Pronunciamiento del inicio del Movimiento Nuevo Comunista de Afganistán

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Nota de la redacción: Recibimos el siguiente pronunciamiento del Movimiento Nuevo Comunista en Afganistán (JKNA / MNCA) con fecha de agosto de 2021. Este es un pronunciamiento inspirador para un polo emancipador muy necesario, que es un avance muy positivo. Lo estamos posteando para compartir con nuestros lectores y ponerlo a disposición de todos aquellos que quieran que esto se conozca de manera más amplia, incluidos todos los que están horrorizados por la situación en Afganistán ahora. Esta es una traducción no oficial al español realizada por traductores de revcom.us, y hemos tratado de hacerla de la manera más acertada que sea posible, manteniendo la integridad del pronunciamiento original. Nos responsabilizamos de cualquier falta de claridad o errores en la traducción. Hemos agregado algunas notas explicativas e inserciones en el texto para facilitar el acceso a un público más amplio. La versión original en persa de la declaración está disponible en línea aquí y en formato pdf aquí.

Qué es JKNA 1
El JKNA (Movimiento Nuevo Comunista de Afganistán) es un núcleo iniciador — un grupo de hombres y mujeres comunistas revolucionarios que no podemos soportar lo feo y lo criminal que es el mundo actual. Nos hemos reunido para alzar nuestras voces, para decir primeramente: “¡No! Este mundo no es digno de ningún ser humano”:

  • ¡Un mundo de mil millones de personas hambrientas, privadas del derecho de comer, y miles de millones de personas que viven en la pobreza, el desempleo y la ruina! ¡El mundo de mis hijos y de los de ustedes, condenados a la esclavitud y al trabajo forzado, en vez de la felicidad, el estudio y los juegos! El mundo de unos cuantos miles de capitalistas que reinan sobre miles de millones de personas en la Tierra.
  • Un mundo de cientos de millones de personas desplazadas, convertidas en refugiados eternos que rondan por los caminos, las fronteras y los márgenes de la sociedad; un mundo de niños temerosos de los bombardeos y fuego de artillería; un mundo de caminar por campos minados, y donde solamente se encuentran las risas en fotos y en lo más hondo del corazón de las personas;
  • ¡Un mundo de ocupantes, señores de guerra y comandantes con estandartes imperialistas y religiosos!
  • Una manera opresiva de vivir por todo el mundo que reina sobre cientos de millones de mujeres; golpeadas en los rincones de sus hogares, asesinadas en las plazas de lapidación (donde se castiga públicamente a las personas), violadas en la oscuridad y prostituidas en zonas rojas; un mundo de hermosas compañeras atrapadas debajo de burkas y chadores e hiyabs; un mundo donde degradan en todas partes a lesbianas, gays y transexuales; ¡un mundo de supremacía patriarcal, de violadores y sexistas!
  • Un mundo donde supremacistas, racistas, chovinistas y fascistas dominan a otras naciones, etnias, idiomas y culturas; un mundo donde imponen las creencias preferidas de religiones y sectas a otras; ¡un mundo donde se gasta más dinero en Guantánamo y Pul-e-Charkhi (el Guantánamo de Afganistán) que en hospitales, bibliotecas y cines!
  • Un mundo donde los sonidos del takfir2 y la religiosidad de las mezquitas, iglesias, monasterios y templos son más recios que el canto regocijante de instrumentos musicales, cantantes y artistas; un mundo que está librando la yihad3.
  • Un mundo que está librando una yihad para destruir el medio ambiente y no se preocupa por la tierra, las aldeas, los mares, las llanuras y los tulipanes, y ¡no se detendrá hasta que los destruya!

¡Este es el mundo del capitalismo dividido en clases explotadoras y explotadas, el mundo del imperialismo y el islamismo!*

¿Qué quiere el JKNA?

