OR #867, 7 agosto, 1996

Sobre lo que está en juego en la lucha de dos líneas en Perú

La guerra popular en Perú continúa ante enormes obstáculos; también continúa la importantísima lucha de dos líneas dentro del Partido Comunista del Perú (PCP) sobre persistir en la guerra popular o abandonarla y buscar un acuerdo de paz. Ciertos sucesos de los últimos meses han aumentado la responsabilidad de los revolucionarios proletarios del mundo entero de apoyar más plena y cabalmente la línea correcta de continuar la guerra popular; nos exhortan a captar más a fondo nuestras responsabilidades y a cumplirlas, cualesquiera sean las nuevas y difíciles circunstancias que se presenten.

Con este editorial, y con el documento del Comité del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI), queremos informar a nuestros lectores y dar a conocer nuestros puntos de vista sobre algunos de estos importantes sucesos.

Como muchos ya saben, la guerra popular maoísta en Perú, así como la conquista de bases de apoyo, ha sido un proceso heroico de 16 años de lucha. El PCP, que ha dirigido la guerra popular, principalmente apoyándose en las masas populares, ha avanzado a través de vueltas y revueltas.

Desde su inicio en 1980 la guerra popular maoísta se ha ganado la profunda animosidad de los enemigos de la liberación popular de todo el mundo, especialmetne del imperialismo estadounidense, la principal potencia que domina a Perú. El Estado peruano y los imperialistas estadounidenses respondieron a los éxitos de la guerra popular con nuevas estrategias y feroces ataques contra las masas y el PCP. En septiembre de 1992 el enemigo le asestó un revés particularmente duro a la guerra popular cuando capturó al Presidente Gonzalo y otros líderes del PCP.

El PCP, dirigido por su Comité Central, ha continuado la guerra popular y mantiene el núcleo del ejército popular y las bases de apoyo. Ha seguido golpeando al enemigo, a tal punto que en los últimos meses los periodistas reaccionarios han empezado a comentar sobre la vitalidad y el "regreso" de la guerra popular. Pero los grandes desafíos que encara el PCP no son solo las operaciones militares del enemigo. La nueva dirección ha tenido que combatir una línea que propone abandonar la guerra popular en favor de un acuerdo de paz. Esa línea oportunista de derecha ha surgido de las filas del PCP, especialmente, aunque no exclusivamente, de militantes presos. El doble desafío que encara el PCP sigue siendo agudo y es un deber revolucionario importante por todo el mundo dar pleno y firme apoyo a los camaradas de Perú que luchan en esos dos frentes.

Después del arresto del Presidente Gonzalo, el MRI y su Comité siguieron apoyando firmemente la guerra popular y lanzaron una campaña internacional para defender su vida. La responsabilidad del MRI entró a una nueva fase más crucial cuando se dio a conocer la propuesta de un acuerdo de paz. Como dice el "Llamado" del Comité del MRI de marzo de 1995: "...al MRI no solo le ha incumbido continuar su apoyo a la Guerra Popular en el Perú, sino también participar en esta lucha de dos líneas, llevando a cabo la investigación, el estudio de la situación, la discusión y la lucha necesarios para llegar a una correcta y cabal comprensión de todas las cuestiones involucradas y, sobre esta base, prestar el más poderoso apoyo a la línea marxista-leninista-maoísta y a los camaradas que la están aplicando en el Perú en este momento".1

El hecho de que el gobierno peruano dice que el autor de la propuesta del acuerdo de paz es el Presidente Gonzalo ha complicado más este proceso. Como el gobierno lo tiene aislado, ha sido imposible verificar independientemente su punto de vista. Además, al estar en las garras del enemigo, el Presidente Gonzalo no ha podido tener contacto con las masas por medio de la cadena de conocimiento del Partido.

De las prisiones han salido documentos que, según los partidarios del acuerdo de paz, son escritos por el Presidente Gonzalo.2 Otros presos que apoyan la línea del acuerdo de paz, entre ellos conocidos dirigentes del PCP, han dado entrevistas en las que dicen lo mismo. El caso más reciente fue el de Margie Clavo (presentada como uno de los líderes del Comité Central, que se opone a la línea del acuerdo de paz) quien fue capturada y después de unos meses anunció que había "decidido" apoyar la línea del acuerdo de paz y que el Presidente Gonzalo la convenció personalmente. (Véase el documento del MRI, p.9.)

