Issue and Date
La "Operación Corona":
La represión de los Latin Kings
Obrero Revolucionario #959, 31 de mayo, 1998
Nueva York. En la madrugada del 14 de mayo, unos 1000 policías tumbaron puertas, sacaron de la cama y arrestaron a 94 presuntos miembros de la organización Latin Kings. Las razzias se llevaron a cabo en Brooklyn, Manhattan, Staten Island, Bronx y Long Island. Según las autoridades, la "Operación Corona" fue la mayor desde las razzias de los años 20 contra la ley seca. El director del FBI, Louis Freeh, dijo que fue un "hito".
La prensa anunció que el propósito del operativo era aplastar a los Latin Kings metiendo a sus líderes en la cárcel. El comisario de policía se jactó de haber "desarticulado una de las pandillas mejor organizadas y más violentas de la ciudad". Uno de los principales blancos de la operación fue Antonio Fernández, conocido como King Tone, líder de los Almighty Latin King and Queen Nation. El alcalde, Rudolph Giuliani, envió dos representantes a observar su arresto. King Tone contó que los agentes llegaron al apartamento de sus vecinos, tumbaron la puerta y empezaron a darles duro. El los llamó y les dijo que otra vez se habían equivocado y que estaba dispuesto a entregarse, siempre y cuando "no se comporten como salvajes".
Al cierre de esta edición no tenemos información precisa sobre todas las acusaciones, pues abarcan múltiples dependencias y delitos. Según lo que ha publicado la prensa a partir de informes policiales, se trata principalmente de delitos menores. Se dice que confiscaron 45 armas de fuego y unas pocas libras de heroína y crack.
Es difícil creer que hayan montado una operación de esa magnitud, coordinando dependencias federales, estatales y municipales, con vigilancia electrónica y soplones, solo para capturar un puñado de armas y droga. Lo que podría explicar ese operativo es que en los últimos años los Latin Kings han tomado posiciones políticas que no le gustan al gobierno y se han unido a la lucha contra la brutalidad policial. Siempre dicen que los Latin Kings son una "enorme organización criminal" como pretexto para atacarlos. También es importante señalar que las tácticas de esta operación pueden sentar un precedente para acatar a otros grupos y a revolucionarios.
PERSECUCION POLITICA
En los últimos años los Latin Kings le han entrado a la lucha contra la brutalidad policial y otras luchas progresistas. Por ejemplo, participaron en el Día de Justicia Racial y en la toma de las oficinas del fiscal de distrito de Brooklyn para exigir justicia para Yong Xin Huang y Aníbal Carrasquillo, ambos asesinados por la policía; en octubre del 96 se lanzaron a la calle cuando absolvieron al agente Frances Livoti, que mató a Anthony Báez; fueron de los primeros que protestaron contra la violación y golpiza de Abner Louima; un contingente, encabezado por King Tone, marchó en el Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial el 22 de octubre; y han participado en acciones para pedir un nuevo juicio para el preso político Mumia Abu-Jamal.
Muchos suponen que los ataques se deben a que han tomado esas posiciones políticas. El abogado de King Tone, Ron Kuby, le dijo al New York Times: "Creo que una gran cantidad de activistas comunitarios dirán en la audiencia [de fianza para King Tone] que en los últimos tres años Antonio Fernández les ha dicho a los Kings que depongan las armas y empuñen las pancartas, que dejen la droga y abran los libros. Eso lo ha dicho en escuelas, iglesias y en el barrio. También ha participado en protestas contra la brutalidad policial, por lo cual se ha ganado muchos enemigos en el departamento de policía".
Las autoridades andan tras King Tone desde hace varios años. Por ejemplo, en 1995 pasó ocho meses y medio en la prisión de Rikers Island supuestamente por andar armado. Un juez lo soltó porque le pareció que los policías le pusieron el arma. En octubre del 96, un agente recibió un balazo cerca de la delegación donde trabajaba Livoti, y la policía pensó que era una "represalia" de los Latin Kings por la absolución de Livoti. El grupo negó responsabilidad en esos hechos.