El JKNA (Movimiento Nuevo Comunista de Afganistán/MNCA) es nuestro grupo pequeño pero determinado. Es una organización de comunistas revolucionarios que nos paramos hombro a hombro para alzar nuestras voces contra todo sufrimiento y destrucción; y gritamos que ¡no podemos tolerar un mundo así! Soñamos con un mundo completamente diferente: “un mundo donde el florecimiento de cada individuo es la condición para el florecimiento de todos”; un mundo en que cada ser humano da la mano a otros seres humanos, y las diferencias entre las ideas y deseos de las personas no son pretextos para la discriminación, el derramamiento de sangre y la opresión sino una expresión de belleza, diversidad y coexistencia. ¡El mundo que necesita, más que nunca, la “Revolución comunista, y nada menos”!

Construir una sociedad así y un mundo así no es solamente nuestro sueño. Es más alcanzable, posible y real que nunca antes en la historia humana. Esto es un hecho científico y comprobable. El comunismo es el entendimiento, método y enfoque científico capaz de conocer el mundo y la sociedad humana. Es capaz de demostrar el funcionamiento y el metabolismo de esta clase [proletaria internacional] que la sociedad capitalista ha dado a la humanidad para crear la posibilidad y el potencial de una sociedad diferente y mejor, de las cenizas de esta sociedad capitalista de horrores y opresión de categoría mundial.

La ciencia del comunismo (marxismo) nos demuestra que los ocho y medio mil millones de habitantes de nuestro planeta producen y realizan colectiva y socialmente toda la riqueza, conocimiento, civilización, y las cosas que necesitamos los seres humanos para vivir. Pero, dentro del marco de la sociedad de clases, la sociedad y el mundo están organizados de tal manera que menos de un por ciento de los seres humanos —los capitalistas, los terratenientes grandes y los gobiernos que apoyan sus intereses— se apropian la riqueza producida, para explotar, oprimir e imponer su discriminación y represión al resto de los pueblos del mundo.

La contradicción fundamental del modo de producción capitalista, la contradicción de la “producción social y la apropiación privada”, ha conducido subsecuentemente a la discriminación, la explotación, las crisis y las guerras en la sociedad humana. Y hoy, la Tierra misma enfrenta el peligro de extinción. ¿En qué parte del mundo ha sido posible que los gobiernos capitalistas reformen estos sistemas? No lo han hecho porque no pueden hacerlo. Estas son contradicciones inherentes y dinámicas internas del sistema capitalista. Este sistema es inherentemente inhumano y en crisis.

Pero Marx y el marxismo demostraron que este sistema capitalista, al mismo tiempo que crea pobreza, guerras y miseria para la mayoría de la gente del mundo, también engendra la base y la posibilidad de establecer un nuevo sistema de producción social: la sociedad comunista y la sociedad socialista (que es la sociedad en transición al comunismo a nivel mundial). El marxismo ha demostrado científicamente que esto no es un resultado espontáneo ni inevitable al cien por ciento, sino una verdadera posibilidad, un resultado potencial en la historia y la sociedad. No obstante, es necesario activar al elemento humano.

Para realizar esta posibilidad y pasar del viejo mundo al nuevo mundo, hace falta una revolución comunista: una revolución política que, con el levantamiento del proletariado bajo la dirección de su partido comunista de vanguardia, allana el camino para cambios económicos, sociales y políticos a nivel macro y fundamentales. Esta revolución se requiere de la presencia, la actividad, y los esfuerzos de las masas conscientes del pueblo. Es vital que se identifiquen los obstáculos, contradicciones y problemas a fin de encontrar una manera de solucionarlos, por medios científicos y la línea política e ideológica del comunismo.

Las masas del pueblo necesitan la ciencia del comunismo y la estrategia de la revolución comunista y el programa de un partido nuevo comunista a fin de destruir el viejo mundo y avanzar por el rumbo de construir un mundo nuevo. Hemos forjado un grupo núcleo de comunistas revolucionarios en torno al JKNA/MNCA. Estamos en el proceso de forjar un partido para llevar a cabo una revolución en Afganistán con un entendimiento de la geografía política concreta del país. ¡Avancémonos!

