Llamado del Comité del Movimiento Revolucionario Internacionalista para elevar el apoyo al Partido Comunista del Perú y a la Guerra Popular
Durante catorce años, el Partido Comunista del Perú, uno de los partidos participantes en el Movimiento Revolucionario Internacionalista, ha conducido a las amplias masas a levantarse en armas, desafiar el dominio de las clases reaccionarias peruanas y sus amos imperialistas, y paso a paso conquistar el poder político para el proletariado y el pueblo peruanos como parte de la revolución proletaria mundial. A través del mundo, todos aquellos que anhelan el fin de la explotación y la opresión han visto correctamente esta Guerra Popular como un faro que apunta en esa dirección y como una prueba fehaciente de la verdad, la vitalidad y poder del marxismo-leninismo-maoísmo, sobre todo cuando éste es aplicado por un partido proletario de vanguardia y crecientemente asumido por las masas, así transformándolo en una formidable fuerza material.
Todas estas grandes conquistas del pueblo revolucionario peruano, arrancadas al enemigo en lucha fiera a costo de grandes sacrificios y la sangre de los comunistas, los trabajadores y los campesinos del Perú, están hoy amenazadas no ya solamente por los salvajes ataques del régimen reaccionario con respaldo del imperialismo, sino ahora también por una línea que, habiendo emergido del propio PCP, llama al abandono de la Guerra Popular.
El Comité del Movimiento Revolucionario Internacionalista hace un llamado a todas las organizaciones y partidos marxista-leninista-maoístas, a los proletarios conscientes de clase y a los luchadores revolucionarios a cerrar filas con el Movimiento Revolucionario Internacionalista, redoblar nuestras actividades en apoyo a la Guerra Popular en el Perú, luchar contra la línea errónea, defender la revolución peruana de todos los ataques y apoyar al Comité Central del PCP que ha venido dirigiendo la Guerra Popular, y cumplir aún mejor con nuestras tareas internacionalistas proletarias.
Los grandes avances y contribuciones de esta Guerra Popular y del PCP a la revolución mundial asestaron golpes contundentes a las clases reaccionarias dominantes y a sus amos imperialistas, específicamente los imperialistas yanquis.
Los enemigos contratacaron. Intensificaron las campañas de contrainsurgencia contra la Guerra Popular. La represión contra las masas peruanas alcanzó dimensiones genocidas, con masacres y "desapariciones" de las masas en ciudades y campos, y el asesinato masivo de combatientes revolucionarios encarcelados. Aun con todo ello, la Guerra Popular continuó su avance, tanto que, para comienzos de la presente década, los imperialistas y reaccionarios ya empezaban a hablar abiertamente del peligro que para ellos significaba que una Guerra Popular maoísta pudiera conquistar la victoria y tomar el poder en todo el Perú. Respondiendo de acuerdo con su naturaleza, los imperialistas y las clases dominantes peruanas, actuando a través del régimen de Fujimori, lanzaron un autogolpe que representó una mayor concentración del poder del Estado reaccionario en las manos del ejecutivo y de las fuerzas armadas. De esta manera, redoblaron la represión de las masas y de su liderato revolucionario, lo mismo que la explotación de los trabajadores y campesinos en general. Todo esto llegó a su forma más concentrada con los esfuerzos para decapitar a la dirección del PCP y de la Guerra Popular, esfuerzos que culminaron en septiembre de 1992 con la captura del Presidente Gonzalo, el principal dirigente del PCP. Un número significativo de otros importantes dirigentes del PCP han sido también capturados y/o asesinados en los últimos años. En su histórico discurso desde la jaula en la que el régimen de Fujimori lo presentaba a la prensa mundial, el Presidente Gonzalo declaró que su captura no era más que un recodo en el camino de la lucha revolucionaria y que la Guerra Popular debía continuar hasta la victoria final de acuerdo con los intereses de las masas peruanas y al servicio de la revolución proletaria mundial. Habló también de la importancia de desarrollar partidos marxista-leninista-maoístas en todo el mundo, llamando particularmente la atención al papel del Movimiento Revolucionario Internacionalista, y resaltando la perspectiva y la necesidad de que el maoísmo devenga en mando y guía de la ola mundial que se nos viene.
