Noticias de la guerra popular en Perú de agosto a diciembre de 1996

Obrero Revolucionario #893, 9 de febrero, 1997

Si bien la prensa grande ha informado muy poco sobre la guerra revolucionaria que dirige el PCP en el campo, el hecho es que la guerra popular continúa y le está causando mucha inquietud a la clase dominante de Perú y a sus padrinos yanquis. Hace solo unos meses se vieron más vistazos de la guerra popular, por más que intentan ocultarlos.

A principios del segundo semestre de 1996, la prensa burguesa de Estados Unidos y Perú publicó varios artículos que expresaban inquietud ante el continuo desarrollo de la guerra popular maoísta que dirige el Partido Comunista del Perú (que llaman Sendero Luminoso). El 8 de agosto, el New York Times dijo que "una serie de ataques recientes ha alimentado temores de que la insurgencia de Sendero Luminoso está recuperándose". El mismo artículo señala que en la región del Alto Huallaga, en el norcentro del país: "Las FFAA no han logrado establecer el orden en pequeños poblados.... No es una tarea fácil. La región es de difícil acceso y los rebeldes de Sendero Luminoso burlan fácilmente las ofensivas militares".

El 8 de agosto, la revista peruana Caretas también expresó preocupación ante la situación en el Huallaga: "Solo el año pasado Sendero Luminoso había asesinado a unos 50 militares en el Alto Huallaga. En los primeros seis meses de este año, en la misma región, ya ha matado a otros tantos soldados en diferentes emboscadas.... Ha retornado el cobro de cupos en las carreteras.... żEs Sendero un movimiento que `está dando manotazos de ahogado'? Eso lo quisiéramos todos, pero la verdad parece ser otra". El 25 de septiembre, la misma revista dijo: "Las intercepciones de vehículos que realizan los senderistas se están volviendo otra vez rutinarias en algunas zonas de Ayacucho".

El 25 de agosto, el periódico peruano La República expresó preocupación ante acciones del PCP en otra región: "Columnas senderistas han logrado el control a lo largo de todo el río Ene, que comunica el departamento de Junín con la región del valle del río Apurímac". Según ese mismo periódico, el ejército ha dejado de salir de sus bases en esa zona por temor a choques con las fuerzas maoístas.

Una acción que parece haber estremecido a los reaccionarios peruanos y sus padrinos yanquis fue la toma el 2 de agosto del caserío de Aucayacu, en el departamento de Huánuco en el alto Huallaga. Según varios informes, unos 200 combatientes participaron en un movimiento de pinzas: dos grupos llegaron en camiones por carreteras distintas y un tercer grupo llegó en barco por el río Huallaga. Arrollaron la comisaría policial, ocuparon el caserío durante cinco horas, dieron discursos y conversaron con los pobladores. Luego desaparecieron en la selva antes de que llegaran los soldados al día siguiente.

A continuación publicamos informes de otras acciones del PCP en el segundo semestre de 1996. Los informes son de la prensa burguesa y otros medios; no hay confirmación directa del PCP sobre dichas acciones. Hay que tener en cuenta que la prensa estadounidense y peruana son famosas por tapar, tergiversar y mentir sobre el PCP y la guerra popular. Hace poco el New York Times informó que el gobierno de Fujimori había ocultado noticias sobre la lucha armada del PCP y otras fuerzas "para presentar a Perú ante la comunidad internacional como un lugar seguro" sin grupos armados.

Ninguno de estos informes ha sido confirmado; no dan una idea directa de la situación del poder popular en el campo, en las bases de apoyo del PCP. Sin embargo, no queda duda de que el PCP sigue conduciendo la guerra popular a pesar de enormes obstáculos y de una despiadada guerra contrarrevolucionaria asesorada por Estados Unidos. Al mismo tiempo, el Comité Central del PCP está librando una crucial lucha de dos líneas contra una línea oportunista de derecha que surgió desde su propio interior y llama a terminar la guerra popular con un acuerdo de paz.

El Alto Huallaga

La toma de Aucayacu en agosto parece haber preocupado mucho a las autoridades, pues no esperaban una operación de esa magnitud en esa región. Otros informes le hacen eco a esa inquietud. El 21 de agosto, se informó que una columna de 100 guerrilleros maoístas se apoderó del caserío de Las Delicias y cerró la carretera tres horas. El 2 de noviembre, cerca de 60 combatientes del PCP ocuparon el pueblo de Supte San Jorge, cerca de Tingo María. Según el periódico El Sol, atacaron el local del comité de autodefensa (ronderos), donde se apoderaron de armas. Esas acciones fueron parte de una serie de tomas cortas de poblados y caseríos en el Huallaga en los últimos meses.