El falso comunismo y el movimiento comunista nuevo

Hay que rescatar y resucitar la palabra “comunismo” en Afganistán. Han transcurrido 43 años desde que un grupo de capitalistas burocráticos afiliados con el imperialismo ruso llevaron a cabo el golpe de estado del 27 de mayo de 1978. Luego, con la ayuda del ejército soviético de ocupación en 1979, fueron derrocados los remanentes del gobierno semicolonial y semifeudal bajo la protección del imperialismo-capitalismo occidental, los gobiernos de Zahir Shah y Davood [Khan], y se instauró un gobierno semifeudal y semicolonial bajo la protección del sistema capitalista imperial soviético, el llamado “Partido Democrático del Pueblo” de Afganistán [PDPA]. El PDPA estaba en el poder en Afganistán durante una década y media.

Ese gobierno no era ni democrático ni representativo de los intereses del pueblo de Afganistán; ya que tenía la misma estructura de clases, este sistema capitalista semifeudal y semicolonial no trató de solucionar en esencia los problemas de la composición de clases de la sociedad afgana. Al principio el Partido del Pueblo trató de hacer algunas reformas sobre la propiedad de la tierra y las condiciones de las mujeres, pero con el paso del tiempo hizo tratos con la misma estructura de clases feudal y tribal. Tenía cuatro limitaciones que no pudieron erradicar de la sociedad afgana: 1) la existencia del feudalismo en la economía agrícola; 2) la dependencia del imperialismo en la esfera macroeconómica; 3) las relaciones patriarcales feudales y religiosas, especialmente en el campo [a saber, la opresión de las mujeres]; y 4) la perpetuación de la opresión nacional [étnica] de las minorías [p. ej., la minoría hazara].

De 1956 a 1991

La Unión Soviética fue el primer estado socialista en el mundo tras la Revolución de Octubre en 1917 bajo la dirección de Lenin, que hasta mediados de los años 1950, a pesar de todas sus deficiencias y errores, fue un estado de la dictadura del proletariado y una sociedad socialista. Pero los capitalistas y revisionistas usurparon el control del Partido Comunista soviético de 1956 en adelante, y en todos sentidos le dieron la espalda al socialismo, primero transformándolo a un país del capitalismo de estado, y después en otra potencia imperialista. Por eso el movimiento comunista nuevo de los años 1960 calificaba la Unión Soviética de “social-imperialista” (socialista en nombre e imperialista en realidad).

De mediados de los años 1960, fue la China socialista, bajo de dirección del camarada Mao Zedong, que se plantó contra el revisionismo ruso y el falso comunismo y alzó el estandarte de la revolución. El camarada Mao, al desarrollar la ciencia del marxismo-leninismo en varias esferas filosóficas, económicas y políticas, rompió con algunos de los errores de la experiencia socialista soviética, especialmente los errores de Stalin. La Gran Revolución Cultural Proletaria que se inició en 1966 en China, bajo de dirección de Mao, fue la cumbre más alta y el hito más brillante que el movimiento comunista internacional haya alcanzado.

Las hazañas de esta revolución propagaron la voz del socialismo y de la revolución a todas partes del mundo, incluido Afganistán, y formaron una nueva generación de revolucionarios para combatir al revisionismo ruso. El movimiento maoísta en Afganistán fue fundado por camaradas como Ustad Akram Yari. Se plantó contra el falso comunismo ruso. Pero desafortunadamente con los acontecimientos de fines de los años 1970, el golpe de estado Thor [1978] y las guerras internas en Afganistán ocurrieron en uno de los peores períodos más turbulentos en la vida del movimiento comunista nuevo.

El socialismo en China fue derrotado por un golpe de estado político después de la muerte de Mao en 1976, seguido de un neo-revisionismo al interior del partido que tomó el poder mediante la represión de los verdaderos seguidores de Mao. Al igual que la Unión Soviética, China, en un proceso de declive, primero se convirtió en un país autoritario de capitalismo de estado, y luego en una potencia imperialista reaccionaria. Esta derrota y retirada cambió la correlación de potencias mundiales en detrimento del proletariado y en beneficio de los dos bloques imperialistas del Oeste y del Este. También ha causado confusión ideológica y política en el movimiento comunista nuevo, y muchos partidos y organizaciones maoístas emergentes por todo el mundo se batieron en retirada política e ideológica. En Afganistán, por ejemplo, el movimiento maoísta joven y poco experimentado, debido a la represión y el asesinato de sus líderes por los poderes gobernantes dirigidos por “Parcham” y “Khalgh”, y a defectos políticos e ideológicos, tomaron posiciones eclécticas que están muy imbuidas del nacionalismo y de ideas populistas y pragmáticas. Por lo tanto, no aprovecharon oportunidades en la guerra civil contra la ocupación soviética, y no pudieron abrir un tercer frente contra los reaccionarios fundamentalistas islámicos y el imperialismo ruso.

