Todos los niños aprenden en las
escuelas de Estados Unidos que los peregrinos de la colonia de Plymouth invitaron a sus
vecinos indígenas a celebrar su primera cosecha después de su primer año en Nueva
Inglaterra, que fue un año muy difícil. Pero la verdad del día de Acción de Gracias es
distinta: es una historia del genocidio de los pueblos indígenas y del robo de sus
tierras por colonos europeos, y de la crueldad del capitalismo.
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En el invierno de 1620 llegó a Norteamérica el barco inglés
Mayflower con 102 exiliados puritanos. Los indígenas de esas partes ya habían sido
exterminados por una expedición inglesa que llegó en 1614, dejó la viruela y se llevó
24 indígenas esclavos. La plaga barrió con las tribus de Nueva Inglaterra y devastó
aldeas enteras.
Los puritanos construyeron una colonia llamada la "plantación
de Plymouth" cerca de las ruinas de la aldea indígena llamada Pawtuxet y se
alimentaron del maíz que encontraron en los campos abandonados. Con ellos vino el único
pawtuxet sobreviviente, llamado Squanto, que había sido esclavo de los ingleses y
españoles en Europa, hablaba el idioma de los colonos y los enseñó a sembrar maíz y a
pescar para alimentarse antes de la primera cosecha. Squanto también los ayudó a
negociar un tratado de paz con la tribu wampanoag, cuyo jefe era Massasoit.
Todos esos factores ayudaron mucho a esos colonos. La primera
colonia, fundada en Virginia años atrás, no logró afincarse. Gracias a la buena
voluntad de los wampanoag, los puritanos sobrevivieron el primer año y pactaron una
alianza que les dio casi dos décadas de paz.
Para celebrar su buena suerte, el gobernador de la colonia, William
Bradford, declaró tres días feriados para dar gracias por la primera cosecha en 1621.
Cómo se robaron la tierra los puritanos
La paz que permitió el día de Acción de Gracias de 1621 les dio a
los puritanos 15 años de tranquilidad para afincarse en la costa. Hasta 1629 no había
más de 300 puritanos en comunidades dispersas y aisladas de Nueva Inglaterra. Pero su
éxito alentó una invasión de puritanos que construyeron pueblos en Massachusetts, al
norte de Plymouth: Boston y Salem. Durante 10 años llegaron barcos repletos de colonos.
La gran cantidad de puritanos que llegó no era tan generosa como
los wampanoag.
Apenas llegaron empezaron a hablar de "quién es dueño de esta
tierra". Tenían que resolver eso, no solo por sus tradiciones anglosajonas sino
porque sus prácticas agrícolas se basaban en la propiedad del individuo, no de la
comunidad ni de la tribu. Este debate sobre la propiedad de la tierra muestra que el
"imperio de la ley" no quiere decir "proteger los derechos de las masas
populares".
Algunos puritanos decían que la tierra pertenecía a los
indígenas, pero los excomunicaron y expulsaron. El gobernador Winthrop de Massachusetts
declaró que los indígenas no habían "dominado" la tierra y que por tanto,
todas las tierras no cultivadas deberían ser del "dominio público", según el
derecho tácito de Inglaterra. O sea, que le pertenecían al rey. En resumen, los colonos
decidieron que para apropiarse de tierras no tenían que consultar con los indígenas sino
solo con el representante de la corona, o sea, con el gobernador.
Los puritanos adoptaron un verso del salmo 2:8: "Pídeme, y te
daré en herencia las naciones, en propiedad los confines de la tierra". Desde ese
entonces, los estados colonialistas europeos han declarado que lo hicieron por orden de
dios: ya sean los bóers que se apoderaron de Sudáfrica o los sionistas que se robaron
Palestina.
Los inmigrantes europeos se apoderaron de tierras y pusieron a los
indígenas a trabajar como esclavos en ellas. Para 1637 ya había unos 2000 colonos
ingleses y decidieron seguir avanzando hacia el interior y aniquilar a los indígenas.
El nacimiento del "estilo de combatir estadounidense"
En el valle Connecticut, la poderosa tribu pequot no había entrado
en una alianza con los ingleses (como lo habían hecho las tribus narragansett, wampanoag
y massachusetts). Al principio los pequot estaban lejos de los centros de colonización,
pero en 1633 los ingleses se robaron las tierras donde hoy está la ciudad de Hartford
(tierras que los pequot habían conquistado hacía poco de otra tribu). Ese mismo año,
los pequot mataron a dos ingleses que fueron a capturar esclavos. Los colonos fueron a
buscar a los responsables, pero los pequot no los entregaron.
Los sacerdotes puritanos citaron la Epístola a los Romanos 13:2:
"De modo que, quien se opone a la autoridad, se rebela contra el orden divino, y los
rebeldes se atraerán sobre sí mismos la condenación". Los gobiernos coloniales
reunieron una fuerza armada de 240 hombres bajo el mando de John Mason. A ellos se unieron
mil guerreros narragansett. El historiador Francis Jennings escribe: "Mason propuso
evitar un ataque a los guerreros pequot, que podría agobiar a sus tropas inexpertas y de
poca confianza. La batalla, en sí, no era su propósito. La batalla es una de dos formas
de destruir la capacidad de luchar de un enemigo. La masacre puede cumplir el mismo fin
con menos riesgo, y Mason había resuelto que la masacre sería su objetivo".
