Academia Roberto Clemente de Chicago:
El gobierno ataca a activistas puertorriqueños
Obrero Revolucionario #952, 12 de abril, 1998
Marzo 4, 1998: Veintiún policías llenan el auditorio de Chicago donde realiza audiencias un comité legislativo.
Un tiras, Rafael Marrero, es el centro de atracción. Dice que infiltró la dirección del Movimiento de Liberación Nacional puertorriqueño (MLN), un grupo independentista de Chicago, y que fue el enlace del Centro Cultural Puertorriqueño con la preparatoria Roberto Clemente.
Marrero dice, mentirosamente, que el Concilio Escolar de la preparatoria Clemente permitió que el MLN financiara actividades políticas con fondos de un programa federal para ayudar a estudiantes pobres (llamado "Capítulo 1"). Ataca al Centro Cultural Puertorriqueño y a su director ejecutivo, José López. Dice que mandan en la escuela Clemente, pero no ofrece ni una sola prueba.
Tomen asiento para una persecución política.
La batalla por una escuela
La preparatoria Clemente queda en Humboldt Park, un barrio latino. Tiene más de 2000 alumnos, casi todos puertorriqueños y mexicanos de clase obrera (así como negros, centroamericanos, vietnamitas y blancos).
La escuela se fundó en 1973, después de fuertes protestas estudiantiles contra el racismo. Hace unos diez años, nuevas protestas llevaron a la elección de un Concilio Escolar Local y a una serie de reformas. El programa de estudios se adaptó al estudiantado y a la comunidad. Grupos de estudiantes fueron a México y Puerto Rico. Músicos y artistas de renombre internacional dieron charlas y talleres, como el Ballet de San Juan, el respetado escritor Piri Thomas y el músico Edwin Colón Zayas.
En vez de policías o guardias de seguridad, contrataron a padres para la vigilancia. Los estudiantes y padres recibieron servicios jurídicos. Abrieron centros "satélite" para combatir la deserción escolar.
Esos programas se financiaron con fondos federales.
Ataque a la educación progresista y la cultura puertorriqueña
Ahora los medios y el gobierno claman que esos programas son "malversar fondos", "desatender la educación" e inyectar "política" en la educación.
Marrero dijo que el propósito de los viajes a Puerto Rico fue "adoctrinar" a los estudiantes al movimiento independentista. Afirman que contratar padres es una forma de corrupción y que invitar a artistas latinos es un "ardid" para recaudar fondos para los independentistas y el MLN.
A miembros del concilio y activistas de la comunidad puertorriqueña los pueden acusar por esos "delitos".
Pero a pesar de la seriedad del asunto, los legisladores no invitaron a nadie a defender los programas. A pesar de las muchas calumnias, a José López le negaron el derecho básico de defenderse a sí mismo y al Centro Cultural. Un activista comunitario nos dijo: "Oí mentiras increíbles".
En realidad todo esto son cuentos viejos, refutados uno por uno en el pasado. No hubo nada "secreto" en los programas de la escuela; de hecho, la Junta de Educación de Chicago aprobó todos los cambios y los viajes estudiantiles recibieron amplia publicidad.
Las quejas contra la escuela son puro chovinismo yanqui. Imagínense: ¡el concilio no puso banderas en una clase de entrenamiento de oficiales militares! Imagínense: ¡el programa de estudios dice que Puerto Rico es una nación con cultura e historia propia! Imagínense: ¡leyeron obras de escritores puertorriqueños en vez de una novela de William Faulkner, un escritor blanco sureño! Imagínense: ¡hay un mural de apoyo a los independentistas injustamente presos en Estados Unidos!
Una testigo se quejó de que miembros del concilio hablaron español en su presencia (¡pero admitió que lo tradujeron todo al inglés!).
Los medios chillan que es un gran escándalo, que los directores de Clemente "desatendieron la educación" por su programa político. Pero en realidad las innovaciones de la escuela son muy buenas y muy educativas. El comité legislativo está investigando "irregularidades" que nunca se cometieron.
Un maestro (que vamos a llamar Luis) nos dijo que lo que han hecho en Clemente es respetar la cultura de todos los estudiantes: "Decir que viajar a Puerto Rico o invitar a artistas no tiene valor para los alumnos es racista. ¿Quiénes son para juzgar qué es una experiencia cultural? Esto es una porquería".
Mano dura en Clemente
En 1995, la Junta de Educación impuso un período de "probatoria financiera" en Clemente, y en 1996 impuso una "probatoria académica". "Trasladaron" al director y nombraron nuevos administradores (bajo la vigilancia constante de la junta) que pusieron énfasis en los exámenes y las notas. Para subir el promedio académico de la escuela van a echar a los estudiantes que sacan bajas notas.
Luis dijo: "Todo es memorizar y no pensar críticamente. Es asfixiante. Es `ocupar a los muchachos', y no desarrollar su intelecto. Lo que están haciendo es volver a las teorías de los años 50".
Ahora, al entrar a la escuela los estudiantes ven detectores de metal y guardias de seguridad hostiles, en vez de padres. Luis dijo: "Es una mentalidad robótica, una situación muy estéril, muy fría, en contraste con el ambiente humano y cariñoso que teníamos.
"Este año es la primera vez que no celebramos la semana puertorriqueña. El año que viene, van a echar al 75% de los estudiantes del programa bilingüe y eliminar totalmente el programa para los vietnamitas".
Los medios y los testigos dijeron que los activistas metieron "política" en la escuela. Pero ¿qué tiene de malo que los estudiantes hablen de la lucha de independencia de Puerto Rico? ¿Por qué no es "político" eliminar programas bilingües y prohibir la cultura puertorriqueña, o imponer que solo se hable inglés en las reuniones del concilio?
No es una cuestión de política, sino de qué clase de política.
Más audiencias y más ataques
Después de días de testimonio, el comité suspendió las audiencias hasta fines de abril.
¿Pero por qué realizaron esas audiencias en primer lugar? En una ciudad famosa por su corrupción, ¿por qué se inventan un escándalo por el empleo de unos padres de familia o unos programas culturales? ¿Por qué han hecho esas falsas acusaciones?
La respuesta es que la escuela Clemente y el Centro Cultural son importantes centros políticos y de organización de la comunidad puertorriqueña. Por un lado, compañías de bienes raíces e inversionistas tienen planes de atraer a gente de la clase media, y que no haya resistencia. Por otro lado, poderosas fuerzas quieren aplastar el movimiento independentista y convertir a Puerto Rico en un estado. En otro artículo examinaremos más a fondo a esas fuerzas y sus metas.
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