Viva el Nuevo Comunismo

La primera ola de revoluciones comunistas y gobiernos socialistas, que se inició en 1871 con la Comuna de Paris, se estabilizó con la revolución rusa de octubre de 1917 y la fundación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas hasta 1956, culminó en la China socialista, y subsecuentemente fue derrotada. Con la resucitación del capitalismo en China, cundió la confusión ideológica e intelectual en el movimiento comunista internacional. Se dio un terrible liquidacionismo, pacifismo, atraso o extremismo de derecha lo que hemos presenciado. El capitalismo imperialista global bajo la batuta estadounidense ha agregado a su guarnición, la industria de propaganda y las mentiras contra el comunismo y sus hazañas históricas y mundiales, en particular desde los años 1990 tras el colapso del Bloque Oriental y el falso socialismo ruso. Ahora estamos presenciando los resultados de cuatro décadas de ataques continuos de la propaganda y artillerías ideológicas de derecha del mundo contra el comunismo, el socialismo y la revolución.

Pero, a principios de los años 1980, ocurrió un acontecimiento histórico muy importante y valioso que tuvo impacto en el movimiento comunista internacional que se había debilitado, se había perdido sin rumbo y se estaba viniendo a pedazos. Alzó el estandarte de la revolución y del comunismo mundial el camarada Bob Avakian (BA), presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos (PCR). Por ende, BA, al mismo tiempo que defendía los logros del marxismo, el leninismo y el maoísmo en un momento de liquidación, dudas y falta de compromiso, emprendió un resumen científico y crítico de la experiencia de las revoluciones comunistas y de los estados socialistas desde la Comuna de Paris hasta la China socialista. Y al último, tras un gran proceso de más de 40 años de trabajo político e intelectual, la ciencia del comunismo (marxismo) entró en una nueva era/etapa con la “nueva síntesis del comunismo”.

Decimos que se trata de una nueva síntesis del comunismo, porque el camarada Avakian, en su estudio crítico de la teoría y la práctica marxista, se dio cuenta de que el conjunto científico del marxismo que fue fundado por Marx y Engels, y tal como fue desarrollado por Lenin y Mao Zedong, es correcto y científico, al mismo tiempo, dentro de este conjunto científico, principalmente acertado, hay elementos erróneos y no científicos que van en contra de todo este conjunto de conocimientos (es decir, la ciencia del comunismo en toda la teoría y la práctica de Marx, Engels, Lenin y Mao). Estos elementos erróneos y no científicos influenciaron la práctica de los comunistas y de los líderes comunistas, especialmente Stalin, lo que resultó en errores que llevaron a la pérdida de oportunidades revolucionarias.

El camarada Avakian descubrió y rompió con esta contradicción histórica en el conjunto del método y enfoque marxista, y se dedicó a reconfigurar los conceptos y las categorías de la ciencia del comunismo. Así pudo adoptar un enfoque más científico, correcto y cabal para formular la estrategia para la revolución en Estados Unidos (con dimensiones universalmente aplicables) y para construir una nueva sociedad socialista.

