Eso está pasando hoy en la Internet, la red internacional de computadoras. En muchos países, la policía política está husmeando y metiendo mano en la Internet.
En la última década, ha crecido vertiginosamente el número de usuarios de computadoras que se comunican entre sí: con sus computadoras, envían correo electrónico (e-mail) por las líneas telefónicas y se conectan con bulletin boards, bancos de datos y páginas gráficas llamadas Web sites (o "sitios"). La mayor red de este sistema es la Internet: la "red de las redes", que enlaza miles de redes regionales de más de 70 países. En la Internet, los usuarios pueden organizar grupos de discusión que trasmiten rápidamente noticias y opiniones a larga distancia.
Gente progresista, en especial universitarios, ha comenzado a usar la Internet para propagar datos que desenmascaran el sistema y para organizar manifestaciones. Durante la guerra del Golfo de 1992, la Internet jugó un papel importante en las protestas. Hay listas de discusión de la Internet que defienden la acción afirmativa y rechazan los ataques contra los inmigrantes. Cuando en México estalló una rebelión de campesinos armados en 1994, las noticias y los manifiestos de Chiapas circularon por la Internet y se conocieron en docenas de países, evitando los fuertes controles que imponen los noticieros. A lo largo de la campaña para salvar la vida del preso negro revolucionario Mumia Abu-Jamal, varios sitios de la Internet han mantenido informados a sus simpatizantes, por ejemplo, la popular página Web de Rehusar & Resistir!
La Internet se creó para enlazar las élites tecnológicas que obedecen al capitalismo, por ejemplo, los centros de investigación militar y de transacciones comerciales. Pese a su rápido crecimiento, eso es todavía lo que más hace la Internet hoy. Los oprimidos saben que la "supercarretera de información" no pasa por su barrio. Solamente cuatro millones de los seis billones de habitantes de la Tierra están conectados con la Internet, y en su gran mayoría son de las clases más privilegiadas de los países avanzados. En Estados Unidos, las computadoras son principalmente de las capas sociales acomodadas y de estudiantes universitarios, y casi no las hay en los ghettos y barrios (donde muchas veces las escuelas ni siquiera cuentan con libros de texto o pupitres servibles). La mayoría de los habitantes de la Tierra ni siquiera tiene teléfono. En una palabra, la llamada "comunidad mundial" de la Internet refleja todas las grandes desigualdades y desequilibrios del mercado capitalista mundial.
No obstante, a la clase dominante le preocupa profundamente que algunos sitios de la Internet trabajen en su contra. Por la Internet se habla de "luchar por una infraestructura de información que dé poder y no lave cerebros", y las autoridades están empeñadas en destrozar esos sueños. La gran prensa remacha día tras día la necesidad de controlar a los "vándalos, vendedores de pornografía infantil y terroristas que merodean en el ciberespacio". El propósito de esa propaganda es movilizar apoyo para espiar y censurar la Internet.
Tras bambalinas, la policía política ya está metida en la Internet. Sus operaciones secretas son una parte importante de la guerra de la clase dominante contra el pueblo y de sus planes de aumentar el control policial de millones de personas.
Las dependencias de espionaje tratan de ocultar su hocico en la Internet (como buenos cerdos que son), y en eso han tenido cierto éxito: aunque se ha hablado mucho de la creciente censura gubernamental de la Internet, mucha gente no conoce el alcance de las operaciones de espionaje. He aquí cosas que deben conocer todas las personas conscientes y oprimidas.
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"La Internet le da a las dependencias de espionaje una increíble oportunidad para recabar información y monitorear actividades. Aparte de interceptar comunicaciones por los nombres de quienes envían y reciben correo electrónico, rastrean palabras clave en los mensajes, como lo han hecho desde hace muchos años. Combinando vigilancia del correo electrónico y monitoreo de transacciones telefónicas y de tarjetas de crédito, pueden obtener un retrato muy completo de las actividades de una persona".
