Obrero Revolucionario #907, 18 de mayo, 1997
Hace 17 años--el 17 de mayo de 1980--las armas de liberación estremecieron los Andes cuando el Partido Comunista del Perú (PCP, que la prensa llama Sendero Luminoso) dio los primeros pasos de la guerra popular.
El inicio de la guerra popular ocurrió cuando la clase dominante de Perú, respaldada por potencias imperialistas, celebraba elecciones y hacía promesas falsas. Pero, esos chupasangres no tenían soluciones realistas para los pobres del Perú. Bajo su dominio opresor, los campesinos comen peor que hace 500 años. El gobierno abastece de agua las minas de corporaciones extranjeras, mientras que la mitad de la gente de Lima vive en tugurios sin agua corriente ni electricidad.
El PCP exhortó al pueblo a tumbar el viejo gobierno y luchar por un nuevo poder: poder para el pueblo, para que los del fondo sean amos de la sociedad y la reconstruyan. Las consignas que lanzó el PCP fueron: "¡Lucha armada! ¡Gobierno de obreros y campesinos! ¡Abajo el nuevo gobierno reaccionario!". En la aldea de Chuschi, en el departamento de Ayacucho, los combatientes del PCP quemaron las urnas. En Ayrabamba, celebraron una reunión popular y dirigieron a los campesinos a quemar la casa de un terrateniente que todos odiaban y a repartir sus cosechas y ganado. En Lima, la guerrilla atacó un puesto de la policía en un barrio pobre y declaró la revolución en el mero centro de la ciudad capital.
Los combatientes del PCP empezaron con pocos destacamentos armados con revólveres, escopetas y hondas para lanzar dinamita. En ocasiones cargaban fusiles de madera para engañar al enemigo. El Ejército Guerrillero Popular, hoy Ejército Popular de Liberación, se fortaleció derrotando al enemigo y arrebatándole armas. Desde el principio los combatientes se guiaron por el principio maoísta de que "el pueblo, y no las armas, es lo más importante en la guerra"; incorporaron en las filas del ejército revolucionario a las masas básicas, las movilizaron ante el contraataque enemigo y les pidieron hospedaje y alimento.
El PCP está llevando a cabo una Revolución de Nueva Democracia: el camino a la liberación trazado por Mao Tsetung para los países oprimidos. Esta revolución apunta a tumbar las "tres montañas": Estados Unidos y otras grandes potencias que dominan a Perú, los terratenientes y los capitalistas burocráticos. Es una revolución que se propone romper el yugo imperialista que oprime a Perú y abrir las puertas al socialismo. El PCP aplica la estrategia militar desarrollada por Mao para este tipo de revolución: la guerra popular prolongada que moviliza ante todo y principalmente al campesinado como principal fuerza combatiente, bajo la dirección del partido proletario. Es una guerra que devora al enemigo bocado por bocado, cercando las ciudades--las plazafuertes del enemigo--desde el campo, donde cuenta con bases de apoyo.
Cuando empezó la guerra, el gobierno dijo que se trataba de bandas de delincuentes y que pronto los derrotaría. Pero cuando quedó claro que la guerra popular estaba cobrando fuerza y ganándose apoyo, el gobierno despachó al ejército y cometió horripilantes masacres a lo largo de la cordillera andina. En 1983 y 1984, masacró a más de 8700 peruanos, principalmente campesinos pobres, y logró destruir unas bases de apoyo y comités populares construidos por el PCP.
Pero los revolucionarios del PCP, armados con el marxismo-leninismo-maoísmo, perseveraron ante las dificultades y salieron más fortalecidos, y la guerra popular se extendió a otras partes del país.
A principios de esta década, los reaccionarios de Perú y sus padrinos yanquis expresaron abiertamente su preocupación de que la guerra popular podría triunfar. Estados Unidos aumentó su intervención: envió Boínas Verdes y estableció una base contrasubversiva en el Alto Huallaga. En abril de 1992, Fujimori y sus generales dieron un golpe de estado que consolidó más el poder en sus manos.
El gobierno reaccionario redobló la represión y la explotación de las masas, y lanzó poderosos ataques contra la guerra popular y el PCP. La CIA y otras agencias de espionaje de Estados Unidos dirigieron la búsqueda que realizó la policía política peruana del Presidente Gonzalo, el jefe del PCP, y en septiembre de 1992 lograron capturarlo. En los últimos años, otros líderes del PCP han sido capturados y/o asesinados, como ocurrió durante la masacre de presos en el penal Canto Grande que se llevó a cabo en mayo de 1992.
Estados Unidos sigue respaldando el gobierno de Fujimori en su guerra contrasubversiva. Por otra parte, en medio del serio "recodo en el camino" de la revolución, surgió una línea dentro del PCP que aboga por negociar y abandonar la guerra popular. El Comité Central del PCP rechazó esa línea y sigue dirigiendo la guerra popular a través de todas sus vueltas y revueltas.
Los resueltos y valientes camaradas de Perú son nuestras hermanas y hermanos; su lucha es nuestra lucha. La guerra popular ha sido y sigue siendo una batalla central de la revolución proletaria mundial.
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