“Las condiciones van en deterioro …
lo que sigue es absolutamente aterrador” —
La guerra intensificada tipo nazi del régimen de Trump contra los inmigrantes y los refugiados

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Sus historias son diferentes, pero lo mismo: Lucía Gómez y su hijo de ocho años Johan huyeron de Guerrero, México, después de que su esposo y su suegro fueron asesinados frente a ellos. Dejando un refrigerador lleno de comida, Carmen Vargas agarró a Christophe, de 13 años, y huyó de Honduras cuando un cártel de la droga mandó matarla y. Jacqueline Salgado y sus hijos viajaron hacia el norte desde el sur de México después de que su hermano fuera secuestrado y asesinado.

Se encuentran entre las decenas de miles de personas que arriesgan todo para mantener a sus hijos con vida y comida, con vivienda y educación. Están escapando de países cuyas economías y estructuras sociales han sido devastadas por las políticas económicas de Estados Unidos y por gobiernos opresores que a menudo les han sido impuestos mediante golpes de estado o guerras con el aval de Estados Unidos.

El gobierno de Estados Unidos nunca le ha dado la bienvenida, salvo a ser explotados como mano de obra barata. Obama rompió todos los récords de deportaciones. Pero ahora se enfrentan a algo diferente: una campaña implacable, asesina y multifacética para sellar las fronteras contra los nuevos inmigrantes (a menos que sean europeos blancos) y para desterrar a las personas que han estado en Estados Unidos durante décadas.

Este cruel embate al estilo nazi, que es una parte importante del programa de Trump de “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser blanco”, ha estado cobrando impulso durante cuatro años, y si este régimen permanece en el poder, está posicionado para dar saltos horrorosos.

A continuación se presentan algunos componentes de la campaña de limpieza étnica de Trump:

“Disuasión”: Robarse a los hijos de la gente; impeler a los inmigrantes a la muerte en el desierto

Frente a los horrores de los que huye la gente, la estrategia del régimen de Trump es “disuadir” la inmigración sometiendo a la gente a un terror aún peor.

Así era la política de Estados Unidos de separar a los hijos de sus padres, ¡incluso a los bebés que amamantaban! Un funcionario del Departamento de Justicia (DOJ) les dijo a los fiscales que “no importaba qué tan pequeños fueran los niños”, porque esto “crearía una disuasión más eficaz”. En 2017, al menos 5.000 niños fueron separados, puestos en jaulas y luego dispersados a hogares de acogida o centros de detención por todo Estados Unidos, sus padres a menudo fueron deportados. ¡Y ahora el gobierno admite que los padres de al menos 545 de estos niños aún no han sido localizados!

La política de Estados Unidos es de obligar a los inmigrantes a entrar en terrenos desérticos, acecharlos durante días mientras les azota el sol del desierto, destruir los jarrones de agua que les dejaron los grupos humanitarios y lanzar ataques armados contra los centros que brindan atención médica y refugio. Y está “funcionando”: las muertes se disparan. En tan solo una zona (un cruce remoto en Pima, Arizona) se recuperaron restos de 181 migrantes del desierto de Sonora en tan solo los primeros ocho meses de 2020. Al menos 47 personas también han muerto como resultado de encuentros con la Patrulla Fronteriza desde Trump entró en funciones, un 50 por ciento más que los cuatro años anteriores.


Este niño de dos años viajaba con sus padres desde México. En la imagen, espera con otras familias que fueron detenidas por la Patrulla Fronteriza cerca de McAllen, Texas. (Foto: AP)


Inmigrantes retenidos debajo de un puente, El Paso, Texas, abril 2019. Foto: @IGD_news

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Deportaciones sin el debido proceso; encarcelar inmigrantes u obligarlos a vivir en condiciones infrahumanas

“Permanecer en México”: Según la ley estadounidense, cualquier ciudadano extranjero en suelo estadounidense en un puerto de entrada oficial puede solicitar asilo (por temor a la violencia o persecución en su país de origen). Después de esa solicitud, no pueden ser deportados sin un proceso jurídico.

Para circunvenir esa ley, en 2018 el régimen instituyó “Permanecer en México” (oficialmente, “Protocolos de protección al migrante”), lo que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en México para sus audiencias. El régimen también instituyó una política (conocida como “metering” [dosificación]) de aceptar solo un goteo de solicitudes cada día, de modo que los refugiados tienen que esperar semanas o meses tan sólo para presentar una solicitud, y luego meses o años adicionales para que concluya el proceso jurídico. Al menos 60.000 personas han sido rechazadas y obligadas a esperar en miserables campos de refugiados en México.

El New York Times informó sobre una hacinada ciudad de tiendas de campaña, a veces inundada por aguas residuales, al otro lado del Río Bravo desde Brownsville, Texas. Seiscientas personas, que carecen de comida sana o agua potable y que son víctimas de bandas criminales, están varadas ahí. Nueve cadáveres han sido arrastrados a las orillas en los últimos dos meses, algunos de ellos asesinados por las pandillas, otros ahogados al tratar de nadar hacia Estados Unidos. “[C]rónicamente enfermos con virus similares a la gripe y males estomacales... con problemas respiratorios agravados por el aire polvoriento.... Muchos caminan por el campamento con los ojos enrojecidos, constantemente al borde de las lágrimas o en un estado de zombi”.

