Obrero Revolucionario #1000, 28 de marzo, 1999
El domingo 21 de febrero fue uno de esos famosos días de California: soleado y cálido, de cielo claro y aire fresco. En el parque del Centro de Recreo Normandie del barrio Pico Union había muchísima gente: proletarios inmigrantes de Centro y Sudamérica con sus familiares, disfrutando del único día de descanso de la semana; chavos negros y latinos jugando baloncesto y escuchando música; vendedores ambulantes de algodón dulce y elotes.
Fue un día muy apropiado para celebrar la vida de Al Abers, conocido por los lectores del OR como Jack Gardener. Al dar la bienvenida, el anfitrión del programa conmemorativo dijo: "Los revolucionarios tenemos un hogar. Nuestro hogar es donde luchan las masas". Pico Union es un lugar donde Jack pasó buena parte de su vida política, donde platicaba y escuchaba, aprendía y dirigía hacia la meta revolucionaria. Para Jack era un buen hogar.
Unas 170 personas fueron al programa: gente de todas las nacionalidades; familiares, amigos y compañeros de trabajo de Jack desde hace muchos años; compañeros que lo conocieron hace poco y gente que no lo conocía. Todo el mundo sentía dolor por la pérdida de este camarada, pero no era una ocasión fúnebre pues fueron para celebrar su vida. Como sabían, Jack fue primero que todo un comunista revolucionario que dedicó la vida a la revolución y a la liberación de la humanidad. "La muerte de nuestro querido camarada Jack Gardener es una gran pérdida para las masas y para el partido. En las profundidades de nuestro corazón hay mucho dolor y pena porque hemos perdido un hermano y camarada querido, firme, intrépido y ejemplar. Pero hoy estamos aquí para celebrar su vida y honrar su memoria sacando lecciones e inspiración de su inquebrantable amor por la revolución, el pueblo y el partido". ¡De comienzo a fin el programa fue muy, muy rojo!
Durante 19 años, desde el primer número que salió el 1º de Mayo de 1979, Jack fue corresponsal del Obrero Revolucionario/Revolutionary Worker. Por eso hubo otra exhibición en el gimnasio: una colección de sus artículos, encuadernados en obras de arte revolucionarias. Uno de los artistas que los encuadernó dijo: "Sus palabras me impresionaron mucho; unen la teoría revolucionaria con un profundo amor por las masas. Su pluma desenterraba la verdad y nos armaba con una imagen que no se podía pasar por alto y que obligaba a actuar".
Hubo charlas, música, poesía y un recuento en multimedia de su vida como revolucionario. Los que lo conocían hablaron con lágrimas y risas. A comienzos de los años 70, una época de protestas, rebelión y revolución, Jack viajó por todo el país en un van VW en busca de revolucionarios y de una organización que le permitiría dedicar su vida y sus talentos al futuro comunista. Se unió al proletariado, trabajó en una acería y fue de los fundadores del PCR.
La nueva generación habló de sus remembranzas especiales. Una chava que lo oyó hablar sobre Centroamérica en 1992 dijo: "Cuando entré al foro creía que solo se puede hacer la revolución en el tercer mundo, pero cuando salí entendía que también podría pasar en el nuestro, si nos atrevemos a escalar las alturas. Jack habló de lo importante que es tener una línea correcta para hacer la revolución y para ganar. Dijo que hay un partido en este país que tiene una línea correcta y que va a hacer la revolución aquí. Fui inmediatamente a la mesa de literatura y compré el Programa y la Constitución del PCR".
Otra chava dijo que, escuchando a Jack, se dio cuenta de que "como revolucionarios, todo lo que hacemos son preparativos para la revolución, y ese tiene que ser el punto de partida de cada una de nuestras tareas, sean grandes o pequeñas. Nos enseñó que, como revolucionarios, lo que hacemos tiene que servir al pueblo y no a nosotros mismos. Nunca olvidaré a Jack, no solo por lo que aprendí de él sino también porque me enseñó ese método, ese punto de partida, de servir al pueblo y hacer la revolución".
