Obrero Revolucionario #912, 22 de junio, 1997
"¡Libre, libre, libre, libre!" Las palabras retumbaban en las paredes del congestionado pasillo del palacio de justicia. Un minuto antes, un juez de Santa Ana, California, había anunciado: "La fianza será de $25.000". Había llegado la hora de la libertad para Geronimo ji Jaga Pratt, preso político revolucionario. En la sala, llena de 150 partidarios de Geronimo y un montón de corresponsales, sonaron fuertes aplausos. Todos los empleados estaban sonriendo y mirando a Geronimo. En el pasillo del noveno piso, la gente coreaba, bailaba, se sonreía y lloraba. Cuando abrieron las puertas, un joven periodista negro salió corriendo con los puños en alto. Un señor blanco mayor salió enjugándose las lágrimas. Más tarde, Mollie Bell, una activista comunitaria de Compton, recordó a la multitud: "El día en que nos enteramos de nuestra libertad era el 15 de junio. Hoy es el 10 de junio. Hoy será otra fecha que se recordará en la historia. Anótenla en su diario, en sus memorias...".
El 10 de junio de 1997. Casi 27 años después de su arresto, después de una farsa de juicio y una sentencia de cadena perpetua, después de ocho años de calabozo, después de rechazar su petición de libertad condicional 16 veces, rociarle gas lacrimógeno, golpearlo y decirle un sinnúmero de mentiras, Geronimo ji Jaga Pratt estaba a punto de salir libre. El programa COINTELPRO del gobierno lo quiso "neutralizar" por ser revolucionario, por ser un dirigente del Partido Pantera Negra. El FBI, el DPLA y la fiscalía de Los Angeles participaron en la conspiración de mentiras que lo envió a la cárcel de por vida. Los tribunales pasaron por alto la verdad: a pesar de montones de pruebas de la inocencia de Geronimo, una y otra vez rechazaron sus apelaciones y lo han tenido 27 años en sus mazmorras.
Ahora los que han luchado tan tenazmente por la libertad de Geronimo han sido reivindicados. Es una victoria muy emocionante.
Entre gritos de "¡Libertad!" y "¡Viva Geronimo!", Ginny Pratt salió de la sala. Hermana mayor de Geronimo, ha asistido a todas las audiencias y hablado en defensa de su hermano. "¡Qué estupendo! ¡Tengo ganas de gritar y llorar!", le dijo al OR. Jeanne Hamilton dijo: "Es un gran alivio. Sabía que este día llegaría. Ojalá no hubiera tardado tanto tiempo, pero me alegra mucho que haya llegado hoy". Hamilton fue uno de los jurados que condenaron a Geronimo, pero ha trabajado por su liberación desde que se enteró de que el gobierno hizo trampa en el juicio. Roland Freeman, otro militante del Partido Pantera Negra con Geronimo, dijo: "Nunca podemos darnos por vencidos. No es el sistema el que da justicia, sino la gente que no se da por vencida".
La audiencia, a las 10 de la mañana, se celebró 12 días después de que el juez Everett W. Dickey anuló la condena de Geronimo y dijo que las pruebas ponen en claro que el gobierno se basó en el testimonio de un informante policial, Julius Butler, y que la fiscalía no le dio a conocer a la defensa el papel de Butler ni otros datos esenciales.
Los que fueron a la audiencia pensaban en los años de injusticias contra Geronimo, en el futuro, en la libertad de todos los presos políticos, en un nuevo auge de lucha, en la justicia, la liberación, la revolución. El Rdo. Robinson Gaither de la iglesia metodista Faith United, que le permitió al Comité Internacional Libertad para Geronimo Pratt reunirse semanalmente en su edificio, le dijo al OR: "Es un verdadero símbolo de las luchas de los años 60, y una imagen de un hombre negro que defiende sus derechos; nos da un ejemplo de cómo combatir el sistema y no rajarse, de cómo perseverar contra el sistema y al fin y al cabo salir victorioso. No me gusta tener que decirlo, no me gusta repetir un estereotipo, pero en Estados Unidos hay una justicia para los negros y otra para los blancos. Geronimo es un ejemplo de esto, del programa COINTELPRO y de sus ataques atacar a la dirección de base de la comunidad negra. Así que Geronimo es un ejemplo en muchos sentidos para todos los que somos guerreros, soldados y activistas de base".