En el aislado pueblito de Sasabe, México, con una población de 2.500 habitantes, los activistas dicen: “Tenemos a cientos de personas hambrientas que la Patrulla Fronteriza estadounidense están botando en esta comunidad” (algunos han pasado semanas en el desierto). La pequeña oficina migratoria ahí casi no tiene recursos para ayudar. Los carteles de la droga dominan las zonas circundantes.

Las familias tienen que elegir entre vivir así, quizás durante años, y regresar a casa, posiblemente a una muerte violenta para sí mismos o sus hijos. Un activista de Sasabe resumió la situación así: “Las condiciones van en deterioro... lo que viene es absolutamente aterrador”.


En el aislado pueblito de Sasabe, México, con una población de 2.500 habitantes, los activistas dicen: “Tenemos a cientos de personas hambrientas que la Patrulla Fronteriza estadounidense están botando en esta comunidad” (algunos han pasado semanas en el desierto). Estos hombres fueron arrestados en Arizona y dejados en Sasabe el 21 de octubre (Foto: Toma de pantalla @Sandra Sanchez

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“Centros de detención”/campos de concentración en Estados Unidos

Al descartar la práctica anterior de Estados Unidos de poner en libertad a los inmigrantes acusados de carecer de un estatus legal debido a la espera de sus audiencias (a las que asistió la gran mayoría de ellos), el régimen de Trump y Pence comenzó a retener a inmigrantes indocumentados en “centros de detención” durante largos períodos.

Estos centros se parecen cada vez más a campos de concentración. Niños en jaulas heladas con las luces encendidas las 24 horas del día. Las “condiciones peligrosas e insalubres” en todo el sistema de detención, junto con la atención médica inadecuada, contribuyeron a desencadenar una epidemia de paperas que contagió a 700 personas y condujeron a varias muertes por influenza después de que las autoridades migratorias se negaran a vacunar a los detenidos.

Y las cosas se están empeorando. A medida que se propagaba el coronavirus, los funcionarios de salud pública suplicaron que el gobierno liberara a la mayoría de los detenidos (que no representaban una amenaza pública) de estos centros para impedir la creación de epicentros de Covid. El gobierno se negó a hacerlo y la pandemia se propagó ampliamente (con al menos 6.000 casos) entre los más de 40.000 detenidos.

Luego, en septiembre, una enfermera/denunciante en un centro de detención de Georgia informó que les estaban practicando histerectomías y otros procedimientos a algunas internas sin su consentimiento y/o conocimiento. Debido a la falta de fiscalización, nadie sabe realmente cuántas mujeres han sido sometidas a crímenes como este en los 200 centros de detención de inmigrantes en Estados Unidos.

Centro de Detención, Weslaco, Texas, 11 de junio de 2019. Foto: Oficina del Inspector General, Dpto. de Seguridad Nacional


El centro de detención de Ursula, McAllen, Texas, junio de 2018. Foto: Aduanas y Patrulla Fronteriza de Estados Unidos/PAP/EPA.

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Acuerdos de cooperación de asilo

Iniciados en 2019 (y luego suspendidos unos meses después durante la epidemia de la Covid), los acuerdos cooperativos de asilo eran acuerdos con múltiples gobiernos que estipulaban que las personas que huían de El Salvador u Honduras debieran hacer sus solicitudes en Guatemala para conseguir asilo en Estados Unidos. Si ya se encuentran en Estados Unidos, serían trasladados por avión, sin ningún proceso debido, a Guatemala. En los primeros meses, el 97 por ciento de las personas enviadas a Guatemala fueron deportadas rápidamente a sus países de origen; este proceso se conoció como “deportación con escala”.

Y ahora, para colmo, los agentes de Seguridad Nacional de Estados Unidos están operando dentro de Guatemala, capturando a migrantes, incluso niños, provenientes de Honduras y llevándolos de regreso al otro lado de la frontera. ¡Así que Estados Unidos ahora está tratando la frontera entre Honduras y Guatemala como la “frontera sur” de Estados Unidos!

El 23 de octubre, Stephen Miller, uno de los altos asesores de Trump en la Casa Blanca y el arquitecto de la política migratoria de Trump y Pence, le dijo a la Associated Press que quería ampliar estos acuerdos a Asia y África; el claro objetivo es practicar “una limpieza” en Estados Unidos a todos los inmigrantes de tez oscura.