Como escribió BA en su Declaración de Año Nuevo de 2021:

A diferencia de aquellos que calumnian y condenan, o simplemente ignoran, el comunismo y la experiencia histórica del movimiento comunista, yo mismo he hecho, y he dirigido a otras personas en hacer, un estudio científico serio y extenso —investigación y análisis— de la historia del movimiento comunista y de las sociedades socialistas que éste ha creado…. Este enfoque científico ha llevado a la conclusión de que con las sociedades socialistas reales que se han creado, con la dirección de los comunistas, primero en la Unión Soviética y luego en China … esta experiencia del socialismo ha sido principalmente —y en el caso de China abrumadoramente— positiva, mientras que secundariamente también ha habido errores importantes, en algunos casos serios, o incluso graves… A partir de esta experiencia histórica del movimiento comunista y de una amplia gama de actividades humanas, el nuevo comunismo, como su método y enfoque definitorio, enfatiza la importancia crítica de la ciencia y la aplicación del método científico a todo — tanto a la sociedad como a la naturaleza…. al negarse a aplicar un enfoque científico honesto del comunismo, de la verdadera historia del movimiento comunista y del desarrollo del nuevo comunismo, y al actuar en oposición a semejante enfoque, eso contribuye a truncar la única alternativa real a este sistema verdaderamente monstruoso del capitalismo-imperialismo — la única alternativa viable que representa los intereses fundamentales, y un futuro por el que vale la pena vivir para las masas de la humanidad y, en última instancia, para la humanidad en su conjunto4.

El marxismo se deslindó del revisionismo con la formulación del marxismo como ciencia por Karl Marx y Frederick Engels, ya que diferenciaron el “socialismo científico” a los socialistas utópicos de su tiempo. Lo mismo ocurrió con el leninismo en la década de 1920 y con el maoísmo a partir de la década de 1960. Hoy, la nueva síntesis del comunismo es objetivamente el indicador y la encarnación del nivel más avanzado del marxismo. Con el advenimiento de la nueva síntesis del comunismo, el marxismo-leninismo del antiguo maoísmo también se dividió en dos partes: parte de él se convirtió en un residuo del pasado, y parte de él progresó con el nuevo comunismo y se unió a las filas de la vanguardia del futuro. Al asumir el nuevo comunismo, el JKNA/MNCA está tratando de formar y establecer un partido con la orientación del nuevo comunismo en el movimiento de Afganistán.

El JKNA ha llegado a criticar su línea [del pasado] y sus deficiencias ideológicas con el enfoque y método científico del nuevo comunismo. Los antiguos movimientos maoístas en Afganistán, de los que éramos parte, deberían prestar atención y romper con todo eso. El JKNA no teme rechazar y declarar erróneos los elementos nacionalistas, populistas y pragmáticos, incluido el de “el fin justifica los medios”, y otros errores y conceptos erróneos de los que estábamos aquejados. Hubo errores políticos e intelectuales en el movimiento maoísta en Afganistán que en muchos lugares resultaron en que incluso las mejores fuerzas del movimiento afgano adoptaran posiciones muy, muy equivocadas.

El JKNA sabe que “No hay revolución posible sin teoría revolucionaria” y la teoría y la ciencia del nuevo comunismo es la clave para conocer y cambiar el mundo. Ningún acuerdo, ninguna organización, ninguna voluntad o fuerza puede cambiar el mundo sin reconocer científicamente las verdaderas contradicciones de la sociedad y del mundo. Por eso, para hacer una revolución, se requiere leer, aprender y enseñar la ciencia del marxismo, y atenerse a ella es el deber constante de todo comunista.

Dos polos anticuados putrefactos: el imperialismo y el fundamentalismo islámico **

Hasta este punto en este artículo, nos hemos referido a las páginas de la historia contemporánea de Afganistán. La ocupación de Afganistán por los militares rusos, y en la situación posterior a la derrota del socialismo en China, creó espacio para el ascenso de los partidos fundamentalistas islámicos en Afganistán. El ascenso del movimiento fundamentalista islámico reaccionario en toda la región se reforzó más cuando la República Islámica de Irán llegó al poder tras la derrota de la revolución anti-Sha del pueblo iraní en 1979.

Fue en este contexto que sectores de las masas de personas en Afganistán se volcaron hacia las facciones islámicas que surgieron de la tierra como hongos. Los organismos de seguridad estadounidenses, británicos y franceses, la Agencia de Seguridad Interna de Pakistán y el régimen de Jomeini en Irán entrenaron y dieron suministros a fundamentalistas islámicos como grupos yihadistas afganos. A lo largo de la década de 1980, los organismos de seguridad occidentales y paquistaníes trasladaron, desde el norte de África y los países árabes y del Golfo, a Afganistán a miles de otros fundamentalistas islámicos. Afganistán se convirtió en un caldo de cultivo para los grupos yihadistas, y en un campo de batalla entre los dos polos anticuados de los imperialistas soviéticos y lo que finalmente se convirtió en fundamentalistas islámicos.

