Tormenta invernal arrasa llanuras sureñas de Estados Unidos:

El mortífero frío del sistema capitalista

De un lector

| revcom.us

 

El domingo 14 de febrero, después de que una tormenta invernal inusualmente severa arrastrara una ráfaga de aire gélido, nieve y lluvia helada hacia las llanuras sureñas de Estados Unidos, María Elisa Pineda sacó a Cristian, su hijo de 11 años de edad, de su casa móvil en Conroe, Texas, un poco al norte de Houston. Dos años antes, habían llegado a Estados Unidos desde Honduras, y ésta era la primera vez que Cristian experimentaba la nieve. María Pineda tomó imágenes de Cristian retozando y deslizándose en la nieve. A las 11 de la noche, Cristian se fue a la cama que compartía con su hermano menor. La energía eléctrica y la calefacción que ésta suministraba se habían cortado horas antes, y la temperatura en el interior cayó a menos de 10ºF ó -12ºC. Hacia las 2 de la madrugada, María Pineda fue a ver cómo estaban los dos niños, pero descubrió la horrible realidad de que Cristian, que había estado sano toda su corta vida y no se había quejado del frío, estaba muerto, probablemente de hipotermia.

Grandes sufrimientos, actos de cooperación y compasión

El sufrimiento humano ha sido intenso y enorme a lo largo de la crisis desencadenada por esta ráfaga invernal que azotó a Texas y otros estados vecinos, y continuará durante semanas y meses. Al cierre de esta edición, decenas de personas han muerto tan sólo en Texas, y muchas en otros estados, mientras la tormenta arrasaba el noreste. Millones de personas no contaban con electricidad ni calefacción durante días, y millones siguen sin agua. La gente ha muerto por envenenamiento con monóxido de carbono al intentar calentar sus casas con estufas de gas. La gente se ha caído por el hielo, ha muerto en accidentes automovilísticos, se ha resbalado y se ha roto el cráneo. Otros han muerto en incendios en sus hogares. Una mujer de 86 años murió congelada en el patio de atrás de su casa en Abilene, donde su hija encontró su cadáver. Lina Hidalgo, la máxima responsable del condado de Harris, donde se encuentra Houston, declaró el 19 de febrero que había “más de 600” casos de monóxido de carbono, “y aún se siguen contando” en el condado.

Un número incalculable de casas, departamentos, negocios, escuelas y otros edificios han resultado dañados por las inundaciones. Los hospitales de varias ciudades tuvieron que cerrar abruptamente y trasladar a los pacientes cuando se fue la luz y el agua. Según el Consejo de Seguros de Texas, los daños causados por la rotura de las tuberías de agua “no se parecerán a ningún otro acontecimiento que haya vivido el estado”. De la noche a la mañana, los restaurantes cerraron, se formaron largas colas en las gasolineras que quedaban abiertas y en las tiendas de comestibles se agotaron las mercancías.

Miles y miles de personas hicieron todo lo posible para ayudar a sus vecinos, compañeros de trabajo y desconocidos, llevando comida, agua y mantas a las personas de tercera edad varadas en sus casas y a las personas sin hogar; rescatando a personas en vehículos atascados en el hielo y la nieve; llevando a la gente a lugares que se habían convertido en improvisados “centros de calentamiento”. Celebridades como las cantantes Beyoncé y Solange y los atletas Alex Bregman y John Wall organizaron y contribuyeron a los esfuerzos para suministrar artículos de primera necesidad a las personas necesitadas. La estrella de música country Kacey Musgraves sacó una camiseta en la que criticaba duro a Ted Cruz, un senador fascista cristiano de Texas, por su publicitada escapada a un lujoso complejo turístico en México mientras azotaba esta crisis, y luego dijo que todos los ingresos de las ventas se destinarían a “apoyar directamente a los texanos afectados por la tormenta y también a los inmigrantes sin hogar que buscan refugio y comida”

La “capital energética” del mundo (capitalista-imperialista)

Texas produce más electricidad que cualquier otro estado de Estados Unidos, más del doble que el siguiente estado más cercano. Un grupo regional de líderes empresariales llamado “Greater Houston Partnership” se jacta de que la ciudad es la “Capital Mundial de la Energía... la sede y la capital intelectual de prácticamente todos los segmentos de la industria energética, inclusive la exploración, la producción, la transmisión, la comercialización, el suministro y la tecnología”.

El capitalismo está impulsado por un afán interminable en el que los diferentes capitalistas y bloques de capitalistas se compiten entre sí para maximizar sus ganancias, sin tener en cuenta las necesidades de las masas de la humanidad y el estado del medio ambiente. Y cuando las temperaturas gélidas cubrieron el estado, la masiva tecnología e instalaciones que se extienden cientos de kilómetros desde el golfo de México hasta las llanuras y montañas del oeste de Texas operaban de forma intermitente o no operaron en absoluto1. Los habitantes de Houston y de casi todo el estado pasaron días tiritando en la oscuridad, en intentos desesperados, a veces mortales, de conseguir algo de calor.