Debido a que el gobierno controla el acceso, todavía es imposible confirmar con certeza si el Presidente Gonzalo de hecho apoya el acuerdo de paz, aunque esa posibilidad ha aumentado y los revolucionarios tienen que encararla para fortalecer la posición política correcta de oponerse a la línea oportunista de derecha que quiere concluir la guerra.

Desde que conoció la propuesta de un acuerdo de paz, se han dado situaciones que no se pueden explicar con el análisis de que el papel del Presidente Gonzalo en esto es una "patraña". En un principio muchos revolucionarios pensaron que era una "patraña", y esa es la posición que tomó el Comité Central del PCP en un documento que salió poco después del anuncio oficial de dicha propuesta.

Es correcto estar alertas y sospechar del papel de la policía y los imperialistas, y sentir gran respeto por todas las contribuciones del Presidente Gonzalo. Además, está claro que el gobierno peruano y los imperialistas han aprovechado y manipulado la propuesta de un acuerdo de paz para atacar, sembrar confusión y debilitar la revolución en Perú. Pero si bien todavía no se puede llegar a una conclusión, está aumentando la posibilidad de que el Presidente Gonzalo haya tomado un camino incorrecto y abandonado el sendero revolucionario que trazó para el PCP antes de su captura.

Esta inquietante posibilidad recalca la importancia de esta lucha para el futuro del PCP y la guerra popular. Sea como sea, aunque el propio Presidente Gonzalo apoye la línea de un acuerdo de paz, hay que librar una enérgica lucha de dos líneas. El hecho es que un sector del PCP (que cuenta con personas que tuvieron cargos de dirección) está apoyando y promulgando una línea oportunista de derecha sobre el futuro curso del Partido, ya sea que el Presidente Gonzalo esté con ese sector o no. En una palabra, se está dando una importante lucha de líneas, y por esa razón fundamental el Comité del MRI ha basado su posición en un meticuloso estudio de las líneas políticas, que se llevó a cabo a la luz de principios revolucionarios maoístas, y se ha unido a la lucha concentrándose seriamente en cuestiones de línea.

Fuera de Perú, hay quienes al mismo tiempo que dicen que apoyan la guerra popular se aferran neciamente a otro camino; siguen proclamando que el acuerdo de paz es un montaje y una patraña de la policía; han llegado a negar que es una lucha de dos líneas sobre la dirección que debe tomar la guerra popular; y han llegado a la bajeza de atacar al MRI por haber abordado la situación como un importante asunto de línea política.

Desde el inicio, el Comité del MRI planteó que era importante investigar para determinar los puntos de vista del Presidente Gonzalo. Desde entonces, el curso de los acontecimientos ha aumentado la preocupación de que él podría haber participado en la elaboración de la línea del acuerdo de paz. Así que no reconocer, a estas alturas, que se trata de una lucha de dos líneas para determinar la estrategia y el rumbo del Partido, es muy incorrecto. Hoy, especialmente, seguir diciendo que solo se trata, o que en esencia se trata, de un complot de la policía, no contribuye a tomar un curso revolucionario, lógico y que ayude a los que verdaderamente quieren brindar apoyo al Comité Central del PCP.

Los revolucionarios que quieren apoyar la guerra popular de Perú desde otros países no pueden asumir seriamente esa responsabilidad, ni su responsabilidad al proletariado internacional, si no analizan a fondo los asuntos políticos de esta lucha de dos líneas y si no refutan a fondo la línea oportunista del acuerdo de paz. Cualesquiera que sea su intención, los "partidarios" de la guerra popular que no abordan esto como una lucha de dos líneas están perjudicando al PCP y a nuestro movimiento internacional, y deberían cambiar su posición.

Con el transcurso de los acontecimientos, el CC del PCP ha desarrollado su posición inicial y hoy dice que es necesario "elevar la lucha a nivel de línea".3 Ese es un consejo muy correcto y a todos nos incumbe aplicarlo y profudizarlo.