El ejército colonial rodeó una aldea fortificada de los pequot en
el río Mystic. Al amanecer, cuando todos dormían, le prendió fuego.
William Bradford, gobernador de Plymouth, escribió: "A los que
escaparon el fuego los pasaron a cuchillo, algunos descuartizados, otros atravesados con
sus estoques, de manera que los despacharon rápidamente y muy pocos escaparon. Se concibe
que así destruyeron a unos 400 en esa ocasión. Era un espectáculo espantoso verlos
arder en el fuego¼el hedor y la peste eran horribles, pero la victoria parecía un dulce
sacrificio, y le rezaron a Dios, que los había ayudado tan maravillosamente".
El propio Mason escribió: "Se podría preguntar¼ ¿No
deberían tener más clemencia y compasión los cristianos? Pero¼a veces las Escrituras
declaran que las mujeres y los niños deben perecer con sus padres.¼ Teníamos suficiente
luz de la palabra de Dios para guiar nuestras acciones".
Unos 350 años más tarde, Ronald Reagan repitió la frase "una
ciudad luminosa en la colina" muchas veces en sus discursos.
El descubrimiento de que
la esclavitud da ganancias
Lo que llaman la "guerra pequot" no fue una guerra: fue
una matanza y una expedición para capturar esclavos. Los puritanos se llevaron más de
180 presos. Después de consultar la biblia de nuevo, las autoridades coloniales
encontraron en Levítico 24:44 justificación para matar a la mayoría de los hombres
pequot y vender como esclavos a las mujeres y los niños. Solo quedaron libres unos 500
pequot. En 1975, el número oficial de pequot que vivían en Connecticut era 21.
Los ingleses les dieron algunos presos de guerra a sus aliados
narragansett y massachusetts. Ya antes de la llegada de los europeos, los habitantes de
Norteamérica tomaban presos de guerra de otras tribus como rehenes y esclavos. El resto
de los presos se los vendieron a las colonias agrícolas inglesas de las Antillas, donde
los mataron de trabajo en una nueva forma de esclavitud al servicio del emergente mercado
mundial capitalista. Con eso los mercaderes de Boston hicieron un descubrimiento muy
importante: las ganancias de la venta de seres humanos pagaban los gastos de capturarlos.
Un relato dice que capturar indígenas para venderlos como esclavos
se volvió una "obsesión de los especuladores". Estos primeros mercaderes
capitalistas de Massachusetts empezaron a hacer que el genocidio pagara. El tráfico de
esclavo--sprimero indígenas y después africanos en poco tiempo fue un pilar del
capitalismo mercantil de Nueva Inglaterra.
Acción de Gracias en la colonia de Manhattan
En 1641 el gobernador de la colonia holandesa de Manhattan, de
apellido Kieft, ofreció la primera "recompensa por un cuero cabelludo": su
gobierno pagaría dinero por matar indígenas. Un par de años después, Kieft ordenó la
masacre de los wappinger, una tribu amiga: mataron a 80 y patearon las cabezas como
pelotas por las calles de Manhattan. A uno lo castraron, lo despellejaron vivo y lo
hicieron comer su propia carne entre risas del gobernador. Después Kieft contrató a un
conocido mercenario de nombre Underhill, que participó en la guerra pequot, para cometer
una masacre similar cerca de Stamford, Connecticut. Los soldados de Underhill le
prendieron candela al pueblo y pasaron a cuchillo a 500 indígenas.
Se declaró un día de Acción de Gracias en las iglesias de
Manhattan. Como veremos, los colonos proclamaron más días de Acción de Gracias para
celebrar masacres que para celebrar una buena cosecha o en señal de amistad.
La conquista de Nueva Inglaterra
Para la década de 1670 había de 30.000 a 40.000 europeos en las
Colonias Unidas de Nueva Inglaterra; de 6000 a 8000 podían portar armas. Como ya habían
destruido a los pequot, los colonos de Massachusetts y Plymouth siguieron con los
wampanoag, la tribu que los salvó en 1620 y que probablemente asistió al primer día de
Acción de Gracias.
En 1675 unos wampanoag mataron a un miembro de su tribu convertido
al cristianismo que estaba espiando para los puritanos. Las autoridades de Plymouth
arrestaron y ejecutaron a tres wampanoag sin consultar al jefe tribal, el rey Philip. Como
dice Mao Tsetung: "Donde hay opresión hay resistencia". Los wampanoag
declararon la guerra.
Los wampanoag aplicaron ciertas lecciones militares que habían
aprendido: libraron una guerra de guerrillas contra poblados aislados y dieron de baja a
muchos soldados puritanos. Los colonos atacaron y masacraron las principales poblaciones
indígenas.
Los indígenas mataron a 600 europeos (casi una décima parte de los
hombres adultos de las colonias de Nueva Inglaterra) y arrasaron 13 poblados. Pero los
colonos ganaron.
