Obrero Revolucionario #762, 26 de junio, 1994
El OR conversó por teléfono con Leonard Peltier, quien está preso en la cárcel Leavenworth, Kansas, donde purga dos sentencias de cadena perpetua por la muerte de dos agentes del FBI a raíz del famoso tiroteo entre activistas del Movimiento Indígena Americano (AIM) y agentes federales en la reserva Pine Ridge en 1975. Las autoridades solo le permiten hablar 15 minutos, así que tuvimos que hablar rápido.
Leonard Peltier: Cómo están, habla Leonard Peltier.
OR: Es un placer oír tu voz, como estás.
Leonard Peltier: Muy bien, hermano.
OR: Pues, parece que tenemos que trabajar rápido.
Leonard Peltier: Si, por favor. Solo me dan 15 minutos.
OR: En noviembre y diciembre la junta de libertad condicional les hizo una mala jugada, a ti y a tus abogados. ¿Qué nos puedes decir sobre eso?
Leonard Peltier: El 14 de diciembre de 1993, me presenté por primera vez ante la junta de libertad condicional del penal Leavenworth. Durante cuatro horas presentamos nuestros argumentos. Primero salieron con una vieja táctica ilegal: tener en la sala a un agente del FBI; pero mi abogado, Ramsey Clark, exigió que lo sacaran.
Sin embargo, ya habían tomado su decisión: no van a considerar mi caso por otros 15 años.
Mejor dicho, los 18 años que he estado en la cárcel no bastan; y de esos me han robado uno, así que solo me dan crédito por 17 años.
Pero nosotros apelamos y citamos el historial del caso, el hecho de que me acusan de algo por lo cual un jurado me absolvió. Motivada por la venganza, la junta de libertad condicional de Washington, D.C., extendió la espera de 15 a 21 años.
OR: ¿Cuánto tiempo deliberó la junta para tomar esa decisión?
Leonard Peltier: Como dije, la audiencia duró cuatro horas y ellos dieron su decisión en 10 ó 15 minutos. Se fueron a tomar un café, a hacer sus necesidades y regresaron con la decisión.
OR: ¿Admite el gobierno que no tiene ninguna prueba en tu contra?
Leonard Peltier: La verdad es que el gobierno ha admitido en dos ocasiones, a nivel de la Corte de Apelaciones, que no sabe quién mató a los agentes. Permíteme citar a la fiscal Lynn Crooks, quien dijo: "Su señoría, el gobierno no sabe quién mató a nuestros agentes y no se sabe qué papel pudo haber desempeñado Peltier. No se sabe si él fue uno de los que cometió el crimen o si fue uno de los que ayudó y colaboró".
Ultimamente el gobierno ha dicho que piensa que fui uno de los que "ayudó y colaboró".
OR: Tengo entendido que el gobierno tiene una teoría que llama "ayudar y colaborar a distancia", ¿es ese el término que usa?
Leonard Peltier: Básicamente es eso. Su teoría es que fui un ayudante o colaborador a 5 ó 6 metros de distancia, o a 200 metros. No saben desde dónde ayudé y colaboré, pero estaba en la reserva. (Se ríe.)
OR: La semana que viene, el 26 precisamente, mucha gente irá a Washington, D.C., para demandar que te pongan en libertad. ¿Por qué no nos dices cómo va el caso y qué hay que hacer?
Leonard Peltier: Mi petición de clemencia está pendiente ante la Secretaría de Justicia. Ya la revisó la oficina de perdones de la procuradoría y está en el despacho de la procuradora general. La viceprocuradora general que acaban de designar para ver el caso se llama Jamie Gorelick, así que tenemos que mandarle cartas a ella solicitando que recomiende clemencia.
OR: Explica lo que quiere decir clemencia; es posible que algunos no sepan.
Leonard Peltier: Clemencia quiere decir que acomodan la sentencia, o sea, me pueden poner en libertad diciendo que ya "cumplí la sentencia".
Quiero decir que las cosas marchan bien, muy bien. No puedo dar detalles, pero basta con decir que las cosas van bien, la situación es excelente.
Hoy más que nunca necesitamos ayuda con lo que pasará el 25 y 26 de junio en Washington, D.C.: escribir cartas, enviar faxes y hacer llamadas telefónicas a la Casa Blanca y a la oficina de Jamie Gorelick. Eso es muy importante y hay que hacerlo inmediatamente.
OR: ¿Qué clase de apoyo has recibido del pueblo, de personas conocidas y a nivel internacional?
