En sus escritos y charlas, Mao Tsetung se refiere muchas veces a los grandes levantamientos de campesinos a lo largo de los siglos y miles de años de la sociedad feudal en China. Señaló que esos levantamientos lograron muchas cosas, que incluso destronaron a poderosos emperadores, sin embargo no lograron liberar a las masas populares completamente. ¨Por qué fue así y qué podemos aprender de eso para impulsar la lucha por la liberación total?
Veamos lo que dijo Mao:
"La despiadada explotación económica y opresión política de los campesinos por la clase terrateniente, los forzó a alzarse en numerosas rebeliones contra la dominación de esta.... Las luchas de clase del campesinado, sus levantamientos y guerras, fueron la única fuerza motriz real del desarrollo histórico en la sociedad feudal china.... No obstante, como en aquellos tiempos no existían nuevas fuerzas productivas y nuevas relaciones de producción, ni nuevas fuerzas de clase, ni partidos políticos avanzados, estos levantamientos campesinos y guerras campesinas no contaron con una dirección justa, como la que ejercen hoy el proletariado y el Partido Comunista; de este modo, las revoluciones campesinas terminaron siempre en el fracaso y fueron invariablemente utilizadas, durante su curso o después, por los terratenientes y la nobleza como instrumento para realizar cambios dinásticos. Así, aunque con cada gran lucha revolucionaria campesina se lograba cierto progreso social, las relaciones económicas feudales y el sistema político feudal quedaban en lo fundamental inalterados.
"Solo en los últimos cien años se ha producido un cambio en la situación".
("La revolución china y el Partido Comunista de China", Mao, Obras Escogidas, Tomo 2, pp. 318-319)
Qué quiere decir eso. Que en todas esas rebeliones y guerras campesinas los campesinos fueron derrotados; o que los de arriba, los terratenientes, emperadores o aspirantes a emperadores se apoderaron de sus luchas y las utilizaron para sus propios fines; o que cuando tumbaban una dinastía, algunos de los líderes campesinos se volvieron los nuevos emperadores, creando así sus propias dinastías para dominar al pueblo.
Estas son experiencias que los oprimidos del mundo conocen muy bien. Toda nuestra historia está repleta de ejemplos así. Pero en esta época existe algo radicalmente nuevo y diferente, algo que lo cambia todo. Existe una clase, no solo en un país sino en todo el mundo, que desea y tiene la fuerza para hacer una revolución que por fin acabe con todas las formas de explotación y opresión. Esa clase es el proletariado--la clase explotada en la sociedad capitalista--la clase cuyo trabajo es el fundamento de la producción capitalista y cuya pobreza es la razón de la riqueza capitalista.
En las épocas históricas anteriores, cuando se levantaban los oprimidos, y a pesar de que luchaban y se sacrificaban heroicamente, no estaban en posición para reorganizar la sociedad de una forma radicalmente nueva sin explotación y sin opresión. ¨Por qué? De fondo se debe a que en esos tiempos no estaban suficientemente desarrolladas las fuerzas productivas: la tierra y las herramientas, así como otras materias primas y maquinaria, al igual que el conocimiento y la capacidad de los seres humanos. No estaban suficientemente desarrolladas como para satisfacer las necesidades materiales básicas de todos, para permitir el desarrollo general--intelectual así como físico, recreación y trabajo--de todos, ni para permitir el desarrollo de la sociedad de conjunto, de una manera racional y planeada. En el pasado no existía la clase capaz de reorganizar a la sociedad de esa manera, de acuerdo a sus propios intereses.
Hoy todo eso ha cambiado. Ahora el desarrollo de las fuerzas productivas hace eso posible y hay una clase que lo puede concretar; esa clase, repito, es el proletariado.
El Nuevo Programa de nuestro partido explica que "Cualquiera que sea la clase que en determinado período histórico pueda organizar la sociedad de tal forma que utilice de la manera más racional las fuerzas productivas disponibles llegará finalmente al Poder y prevalecerá durante aquel período" (pp. 11-12). Hoy las "fuerzas productivas disponibles" en todo el mundo producen suficiente comida, ropa, albergue, medicinas y otros productos básicos para que todos los seres del planeta disfruten de una vida decente, y producen un excedente suficientemente grande para el desarrollo general y futuro de la sociedad humana.