Para celebrar la victoria, los colonos lanzaron una guerra total de
genocidio contra los indígenas que quedaban. El gobierno de Massachusetts ofreció 20
chelines por cada cuero cabelludo indígena y 40 chelines por cada preso que se pudiera
vender como esclavo. Le permitió a los soldados capturar mujeres y menores de 13 años
para venderlos como esclavos. A los indígenas que se habían convertido al cristianismo y
que lucharon a su lado los acusaron de disparar a la copa de los árboles durante las
batallas con los "hostiles" y los mataron o vendieron. A otros indígenas
"pacíficos" de Dartmouth y Dover los invitaron a negociar o a buscar refugio en
las factorías¼y de ahí los llevaron a los barcos de esclavos.
No se sabe cuántos indígenas vendieron como esclavos, pero en esa
campaña salieron 500 esclavos del puerto de Plymouth. De los 12.000 indígenas de las
tribus vecinas, probablemente la mitad murió en combates, masacres y de hambre.
Después de la guerra del rey Philip prácticamente no quedaron
indígenas libres en las colonias inglesas del norte. Un colono escribió lo siguiente
sobre la colonia de Manhattan: "Ahora apenas quedan unos pocos indios en la isla y
esos pocos no son dañinos. Es de admirarse cómo, curiosamente, han desaparecido por obra
de Dios desde que los ingleses llegaron a estas tierras".
En Massachusetts, los colonos declararon un "día público de
Acción de Gracias" en 1676 pues "ya casi no queda un nombre ni una familia de
ellos [los indígenas] y todos han sido muertos o capturados o han huido".
Cincuenta y cinco años después del primer día de Acción de
Gracias, los puritanos habían destruido a los generosos wampanoag y todas las otras
tribus vecinas. Al rey Philip de los wampanoag lo decapitaron y colgaron su cabeza en un
poste en Plymouth: 24 años después ahí seguía su cráneo.
Los descendientes de esos amerindios hoy se encuentran dondequiera
que los mercaderes puritanos encontraron compradores de esclavos: las Antillas, las
Azores, Argelia, España e Inglaterra. Al nieto de Massasoit, el protector de los
peregrinos cuando llegaron, lo vendieron como esclavos en Bermuda.
Fugitivos y rebeldes
A pesar de la destrucción de la vida tribal y de la esclavitud de
los sobrevivientes, los colonos no tuvieron paz. La resistencia de los indígenas
continuó de mil maneras. Sus opresores vivían con el terror de una revuelta y trataron
de aplastar la resistencia. El historiador MacLeod escribe: "Las primeras `reservas'
las crearon para los `indómitos' irlandeses de Ulster en 1609. Y el primer agente de
reservas en América, Gookin de Massachusetts, como muchos otros inmigrantes americanos
había sido soldado en Irlanda durante el gobierno de Cromwell".
Los indígenas esclavos no trabajaban bien y se escapaban. Para
evitar que escaparan, el gobierno de Massachusetts los marcaba con un hierro y les tatuaba
la frente y las mejillas.
En 1695, una ley de Massachusetts autorizó matar indígenas:
"Cualquier persona, sea inglés o indio, que encuentre indios viajando o
escondiéndose en cualquier pueblo o camino (dentro de límites especificados) puede
ordenarles que se acerquen y examinarlos o matarlos como pueda".
Los colonos del norte tuvieron que sacar ley tras ley para controlar
la situación. Una ley de Albany les prohibía a los esclavos africanos o indígenas
conducir una carreta por la ciudad; les prohibieron salir de noche; les prohibieron
reunirse. En Block Island, les daban 10 latigazos si los encontraban en la calle después
de las 9 de la noche. En 1692 el gobierno de Massachusetts prohibió los matrimonios entre
blancos y africanos, indígenas o mulatos y en 1706 trató de parar la importación de
esclavos indígenas de otras colonias porque temía una revuelta de esclavos.
¿Celebrar?
Viendo la historia, hay que preguntarse: ¿Por qué celebrar el
establecimiento de los puritanos? Es un hecho que los amerindios de esos tiempos no
tenían ninguna razón para celebrarlo.
Un hecho poco conocido: a Squanto, el "héroe" de los
relatos tradicionales del primer día de Acción de Gracias, lo ejecutaron los indígenas
por su traición.
El gobierno de Estados Unidos organizó celebraciones de ese primer
día de Acción de Gracias porque le convenía; por eso inventaron esa fiesta. La primera
celebración nacional la ordenó George Washington. Luego Abraham Lincoln decretó que
sería un día feriado durante la guerra de Secesión (cuando mandó el ejército a atacar
a los sioux de Minnesota).
Washington y Lincoln fueron dos presidentes dedicados a forjar un
estado nacional burgués unificado y el mito del día de Acción de Gracias cuadraba con
esos planes. Celebra la "abundancia de la vida americana" y tapa la naturaleza
brutal de la sociedad que la fundó.
Este artículo se puede encontrar en español e inglés en La Neta
del Obrero Revolucionario en:
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(Por ahora el OR/RW Online no se comunica por correo electrónico.)
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