A pesar de tal recodo en el camino, la Guerra Popular ha continuado avanzando. Reafirmando las bases de unidad partidarias y reforzando lo trazado en el discurso del Presidente Gonzalo, el Partido Comunista del Perú, dirigido por el Comité Central, con firmeza en los principios y flexibilidad en la táctica, ha contrarrestado los intentos del enemigo de aplastar la revolución. El PCP ha desarrollado la Guerra Popular bajo estas nuevas condiciones, manteniendo el Partido, el Ejército Popular de Liberación y el núcleo de las bases de apoyo. Internacionalmente, el MRI lanzó una campaña mundial para Defender la Vida del Presidente Gonzalo, campaña que movilizó a cientos de miles de revolucionarios y progresistas en todos los continentes y cuyas acciones han golpeado al régimen de Fujimori y sus amos imperialistas de Estados Unidos, y le han dado ánimo al pueblo peruano en lucha.
Fue en este contexto que, un año después del arresto del Presidente Gonzalo, se difundió un llamado para iniciar negociaciones en aras de un acuerdo de paz que termine la Guerra Popular que ya lleva 13 años, llamado que el régimen de Fujimori lo atribuyó al Presidente Gonzalo. El Comité Central del PCP se comprometió a continuar avanzando la guerra y denunció al régimen acusándole de haber fabricado una patraña.(1) Subsecuentemente, un grupo de personas históricamente vinculadas con el PCP, nucleados principalmente en las cárceles y contando con algún apoyo entre miembros y simpatizantes del PCP fuera de la prisión y en el extranjero, lanzó un llamado a todo el Partido para "luchar por un acuerdo de paz". Rápidamente se hizo evidente que una crucial lucha de dos líneas se había desatado en el seno del PCP, lucha que se enfocó desde su inicio en la cuestión de un acuerdo de paz pero que ha venido involucrando toda una serie de cuestiones que enfrenta la revolución en el Perú y en el mundo. Esta valoración inicial vino luego a reforzarse con la aparición de varios documentos con argumentos alarmantes que van en contra de los principios del marxismo-leninismo-maoísmo y contra las posiciones establecidas por el MRI(2).
Dado que el movimiento comunista siempre es movimiento internacional, el estallido de una lucha de dos líneas que afecta la lucha más importante del mundo en la actualidad inevitablemente tiene implicaciones muy serias para el MRI. Y esto resulta aún más cierto tomando en cuenta que el PCP ha contribuido grandemente al propio desarrollo político e ideológico del MRI, especialmente en la recientemente culminada lucha por adoptar el marxismo-leninismo-maoísmo y unificarse en torno a ello. En verdad, esta lucha de dos líneas representa la lucha más importante que nuestro Movimiento ha enfrentado desde su misma fundación en 1984. Una lucha de dos líneas cuya resolución no sólo determinará el futuro desarrollo de la revolución peruana, sino que también tiene grandes consecuencias para el MRI y todo el movimiento comunista internacional.
En estas circunstancias, al MRI no sólo le ha incumbido continuar su apoyo a la Guerra Popular en el Perú, sino también en esta lucha de dos líneas, llevando a cabo la investigación, el estudio de la situación, la discusión y la lucha necesarios para llegar a una correcta y cabal comprensión de todas las cuestiones involucradas y, sobre esta base, prestar el más poderoso apoyo a la línea marxista-leninista-maoísta y a los camaradas que la están aplicando en el Perú en este momento.
