Estados Unidos. Muchos de esos empleos eran una fuente de empleo relativamente estable y de ingresos dignos para sectores de trabajadores negros en ciudades como Chicago y Detroit. Millones de estos trabajos han desaparecido — debido a la automatización y la subcontratación del trabajo a México, China y otros países de baja paga. Esto ha creado una situación laboral mucho más inestable para los trabajadores negros, en que muchos entran y salen de trabajos mal pagados e irregulares... con el resultado de que un número significativo de ellos deja la fuerza laboral por lapsos de tiempo.

* Existe el horror y crimen de la encarcelación en masa para los negros, y sus consecuencias para el empleo. Como está bien documentado, los afroamericanos tienen más probabilidades de ser encarcelados después de un arresto que los blancos — y para los que ya han sido encarcelados les resulta mucho más difícil conseguir un empleo que en el caso de la población general. Los estudios muestran que tener “antecedentes penales” reduce en un 50% el número de llamadas telefónicas que hacen los empleadores en respuesta a una solicitud de trabajo. Y este número es mucho más bajo para los negros anteriormente encarcelados. Después de repetidos esfuerzos por encontrar trabajo, muchos de los ex encarcelados dejan de buscar empleo — y, por lo tanto, ya no forman parte del conteo oficial de desempleados. Cuando las personas anteriormente encarceladas sí amarren trabajos, estos tienden a ser los más inseguros y los peor pagados. Y exactamente debido a la inestabilidad de estos trabajos, las personas que entran y salen de estos trabajos a menudo dejan la fuerza laboral por completo, o entran en la economía subterránea de trabajo semi-legal.

* El segundo problema grande con el índice oficial de desempleo es que no capta el problema de lo que se llama subempleo en la economía de Estados Unidos. El subempleo se refiere al hecho de que una parte significativa de la población trabajadora activa se ve obligada a trabajar por horas o en trabajos eventuales — pero que realmente quieren trabajar a tiempo completo. Además, muchas personas trabajan en empleos que no reflejan las habilidades y el nivel educativo que han alcanzado... no pueden conseguir un empleo en el campo que han elegido.

Y, una vez más, se revela el racismo sistémico de esta economía capitalista-imperialista. En 2019, en un momento de expansión económica, el índice de subempleo de los negros era del 12 por ciento — es decir, 1 de cada 8 trabajadores, que es el doble del nivel del subempleo de los blancos. Consideren este hecho: casi el 40 por ciento de los trabajadores negros con un título universitario o avanzado que están empleados... están en un trabajo que no requiere un título universitario. Para decirlo de otra manera, están trabajando en empleos que no dan expresión a sus habilidades, creatividad y aspiraciones.

Si traducimos la jerga técnica a términos humanos y captamos la realidad del desempleo en todas sus manifestaciones en el mundo real, vemos un sistema, el capitalismo-imperialismo, que sólo puede funcionar mediante la explotación, que contrata y despide al servicio de las ganancias y que desperdicia y destruye el potencial humano.

5) A manera de conclusión

Mientras Donald Trump acelera su agenda fascista supremacista blanca — alabando los monumentos y la historia de la Confederación esclavista, azuzando a vigilantes justicieros blancos armados y enviando tropas paramilitares para aplastar el justo levantamiento prendido por la muerte de George Floyd—, se jacta descaradamente de una economía que está entregando grandes beneficios al pueblo negro. Eso es una mentira al servicio del genocidio.

 

Referencias selectas

Elise Gould y Valerie Wilson, Black workers face two of the most lethal preexisting conditions for coronavirus—racism and economic inequality (Economic Policy Institute, julio 2020)

Christian E. Weller, African Americans Face Systematic Obstacles to Getting Good Jobs (Center for American Progress, 5 de diciembre de 2019)

Ryan Nunn, Jana Parsons, Jay Shambaugh, Race and Underemployment in the U.S. Labor Market (Brookings Institute, 1º de agosto de 2019)

Tomaz Cajner, Tyler Radler, David Ratner e Ivan Vidangos, Racial Gaps in Labor Market Outcomes in the Last Four Decades and Over the Business Cycle (Board of Governors of the Federal Reserve System, 2017)

Lucius Couloute y Daniel Kopf, Out of Prison and Out of Work: Unemployment among formerly incarcerated people (Prison Policy Initiative, julio 2018)

Center for Economic and Policy Research, A Basic Demographic Profile of Workers in Frontline Industries (abril 2020)

Jhacova Williams y Valerie Wilson, Black workers endure persistent racial disparities in employment incomes (Brookings Institute, 27 de agosto de 2019)


Desempleados en cola. El desempleo de los negros persistentemente ha estado al doble del nivel de los trabajadores blancos, lo que ha sido una realidad definitoria para el pueblo negro bajo este sistema durante los últimos 50 años, a través de expansiones y contracciones económicas.

Lea las partes de la serie y descargue los carteles aquí.

 

 

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