Philip Agee, ex agente de la CIA
El verano pasado, Charles Swett, un analista del Pentágono que trabaja en "Operaciones Especiales y Guerra de Baja Intensidad", escribió un informe de 30 cuartillas para el Departamento de Defensa (DoD). Describió cómo usar la Internet para fines de inteligencia militar y contrainteligencia. La Federación de Científicos Americanos reveló el informe y lo puso en su página Web de la Internet para que todo mundo lo leyera.
El informe de Swett advierte que la Internet puede diseminar noticias de las guerras y barbaridades de los yanquis de una forma que el gobierno y la gran prensa no pueden controlar, y que esa información puede suscitar situaciones políticas problemáticas para ciertas operaciones. Por otro lado, Swett describe unas maneras en que los organismos de inteligencia militar pueden usar la Internet para sus propios
Recomienda vigilar las discusiones progresistas y de izquierda para "evaluar el carácter y el alcance de las actividades de sus miembros en el mundo real". Swett da el ejemplo del Instituto de Comunicaciones Globales (y sus grupos de discusión PeaceNet y EcoNet, o Red de Paz y Red de Ecología) para ilustrar "la amplitud de la información de la Internet que puede servir al DoD". Swett advierte que la información que se consigue por medio de la vigilancia de la Internet perdería su valor "si se divulgara que el DoD monitorea la Internet con fines de inteligencia o contrainteligencia".
Dice que los organismos de inteligencia militar "monitorearán en general los mensajes que vienen de otros países" (o sea, los mensajes por computadora) en busca de información sobre "amenazas de seguridad en ciernes" para tener "advertencias tempranas de sucesos importantes inminentes".
Propone usar la Internet para "guerra psicológica", es decir, la deliberada diseminación de mentiras para dividir y debilitar a las fuerzas que el imperialismo yanqui considera sus enemigos. Swett dice que la "Internet podría servir ofensivamente como otro arma en operativos psicológicos y para lograr objetivos de guerra no convencionales", por ejemplo, la manipulación de periodistas.
Describe la importancia de desarrollar "redes de contactos con acceso a la Internet{{ellipsis}}en las esferas de seguridad relacionadas con Estados Unidos". Habla, específicamente, de las fuerzas que participan en "guerras no convencionales" con las que el gobierno no puede asociarse abiertamente, como escuadrones de la muerte, grupos fascistas y ejércitos tipo contra.
Estas propuestas se suman a lo que el Pentágono ya hace en la Internet para sus guerras convencionales. Durante la guerra del Golfo, el general Colin Powell le dijo a la revista Byte (julio del 92) que el "espacio de batalla" moderno ahora cuenta con una "infoesfera". El DoD dice que el 25% de las comunicaciones logísticas del Pentágono durante esa guerra se trasmitieron y recibieron sin encriptar por la Internet.
Hay indicaciones de que la policía política ya está aplicando las técnicas de Swett. Y la inteligencia militar del Pentágono no es la única dependencia policial involucrada.
Según Brock N. Meeks, escritor de la revista cibernética Wired, un vocero del FBI llamado Settle admitió que en 1992 el FBI comenzó a buscar agentes "conocedores de la Internet" con estudios en computación y experiencia en la administración de redes. Dos años después, según Settle, el FBI tenía un equipo de 25 agentes.
Además, hay cerdos "extraoficiales" que se ofrecen abiertamente a colaborar con la policía política para espiar la Internet. Según los artículos del periodista Daniel Brandt (de varios sitios de la Internet vía NameBase NewsLine), Tom Halpern, de la organización sionista Anti-Defamation League (ADL), dijo que la ADL "monitorea en la Internet las actividades de extremistas musulmanes y otros". La ADL es famosa por realizar actividades de espionaje que la ley no permite que haga la policía. Halpern explicó lo que la ADL haría con esa información: "Cuando haya pruebas de que un sitio de información constituya una actividad ilegal o que la aliente, naturalmente las pondríamos a la disposición de las dependencias del orden público".
Según un informe del InterPress Service (4 de mayo de 1995) que salió en la Internet, la ONU patrocinó una conferencia internacional de policía en Cairo en mayo de 1995 en que delegaciones de más de 140 países discutieron cómo usar computadoras, la Internet y otros "medios nuevos" para espiar y arrestar.