Con la caída de los gobiernos títeres rusos, los grupos yihadistas que se habían engordado en la mesa de los imperialistas occidentales y de las potencias reaccionarias de la región lucharon por el poder, llegaron al palacio presidencial e impusieron otra guerra a la población en las ciudades, provincias y distritos. Los traidores y reaccionarios fundamentalistas islámicos de 15 partidos yihadistas fundamentalistas, cada uno de los cuales estaba al frente de un grupo de grupos criminales islámicos, se dedicaron a asesinar, saquear y cometer crímenes. En medio de estos crímenes, asesinatos y devastación se allanó el camino para el crecimiento y el entrenamiento de un nuevo ejército de fundamentalistas islámicos que poco a poco se convirtieron en el Talibán. Con la ayuda de Pakistán y Estados Unidos, gobernaron sobre todo Afganistán.

Sin embargo, desde mediados de los años 1990, el imperialismo estadounidense y el imperialismo occidental, que durante una década de 1978 a 1988 habían apoyado y entrenado a los fundamentalistas islámicos en Afganistán en contra de los soviéticos, se enfrentaron al problema de la agresión de los fundamentalistas islámicos contra sus propios intereses y los intereses de sus regímenes afiliados en la región.

Incluso se les enfrentaron en el corazón de la ciudad de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. A partir de ese momento, fue el conflicto entre “sectores históricamente anticuados de la humanidad colonizada y oprimida contra sectores dominantes históricamente anticuados del sistema imperialista” lo que cobró mayor protagonismo en la escena política afgana. La catástrofe ha sido que durante los últimos cuarenta años, los dos imperialismos podridos (soviético y estadounidense) y sus mercenarios en Afganistán (los estados “Khalgh” y “Parcham”, Karzai y Ghani) por un lado, y por otro los fundamentalistas islámicos (desde los muyahidines hasta el Talibán) se han repartido a Afganistán entre sí.

Algunos sectores de la población se volcaron hacia los fundamentalistas islámicos por la rabia y el odio que sienten por los crímenes de los imperialistas orientales y occidentales y sus gobiernos afines. Y por otro lado, muchos de los que llegaron a odiar a los muyahidines y al Talibán se cobijaron bajo el estandarte de la Unión Soviética, de Estados Unidos y de sus mercenarios. Tras la caída del estandarte de la Unión Soviética, Estados Unidos y sus mercenarios entraron en Afganistán.

Fue después del 11 de septiembre de 2001 cuando las fuerzas armadas de Estados Unidos y la OTAN, y los pilotos bombarderos de la OTAN invadieron Afganistán por la “democracia” y la eliminación del Talibán. Los [antiguos] comandantes, líderes y otros agentes yihadistas que ahora trabajan en los gobiernos títeres de Karzai y Ghani propagaron [de forma hipócrita] que Afganistán debía ser “desarrollado”, las mujeres debían ser “liberadas”, el “bienestar, la seguridad y el trabajo” debían ser ajustados, y el orden público debía ser impuesto. Afganistán e Irak debían seguir el ejemplo de la “intervención humanitaria” imperialista estadounidense para el “Gran Medio Oriente”. Pero en palabras de Marx, “todo lo estamental y estancado se esfuma”. Dos décadas después del fracaso del sueño del Gran Medio Oriente, el imperialismo estadounidense llegó a un acuerdo con el mismo Talibán y abandonó Afganistán. En el contexto de su incómoda situación económica e internacional, el imperialismo estadounidense se ha lavado las manos de su ambicioso proyecto ante las oleadas de contradicciones de la competencia global con otras potencias imperialistas como Rusia y China, al igual que el imperialismo ruso que se vio obligado a abandonar la ocupación de Afganistán hace más de treinta años.

