Mumia Abu-Jamal: Nuevas pruebas del complot

El testimonio de Pamela Jenkins

Obrero Revolucionario #914, 6 de julio, 1997

Filadelfia: En la última audiencia en el caso de Mumia Abu-Jamal el 26 de junio, la testigo Pamela Jenkins dio un poderoso y dramático testimonio de que las autoridades conspiraron para condenarlo de un homicidio que no cometió. Una vez más, la policía de Filadelfia y la fiscalía trataron de intimidar a una testigo que tiene pruebas a favor de Mumia: dos semanas antes de la audiencia, acusaron a Jenkins de delitos graves y la arrestaron. La llevaron a la audiencia directo de la cárcel.

En una audiencia celebrada en el otoño del año pasado, otra testigo, Veronica Jones, admitió que mintió en el juicio de Mumia de 1982 porque unos detectives amenazaron con meterla a la cárcel muchos años. La fiscalía mandó arrestar a Jones en el banquillo, inmediatamente después de dar su testimonio, por una orden de arresto pendiente desde hace mucho tiempo. Hay pruebas de que la policía ha amenazado y presionado a varios otros testigos.

En vez de un programa de "protección de testigos", por lo visto la policía de Filadelfia tiene un programa de "persecución de testigos" para callar a los que digan la verdad.

Pero sus cobardes ataques fracasaron en el caso de Veronica Jones. Y el 26 de junio, Pamela Jenkins se mantuvo firme también y dio testimonio en defensa de Mumia.

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Pamela Jenkins fue una testigo principal del gobierno federal en una investigación de corrupción policial en la delegación 39, en el norte de Filadelfia. Durante años, agentes de esa delegación entramparon a centenares de personas inocentes con falsas acusaciones de homicidio y drogas, y robaron miles de dólares. Jenkins dijo que la policía les pagó a ella y a otras prostitutas para inventar pruebas. Su testimonio en el caso de la delegación 39 llevó a la condena de varios agentes. La fiscalía tuvo que anular muchas condenas y la alcaldía ha pagado millones de dólares para resolver demandas de personas condenadas de crímenes que no cometieron. Uno de los agentes condenados en el escándalo de la delegación 39 fue Tom Ryan, el mismo que presionó a Jenkins a dar falso testimonio contra Mumia. Así que el testimonio de Jenkins vincula la conspiración contra Mumia a esa red de corrupción policial.

Jenkins era una prostituta e informante policial que trabajaba en el centro de Filadelfia cuando murió el policía Daniel Faulkner. Mumia, quien fue dirigente del Partido Pantera Negra en Filadelfia, era un periodista radial conocido y respetado por sus denuncias de la brutalidad policial y demás injusticias. Después de una farsa de juicio, lo condenaron de homicidio y lo sentenciaron a muerte en 1982.

Actualmente la apelación de su condena y sentencia está ante la Suprema Corte de Pensilvania. En marzo, los abogados de Mumia presentaron un memorial a la Suprema Corte con la declaración jurada de Jenkins. Dice que después de la muerte de Faulkner, dos policías la presionaron para que dijera que Mumia lo mató, a pesar de que sabían que ni siquiera estaba en el lugar del crimen. Además, Jenkins dijo que Cynthia White, la principal testigo de la fiscalía contra Mumia, era informante policial y que a ella también la presionaron a dar testimonio contra Mumia. White fue la única testigo que dijo que vio a Mumia balear a Faulkner. La declaración de Jenkins también presenta nueva información sobre otros tres agentes presentes en el lugar donde murió Faulkner.

El 30 de mayo, la Suprema Corte de Pensilvania ordenó celebrar una audiencia para presentar el testimonio de Jenkins ante Albert Sabo, el mismo juez-verdugo que presidió la farsa de juicio de Mumia en 1982.

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Desde el comienzo de la audiencia, Sabo puso en claro que solo iba a permitir que diera testimonio Jenkins, y ningún otro testigo. Gritó muchas veces a los abogados de Mumia y amenazó con castigar a su principal abogado, Leonard Weinglass. Dan Williams, otro abogado de Mumia, dijo después de la audiencia: "Si hay un caso que clama por cámaras de televisión en el juzgado, es este. No creo que los informes escritos documentan fielmente lo que pasa en este juzgado.... Se puede leer que le dijo al abogado que se callara, pero otra cosa es oírlo de su propia boca, ver las expresiones de la cara y cómo lo calla a uno en medio de una frase".

Pamela Jenkins dijo que en 1981, cuando era adolescente, la arrestó Tom Ryan, un agente encargado de localizar a estudiantes ausentes de la escuela, e inició una relación sexual con ella. Más tarde, Ryan pasó a ser policía de Filadelfia y la reclutó como informante. Ryan tenía 20 y pico años y Jenkins era una adolescente negra de 15 años. Dijo que unos días después de la muerte de Faulkner, Tom Ryan la llevó al cuartel policial para reunirse con otro policía, llamado Richard Ryan. Los dos la presionaron para mentir. "Querían que dijera que vi a Mumia balear al agente", dijo, a pesar de que sabían que no estaba en el lugar del tiroteo.

Jenkins dijo que conocía a Cynthia White, la prostituta que era la principal testigo de la fiscalía contra Mumia. Jenkins dijo que varios agentes se acostaban con White y que ella les daba información. Dijo que poco después de que la presionaron para que dijera que Mumia fue el asesino, habló dos veces con White y esta le dijo que la policía la estaba presionando también. En la primera conversación White le dijo que "tenía miedo" y en la segunda que "tenía miedo de que la mataran". Poco después White desapareció, y Ryan le dio $150 a Jenkins para encontrarla.