Era preciso aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo a las cuestiones implicadas en esta lucha. Este proceso abarcó el estudio de la historia de las negociaciones en el movimiento comunista internacional, incluyendo tanto los ejemplos positivos como los negativos, así como el estudio de otras formas, diferentes de las negociaciones, con las cuales el movimiento comunista internacional ha respondido a vueltas y revueltas muy importantes en la lucha revolucionaria. Era necesario emprender un estudio profundo y aplicar los principios básicos marxista-leninista-maoístas de la Guerra Popular. Sobre esta base, el Comité del MRI estableció criterios básicos para evaluar el llamado a un acuerdo de paz.
Las negociaciones propuestas, ¨le sirven a la tarea de tomar el poder político a través de la guerra revolucionaria, independientemente de las etapas y vueltas que tenga que pasar aquélla?, o ¨apuntan a regresar a la situación previa a 1980, período prolongado en el que no existió lucha armada revolucionaria?
Si bien ciertos compromisos pueden resultar necesarios, ¨puede considerarse que las negociaciones propuestas aseguran los "ntereses fundamentales del pueblo" a los que Mao se refería, esto es, la preservación del núcleo esencial del poder popular y de las fuerzas armadas revolucionarias?(3)
Teniendo presente estos dos criterios el MRI emprendió una investigación de los múltiples aspectos, examinando lo más profundamente posible cada uno de los siguientes problemas:
la situación objetiva en el Perú en el contexto de la situación mundial;
las fortalezas y debilidades de las dos fuerzas contendientes en el seno de la sociedad peruana: por un lado, las masas y su lucha revolucionaria con su más alta expresión, la Guerra Popular dirigida por el PCP; y, por otro, las "tres montañas" del imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático que ahora dominan a través del régimen de Fujimori;
La investigación ha apuntado a determinar si, aun si implica algún tipo de retirada temporal y parcial de las fuerzas revolucionarias y quizás algún tipo de acuerdo formal con el enemigo, una posición en favor de las negociaciones no renuncia a todos los logros duramente conquistados por la Guerra Popular, si no está dispuesta a desmantelar el ejército popular y entregar todas las bases de apoyo de la Guerra Popular, aun en el caso de que algunas de ellas tuvieran que darse en repliegue temporal; se ha buscado determinar si, en síntesis, una posición pronegociadora conduce al abandono del camino revolucionario o si, en cambio, hace parte de continuar avanzando la Guerra Popular en su conjunto, a través de las necesarias vueltas y revueltas. Para llevar a cabo tal investigación, ha sido necesario evaluar tanto los aspectos subjetivos como los objetivos de la cuestión: ¨cuál ha sido la intención de quienes promueven el llamado a negociaciones?; ¨el llamado a negociaciones corresponde a la situación objetiva, a las necesidades de las masas y de la lucha revolucionaria en estos momentos?; y en relación con esto, en términos de libertad y necesidad del campo revolucionario, por un lado, y del reaccionario, por el otro, ¨existe alguna base para lograr un acuerdo de paz que no represente el abandono del camino revolucionario ni la entrega de los intereses fundamentales del pueblo?
Hay que destacar la gran importancia que ha tenido conocer y entender más profundamente la posición y el análisis del Comité Central del PCP sobre estos problemas.
A través de este proceso el Comité del Movimiento Revolucionario Internacionalista ha llegado a las siguientes conclusiones:
1. Independientemente de las intenciones de quienes abogan por ello, el llamado a negociaciones para lograr un acuerdo de paz y los argumentos y pretextos planteados para elaborarlo y defenderlo, no representan objetivamente un compromiso necesario y justificado, sino comprometen los intereses fundamentales del pueblo y representan el abandono de la Guerra Popular y del camino revolucionario.
2.Los términos específicos propuestos para promover un acuerdo de paz(4), la "propuesta de los once puntos", conducirían al desarme del Ejército Popular de Liberación y el desmantelamiento de las Bases de Apoyo, en fin, el abandono definitivo de los frutos de la revolución y así dejando a las masas a merced de las clases reaccionarias y sus fuerzas armadas.