La contradicción reaccionaria entre los dos opresores podridos —el imperialismo y el fundamentalismo islámico—, en ausencia de alternativas progresistas y revolucionarias en los últimos cuarenta años — ha conducido a una situación en la que la energía y el potencial en la furia de las masas en contra de la opresión y la explotación han caído bajo los estandartes reaccionarios de estos dos polos podridos. Como dice BA: “...Estos dos polos reaccionarios se oponen, pero al mismo tiempo se refuerzan mutuamente. Apoyar a uno u otro de esos polos anticuados, acabará fortaleciendo a los dos”.

La contradicción de estos dos polos anticuados es la manifestación de la contradicción básica agudizada de la época del capitalismo, la contradicción de la producción social y la apropiación privada. Hoy, la ruindad de estos dos polos anticuados es tan obvia y está a la vista del mundo, por medio del pueblo devastado, herido y agotado de Afganistán, peor que en cualquier otra parte del mundo.

Nuestra revolución en Afganistán tiene que crear una polarización contra las dos fuerzas anticuadas en la sociedad, impedir que las personas se pongan del lado de cualquiera de esos dos polos, y atraerlas al polo de la revolución comunista. Tenemos que canalizar el potencial de la oposición de las personas de Afganistán contra el Talibán para que se opongan al fundamentalismo islámico, trazando una línea correcta de demarcación entre la gente y el enemigo en la sociedad. En la situación actual, ésta tiene que ser una oposición al propio fundamentalismo islámico. Es necesario que las masas de personas comprendan que ambos polos anticuados —el imperialismo y el fundamentalismo islámico— son la fuente de todas las opresiones, discriminaciones e injusticias infligidas a la gente. Sin cambiar la manera de pensar de la gente a favor de la revolución comunista, sin unir a las personas en el camino de la revolución comunista, no podemos hacer nada. Y para repetir, la sociedad afgana y su población estarán condenadas a vivir bajo la tortura y el derramamiento de sangre del sistema capitalista, sea cual sea el color de su estandarte — ya sea el capitalismo de estado de los rusos o el capitalismo de los imperialistas estadounidenses, o los gobiernos fundamentalistas-capitalistas islámicos.

Además de la oposición al fundamentalismo islámico y al estado religioso en Afganistán, uno de los ejes para cambiar la manera de pensar de la gente a favor de la revolución es hacerle frente al modo de pensar religioso y promover el modo de pensar científico entre las personas, especialmente los obreros y trabajadores. Sin promover un método de pensamiento científico entre las personas, sin luchar contra la ideología religiosa y la ética religiosa y el modo de pensar religioso, no podemos transformar a las personas a favor de la liberación y la revolución.

El JKNA y la situación actual en Afganistán

Con la retirada de las fuerzas aéreas y terrestres estadounidenses de Bagram a Kabul, el Talibán viene ocupando una por una muchas provincias, ciudades y distritos. El Talibán, que enarbola los mismos estandartes de “Allah Akbar” (“Dios es grande”) y que anteriormente se había cobrado la vida de muchas personas asesinando, aterrorizando a individuos, matando a civiles en escuelas, universidades, hospitales, carreteras y salas de maternidad de los hospitales, ha declarado que no dará marcha atrás de la naturaleza sangrienta de su ideología fundamentalista islámica. Así que, una vez más el pueblo de Afganistán se enfrenta a la pesadilla del Talibán. Como ha sucedido en los últimos cuarenta años, algunos sectores de la población se han volcado con los fundamentalistas islámicos, y otros están adoloridos por la marcha de las fuerzas imperialistas. Una vez más, los dos sistemas podridos (anticuados) del fundamentalismo islámico y el imperialismo han dividido a la población. Pero, una vez más, la realidad es que ponerse del lado de cualquiera de estos dos sistemas anticuados reforzará al otro. Los cuarenta años de experiencia del Afganistán contemporáneo es testigo de esta amarga realidad.

