De un lector en Europa:

¡Alto a la violencia contra las mujeres! ¡Desencadenar la furia de la mujer como una fuerza poderosa para la revolución!

| revcom.us

 

El brutal asesinato de una joven ha prendido un estallido de protesta en el Reino Unido contra la violencia de la cual son objeto las mujeres. Sarah Everard, 33, caminaba a casa de la residencia de un amigo o amiga en el sur de Londres por la tarde del 3 de marzo cuando desapareció. Su cuerpo fue hallado unos días más tarde, y unos días después de eso, un miembro de una unidad policial de élite que protege a diplomáticos y parlamentarios fue arrestado y acusado de raptarla y asesinarla.

El asesinato de Sarah tocó una fibra sensible de rabia y resentimiento contra la condición de las mujeres en la sociedad británica que se apoderó del debate público. ¿Qué tipo de sociedad es ésta en la que las mujeres tienen que temer por su vida simplemente por caminar por la calle? ¿Qué tan ultrajante fue la respuesta inicial de la policía, al decirles a las mujeres que se quedaran en casa, como si el problema fuera ellas, y no la violencia masculina? Un llamado para una vigilia por la noche del sábado 13 de marzo, en Clapham Common, cerca de donde Sarah desapareció, resonó con esos sentimientos profundos, y dentro de 24 horas, se anunciaron vigilias en docenas de ciudades por todo el país, con miles de personas apuntadas para asistir.

La policía, en vez de cooperar con los organizadores para buscar algún modo para celebrar las vigilias de manera segura, las prohibió de plano, una maniobra que contó con el aval del Tribunal Supremo británico. Esta prohibición solamente fortaleció la determinación de muchas mujeres de estar presentes, rechazando el silenciamiento, varios miles de mujeres y cientos de hombres, casi todos con mascarilla puesta, se presentaron en Clapham Common a las 6 de la tarde. Fue palpable el dolor y la rabia, al sonar los coros: “¡Digan su nombre — Sarah Everard!”, “¡¿Cuántas más, cuántas mujeres más?!” y simplemente “97%”, en referencia al porcentaje de mujeres jóvenes que han sido objeto del acoso sexual, según una encuesta reciente de ONU Mujeres RU. Muchos trajeron flores y velas.

Y luego la policía atacó. Un escuadrón de policías irrumpió en el quiosco donde los organizadores hablaban al público, se apoderaron de sus megáfonos y mantas, y arrestaron a varias personas. Fotos de una joven tirada al suelo con un policía arrodillado en su espalda se viralizaron, y se publicaron en primera plana en los medios principales al día siguiente. La multitud estalló con indignación: “¡Policías a casa, déjennos en paz!”, “¡Ustedes son el problema!”, “¡Arresten a los suyos!” — y, haciendo eco a las protestas del verano de 2020 contra la brutalidad policial contra los negros, “Sin justicia, no habrá paz”.

Volaron el volante que citaba al análisis crítico de Bob Avakian de que:

La cuestión general de la posición y el papel de la mujer en la sociedad se presenta cada día más agudamente en las extremas circunstancias de hoy — esto es un polvorín en Estados Unidos hoy. No se puede concebir la resolución de todo esto salvo de la manera más radical y mediante formas extremadamente violentas. La cuestión que pende es: ¿será una resolución radical reaccionaria o una resolución radical revolucionaria, implicará reforzar las cadenas de esclavitud o destruir los eslabones más decisivos de esas cadenas y abrir la posibilidad de realizar la eliminación completa de todas las formas de dicha esclavitud?

Los organizadores de la vigilia, Reclamar Estas Calles, publicaron una declaración el domingo por la mañana que denunció los ataques policiales, y señaló el ultraje concentrado en la foto del maltrato a las mujeres jóvenes por los policías en una protesta contra la violencia masculina. Políticos prominentes exigieron la renuncia de la jefa de la policía metropolitana de Londres, Cressida Dick. Los ejecutores de un sistema capitalista-imperialista han contraatacado con tal de defender un pilar de las relaciones dominantes en la sociedad, un orden patriarcal en el cual la mitad de la humanidad está subordinada a la otra mitad… pero la furia que hierve justo bajo la superficie se está desbordando.


Sarah Everard

Bob Avakian, ¿Y qué tal si el mundo no tuviera que ser así? (vídeo en inglés)


Vigilia por la noche del sábado 13 de marzo, en Clapham Commons, Londres, cerca de donde Sarah Everard desapareció.

 

 

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