Gaither fue uno de muchos ministros que fueron a la audiencia. La diversidad del público daba una muestra de la amplitud del apoyo a Geronimo. También fueron tres representantes de First AME, la iglesia negra más grande de Los Angeles. Su presencia recordaba el hecho de que Julius Butler, el informante policial que ayudó al gobierno a condenar a Geronimo, era diácono de First AME... hasta que lo obligaron a renunciar la tarde del 10 de junio. Unos feligreses le dijeron al Los Angeles Times que la presencia de Butler en la iglesia creaba muchas tensiones en una congregación que siempre ha apoyado los derechos civiles.
La esposa de Geronimo, Ashaki Pratt, sus dos hijos y muchos sobrinos también estaban presentes. Muchos de los que estaban aplaudiendo nacieron después del juicio de Geronimo, pero habían seguido su caso por su espíritu y su ejemplo. Su caso ha sido de especial importancia para muchos jóvenes, que experimentan a diario la brutalidad policial en los ghettos y barrios pobres. Un chavo de East Los Angeles nos dijo: "Me gustaría que pongan en libertad a Geronimo porque sé lo que representa y que es inocente. Así es el sistema: si uno lucha por los derechos de los pobres, lo meten a la cárcel. Lo entiendo muy bien porque siguen haciendo lo mismo hoy. Todavía meten al bote a compañeros que probablemente no han hecho nada o por pendejadas con la ley de `tres strikes'".
"El espíritu del pueblo es más poderoso que la tecnología del sistema", dijo Kamal Hassan del Movimiento de Base Malcolm X. "Geronimo es prueba de eso. Su espíritu, su tenaz adhesión a sus principios y sus valores, y su confianza inquebrantable en sus partidarios, en sí mismo y en la verdad de su vida ha sido más poderoso que las mentiras del sistema, más poderoso que el aislamiento, más poderoso que [el fiscal] Richard Kalustian, más poderoso que el FBI, el DPLA, la fiscalía. Fueron inútiles porque Geronimo nos mostró cómo mantenerse firme ante toda clase de injusticias y defender lo justo cueste lo que cueste".
En la sala había partidarios que solo se enteraron del caso de Geronimo hace poco, con el crecimiento del movimiento de defensa. Otros eran sus compañeros desde hace muchos años, cuando era un joven revolucionario, un dirigente de la rama de Los Angeles del Partido Pantera Negra. Ronald Freeman dijo: "Mucha gente nos llama `ex' Panteras Negras, pero lo que alimenta nuestras creencias persiste, como cuando hablaba Malcolm, o Marcus Garvey, o en el siglo pasado. Todavía nos encontramos en la misma situación".
Un asistente de abogado negro describió lo que pasó en la sala cuando Johnnie L. Cochran Jr. y Stuart Hanlon, los principales abogados de Geronimo, pidieron fianza. "Creo que es algo que nunca antes se había visto. Había mucha gente de diferentes razas, niveles económicos, edades y nacionalidades, junta en la misma sala, unida en un sentimiento común de que se iba a enderezar un entuerto".
Un latino de 18 años, que iba a ser jurado, se unió a la vigilia en el pasillo. Dijo: "Representa una nueva época, una época en que vamos a avanzar a algo mejor, cuando todos nos damos cuenta de lo que está pasando y cogemos al gobierno con las manos en la masa. Los cogemos en sus mentiras y empezamos a castigarlos y a recobrar lo que merecemos. Geronimo es una expresión del poder, del pueblo. El poder de una persona que ha estado presa 27 años por un crimen que no cometió. Es un ejemplo de cómo el gobierno nos jode a todos. Nos estamos organizando y uniendo, y vamos a cambiar la situación".