Leonard Peltier: He recibido apoyo de actores y actrices, del obispo Desmond Tutu y el reverendo Jesse Jackson, por nombrar políticos prominentes, así como de 55 congresistas y senadores, y de 60 miembros del Parlamento canadiense, que dicho sea de paso está celebrando audiencias sobre mi extradición ilegal [Leonard fue capturado en Canadá]. Después de 18 años [desde la extradición] por fin están haciendo algo.
Más de 150 naciones indígenas han aprobado resoluciones a favor de que me den clemencia. En Estados Unidos he recibido apoyo de millones de personas y de miles de millones por todo el mundo.
Los indígenas de Chiapas conocen mi caso, me apoyan con firmeza, y, claro, el apoyo es mutuo.
OR: ¿Se han comunicado contigo?
Leonard Peltier: (Ríe.) Mira, compa, hemos sido aliados desde hace muchos años.
OR: ¿Nos puedes decir por qué empezaste a luchar contra el sistema, cómo eran las condiciones del pueblo?
Leonard Peltier: La pobreza; la discriminación; la injusticia del sistema judicial. La violación de los acuerdos entre naciones soberanas, o sea entre Estados Unidos y las naciones indígenas. La intolerancia contra los territorios indígenas. El desempleo, que causa el alto nivel de alcoholismo y de enfermedades en las reservas.
En esos días no era ilegal matar a un indígena. En el peor de los casos al asesino lo dejaban salir bajo libertad condicional; en la mayoría de los casos lo dejaban irse sin más.
La mayoría no queríamos seguir viviendo en la pobreza, queríamos cambios; por eso me metí a la lucha y por eso sigo luchando.
OR: ¿De qué te acusaron? ¿Por qué no te han puesto en libertad cuando está claro que no tienen pruebas?
Leonard Peltier: Bueno, algunos empezábamos a tener mucha influencia y a ser líderes de peso. No solo los que hablaban ante la prensa; otros tenían gran influencia en las naciones indígenas y muchos seguidores.
El gobierno necesitaba un chivo expiatorio, alguien tenía que pagar por los guerreros [del FBI] que murieron ese día. Tenemos información de una fuente policial en altos niveles del gobierno que dice que en esos días el gobierno decidió que alguien tenía que pagar. Desafortunadamente me tocó ser el chivo expiatorio. Pensaron que si salía en libertad, sus agentes federales serían el blanco de todos.
Hay más. En ese entonces el gobierno quería acabar con las reservas para robarse las pocas tierras que nos quedaban, y principalmente sus recursos naturales.
OR: Hoy estaba leyendo que el gobierno se robó territorios indígenas que tenían uranio el mismo día del tiroteo de Oglala.
Leonard Peltier: Así es.
OR: ¿Por qué crees que después de 18 años, cuando está claro que el gobierno no tiene pruebas, no te pone en libertad?
Leonard Peltier: Primero, creo que quieren salvar las apariencias. No quieren admitir ante el mundo que este no es el mejor y más equilibrado sistema de justicia, y que son culpables de complots. Eso es algo que jamás van a admitir, simplemente no quieren hacerlo.
Jamás han admitido que aquí hay presos políticos; eso no lo van a hacer. Si me ponen en libertad, no me van a pedir disculpas a mí ni a los pueblos indígenas. Hasta la fecha no hemos conseguido que se disculpen por la masacre de Wounded Knee; lo único que han dicho es que "lamentan" lo que ocurrió.
Esos son algunos de los aspectos políticos. No quieren poner en libertad a alguien que tiene tanta influencia en los pueblos indígenas, por temor a que yo vaya a reavivar algo.
OR: En este número publicamos una declaración que tú y Jaan Laaman escribieron sobre Mumia Abu-Jamal. ¿Cómo está la situación ahí en Leavenworth? ¿Qué onda con los presos políticos? ¿Reciben literatura revolucionaria?
Leonard Peltier: Podemos circular entre la población general. Recibo el OR y muchos lo leemos. Discutimos ciertos temas y cuando hay que escribir una carta nos reunimos. Si la apoyamos, damos nuestra aprobación.
OR: Chévere...
Leonard Peltier: Ese sonido quiere decir que nos queda un minuto y 10 segundos.
OR: ¿Quieres decir algo a los lectores del OR de todo el mundo?
Leonard Peltier: Espero que apoyen los eventos del 25 y 26 de junio. También necesitamos fondos, eso es muy importante. Suscríbanse al boletín Crazy Horse Spirit Newsletter y lean el libro In the Spirit of Crazy Horse de Peter Matthiessen. Ya me están cortando la línea, muchas gracias.
Sin más, las autoridades cortaron la línea.
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