El gobierno ha lanzado una importante operación contra la guerra popular en esa región con tropas élite. La más reciente ofensiva fue en octubre, pero no logró frenar al PCP. El 25 de octubre, El Sol informó que 30 autoridades de caseríos de una provincia han renunciado en los últimos cuatro meses por las constantes amenazas del PCP.

Los informes de tomas cortas de poblados y caseríos han seguido. El Sol informó el 10 de diciembre que una columna de 40 combatientes se apoderó de un caserío a unos tres kilómetros de Aguaitía, donde reunieron a los pobladores y ajusticiaron a reaccionarios. Otra forma de lucha armada es el bloqueo de carreteras. Varios periódicos peruanos informaron que el 28 de diciembre, unos 20 combatientes del PCP bloquearon dos horas la carretera que une a Tingo María y Aucayacu, aunque una comisaría policial estaba a escasos kilómetros de distancia.

Las FFAA del gobierno todavía son mucho más grandes y están mejor armadas que el Ejército Popular de Liberación (EPL) del PCP. Pero cuando las fuerzas del gobierno se meten en la espesa selva, son vulnerables a emboscadas de los revolucionarios, que tienen la ventaja del rápido desplazamiento y el apoyo de la población.

En los últimos meses ha habido muchos informes sobre choques entre las fuerzas del gobierno y los maoístas en el Alto Huallaga y otras partes del país. Sin embargo, es difícil precisar el ámbito de esos choques debido a la censura de la prensa reaccionaria.

Ayacucho y la sierra central

En la sierra central de los Andes, en los departamentos de Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, surgieron las primeras bases de apoyo de la guerra popular. El gobierno ha concentrado gran cantidad de soldados en esa región y ha formado rondas. A principios del año pasado se informó que el gobierno lanzó una enorme operación con 3000 soldados para peinar una amplia zona de Ayacucho en busca de revolucionarios. También se supo que lanzó otra operación de gran envergadura en octubre.

El EPL también ha llevado a cabo tomas de poblados y caseríos en esos departamentos. Un artículo de El Comercio informa sobre un incidente: la madrugada del 25 de septiembre, una columna del PCP entró en San José, en la parte alta de la provincia de Huanta, en el norte de Ayacucho, donde reunió a los pobladores y pintó lemas sobre la guerra popular. Conocida la incursión, patrullas militares se movilizaron en helicópteros. Otros periódicos informaron sobre la toma de San Miguel en la provincia La Mar el 30 de agosto.

La revista Caretas informó el 18 de septiembre sobre una acción del PCP en una carretera de Ayacucho. Dice que los combatientes interceptaron vehículos y les pintaron consignas de la guerra popular. Preocupada porque esa acción contaba con apoyo popular, la revista se queja: "La acción no fue reportada a la policía..... Ese comportamiento entorpece la investigación militar".

Otras zonas

Aparte de las acciones en el Alto Huallaga y la sierra central, se ha informado de acciones del PCP en otras partes del país. La agencia noticiosa Reuters dijo en julio que el PCP opera en 15 de los 24 departamentos.

Se informó que entre septiembre y octubre hubo choques a lo largo del río Ene, cerca de Satipó, en el departamento de Junín. El PCP ha incorporado a combatientes de los oprimidos ashaninkas y los ha organizado en comités populares. Por su parte, las FFAA organizan rondas en los poblados ashaninkas. En la prensa burguesa, se dice que los ashaninkas maoístas son terroristas y los otros simplemente ashaninkas.

La República del 25 de agosto informó que el ejército estaba planeando un "amplio operativo militar en el valle que limpie la zona de las columnas sediciosas". Pero el mismo artículo también cita a un rondero que dice: "En el Ene los subversivos están en todas partes y sacarlos de allí va a ser difícil, muy difícil".

El principal campo de batalla de la guerra popular es el campo, pero también ha habido acciones en la capital, Lima, el baluarte del poder reaccionario. A fines de julio, por ejemplo, hubo una serie de acciones en Lima, como el ataque a la estación de policía encargada de la protección del Parlamento y la casa del general del ejército encargado de la guerra de contrainsurgencia en el Alto Huallaga. Después de esos ataques, el jefe de la policía "antiterrorista" (DINCOTE) tuvo que renunciar a su puesto.

Ante la guerra popular, el gobierno ha prorrogado constantemente el estado de emergencia en casi un tercio del país. En las zonas de emergencia las FFAA mantienen el control absoluto de la población. El 5 de diciembre, Fujimori extendió el estado de emergencia en nueve departamentos: Huancavelica, Ayacucho, Cusco y Apurímac en la sierra surcentral, Pasco y Junín en la sierra central, y los departamentos de la selva norteña de Huánuco, San Martín y Loreto. En los últimos meses se han dado acciones del PCP en todas esas zonas.


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