Los factores propios de Texas y de la producción de energéticos también contribuyeron a esta crisis. Mientras que el resto de Estados Unidos continental se encuentra en una de las dos redes energéticas, al este o al oeste de las Montañas Rocosas, Texas tiene la suya propia. Este es un legado de la historia secesionista y antifederal de Texas que nunca se ha extinguido entre sus reaccionarios dirigentes políticos, demócratas y republicanos. Mientras millones de personas en el estado se congelaban y muchas morían, Rick Perry, un fascista cristiano ex gobernador de Texas y secretario de Energía del régimen de Trump y Pence, fue citado haciendo la estúpida declaración de que “los texanos estarían sin electricidad por más de tres días para mantener al gobierno federal fuera de sus asuntos.”

“La desregulación” de la industria de energía eléctrica, que se inició en 1992, tenía supuestamente la intención de “realzar la competencia” entre los productores de energía, y reducir los precios para los consumidores. Pero la eliminación de gran parte de la supervisión federal incentivó a las empresas energéticas a recortar gastos en su afán de maximizar ganancias y aventajarse a sus competidores. Esta es una de las principales razones por las que los propietarios de la red eléctrica de Texas y sus proveedores de energía no tomaron medidas contra los efectos del invierno para sus equipos, a pesar de la experiencia de una helada en 2011 y de las recomendaciones de que lo hicieran. Tom Smith, ex director de un grupo de defensa de los consumidores que había defendido los cambios en 2011, dijo esta semana: “En lugar de tomar cualquier acción reguladora, terminamos obteniendo directrices que no se podían ejecutar y en gran medida fueron ignoradas en la prisa [de las compañías eléctricas] de conseguir ganancias”.

Un sistema criminal, y una salida

La tormenta que causó estragos en Texas no fue un “desastre natural”. Fue un acontecimiento meteorológico extremo que se predijo con mucha antelación, sobre la base de la ciencia. Cuando su impacto se hizo evidente, los abismos de desigualdad entre ricos y pobres, y la opresión de los negros y latinos incrustados en este sistema, salieron a la luz, aunque fuera brevemente (véase el recuadro acompañante). El impacto de la tormenta fue catastrófico porque este sistema es incapaz de satisfacer las necesidades de la gente, en todo el mundo y en Estados Unidos, y porque el poder estatal está en manos de la burguesía imperialista.

Millones de personas en Texas están justamente furiosas con los fascistas gobernantes como Ted Cruz, el gobernador Greg Abbott, el vicegobernador Dan Patrick, Rick Perry y los de su calaña. No sólo por su oposición a llevar a cabo incluso las funciones más mínimas del funcionamiento de una sociedad, sino por su desprecio desalmado por la gente.

Pero hay una apremiante necesidad de ir más a fondo. Los fascistas cristianos lunáticos, beligerantes y anticiencia que dominan el gobierno estatal de Texas son productos y representantes de un sistema: el sistema del capitalismo-imperialismo. Bob Avakian (BA), en su Declaración de Año Nuevo, Un año nuevo, la necesidad urgente de un mundo radicalmente nuevo — Para la emancipación de toda la humanidad, poner al descubierto aguda y científicamente la manera en que el Partido Demócrata representa este mismo sistema. Las formas de gobierno tanto de los demócratas como de los republi-fascistas implican, como escribe BA, “la imposición de la explotación y opresión a las masas de personas en Estados Unidos y por todo el mundo (incluidos los más de 150 millones de niños en el tercer mundo cruelmente superexplotados en maquiladoras y minas)”.

En aras de los intereses de la humanidad y del planeta, urge derrocar este sistema urgentemente mediante una revolución real.


1. El artículo de Bob Avakian, “‘Convertirse previamente en capital’... y poner fin al capitalismo”, ofrece un análisis integralmente científico de lo que impulsa las inversiones capitalistas, y por qué nunca podrán satisfacer las necesidades de la humanidad. [volver]

 

Cristian, 11-years-old, diesCristian Pavón, 11, de Honduras, murió mientras dormía en Conroe, hacia el norte de Houston, durante la severa tormenta invernal que azotó las llanuras sureñas de Estados Unidos.

Water pipes burst; people fill water bottlesSe reventaron las tuberías de agua y no hay electricidad. La gente llena garrafones con agua potable. Algunas personas derriten nieve como fuente de agua. (Foto: AP)

pastor invites homeless to warming shelterMillones de personas soportan el frío récord en Texas sin electricidad. El pastor Rogers invita a la gente a su centro con calefacción, 16 de febrero, San Antonio. (Foto: AP)

Bob Avakian: “No se les puede encomendar el planeta”

Un corto de Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es, una charla filmada de Bob Avakian, 2003. Vea la charla entera en revolutiontalk.net.

 

 

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