3.Los argumentos o pretextos planteados en la elaboración y defensa de este llamado constituyen argumentos en contra de la posibilidad misma de mantener la Guerra Popular y llevarla a la victoria. Tales argumentos van en contra de las enseñanzas fundamentales del marxismo-leninismo-maoísmo relativas a la necesidad y posibilidad de desarrollar la Guerra Popular prolongada para tomar el poder político.(5)
4.En un sentido fundamental, una vez iniciada la guerra revolucionaria dirigida por el proletariado, debe continuar hasta que una de las partes contendientes haya sido derrotada. La guerra no puede desarrollarse o detenerse a voluntad como una mera táctica de presión para arrancar concesiones del Estado reaccionario. Los métodos y fines de la guerra dirigida por los marxista-leninista-maoístas son fundamentalmente diferentes de las de la guerra de las otras clases, y aunque esas otras clases libren una guerra contra el Estado reaccionario, ella no puede jamás apuntar a la destrucción total del Estado reaccionario ni el establecimiento del dominio de las masas.
En las vueltas y revueltas de una guerra revolucionaria, debido a la fortaleza y debilidad relativas de las partes contendientes, los cambios en la situación objetiva, y así por el estilo, a veces les toca a los comunistas llevar a cabo reajustes sustanciales en su estrategia y tácticas, incluyendo repliegues y avances. En algunos casos, la necesidad de tales reajustes se expresa en la esfera militar--como fue el caso de la Gran Marcha dirigida por Mao en el curso de la Revolución China. Y otras veces, los comunistas no rechazan las negociaciones ni la posibilidad de lograr ciertos acuerdos con las clases reaccionarias dominantes, como táctica que puede ser posible y hasta necesaria como resultado de los desarrollos concretos de la lucha revolucioanria y en el contexto de una estrategia y una perspectiva revolucionarias correctas(6).
Sin embargo, en las circunstancias actuales y dada la correlación de las fuerzas de clase del momento, desde el punto de vista del proletariado no existe ni la necesidad ni una base correcta para negociaciones que lleven al fin de la Guerra Popular. En términos de la libertad y la necesidad tanto del campo revolucionario como del campo reaccionario, no existen bases para llegar a un acuerdo de paz que no represente el abandono del camino revolucionario y que no comprometa los intereses fundamentales del pueblo. Bajo estas circunstancias, el único tipo de acuerdo de paz que podría aceptar el régimen de Fujimori--y más globalmente, las clases reaccionarias peruanas y sus amos imperialistas--es un acuerdo que dé por terminada la guerra sobre una base que, en lugar de beneficiarlo, causa daño al proceso revolucionario en el Perú. Por lo tanto, la propuesta de un acuerdo de paz para terminar la guerra sólo lleva al oportunismo, y esto debe ser firmemente combatido.
5.La situación internacional actual no está marcada ni por un período de paz mundial, ni por la resolución de los conflictos. Acuerdos de paz como el de Palestina reflejan los esfuerzos de los imperialistas para incorporar a sectores no proletarios (tales como los nacionalistas y los revisionistas) como gendarmes del "nuevo orden mundial" autoproclamado por el imperialismo norteamericano. Este tipo de acuerdo de paz está dirigido directamente en contra de las masas. La genuina lucha revolucionaria dirigida por los marxista-leninista-maoístas, que representa los intereses fundamentales del proletariado y de los pueblos oprimidos, continuará siendo rabiosamente combatida por el imperialismo y la reacción mundiales.
A pesar de las características contradictorias, la situación mundial actual es favorable para iniciar, desarrollar y avanzar la lucha armada revolucionaria por el poder. El colapso de la Unión Soviética (y con ella, el del bloque del Este) es el derrumbe de una potencia reaccionaria socialimperialista, un gran enemigo de la revolución proletaria mundial, y de ninguna manera significa que el pueblo deba parar o suspender su lucha revolucionaria.