Joe Veale, el vocero de la rama de Los Angeles del PCR, habló de su buen amigo: "Una de las cosas que nunca olvidaré de Jack--uno de los regalos que nos dio--era que buscaba la verdad sin parar. Debatía y luchaba; quería saber por qué la sociedad es así y qué podemos hacer para cambiarla en aras de los intereses de las masas. No siempre estaba de acuerdo con uno, pero cuando se daba cuenta de la verdad desechaba el viejo modo de pensar y actuaba en consecuencia. ¡Cambiar el mundo era el centro de la vida de Jack!"
En sus últimos artículos, Jack informó sobre el Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación, el 22 de octubre de 1998, cuando 1600 personas marcharon por el centro de Los Angeles a las puertas del cuartel del DPLA. Dijo que fue uno de los momentos cumbre de su vida. En las grabaciones, sus palabras burbujean con el entusiasmo de lo que alcanzaron ese día las masas. No parecía que estaba marchando en una silla de ruedas. Al fin del video de la protesta se puede ver a Jack parado, orgulloso, con el puño en alto.
Su esposa y compañera de muchos años dijo: "Al nunca me perteneció. Nunca perteneció a su familia. Pertenecía con toda el alma y todo el corazón al proletariado internacional y a los oprimidos del mundo entero. Y así debe ser. Así era Al. Por eso lo amamos tanto".
El coro de la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria cantó "¿Quién se atreverá?", una canción sobre los sucesores revolucionarios escrita después de la muerte de Mao Tsetung. Un conjunto de jazz tocó y cantó "A Love Supreme". Uno de los compañeros de trabajo de Jack dijo que "a los dos nos gustaban los artistas y músicos que desafían lo convencional y que enfurecen". A Jack le encantaba el arte que refleja la experiencia de los oprimidos, y el jazz siempre fue una parte importante de su vida.
Un compañero leyó un poema que escribió la noche que se enteró de la muerte de Jack. Un poeta angelino de renombre leyó un poema de Bob Kaufman acerca del jazz, sus propios poemas sobre el baloncesto (otra pasión de Jack) y el poema "Elegía a un camarada, Jack Gardener": "Jack es más que una remembranza/está cerca y está presente/Escucha atentamente/aquí está ahora mismo".
Su conjunto favorito era Ozomatli. "Ozo" es un conjunto que se parece a Los Angeles y, como Los Angeles, combina muchos estilos y culturas y produce una música nueva y estimulante. Nadie se queda sentado. Ozomatli terminó su set con una dedicación a Jack y con su canción favorita: "La guerra venidera".
Jack Gardener murió el 28 de enero después de una lucha heroica contra el cáncer. Su última canción fue la Internacional, que cantó un grupo de compañeros que lo rodeaban al momento de su fallecimiento. La volvieron a cantar en el programa conmemorativo, en inglés y español.
Jack dijo que el 22 de octubre de 1998 fue un "gran comienzo". En muchos sentidos, también lo fue el programa. Una compañera que conoció a Jack en 1994 durante la lucha contra la Proposición 187 (un ataque a los inmigrantes) dijo: "Su gran amor y respeto por las masas, su deseo inquebrantable de que hicieran la revolución, siempre irradiando de su trabajo, son un desafío a todos nosotros". Después del programa, otro chavo dijo: "Lo que dijeron y el cariño que expresaron por Jack me permitieron entender quién era y cuánto logró. Que luchara todo el tiempo desde los años 70 me dejó boquiabierto, así como su dedicación a las masas".
En el Libro Rojo, las Citas del Presidente Mao Tsetung, hay una sección sobre los "comunistas". Al leerla después del programa, recordamos que Mao sentó los más altos criterios de desinterés personal y de dedicación al pueblo y a la lucha. Esos fueron precisamente los criterios de la vida de Jack Gardener... la vida de un comunista revolucionario.
Este artículo se puede encontrar en español e inglés en La Neta del Obrero Revolucionario en:
http://rwor.org
Cartas: Box 3486, Merchandise Mart, Chicago, IL 60654
Teléfono: 773-227-4066 Fax: 773-227-4497
(Por ahora el OR/RW Online no se comunica por correo electrónico.)