Nuestra respuesta, de los comunistas revolucionarios en el núcleo del JKNA/MNCA, a toda la población de Afganistán, a los hombres y mujeres que se quedaron atrás sufriendo bajo la tortura y el fuego del Talibán, de los muyahidines, de Ghani, de Karzai, de Estados Unidos y de Rusia es lo siguiente: Pongamos fin a:

  • cuarenta años de tragedia, derramamiento de sangre y miseria en Afganistán;
  • cuarenta años de gobierno de regímenes afiliados al imperialismo ruso y al imperialismo estadounidense y de los mulás reaccionarios del Talibán y los yihadistas y sus funcionarios;
  • cuarenta años de conspiración de parte de los mercenarios de Pakistán, Irán, Turquía, Arabia Saudita y China; cuarenta años de oportunismo de ladrones y saqueadores.

No ha habido ningún escape del modo de producción capitalista ni de los dos polos anticuados imperialistas y fundamentalistas islámicos, que no han creado más que catástrofes y la escalada de catástrofes. La situación se ha agravado a diario durante los últimos cuarenta años y volverá a agravarse aún más. No es posible reformar el sistema capitalista, hay que derrocarlo.

Lo que vemos hoy es caos e incoherencia en Afganistán, esta situación descentralizada e inestable, y al mismo tiempo la unificación de las rivalidades globales y regionales, esta intensificación de la contradicción entre imperialismo y fundamentalismo islámico, todas estas son réplicas en miniatura de las complejas contradicciones en el mundo. Esta fragmentación y divergencia es una de las características únicas de esta era.

En sus recientes declaraciones, el camarada Avakian ha descrito y analizado bien este proceso y lo considera como el resultado del funcionamiento del sistema capitalista a nivel mundial y de las fuerzas impulsoras de este sistema y sus dinámicas, especialmente la contradicción de la anarquía y la organización. Pero el camarada Avakian y su método de análisis científico y esclarecedor muestra cómo, en el contexto de esta crisis global, en medio de esta confusión e incoherencia que impregna todo el cuerpo del sistema capitalista mundial, existe la oportunidad de crear un nuevo camino, un camino que lleve a la revolución comunista. La ruindad de todas las alternativas probadas y comprobadas es más evidente que nunca.

Hacia la revolución comunista y nada menos

Nuestro mensaje a los hombres y mujeres afganos, a los obreros, trabajadores, intelectuales y progresistas afganos, de parte de un grupo de partidarios comunistas del nuevo comunismo en Afganistán es el siguiente: Fortalecer cuantitativa y cualitativamente la lucha contra las ruinas de cuarenta años e ir más allá de ellas. Nos hace falta una organización basada en la línea correcta. En las filas de este núcleo del JKNA/MNCA, esta chispa de una organización decidida; os necesitamos a vosotros, a las masas, más que nada:

  • A ustedes que odian al Talibán, al EI y al Muyahidín;
  • A ustedes que odian los cuarenta años de imperialismo estadounidense e imperialismo ruso y sus mercenarios regionales;
  • A ustedes que odian todas las formas de opresión, discriminación y explotación;
  • A ustedes que aún no se han rendido o claudicado ante la destrucción y la fealdad de este mundo.

Su lugar se encuentra en las filas de este núcleo inicial. La puerta está abierta para que se una y construya vuestro partido para la Revolución Comunista y Nada Menos. ¡Para Afganistán y para avanzar a conquistar el futuro!

¡Viva la revolución comunista con el nuevo comunismo!

JKNA/MNCA. Assad/Agosto 2021

 

* ** Nota final: El término “islamismo” es la traducción literal del pronunciamiento original. Por lo que entendemos, esto se refiere a los movimientos fundamentalistas islámicos, o lo que algunos llaman “Islam político”. De aquí en adelante, utilizaremos la frase “fundamentalismo islámico” para dar una mayor accesibilidad.  [volver a *] [volver a **]

 

1. JKNA: J = Jounbesh o Movimiento, K = Kmonisty o Comunista, N = Nouvin o Nuevo, A = Afganistán [volver]

2. Excomunión de los no creyentes o creyentes en otras religiones.  [volver]

3.Una “guerra sagrada”  [volver]

4. Un pasaje de la sexta sección de la declaración de Año Nuevo de Bob Avakian, la que está disponible en revcom.us.  [volver]

 

 

 

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