Hoy, especialmente, debemos asumir más profundamente la lucha de dos líneas, basarnos firmemente en la línea, no en individuos, y comprender a fondo los puntos y la línea correcta para impulsar la revolución. Tenemos que ser firmes y decir que una cosa es correcta y otra incorrecta. Los revolucionarios deben profudizar su conocimiento de los asuntos importantes y, a partir de eso, seguir la línea correcta, pase lo que pase. Eso implica profundizar el repudio a la línea oportunista de derecha de un acuerdo de paz. Como dijo el "Llamado" del MRI de marzo de 1995 sobre este punto: "Es claro que la línea de las negociaciones va en contra de la línea básica del PCP que ha guiado la guerra popular en su avance y que se forjó bajo la dirección del Presidente Gonzalo. Es importante continuar esforzándose para determinar cuáles son los puntos de vista actuales del Presidente Gonzalo. Sin embargo, la cuestión central es la línea y no el autor".

Para ser claros, todavía no sabemos con seguridad cuáles son los puntos de vista del Presidente Gonzalo y, por esa y muchas otras razones, sigue siendo muy importante luchar para defender su vida y romper su aislamiento. Nos alegraría muchísimo saber que de hecho no apoya la línea del acuerdo de paz; y de no ser así, nos alegraría si cambiara de punto de vista. Pero ante todo, tenemos que ver la línea y, como parte de eso, prepararnos para la posibilidad de que el Presidente Gonzalo sea su principal proponente.

Tenemos que prepararnos para una intensificación de la lucha de dos líneas y para los nuevos interrogantes y problemas que se presentarán. Profundizar la lucha de dos líneas contribuirá a resolver ciertos desafíos que encara la revolución en Perú. Por ejemplo, está claro que desde antes de la captura del Presidente Gonzalo los imperialistas y el reaccionario gobierno peruano empezaron a efectuar importantes cambios en su estrategia para combatir la revolución, lo cual el PCP, bajo la dirección del Presidente Gonzalo, empezó a abordar. Luego vino la captura de una parte de la dirección central, lo cual le planteó al Partido nuevos problemas.

A su propia manera, incorrecta, las fuerzas que están a favor del acuerdo de paz han hecho un análisis y dado "respuestas" a estos problemas que, de ser puestas en práctica, llevarán a la capitulación y a la derrota de la revolución. Pero, junto con la tarea de derrotar esta línea oportunista de derecha y su influencia, el proceso de analizarla y someterla a un análisis y crítica a la luz del marxismo-leninismo-maoísmo es una parte importante de forjar respuestas revolucionarias a estos nuevos problemas que encara la guerra popular. Tenemos confianza en que los camaradas del CC del PCP están lidiando con esos problemas y esa tarea. Pero el movimiento internacional también tiene la responsabilidad de participar en esa lucha. Un factor muy importante y positivo para la guerra popular en Perú es el hecho de que existe un movimiento internacional, en particular el MRI, cuya experiencia política fortalece esa lucha.

El movimiento internacional tiene un importante papel que desempeñar. Esta lucha abarca problemas de estrategia, táctica y concepción del mundo revolucionaria que son pertinentes para otros países, no solo para Perú. Debemos aplicar todo nuestro conocimiento político y toda la experiencia de nuestro movimiento internacional para cumplir con la responsabilidad que tenemos con los camaradas de Perú. Parte de esa responsabilidad se expresó en el voto de los partidos y organizaciones del MRI que se acaba de anunciar (véase la p.9). También se ha expresado en las contribuciones políticas hechas por partidos y organizaciones del MRI.4 Pero ese proceso y esa responsabilidad es algo que continuará.

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Es una situación compleja en la que hay mucho en juego. Nuestro optimismo radica en nuestra fe en las masas y en su capacidad de asumir y aprender de la lucha de dos líneas: la vida misma y el curso de la revolución. Tenemos mucha confianza en que las amplias masas y los revolucionarios abrazarán la línea correcta y la aplicarán para cambiar el mundo.