Ya se han publicado casos de agresivo espionaje y trampas de la policía en la Internet y otras redes electrónicas comerciales, como Compuserve y America Online (AOL). La mayoría de estos casos han sido de pornógrafos y de jóvenes que se han metido a las computadoras del gobierno; con esos casos, el gobierno justifica el aumento de espionaje pretextando "seguridad nacional" y "decencia". Estos casos son una muestra de las técnicas que la policía política probablemente usará en secreto.
En un operativo, el FBI usó una técnica llamada "la concha": con la colaboración de la corporación AOL, creó un sitio en la Internet que ofrecía materiales pornográficos ilegales. Durante dos años, juntó una lista de personas que hicieron pedidos e hizo redadas y registros en más de 120 casas. (Associated Press, 14 de septiembre de 1995.)
La aprobación congresional de la llamada "Ley de Decencia en la Comunicación" le dio al FBI poderes (hace mucho tiempo deseados) para presionar a las compañías que operan bulletin boards. En febrero del presente, poco después de aprobarse la ley, se organizó una comisión especial de tres jueces para oír argumentos contra esta ley. El FBI aceptó públicamente esperar a que se resuelva el asunto en las cortes antes de iniciar investigaciones en línea{{ellipsis}}pero, en secreto, las inició. Según el número del 11 de mayo del New York Times, el FBI se puso a espiar a Compuserve, una enorme red corporativa en línea. El FBI reaccionó diciendo que estaba investigando "materiales indecentes" porque había recibido quejas contra Compuserve del grupo fascista-cristiano "Asociación Americana de Familias".
La revista Internet Today (mayo de 1996) describe un homicidio en que la policía confiscó las computadoras de la víctima y del presunto homicida, y AOL le entregó el correo electrónico entre los dos. Eso muestra los poderes con que cuenta la policía para confiscar correo electrónico. En este caso, el correo electrónico supuestamente se había borrado, pero AOL lo recuperó para la policía.
Christopher Schanot, de 19 años, fue arrestado en Filadelfia y acusado de ser miembro de un "Frente de Liberación de la Internet", que supuestamente entra ilegalmente a computadoras militares y realiza otras actividades "anticomerciales" con sus computadoras. Schanot podría recibir una sentencia máxima de 30 años de cárcel.
Varios casos ilustran cómo los organismos internacionales de policía colaboran para patrullar y controlar las redes electrónicas:
En un caso importante, la Interpol (un organismo internacional de policía) ordenó que la policía finlandesa hiciera una redada de un sitio de la Internet que ofrecía servicios valiosos para quienes no quieren que su dirección electrónica aparezca en sus mensajes. Varios grupos antigubernamentales han usado el famoso sitio anon.penet.fi para ocultar su identidad en línea. El sitio quita las direcciones de correo electrónico antes de enviarlo a su destino. Pero en febrero de 1995, Julf, su administrador, anunció por la Internet que "en respuesta a una solicitud de la Interpol, la policía finlandesa ha conseguido una orden para registrar mi casa y el servidor anon.penet.fi, y como resultado consiguió la dirección de un usuario que supuestamente circulaba en la Internet materiales robados de la Iglesia de Cientología. Afortunadamente, logré impedir que se llevara más direcciones". Los organismos internacionales de policía quieren que todos los participantes de la Internet sean rastreables.
En otro caso, Estados Unidos le ordenó a la policía argentina arrestar a un joven que, supuestamente, entró ilegalmente a computadoras militares en Estados Unidos.
A veces la policía política monta operaciones para cerrar un sitio de la Internet. Por ejemplo, usa la táctica del "bombardeo de correo electrónico": la policía política y sus reaccionarios aliados envían una enorme cantidad de correo electrónico al sitio que quieren cerrar (en muchos casos, un sitio que opera en otro país) para congestionar las líneas telefónicas del proveedor.
