Ya viene el 22 de octubre, el Día Nacional de Protesta contra la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación. La gente pregunta: ¿cambiará algo? Y quiere saber: ¿se logrará lo que se necesita?
No es necesario hablar hoy de lo que el enemigo está haciendo. Cada semana nuestro periódico está repleto de eso, y no informamos ni el 1% de lo que ocurre.
Tampoco es necesario hablar aquí sobre cómo ese programa reaccionario afecta al pueblo: el maltrato que sufre la gente de "color"...el perder a un ser querido porque estaba jugando fútbol (sí, eso le pasó a la familia Baez en Nueva York)...o ver cómo toda la prensa degrada e insulta a gente como uno todo el tiempo.
No es necesario hablar aquí de cómo nos sentimos cuando dejan en libertad, una y otra vez, a policías asesinos. Tampoco es necesario hablar aquí de cómo dirigen los temores y la ira de la clase media contra los del fondo de la sociedad, los que más sufren bajo la bota de la policía. Ya se ha dicho mucho sobre eso y ES importante que se siga diciendo mucho más, que se discuta a fondo, una y otra vez, porque los mentirosos ponen la verdad patas arriba...pero no vamos a hablar de eso en este artículo.
Aquí vamos a hablar sobre cómo vamos a cambiar eso, y cambiarlo de veras; de la oportunidad que nos da a todos el 22 de octubre y de cómo la vamos a aprovechar de todo corazón.
Imagínate esto: sales de tu casa el 22 y ves por todos lados gente vestida de negro, gente que no conoces o que apenas saludas, y al igual que tú, está vestida de negro. Tú sabes por qué y ellos también lo saben. La cartera llega con un brazalete negro; el cajero está vestido de negro; en el centro, el trabajo, el metro o en la escuela ves gente de negro. Ves los afiches en las bodegas y salones de belleza; ves un anuncio por la TV: 22 de octubre, lucha contra la brutalidad policial, vístete de negro.
Vas a la tienda y ves compañeras vestidas de negro y hablando en serio. Vas a la escuela, y no solo están los estudiantes vestidos de negro sino que quieren hablar del por qué...y los mejores maestros los respaldan.
Estás en la calle, ves que un chota empieza a hostigar y maltratar a un chavo porque le da la gana, porque está tomando o cualquier otra cosa. El chota se da cuenta de que está rodeado de personas vestidas de negro...y de que esta vez más le vale largarse.
Imagínate esto: estas escuchando la radio y unos actores empiezan a leer los nombres y a dar detalles de cómo murieron víctimas de la brutalidad policial. Imagínate escuchar por la radio o TV: protestas, diversas y resueltas en Chicago, Nueva York, Los Angeles, por todas partes. Una mezcla de jóvenes y gente mayor, de todos los colores, del ghetto, personas progresistas de los suburbios y todos los de en medio. Pandilleros de todas las pandillas vestidos de negro ese día, junto con estudiantes de todas las escuelas. Imagínate que estás en una marcha, pueda ser tu primera o la número 100, con chavos organizados en guardias de honor para acompañar a los parientes de las víctimas que van a la cabeza de la marcha.
Imagínate la noche: una cultura de resistencia toma cuerpo en conciertos, lecturas de poesía y toda clase de reuniones. Un espíritu diferente en las calles. Unidos. Resueltos.
Imagínate cómo sería despertar a toda la sociedad, aclarar los problemas, como: ¿Quiénes son los verdaderos criminales? ¿Quiénes son los que traen la droga y se llevan los trabajos? ¿Quiénes construyen cárceles y cierran escuelas?
Imagínate esto: por todo el país la gente empieza a darse cuenta de quién verdaderamente representa la justicia, el valor: ¿los politiqueros mentirosos y los matones uniformados o la gente que lucha para que se conozca la verdad?
SI todos jalamos juntos, SI todos trabajamos más duro y luchamos más recio de lo que lo hemos hecho en mucho, mucho tiempo, podemos hacer que eso que nos imaginamos sea real. Podemos dar pasos urgentes por un camino muy diferente.
¿Qué significaría? Un estudiante lo dijo de esta manera: "Todos vestidos de negro, todos coreando las mismas consignas, todos proclamando el mismo mensaje: `Miren, aquí viene el nuevo día'".
Hay momentos en que un movimiento tiene que poner en tensión todas sus fuerzas para asestarle un golpe poderoso al opresor. Cuando hay que superar, o poner a un lado, viejos antagonismos para encarar antagonismos mayores. Momentos en que todos avanzamos juntos para cambiar la situación.
La respuesta al 22 de octubre nos indica que este es uno de esos momentos. Vemos el potencial; la cuestión es si cada uno de nosotros lo vamos a aprovechar, y en qué escala. Juntos podemos poner la verdad sobre el tapete. La diversidad de gente que se ha unido en este esfuerzo y la mayor diversidad que podemos y debemos movilizar en las próximas semanas y días puede inspirar a los que han perdido la esperanza y orientar a los que tienen la cabeza en las nubes. La resolución que demostraremos ese día -- y NO permitiremos que nos lo impidan -- atraerá a muchos más.
La gente verá quién tiene la razón, de qué lado está la justicia y verá cómo se forja un movimiento contra la injusticia. Verá un movimiento unido que lucha, que se une con todos los que se pueda unir para que se sienta una nueva expresión de resistencia capaz de voltear la tortilla el 22 de octubre.
¿Qué hacer? Ponte en contacto con un comité organizador, con tus amigos. Encárgate de que los clubs sociales, los artistas, los sindicatos, los grupos estudiantiles, las iglesias, mezquitas, templos, clubs y asociaciones estudiantiles y profesionales, y demás lugares que se te ocurran, sepan del Día Nacional de Protesta. Si necesitas ayuda en esa tarea, pídela: en el movimiento que queremos construir todos aprendemos, enseñamos, trabajamos, resolvemos problemas y aprovechamos oportunidades juntos. ¡NECESITAMOS TU CEREBRO, CORAZON, MUSCULOS Y SUEÑOS!
Ponte en contacto con un comité y consigue afiches, camisetas y botones para correr la voz.
Ha llegado la hora. Aprehender el momento.