Carl Dix, vocero nacional del PCR
Declaración a Jericó 98Tumbar los muros: Se justifica la lucha contra la opresión
Obrero Revolucionario #950, 29 de marzo, 1998
Josué luchó en Jericó,
Jericó, Jericó, Jericó,
Josué luchó en Jericó,
y las murallas se derrumbaron.
una vieja canción espiritual negra Siempre los héroes ahuyentan tigres y leopardos,
jamás el valiente se amilana ante el oso.
Mao Tsetung El PCR apoya la Campaña de Amnistía Jericó 98. Su principal grupo organizador es el Frente de Liberación Nueva Afrika, en el cual participan grupos nacionalistas revolucionarios. Jericó 98 se propone educar sobre la existencia de presos políticos y prisioneros de guerra en Estados Unidos; movilizar apoyo para ellos; hacer que el gobierno admita su existencia; y conseguir su amnistía y libertad.
El PCR participará en el mitin y marcha a la Casa Blanca el 27 de marzo, que será la culminación de Jericó 98, hombro a hombro con los heroicos presos políticos y todos los que exigen su libertad.
Estados Unidos es el campeón mundial de la hipocresía; posa de paladín mundial de la libertad y la justicia, pero explota, oprime y somete a millones de personas, aquí y por todo el mundo. Su clase dominante siempre ha usado la fuerza desnuda, el sistema judicial y la horca para aplastar las luchas populares: las rebeliones de esclavos, la lucha por la jornada de ocho horas, la oposición a la guerra y al gobierno durante la I Guerra Mundial, el movimiento sindical de los años 30 y las rebeliones urbanas de los años 60.
Entre el sinnúmero de crímenes que ha cometido está la opresión de naciones y minorías nacionales dentro de sus fronteras. La nación se forjó a través del genocidio de pueblos indígenas, la esclavitud de africanos y el robo de una buena parte de México. En 1898 invadió y colonizó a Puerto Rico, y hasta la fecha sigue haciendo lo mismo, con métodos nuevos y otros no tanto.
Son muchos los que han movilizado a las masas para presentar resistencia, aunque la respuesta de los opresores ha sido brutal. A quienes han organizado la resistencia, los han acusado de "criminales" y "terroristas", y los han asesinado o metido en calabozos soñando con que nos olvidemos de esos presos políticos y prisioneros de guerra.
La Campaña Jericó 98 es para ellos. La mayoría son negros y latinos, aunque también hay blancos. Todos combatieron heroicamente contra este monstruo que le ha atormentado la vida a los pueblos de aquí y del resto del mundo. Muchos militaron en el Partido Pantera Negra y otros grupos revolucionarios de los años 60; unos empuñaron las armas para liberar a su pueblo. La causa por la que lucharon es tan justa como fue la de Nat Turner, Harriet Tubman, John Brown y Pedro Albizu Campos.
Esta situación nos presenta un serio desafío: tenemos que hacer que el público se entere de la situación de los presos políticos; nuestros opresores deben saber que no vamos a permitir que criminalicen y aíslen a esos combatientes. Esas son las metas de la Campaña Jericó 98. Una gran manifestación de apoyo el 27 de marzo frente a la Casa Blanca dejará en claro que el pueblo apoya a quienes han dedicado la vida a luchar por la libertad.
Jericó 98 puede concientizar a muchos de los jóvenes que a diario van a dar a la cárcel o que tienen que vivir bajo la bota y en las miras del sistema. Puede motivarlos a responder de una manera militante a las condiciones que les impone el sistema. Esos presos, con su valiosa experiencia, pueden tender un puente a la actividad revolucionaria para la nueva generación que empieza a combatir contra las infamias de este sistema.
El gobierno dice que no tiene presos políticos, solo criminales que se merecen la cárcel. Esa es una gran mentira. El gobierno no tiene derecho a detener a quienes han luchado contra el sistema por todos los medios. Los presos políticos se merecen nuestro apoyo.
Solo una revolución podrá acabar para siempre la opresión de los negros y de las otras nacionalidades oprimidas, y todo el fango en que este sistema hunde al pueblo. Para ello, millones de personas tendrán que empuñar las armas, cuando se presenten las condiciones propicias, y tumbar el sistema y construir uno nuevo sobre sus escombros. Una poderosa manifestación en Washington, D.C., el 27 de marzo será un importante paso hacia la construcción del movimiento que puede preparar esa solución revolucionaria.
¡ADELANTE A JERICO 98!
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