El año pasado, un "bombardeo de correo electrónico" golpeó a Euskadi Information, una revista electrónica separatista vasca, que criticaba fuertemente al gobierno español desde una página Web en Suiza. Eso hizo que el proveedor suizo de la Internet suspendis COINTELPRO del FBI de los años 60-70 aprovecharon la información que juntaron sus espías para atacar a los movimientos antigubernamentales, en especial organizaciones revolucionarias, como el Partido Pantera Negra. Además de los tristemente célebres casos de asesinato del FBI, los agentes de COINTELPRO regaron mentiras, documentos falsos y rumores. Cuando descubrían diferencias políticas, las usaban para fomentar divisiones hostiles (e incluso violentas). Regaban acusaciones descabelladas: tacharon de "agentes policiales" a revolucionarios, y crearon un ambiente de intriga para alejar a gente honesta de la lucha revolucionaria. Su táctica predilecta fue hacerlo todo tras bambalinas: con cartas anónimas y rumores de espías infiltrados.
Hay muchos indicios de que COINTELPRO ha entrado al ciberespacio. Cuandoquiera que se discuten ideas radicales en foros abiertos de la Internet, aparecen alborotadores cuyos insultos suben de tono hasta nismo) recomienda entrar al partido por medio de la Internet, a plena vista de la policía política.
Hoy, muchos grupos y redes de activistas organizan buena parte de su vida interna por medio de correo electrónico en la Internet: discuten reclutamiento, chismes, liderato, reuniones e incluso ventilan importantes disputas políticas. Eso hace que sean muy vulnerables: la policía puede observarlos, infiltrarlos y manipularlos.
Las bien documentadas operaciones COINTELPRO del FBI de los años 60-70 aprovecharon la información que juntaron sus espías para atacar a los movimientos antigubernamentales, en especial organizaciones revolucionarias, como el Partido Pantera Negra. Además de los tristemente célebres casos de asesinato del FBI, los agentes de COINTELPRO regaron mentiras, documentos falsos y rumores. Cuando descubrían diferencias políticas, las usaban para fomentar divisiones hostiles (e incluso violentas). Regaban acusaciones descabelladas: tacharon de "agentes policiales" a revolucionarios, y crearon un ambiente de intriga para alejar a gente honesta de la lucha revolucionaria. Su táctica predilecta fue hacerlo todo tras bambalinas: con cartas anónimas y rumores de espías infiltrados.
Hay muchos indicios de que COINTELPRO ha entrado al ciberespacio. Cuandoquiera que se discuten ideas radicales en foros abiertos de la Internet, aparecen alborotadores cuyos insultos suben de tono hasta que alejan a todo mundo. Han aparecido muchas mentiras ridículas sobre fuerzas revolucionarias y progresistas, y parece que su propósito es sembrar confusión y divisiones entre personas honestas.
Ciertas personas han pedido información interna sobre grupos revolucionarios o progresistas o los "verdaderos nombres" de los activistas que participan en la Internet.
Es difícil decir con seguridad si una actividad dudosa es obra de un tonto o de un tiras. Pero se puede concluir lo siguiente: cualquier persona seria que siga los debates políticos en la Internet verá muchas cosas similares a las actividades clásicas de COINTELPRO. Quien use la Internet, capture información en línea o quiera participar en grupos de discusión, debe estar atento a los trucos del enemigo.
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Muchos usuarios de la Internet sueñan con un mundo en que la tecnología de la computadora aglutine más los seres humanos, ponga información a la disposición de todo mundo, "le dé poder" al pueblo y debilite el control del gobierno central y los centros corporativos. Pero, las necesidades del sistema capitalista pisotean esos sueños. Están privatizando y comercializando la Internet. Los capitalistas están instalando muchas "puertas de tarjeta de crédito" y "sistemas de identificación" para identificar quién va a dónde y controlar lo que observan ahí. Están tratando de crear una "Internet aprobada" y suprimir las partes del ciberespacio que se oponen al control central.
La clase dominante no tiene ninguna intención de permitir que nuevas tecnologías "le den poder" a nadie más. Y cuando gente progresista ve oportunidades para vincularse y diseminar información valiosa, el sistema y su policía están a la espera para espiar y trastornar, con el enérgico apoyo del Congreso, de las corporaciones y de la Casa Blanca. Sus operativos prosperan a escondidas: tenemos que desenmascararlos, oponérnosles y contrarrestarlos.