Los maoístas tienen una actitud hacia la lucha de dos líneas: "La lucha contra las ideas erróneas puede compararse a la vacunación: El hombre se inmuniza contra la enfermedad cuando la vacuna le hace efecto. Una cosa criada en invernadero no tiene mucha vitalidad".5 Las grandes luchas de dos líneas (luchas de vida o muerte sobre la estrategia de la revolución) son parte de la constante lucha de clases, que se refleja dentro del partido revolucionario. Un partido revolucionario, y de hecho todo el movimiento comunista internacional, debe estar listo para encarar muchas de esas luchas, que surgirán repetidamente, especialmente en momentos en que la revolución se encuentre en una encrucijada.

Una prueba de lo anterior es el hecho de que esta lucha ha estallado en Perú hoy y hay muchos ejemplos más. Por ejemplo, a lo largo de su historia revolucionaria el Partido Comunista de China tuvo 10 importantes luchas de dos líneas, seis antes de 1949, cuando la revolución triunfó a nivel nacional. Esas luchas, y su correcta resolución, fueron decisivas para el triunfo de la revolución que dirigió Mao, así como para mantener el Poder revolucionario por más de 25 años a través de luchas de dos líneas más intensas. Por medio de ese proceso, el Partido y las masas se aceraron, se fortalecieron y profundizaron la línea correcta. De hecho, ese planteamiento del papel de la lucha de dos líneas, tanto antes como después de la toma del Poder, fue un aspecto crucial del desarrollo que hizo Mao de nuestra ciencia revolucionaria para alcanzar una nueva etapa, el marxismo-leninismo-maoísmo.

Como ha dicho el Comité del MRI, les incumbe a los maoístas de hoy por todo el mundo aplicar ese conocimiento en la caldera de la lucha en Perú: combatir por transformar una cosa mala en algo bueno, derrotar una peligrosa línea incorrecta, dar respuestas a difíciles y nuevos problemas que hoy enfrenta la revolución en Perú, movilizar y unificar sobre esa base, y profundizar el conocimiento colectivo de los revolucionarios del mundo sobre importantes problemas de estrategia revolucionaria.

Como dijo el Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, EEUU, cuando se publicó el "Llamado" del MRI en marzo de 1995: "Junto con el Comité del MRI, expresamos nuestro firme apoyo al Comité del Partido Comunista Revolucionario del Perú. Apoyamos su dirección y continuación de la Guerra Popular y de la importantísima lucha de dos líneas que lleva a cabo. Esos camaradas están en guerra contra un gobierno genocida y su padrino imperialista, y están combatiendo una línea política que quiere poner fin a la guerra y causaría graves perjuicios a la revolución en Perú. Sus logros en esos dos frentes de intenso combate son una gran inspiración. Han defendido y desarrollado el Nuevo Poder de las masas, y han defendido el marxismo-leninismo-maoísmo y la línea general de su Partido forjada bajo la dirección del Presidente Gonzalo. Lo que el PCP ha logrado da testimonio del gran poder de la línea marxista-leninista-maoísta. Nuestros más afectuosos saludos al Comité Central del PCP y nuestro apoyo total a la lucha que lleva a cabo".6

Notas: em>Un Mundo Que Ganar (UMQG).

2.Véase "¡Asumir y combatir por la nueva decisión y nueva definición!" ("Asumir"). Una versión de este documento salió en el No. 21 de UMQG acompañada de una respuesta. Desde ese entonces, ha salido una versión más larga de "Asumir", así como otros documentos a favor de un acuerdo de paz y de concluir la guerra.

3.Informe de febrero de 1994 del Comité Central del PCP: "¡Reafirmarse en la base de unidad partidaria y construir la conquista del Poder!", UMQG, No. 21.

4.Aquí queremos recomendar muy especialmente la valiosa y profunda polémica contra la línea del acuerdo de paz de "Asumir", etc., preparada por la Unión de Comunistas de Irán (Sarbedarán), que también salió en el No. 21 de UMQG y que se llama "¡Se justifica la rebelión!".

5.Mao Tsetung, "Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo", 1957, Obras Escogidas de Mao Tsetung, Tomo V, p. 447.

6.Comité Central del PCR, EEUU. 7 de abril de 1995, OR, No. 803.