6.El Estado reaccionario peruano representa el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático en ese país, y constituye un instrumento de los patrones yanquis. El Estado reaccionario no tiene solución de largo plazo a su crisis y sólo puede ofrecer más explotación, opresión y miseria a las masas populares. Solamente una Revolución de Nueva Democracia y su avance posterior al socialismo puede salvar al Perú.
7. El Presidente Gonzalo continúa confinado en condiciones extremas en manos del régimen reaccionario, sin contacto con sus abogados, en aislamiento, sin poder recibir la visita de las cinco delegaciones internacionales, y sometido a lo que el propio régimen fanfarronea como "dieta de información". El régimen de Fujimori se ha hecho notorio por sus asesinatos, mentiras, manipulaciones y abuso físico y psicológico de los prisioneros de guerra. Bajo tales circunstancias, nadie puede aceptar comunicaciones indirectas y no comprobadas atribuidas al Presidente Gonzalo y presentadas como representativas de su pensamiento. La lucha por poner fin a su aislamiento debe continuar.
Es claro que la línea de las negociaciones va en contra de la línea básica del PCP que ha guiado la Guerra Popular en su avance y que se forjó bajo la dirección del Presidente Gonzalo. Es importante continuar esforzándose para determinar cuáles son los puntos de vista actuales del Presidente Gonzalo. Sin embargo, la cuestión central es la línea y no el autor.
El Presidente Gonzalo ha hecho sus grandiosas contribuciones al desarrollar la línea del PCP para la Revolución Peruana en el curso de concentrar la experiencia y el conocimiento de todo el Partido y de llevarlo adelante como parte del movimiento comunista internacional. La línea marxista-leninista-maoísta forjada por el PCP bajo la dirección del Presidente Gonzalo es producto de la lucha de las masas y, al mismo tiempo, las ha capacitado aún más para tomar la historia en sus propias manos y transformar el mundo. Es precisamente este proceso de "de las masas, para las masas" y la cadena de conocimicute;nea marxista-leninista-maoísta que guía la Guerra Popular en el Perú y, sobre esa base, seguir avanzando a través de cualquier vuelta y revuelta, hasta lograr el objetivo de la toma del poder a nivel nacional y la gran meta del comunismo a través del mundo.
9. Desde su propia formación en 1984, el desarrollo del Movimiento Revolucionario Internacionalista ha estado inextricablemente ligado con el Partido Comunista del Perú. El PCP ha venido dirigiendo la lucha revolucionaria más importante del mundo en la actualidad, iluminando el sendero de la Guerra Popular para que todo el mundo lo vea. Todo ello ha tenido aún más resonancia en todos los continentes pues el PCP ha avanzado esta lucha consciente y expresamente como parte de la marcha revolucionaria del proletariado mundial hacia el comunismo y lo ha hecho así como parte vital del Movimiento Revolucionario Internacionalista, el naciente centro polítecha y las acciones de aquellos que la plantean.
Es el deber internacionalista de todo nuestro Movimiento, y del Comité en tanto centro político embrionario del MRI, contribuir en todo lo posible a esta lucha de dos líneas contra la línea oportunista derechista de buscar negociar un acuerdo de paz, apoyar al Comité Central del PCP a llevar a cabo esta lucha sobre la base más fuerte y con la mayor efectividad, ayudar a fortalecer la dirección y la línea marxista-leninista-maoísta que guía la Guerra Popular en el Perú y, sobre esa base, seguir avanzando a través de cualquier vuelta y revuelta, hasta lograr el objetivo de la toma del poder a nivel nacional y la gran meta del comunismo a través del mundo.
