La dinámica destructiva del capitalismo

Obrero Revolucionario #943, 8 de febrero, 1998

En un foro en Chicago el 4 de enero, al economista político maoísta Raymond Lotta le preguntaron cómo se resolverán los problemas ecológicos en el socialismo.

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Se han planteado preguntas sumamente importantes acerca de la ecología del planeta. Quisiera recalcar los siguientes puntos al respecto:

Estos problemas exigen que tengamos una perspectiva global y que reconozcamos que la revolución es un proceso mundial, como hemos venido diciendo. En lo fundamental, los problemas ecológicos solo se solucionan a nivel mundial y solo por un sistema económico-social que no destruya el medio ambiente simplemente para acumular riqueza.

Los países capitalistas avanzados, que apenas tienen el 15% de la población mundial, consumen el 80% de los recursos del planeta. El imperialismo se caracteriza por un patrón de actividad económica y desarrollo industrial muy destructivo y derrochador. El problema de los gases invernadero se debe principalmente al desarrollo imperialista del siglo 20.

Por una parte, la revolución proletaria tiene que transformar el desequilibrio del mundo, es decir, la concentración de la riqueza y el consumo de los recursos mundiales en los países imperialistas. Por otra parte, hay que abordar los problemas ecológicos y, en realidad, solo el socialismo y el comunismo pueden hacer eso.

El capitalismo no puede abordar el problema del medio ambiente en una forma económicamente racional por tres razones:

Primero, su lógica es "crecer o morir". Tiene que expandirse a como dé lugar. Su criterio primordial es expandirse para sacar ganancias, no importa cómo.

Segundo, el capitalismo tiene una visión muy estrecha: ganar un dólar lo más rápido posible sin pensar en las consecuencias que arrojará 10, 20 ó 30 años después. Vemos, por ejemplo, que en Estados Unidos construyen una central de energía nuclear porque piensan que va a ser un negocio redondo, pero 10 años después se dan cuenta, ¡chin!; entonces gastan más dinero para desmantelarla y luego buscan otra inversión rentable a corto plazo en otro lado. Así que el capitalismo, de por sí, es muy miope.

Tercero, por su propia naturaleza el capital es privado; consta de muchos capitales que compiten entre sí y cada unidad de capital solamente se preocupa por su propia expansión y rentabilidad. Eso no permite un criterio social global en cuanto a la economía ni la tierra ni la sociedad. Todo queda fragmentado en distintos pedazos privados y cada pedazo considera que no tiene por qué preocuparse por lo que no le corresponde directamente. Por ejemplo, un capitalista se preocupa por el costo de construir una acería, pero no considera el efecto al aire (no es su "costo"). En la teoría económica tradicional, eso se llama "externalidad".

Así que el capitalismo, por su propia naturaleza, no puede solucionar esos problemas y, a nivel mundial, estamos viendo las consecuencias. En cambio, el socialismo sí los puede solucionar por dos razones: primero, porque la propiedad es socializada y, segundo, porque su forma de computar todo es totalmente diferente.

El socialismo toma como punto de partida el bienestar social y no las ganancias, y toma en cuenta factores no-económicos como la salud, el medio ambiente, la enajenación que el trabajo puede causar. La economía socialista considera todo eso cuando hace sus cómputos. En conclusión, estoy de acuerdo, el problema ecológico es sumamente importante y presenta grandes retos, pero la solución de todos modos es tumbar las relaciones de poder del capitalismo/imperialismo. Ahora vemos más claramente que es preciso crear economías socialistas sostenibles que tomen en cuenta esos problemas ecológicos. Es un nuevo reto sumamente importante que se nos plantea en los albores del siglo 21.


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