Pero como bien sabemos, las cosas no son así. Un puñado de individuos en un puñado de países, como los gobernantes imperialistas de Estados Unidos, controlan enormes cantidades de riqueza y los medios de producirla: las fuerzas productivas. Y en este sistema a las masas las tratan meramente como un instrumento para crear riqueza para los dueños y gobernantes de este sistema. Además, esos imperialistas se traban en una mortal competencia que culmina en guerras terriblemente destructivas para ver cuál de ellos saldrá ganando.
Esta es una profunda y opresiva verdad. Una verdad más profunda y liberadora es que eso ya no es necesario: que ya ha dejado de ser la única manera o la más racional de organizar la sociedad. Hoy el proletariado, y solo el proletariado, es capaz de "organizar la sociedad de tal forma que utilice de la manera más racional las fuerzas productivas disponibles". Y de fondo es por eso que el proletariado es la única fuerza social que puede dirigir a las masas populares a su verdadera y completa liberación. Cualquier otro intento de cambiar la situación, dirigido por otra fuerza de clase, será aplastado por el sistema, se venderá al sistema, o incluso si derrota a algún gobierno, a la larga no hará más que prolongar el mismo sistema básico con nuevos gobernantes. Eso se debe a que ninguna otra clase cuenta con la base material y la posición material en la sociedad para organizar y utilizar las fuerzas productivas de una manera radicalmente diferente; ninguna otra clase representa relaciones radicalmente diferentes en la producción y en la sociedad en general.
Las fuerzas productivas de hoy requieren que miles, y en última instancia millones, de individuos colaboren para producir las cosas que la sociedad entera necesita. El proletariado es la clase que representa el trabajo cooperativo y la labor cooperativa general que corresponde a la naturaleza altamente socializada de las fuerzas productivas. Es por eso que la revolución proletaria se propone establecer la socialización y propiedad común de los medios de producción y organizar a las masas de una manera cooperativa para trabajar y distribuir lo que se produce, según sus necesidades.
Hoy las fuerzas productivas están altamente interconectadas a nivel internacional, y de hecho la forma más racional de utilizarlas es a nivel internacional. Por eso es que en última instancia la revolución proletaria es una revolución internacional. Esta revolución se propone no solo abolir la división de la sociedad en clases sino también acabar con todas las desigualdades y relaciones opresivas entre pueblos y naciones, y llegar a acabar con la división de los seres humanos en naciones remplazándola con una sociedad de seres que se asocian y cooperan libremente a nivel mundial.
En una palabra, la meta del proletariado es llevar a cabo la revolución comunista mundial.
Así podemos ver por qué Mao recalcó con frecuencia lo que dijo el fundador del comunismo, Carlos Marx: el proletariado solo puede emanciparse si emancipa a la humanidad entera. Solo si se suprimen todas las formas de explotación; solo si se superan todas las "divisiones del trabajo" que ponen a unos en posiciones privilegiadas y de poder sobre otros; solo si se acaba con las divisiones entre clases; solo si se eliminan a nivel mundial todas las relaciones de opresión y desigualdad; solo logrando eso se concretarán los intereses del proletariado.
El proletariado debe ponerse y se pondrá a la cabeza de las masas oprimidas cuando se levanten contra el sistema opresivo, lo tumbará y creará un nuevo poder político. En este sentido el proletariado actúa como otras clases históricas que han moldeado a la sociedad según sus intereses. Pero como hemos visto, el proletariado es completamente diferente a las otras clases históricas--no le interesa ningún sistema nuevo de explotación sino la abolición de todas las formas de explotación y opresión--y por eso es que el proletariado no solo puede movilizar a las masas oprimidas de una manera poderosísima para tumbar al viejo sistema, sino que también es capaz de seguir dirigiendo la transformación del mundo de una manera consciente y por su propia liberación.
Para llevar a cabo esta revolución histórica, para concretar sus intereses de clase y para emancipar a toda la humanidad, al proletariado tiene que dirigirlo una vanguardia armada con la ideología y el programa que corresponden a los intereses más fundamentales y altos del proletariado. Con la dirección de tal vanguardia, basada en esta ideología y en este programa, se puede desencadenar las masas oprimidas y dirigirlas de una manera consciente y organizada a luchar, tumbar y arrancar de raíz el viejo orden de explotación y opresión y crear un mundo nuevo--el mundo comunista para que como dijo Mao, la humanidad "proceda de manera consciente a su propia transformación y a la del mundo".