Antes de la audiencia, un negro de 24 años nos dijo: "Soy parte de la cultura hip-hop y hemos visto cómo el compañero Geronimo se ha mantenido firme 26 ó 27 años. La lucha está viva y continúa, no nos vamos a rajar. De hecho, nos estamos fortaleciendo y vamos a ver lo que pasa de ahora en adelante. Nuestro movimiento tiene más conciencia, más sabiduría, y la ha sacado del pasado. Cuando podemos aprender del pasado, sabemos que vamos perseverar en el futuro. Vamos a avanzar con el mismo espíritu revolucionario que ha tenido Geronimo en los años de su detención injusta".
En una breve rueda de prensa después de la audiencia, Hanlon contestó la pregunta de un corresponsal: "Muchos dicen: `¨Es esto prueba de que el sistema judicial funciona?' La respuesta es: `¡No!' No se puede decir que el sistema judicial, que ha tenido a Geronimo en la cárcel 27 años por un crimen que no cometió, funcione porque un solo juez tenga la valentía de actuar con justicia". Hanlon ha sido abogado de Geronimo desde hace 24 años, cuando era estudiante de derecho.
Esperando la salida de Geronimo de la sala, todo mundo sabía que la lucha no ha acabado. Unos pocos días antes, el fiscal de Los Angeles, Gil Garcetti, anunció que apelará la decisión del juez Dickey. Así que será necesario seguir luchando en las semanas y meses que vienen. Pero este día había que celebrar.
La cárcel del condado Orange está a dos manzanas del palacio de justicia en el centro de Santa Ana. Con risas y gritos, varios grupos de partidarios de Geronimo fueron a esperar su salida. Un grupo de mexicanos que estaban cotorreando en un puesto de perros calientes les preguntaron a dónde iban y se les unieron. Un campesino mayor de Michoacán repitió una y otra vez: "Veintisiete años". Un grupo de tambores amerindios acompañó los coros de "Libertad, libertad". También estaba el activista indígena Dennis Banks. Sister Samoyah, una de los fundadores de la rama de L.A. del Partido Pantera Negra y una de los arrestados en el tiroteo de 1969, cantó una canción que escribió en honor de Geronimo. Había miembros de ¡Rehusar & Resistir! y muchos familiares de Geronimo, que han asistido a las audiencias en el último año y medio. Un estandarte rojo del PCR estaba colgado en la cerca: "Viva Geronimo Pratt, A great victory for the people, Una gran victoria para el pueblo". Dos latinos manejaron unos 15 km de La Habra al oír la noticia; uno nos dijo: "Es un gran logro para todos. Porque no solo un hombre se beneficia de esto. Todo el mundo se beneficia. Les abre los ojos a todos. Normalmente no nos conocemos muy bien. Los latinos están a un lado, los negros a otro, y los blancos y asiáticos a otro. Pero con esto todos nos unimos".
Geronimo ji Jaga Pratt salió de la cárcel a las 12:40 de la tarde, su cabeza en alto, sonriendo, medio aplastado por la multitud de corresponsales, compañeros y familiares. Durante 27 años ha representado la verdad, y su fuerza ha inspirado a todos. Con una cara radiante, se enjugó la frente por el calor de la tarde y habló con los corresponsales. Los tambores continuaban a su lado.
"Quiero agradecer a mis compañeros indígenas que están aquí con sus tambores", dijo. "Mi sangre indígena es fuerte. Siempre alabo y agradezco a nuestros compañeros indígenas. Libertad para Leonard Peltier. Todas estas expresiones de amor y apoyo me abruman". Le preguntaron: "¨Por qué crees que después de tanto tiempo estás libre hoy?" Contestó: "Por el poder del pueblo. Porque seguimos luchando y nunca nos dimos por vencidos". Denunció el programa COINTELPRO y habló de los presos políticos que todavía están en las mazmorras de Estados Unidos, entre ellos Mumia Abu-Jamal. Y habló de ir a ver a su madre, de 93 años, que no ha podido visitarlo en la cárcel. "Me gustaría ver a mi mamá. Cada vez que salgo de la casa, regreso. Soy muy apegado a mi mamá".