Entre enero del 97 y mayo del 98, lo arrestaron ocho veces. En noviembre del 97 lo arrestaron a él y a otros 32 Latin Kings al salir de una reunión semanal. El pretexto de la policía fue una queja de que unos "hombres armados estaban causando un disturbio". Aunque no encontraron nada ilegal los arrestaron. Luego retiraron las acusaciones contra todos menos King Tone. En diciembre lo arrestaron otra vez cuando su novia llamó a la policía en medio de una pelea. En la cárcel, un guardia dijo que le encontró medio cigarrillo de marihuana en el bolsillo, lo cual era una violación de su libertad condicional, y lo tuvieron preso hasta una nueva audiencia. La audiencia se llevó a cabo hace dos semanas; retiraron la acusación y salió libre. Días después, lanzaron la "Operación Corona" y lo volvieron a detener.
Una campaña publicitaria, a la que se sumó el programa "Nightline" de la cadena ABC, niega que los Latin Kings y otras organizaciones similares están cambiando y concentrándose en las injusticias del sistema. Una táctica de las autoridades fue informar con anticipación de la operación al periódico New York Post (que prácticamente es un vocero de la policía) para que publicara un informe favorable.
Las acusaciones contra King Tone son muy sospechosas y políticas. Lo han acusado de conspiración para poseer y distribuir heroína, aunque no encontraron droga en su apartamento. La única razón es que es el líder de los Kings. En un programa de la emisora WBAI su abogado dijo: "La acusación es que hace año y medio Tone participó en la venta de 62 gramos de heroína. La prueba es un video que lo muestra fuera del edificio donde supuestamente alguien le vendió la droga a un tiras. Eso es todo. En los tres años que llevan vigilándolo, eso es todo lo que tienen contra él". Varios activistas temen que la policía va a presionar a los acusados de posesión de armas y droga para que mientan, ofreciéndoles acortarles la sentencia.
Unos días después de la "Operación Corona" se llevó a cabo una audiencia para fijar la fianza de King Tone. El juzgado estaba repleto de partidarios. Las acusaciones conllevan una sentencia de 30 años de cárcel y la fianza fue sumamente alta: $350.000. El abogado Ron Kuby dijo que las autoridades confiaban que no podría pagarla. Kuby cuenta lo que sucedió: "Armando Pérez, un líder del Lower East Side, ofreció su pensión. Sonny Carson ofreció su casa, Richie Pérez ofreció su salario, igual que los padres Barrios y Duggins. En fin, fue una increíble expresión de apoyo comunitario".
Varias organizaciones ofrecieron apoyo judicial, como el Center for Constitutional Rights, Neighborhood Defender Services, Movimiento 12 de Diciembre y el Center for Law and Criminal Justice.
King Tone pagó la fianza y salió de la cárcel, pero lo tienen bajo arresto domiciliario, con una pulsera electrónica en el tobillo que reporta sus pasos.
TACTICAS FASCISTAS
Con la "Operación Corona" las autoridades ensayaron nuevas tácticas fascistas que han estado afinando para trastornar y aplastar organizaciones progresistas y revolucionarias. También aplicaron tácticas viejas y trilladas, como la desinformación. El comisario de policía le dijo al New York Times, sin siquiera molestarse en dar pruebas, que en lo que va del año, los Latin Kings han cometido "100 apuñalamientos, atracos, robos, violaciones y atentados", y que por eso lanzaron la "Operación Corona". Dijo: "Los arrestos de hoy han diezmado la jerarquía de la organización Latin Kings al detener al supuesto rey supremo, que manda en todo el estado, y a los líderes de los distritos".
Para la "Operación Corona" se formó una comisión conjunta del FBI, el Inspector General del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, supervisores de libertad condicional, el Departamento de Correcciones, el Departamento de Policía de Nueva York, y fiscales federales y estatales. Esas fuerzas operantes, que están bajo el mando de autoridades federales, y que por tanto ponen los intereses generales del sistema por encima de intereses locales, refinan la capacidad represiva del gobierno. Comparten información recogida por soplones y vigilancia electrónica. A fines del año pasado, había 152 fuerzas operantes en 54 oficinas del FBI.
En octubre del año pasado, la policía de Nueva York formó "unidades para reprimir pandillas" en cada uno de los cinco distritos de la ciudad. El New York Post informa que los agentes de esas unidades "son entrenados para identificar a pandilleros, símbolos, señales y otros aspectos de la cultura pandillera". A esas unidades las asesorarán "escuadras de investigación de pandillas" compuestas por un sargento y seis detectives. Podrían usar esas unidades para atacar a grupos políticos y otros que consideran "pandillas".