9. Desde su propia formación en 1984, el desarrollo del Movimiento Revolucionario Internacionalista ha estado inextricablemente ligado con el Partido Comunista del Perú. El PCP ha venido dirigiendo la lucha revolucionaria más importante del mundo en la actualidad, iluminando el sendero de la Guerra Popular para que todo el mundo lo vea. Todo ello ha tenido aún más resonancia en todos los continentes pues el PCP ha avanzado esta lucha consciente y expresamente como parte de la marcha revolucionaria del proletariado mundial hacia el comunismo y lo ha hecho así como parte vital del Movimiento Revolucionario Internacionalista, el naciente centro político del movimiento comunista internacional.
El Movimiento Revolucionario Internacionalista, unido sobre la base del marxismo-leninismo-maoísmo, se une aún más firmemente con sus camaradas del Partido Comunista del Perú, reafirmando su apoyo y resuelto a cumplir con sus responsabilidades. El Comité del MRI llama a todo el Movimiento Revolucionario Internacionalista y a los marxista-leninista-maoístas del mundo entero a asumir la batalla en defensa de la Guerra Popular en el Perú y en apoyo de los camaradas del Partido Comunista del Perú en la lucha por preservar los logros revolucionarios, derrotar la línea oportunista de derecha y marchar hacia la victoria en todo el país como parte de la revolución proletaria mundial.
Todos aquellos que hayan sido confundidos por la línea oportunista de derecha o quienes se hayan apartado ciegamente del camino revolucionario deben repudiar tal línea, oponerse y contrarrestar el daño causado tanto por la línea como por sus adherentes y retomar el camino revolucionario.
Hagamos que la batalla contra esta línea oportunista de derecha sirva como una ardiente caldera para forjar aún más la unidad de nuestro Movimiento y refinar su acero a la más alta calidad. Hagamos que el horno de esta lucha de dos líneas sirva como una gran escuela de marxismo-leninismo-maoísmo, poniendo de manifiesto la diferencia entre el verdadero marxismo y el falso y ayudando a los revolucionarios de todo el mundo a entender y cumplir con las necesidades del momento.
APOYAR AL COMITE CENTRAL DEL PCP!
VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOISMO, ABAJO LA LINEA OPORTUNISTA DE DERECHA!
APOYAR LA GUERRA POPULAR EN EL PERU!
DEFENDER LA VIDA DEL PRESIDENTE GONZALO, LUCHAR POR ROMPER EL AISLAMIENTO!
28 de marzo de 1995
Comité del Movimiento Revolucionario Internacionalista
[NOTAS:]
1. El pronunciamiento del Comité Central del Partido Comunista del Perú con fecha del 7 de octubre de 1993 está disponible del Buró de Información del Movimiento Revolucionario Internacionalista.
2. Hasta el presente, han salido varios artículos que abogan por la línea errónea de luchar por un acuerdo de paz, entre ellos el más importante es el artículo intitulado, "Asumir y Combatir por la Nueva Decisión y Nueva Definición".
3. Estos dos criterios han sido tomados de una carta circular de junio de 1994 sobre la lucha de dos líneas. Esta carta circular ha sido dada a conocer públicamente y está disponible del Buró de Información del MRI en Londres.
4. La "propuesta de once puntos" ha sido difundida ampliamente por los prisioneros que abogan por las negociaciones referidas. También ha salido en varias publicaciones peruanas.
5. La Unión de Comunistas Iraníes (Sarbedarán) escribió una importante crítica de los principales argumentos contenidos en el documento "Asumir y Combatir por la Nueva Decisión y Nueva Definición" (referido someramente como "Asumir") y otros que reflejan la misma línea. Esta crítica, preparada por la UCI(S) a pedido del Comité del MRI y difundida internamente como parte de la discusión en el MRI acerca de la situación en el Perú, será dada a conocer prontamente.
6. Para una discusión de la experiencia histórica en el uso de las negociaciones y la experiencia de la Gran Marcha en China, véase la mencionada carta circular del Comité del MRI y el documento del UCI(S).