Fue el Día de Geronimo ji Jaga Pratt en Los Angeles. Hubo un mitin de una hora en el parque Leimert en el barrio Crenshaw. Una señora negra estaba parada en la esquina de la Crenshaw con la Vernon con una gran bandera roja, verde y negra, gritando una y otra vez: "¡Libertad para todos los presos políticos! ¡Todo el poder al pueblo!". A su lado, un hombre tenía un letrero pequeño de: "Toquen la bocina por Geronimo ji Jaga Pratt", y tocaban la bocina tantos carros y buses que parecía un solo estallido, interrumpido a veces por gritos de "¡Libertad!".
Geronimo pasó su primer día libre dando entrevistas, hablando de la libertad de todos los presos políticos y los revolucionarios. A un corresponsal le dijo que va a ver a Mumia. Esa noche fue a una celebración en la iglesia metodista Faith United. El Rdo. Robinson Gaither empezó la reunión antes de la llegada de Geronimo con las palabras: "Es un día estupendo. Esta reunión es para la gente de base, para los que han seguido luchando". Asistieron unas 200 personas. Fue Kathleen Cleaver, la única Pantera que dio testimonio en defensa de Geronimo en su juicio y hoy una de sus abogados. También fueron Rodney King y el Rdo. James McCloskey de Centurion Ministries, cuya defensa de presos inocentes lo atrajo al caso de Geronimo en 1995.
Vi Redd tocó en el saxofón, "As the Saints Go Marching In", al entrar Geronimo a la iglesia, y todos empezaron a corear su nombre. Geronimo abrazó a Georgiana Williams, que entró a militar cuando arrestaron a su hijo, Damian Williams, como uno de los LA4, después de la Rebelión de Los Angeles. Damian todavía está en la cárcel. La multitud ovacionó a los que lucharon años por la libertad de Geronimo.
Stuart Hanlon dijo: "Este es el día más magnífico. Es un día para que Geronimo saboree la libertad, y es un día de celebración para todos los que hemos luchado por su libertad. Valió la pena porque luchábamos por Geronimo y luchábamos por nosotros mismos. Vivimos en este mundo y sabemos cómo es. Luchando por la libertad de Geronimo y de otros como él, todos salimos victoriosos". Se leyó una declaración de Mumia Abu-Jamal y la multitud coreó: "¡Libertad para Mumia!". (Véase la declaración en la página 5.)
Geronimo entró en medio de gritos de combate del movimiento de liberación Nueva Afrika: ¡Liberar la tierra! Dijo: "Ahora me piden mi firma. Pero no soy estrella de cine, ¡soy revolucionario!" Habló de las raíces de la resistencia negra en Estados Unidos, desde 1527. Recordó su juventud en Luisiana: "Nací en medio de la lucha" contra el Ku Klux Klan. Dijo que se alistó en el ejército por deseos de sus mayores. Con el linchamiento de tantos negros en el Sur, querían que aprendiera asuntos militares para dirigir la autodefensa armada. "Nunca he sido patriota".
Pero habló principalmente de los demás presos políticos que todavía se encuentran en la cárcel. De Mumia dijo: "Este compañero es inocente. Todos lo saben. No podemos permitir que ejecuten a Mumia. Digo esto en serio. Tenemos que ayudarlo. Paró su taxi para ayudar a su hermano. No mató a ese puerco. Mumia es muy importante para nosotros, porque tiene voz, tiene cerebro y tiene corazón".
Geronimo dijo: "Si bien yo estoy fuera de la cárcel, nosotros todavía no estamos libres". Kamal Hassan dijo: "Me da gusto oír que después de tantos años Geronimo no ha cambiado".
Lentamente, Geronimo se fue de la iglesia, parando para estrechar la mano de todos. Pero la celebración continuó varias horas, como si nadie quisiera que ese día terminara. La última persona que entrevistamos, una señora negra de 37 años, nos dijo que "crecí en la lucha". No podía recordar cuándo se oyó por primera vez del caso de Geronimo. "Me siento magnífico. Maravilloso. Ha sido un día espiritual e inspirador. Qué bueno que el compañero está libre. Geronimo es revolucionario. Quiero que haya justicia. Quiero que pongan en libertad a los compañeros presos. Quiero que haya justicia".
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