Obrero Revolucionario #907, 18 de mayo, 1997
Alentado por la divulgación de que la CIA inundó de cocaína los ghettos de Estados Unidos, el Frente Unico Nacional Negro acusará al gobierno estadounidense de genocidio ante las Naciones Unidas. El Frente Unico presentará peticiones firmadas por miles de personas que acusan "al gobierno estadounidense y sus co-conspiradores de violar los derechos humanos de 40 millones de personas de ascendencia africana, y de otros cinco billones de oprimidos por todo el mundo, y de cometer genocidio contra ellos".
En una carta abierta al Secretario General de la ONU, el presidente del Frente Unico, Conrad W. Worrill, describe la larga historia de participación de la CIA en el narcotráfico y sus consecuencias en las comunidades negras de este país. Condena "el uso de los recursos de los contribuyentes para librar una guerra" contra el pueblo negro, señalando los recortes del welfare, de viviendas públicas y de salud pública, las leyes de inmigración racistas, la destrucción del sistema de educación y el encarcelamiento de "millones de jóvenes africanos y latinos".
El Frente Unico sigue la tradición de figuras históricas como W.E.B. DuBois, Marcus Garvey, Paul Robeson y Malcolm X, todos los cuales recurrieron a la comunidad internacional para pedir justicia para los afroamericanos. En 1951, Robeson y DuBois presentaron una acusación contra el gobierno titulada "Lo acusamos de genocidio" ante la ONU "para denunciar la naturaleza y profundidad del racismo en Estados Unidos y despertar la conciencia moral de la gente progresista del mundo en oposición al tratamiento infrahumano de los negros por los de arriba".
Muchos grupos están distribuyendo la petición y recopilando pruebas en defensa de la acusación/queja. El Frente Unico propone presentarla, junto con las peticiones, el 27 de mayo.
En diciembre de 1998 se cumplirán 50 años de la firma de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Convenio Internacional sobre la Prevención y el Castigo de Crímenes de Genocidio. Durante esos 50 años, el imperialismo estadounidense ha conspirado para llevar a cabo o ha llevado a cabo directamente: la expulsión violenta de más de dos millones de palestinos de su patria en 1948; la matanza de más de un millón de argelinos durante la guerra de independencia de Argelia contra Francia; la masacre de un millón de personas en Indonesia durante un golpe de estado tramado por la CIA en 1966; el asesinato de docenas de miles de personas en Chile en el golpe de estado de Pinochet, respaldado por la CIA; el asesinato de más de 200.000 personas en Guatemala, El Salvador y Nicaragua en las "guerras de baja intensidad" de los años 80; y el asesinato de aproximadamente tres millones de seres humanos en Indochina de 1961 a 1975. La gran mayoría de los muertos fueron civiles. Los imperialistas estadounidenses libraron guerras biológicas y ambientales, bombardearon a propósito y en gran escala blancos civiles, establecieron campos de concentración (llamados "aldeas estratégicas") y arrasaron pueblos enteros; todo esto lo llevaron a cabo con metas y consecuencias genocidas. Estos son eslabones sangrientos de una cadena horripilante que se extiende de Angola a Mozambique a Timor Oriental, de Filipinas a Perú y más allá. De hecho, Estados Unidos logró prostituir a la ONU para dar su sello de aprobación a su guerra genocida contra Irak y las sanciones económicas que siguen matando a su población hoy.
El Frente Unico nota que, de acuerdo al convenio de la ONU, el genocidio es "cualquiera de las siguientes acciones que se comete con el fin de destruir, en totalidad o en parte, un grupo nacional, étnico, racial o religioso: matar a miembros de este grupo; causar serios daños físicos o mentales a miembros de este grupo; someter a propósito a miembros de este grupo a una vida diseñada para destruirlo físicamente, en totalidad o en parte; imponer medidas con el fin de impedir nacimientos de miembros de este grupo; y trasladar a la fuerza a niños de este grupo a otro grupo". En vista de la matanza de jóvenes negros y latinos en las cárceles en la última década; las epidemias de SIDA, tuberculosis y adicción al crack en los centros urbanos, acompañadas por recortes de clínicas de salud; y los crueles ataques contra el welfare, cuyo blanco especial son las mujeres cabezas de familia y sus hijos, que se ven más y más amenazados con trabajo forzado y orfanatos... ¨quién podría negar que esas medidas, junto con muchas más, cumplen los requisitos de genocidio de la ONU? Es hora, ya era hora, de pedir cuentas a los imperialistas estadounidenses por sus crímenes ante la opinión pública mundial. Esto presentará la oportunidad de denunciar estos crímenes ante millones más, al nivel internacional y en Estados Unidos, para arrancarles la máscara política a los imperialistas y forjar una unidad más amplia contra su agenda reaccionaria.
Los lectores que quieran obtener más información o participar en esta campaña pueden ponerse en contacto con el Frente Unico en: National Black United Front, 700 East Oakwood Blvd., Chicago IL 60653. Tel: 312-268-7500, ext. 144 o 312-368-5658; Fax 312-924-1956.
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