Immigrants from Mexico seeking asylum are turned back at the U.S.-Mexico border.
Los inmigrantes provenientes de México que solicitan asilo son rechazados en la frontera entre Estados Unidos y México. Foto: AP

Los solicitantes de asilo usan máscaras en una audiencia obligatoria de la corte migratoria en El Paso, 16 de marzo. Foto: AP

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Expulsiones por la Covid

En abril, la Patrulla Fronteriza comenzó a expulsar a un gran número de inmigrantes —sin audiencias, sin un examen serio de su estado jurídico y sin pruebas de Covid— en concordancia con el Título 42 del Código de Estados Unidos, para “impedir la propagación de enfermedades transmisibles”. Como si Estados Unidos, el epicentro de la pandemia mundial, recibiera la enfermedad desde México (país que en ese momento tenía una tasa de infección mucho menor). A veces, estas deportaciones tardan tan sólo unas horas. Más de 147.000 inmigrantes han sido expulsados de esta forma.


Los deportados guatemaltecos con niños son recibidos por funcionarios migratorios en el Aeropuerto Internacional La Aurora en la Ciudad de Guatemala, el 12 de marzo. Hugo Monroy, el ministro de salud de Guatemala, dijo que en un vuelo desde Estados Unidos el 75% de los pasajeros dieron positivo por Covid-19 al aterrizar. Foto: AP

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La aceleración de los ataques a los inmigrantes en Estados Unidos

El régimen también está acelerando los ataques a los inmigrantes en Estados Unidos, a fin de deportar a las personas que han estado en Estados Unidos durante décadas, entre ellas muchas personas con estatus legal

  • Aceleradas redadas del ICE: Alicia Flores González, madre soltera de cuatro hijos, estaba dejando a su hija en la guardería de camino al trabajo, cuando fue rodeada a punta de pistola por seis agentes del ICE, engrilletada y en cosa de 24 horas deportada a México. Ella llevaba 27 años viviendo en Estados Unidos. Su único “crimen”: estar indocumentada. Desde julio en importantes vecindarios de inmigrantes, los agentes han estado acechando, apresando y deportando a personas, al menos 2.000 hasta ahora, quienes en su mayoría han establecido trabajos y familias en Estados Unidos. El ICE dice que están sacando a “criminales peligrosos” de las calles, pero el Baltimore Sun informa que “el análisis de la totalidad de los datos del propio gobierno muestra que la administración está arrestando a grandes cantidades de inmigrantes cuyos delitos son menores o que no han cometido ningún delito. Son más fáciles de localizar y expulsar precisamente porque no están tratando de evadir a los agentes del orden público”.

    Estas redadas apuntan especialmente a las ciudades santuario (como Los Ángeles), donde los gobiernos municipales tienen una cooperación limitada entre las autoridades municipales y las operaciones del ICE/Patrulla Fronteriza. Stephen Miller (en su entrevista con la Associated Press) dijo que el gobierno usaría “todo su poder, recursos y autoridad” para llevar a cabo una ofensiva más amplia contra la gente en estas jurisdicciones si Trump permanece en el poder.
  • Aplicación de la regla de carga pública para bloquear a los inmigrantes pobres de Estados Unidos. Esta es una disposición de la ley migratoria que dice que las personas que quizá sean una carga económica para la sociedad (por ejemplo, personas con enfermedades crónicas graves) no pueden obtener la ciudadanía u otro estatus legal permanente. Para empezar, es una regla horriblemente cruel, pero ahora el régimen de Trump la está aplicando para bloquear a la mayoría de los inmigrantes pobres. Según la interpretación del régimen, la que ha permitido (al menos hasta ahora) la Corte Suprema de Estados Unidos y que cuenta con el respaldo de la nueva nominada de Trump, Amy Coney Barrett, cualquiera que atraviese una mala racha y necesite ayuda podría considerarse una “carga pública”. Por ejemplo, si alguien pierde su trabajo y recibe cupones de alimentos, asistencia en efectivo y apoyo para el alquiler durante cuatro meses (dentro de un período de tres años) — pues eso sería “descalificante”.


Agentes migratorios federales montaron redadas en varias plantas procesadoras de alimentos en 2019, Misisipí. (Foto: AP/Rogelio V. Solis)

No Más Muertes @NoMasMuertes: ACTUALIZACIÓN — Al atardecer de anoche, en un asalto de estilo militar, la Patrulla Fronteriza allanó nuestro campo de ayuda humanitaria, persiguió y arrestó a más de 30 personas que estaban recibiendo atención y detuvo a todos los trabajadores humanitarios, cuyos teléfonos fueron confiscados junto con todo video de la redada.

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Todas estas medidas y políticas, y muchas más las que no nos examinado, constituyen una limpieza étnica descarada, que van totalmente de la mano de la declaración de Trump de que no quería a los inmigrantes de los “países pozos de mierda” como Haití o “África”. Ya están causando sufrimiento y muerte generalizados entre millones de personas desesperadas, y si Trump permanece en el poder, ellos ya nos han dicho que las cosas se empeorarán mucho. Stephen Miller dice que las redadas del ICE se intensificarán, las ciudades santuario serán el objetivo, los acuerdos cooperativos de asilo se ampliarán por todo el mundo.

Y como la Associated Press señaló, Trump “ha tanteado abiertamente la posibilidad de derogar el derecho constitucional a la ciudadanía para toda persona nacida en Estados Unidos”, lo que pondría en duda la ciudadanía de millones de personas que nacieron en Estados Unidos. 

 

 

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