Los abogados de Mumia llevan años tratando de localizar a White. Ella ha utilizado muchos nombres y números de seguridad social. A pesar de que tiene una orden de detención por un delito grave, no está en la lista nacional de personas buscadas. La fiscalía se ha negado a darle información a la defensa sobre la ubicación de White.

Los abogados de Mumia creen que la policía de Filadelfia está protegiendo a Cynthia White. En su testimonio, Jenkins dio información que lo confirma. Dijo que vio a White en marzo de este año en compañía de Tom Ryan y Richard Ryan, cuando ayudaba al equipo de defensa de Mumia a localizarla. Dijo que la vio en una casa de crack en el norte de Filadelfia, a donde fue con un investigador. Cuando White la vio "se puso pálida" y "huyó corriendo por la puerta". Jenkins dijo que White se subió a la camioneta roja de Tom Ryan con él y Richard Ryan, ¡los mismos agentes que presionaron a Jenkins a dar testimonio contra Mumia en 1981!

Weinglass le hizo varias preguntas a Jenkins acerca del uso de prostitutas como informantes y acerca de cómo la policía presiona a los testigos, para apuntalar su argumento de que la policía ha estado escondiendo a White para impedir que dé testimonio. Pero la fiscalía hizo varias objeciones y Sabo prohibió esas preguntas.

Jenkins dijo que le preocupa que las autoridades tomen represalias por su testimonio. Describió su arresto en junio. En marzo estuvo involucrada en el robo de una pintura valiosa. Cooperó con el FBI a cambio de inmunidad y la pintura se recuperó. Pero a comienzos de junio—unos pocos días después de que la Suprema Corte estatal ordenó oír su testimonio—la policía de Filadelfia la acusó de varios delitos graves relacionados al robo. En la cárcel, Richard Ryan le dijo: "Por fin has llegado a las ligas grandes. Vas a quedarte aquí". También le advirtió que "no menciones mi nombre" en conexión con el caso de Mumia.

Weinglass le preguntó por qué está dispuesta a dar testimonio después de tantas amenazas. Le contestó: "No permitiré que ejecuten a un hombre inocente por un crimen que no cometió".

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Cuando terminó Jenkins, el fiscal demandó que se le permitiera presentar sus propios testigos. Sabo debe haberse dado cuenta de lo peligroso que hubiera sido no desafiar el testimonio de Jenkins y, ¡aunque rechazó las peticiones de la defensa de presentar otros testigos, le permitió a la fiscalía presentar los suyos!

La fiscalía presentó como prueba un documento que supuestamente es el certificado de defunción de Cynthia White. Pero aquí hay gato encerrado. La policía dice que encontró el certificado dos semanas antes de la audiencia. El nombre que consta en dicho certificado es el de Cynthia Williams, uno de los nombres que ella usaba, y está fechado 2 de junio de 1992. Fue expedido en Camden, New Jersey, por un médico forense que trabajó 20 años en Filadelfia. La policía no corroboró las huellas digitales del cadáver con las de Cynthia White que tiene en sus archivos, que sería lo más lógico para confirmar que se trata de la misma persona, y no le comunicó el fallecimiento al pariente más próximo mencionado en el certificado. (¿Será que la policía de Filadelfia también cuenta con un "departamento de certificados de defunción falsos?")

Williams señaló: "Esto es muy sospechoso.... El certificado de defunción, si es auténtico, aparece después de que se le ha informado a la Suprema Corte que Cynthia White era informante a sueldo de la policía. El 30 de mayo, la Suprema Corte ordenó una audiencia sobre ese asunto, ¡y mirad!, aparece el certificado. Hasta ese entonces, las autoridades de Filadelfia estaban buscando a Cynthia White. Los hechos son muy claros.... Nuestra investigación nos hace pensar que no está muerta".

La fiscalía también presentó documentos policiales y testigos para argumentar que Pamela Jenkins no conoció a Tom Ryan sino hasta 1982, después de que Faulkner fue baleado. Luego le tocó a Tom Ryan subir al banquillo. El ex policía tenía un botón de la Orden Fraternal de Policía, que dirige una campaña en pro de la ejecución de Mumia. Cuando se le recordó que en su testimonio previo había dicho que conoció a Jenkins en 1981, Ryan contestó con una mueca presuntuosa: "He recordado que estaba equivocado". (También dijo que no tuvo relaciones sexuales con ella sino hasta 1984, posiblemente para evitar líos por tener relaciones con una menor.)

Sabo interrumpió todas las preguntas de Williams para establecer si el Departamento de Policía tiene la costumbre de pagar a prostitutas para que sean informantes, así como las preguntas sobre Cynthia White. Después, Sabo terminó la audiencia inesperadamente y anunció que continuaría el 30 de junio.

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Esta audiencia podría ser la última vez en mucho tiempo que los partidarios de Mumia puedan verlo. A no ser que se ordene otra audiencia para presentar nuevas pruebas (por ejemplo, si se encuentra a Cynthia White), la siguiente fase será la decisión de la Suprema Corte estatal sobre la apelación. Dicha corte ya ha rechazado la solicitud de los abogados de Mumia de presentar sus propios argumentos.

Después de la audiencia, Weinglass explicó por qué las autoridades no quieren que encuentren a White: "Sabemos que cuando dio testimonio, Cynthia White era informante policial. Si encontramos a Cynthia y ella admite en el banquillo que fue informante, se acabó la cosa. Eso es lo que pasó en el caso de Geronimo Pratt, quien después de 27 años en la cárcel salió libre porque se corroboró que el testigo central contra él era informante, y que no pusieron esa información a la disposición de la defensa. Es la misma situación en que se encuentra Mumia".


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