Para localizar a individuos y saber quiénes estaban en libertad condicional o tenían órdenes de detención, se usó el banco de datos del Departamento de Correcciones (DC), abierto hace cinco años, que archiva fotos, tatuajes, pintas y apodos de los supuestos pandilleros. El DC dice: "El programa de vigilancia de pandilleros, que no tiene igual en todo el país, comparte información con otras dependencias policiales, sean federales, estatales o municipales.... En la primavera, DC se unió a la sofisticada red de inteligencia federal que se encarga del narcotráfico. Hemos asignado agentes a las unidades de la policía de Nueva York que trabajan con crímenes y homicidios de pandillas".
El FBI tiene un banco nacional de datos sobre pandillas desde el 1° de octubre de 1995. Ha indicado que piensa usarlo contra los que se oponen al sistema combinándolo con el banco de datos de "terroristas", lo que se llama el Archivo de Pandillas Peligrosas y Organizaciones Terroristas. En Los Angeles y Chicago ya han tildado de pandilleros a los revolucionarios que luchan contra la brutalidad policial. Los ponen la "pandilla" comunista.
DESTAPAR LA VERDAD
Este gobierno no tiene cara cuando se trata del narcotráfico, pues está muy bien documentado que está metido hasta las cachas en la corrupción y el narcotráfico. Nosotros no apoyamos a nadie que quiera acumular poder por medio del narcotráfico. Y eso es algo que el gobierno de este país y su CIA vienen haciendo a escala mundial. Por más de 50 años, la CIA ha traficado heroína y cocaína de Turquía y el sudeste asiático para financiar guerras secretas y golpes de estado. De hecho, Estados Unidos empezó a acumular capital con las guerras del opio en China el siglo pasado.
El uso y venta de drogas como la cocaína y la heroína perjudican al pueblo de muchas maneras: causan conflictos y violencia; esclavizan y degradan; impiden que el pueblo se levante contra su opresión. En una palabra, ayudan al enemigo y por eso es que las autoridades lo promueven directa e indirectamente.
Decir que organizaciones como los Latin Kings son la causa del narcotráfico es pura hipocresía. El sistema es el que les ha negado a millones de personas, especialmente a los jóvenes, el derecho a una vida decente y a un trabajo con dignidad. El sistema promueve el uso y venta de drogas peligrosas, y después lo aprovecha para caernos encima con su "guerra contra la droga y el crimen". La policía ataca las treguas entre las pandillas y los planes de canalizar su energía hacia asuntos políticos y sociales. Tenemos que luchar contra esa represión fascista. Además, al mismo tiempo que construimos un movimiento revolucionario para acabar con este sistema, tenemos que luchar para que la juventud y las masas puedan ganarse la vida con dignidad.
Un aspecto importante de la lucha contra la injusticia es reconocer la represión política que se enmascara con cuentos de "combatir el crimen". Por ejemplo, este ataque contra los Latin Kings no es por cuestión de "droga", sino porque al gobierno le preocupa que organizaciones como ellos empiecen a apuntar contra el sistema. Al salir bajo fianza, King Tone dijo en una entrevista por radio WBAI: "Quieren que parezca que hemos fracasado, que la juventud de Nueva York no puede cambiar".
El abogado defensor del pueblo Roger Wareham dijo lo siguiente sobre la detención de los Latin Kings: "Este es un importante caso de represión política que el gobierno quiere disfrazar como `delincuencia'. No se traguen el cuento, y cuando lean la prensa `grande', lean entre líneas. También tratan de dividirnos poniendo a los latinos vs. los negros, al español vs. el inglés, al Bronx vs. Queens, a la costa del este vs. la costa del oeste. Tenemos que unirnos para impedir este injusto ataque a una organización que está cambiando, que está dejando atrás sus actividades que perjudicaban a las comunidades negras y latinas, y asumiendo la defensa de los derechos humanos a nuestra comunidad. Lo que molesta a la policía y al alcalde es el hecho de que los Latin King and Queen Nation se han pronunciado contra el terror policial en nuestras comunidades".
Toda la gente de conciencia tiene que oponerse a la represión de los Latin Kings.
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.