Obrero Revolucionario #1001, 11 de abril, 1999
"Arréglenlos, no los tumben.... Basta ya. Tenemos que hacer algo. Ya se ha hablado demasiado, es hora de hacer algo".
Inquilino de Cabrini Green, en una manifestación en defensa de la Casa de la Brigada del 1142 N. Orleans |
"No es por mí, ni solo por este edificio.... Se está luchando por vivienda y para que no echen a la gente a la calle".
Seven, militante de la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria que vive en el 1142 N. Orleans |
Todos los que fueron a defender la Casa de la Brigada el 1º de abril estaban comprometidos a impedir el desalojo de los militantes de la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria. Unos chavos de Cabrini Green coreaban, avisaban que venían radiopatrullas y vendían el Obrero Revolucionario a los que pasaban.
Al mismo tiempo, a unos pocos kilómetros, en el centro, un juez consideraba la demanda de la alcaldía de obtener posesión inmediata del edificio. La Casa de la Brigada se ha vuelto un eje de la lucha contra el "plan de renovación" de la alcaldía y del Departamento de Vivienda de Chicago (CHA), que busca destruir el multifamiliar Cabrini Green.
En esas, unos 10 radiopatrullas y un coche celular llegan al terreno baldío adjunto a la Casa de la Brigada; ¿será para efectuar el desalojo o simplemente para amedrentar?
Para las autoridades y las compañías de bienes raíces la Casa de la Brigada es un obstáculo. Les complica su plan de destruir la comunidad negra y abrir una zona de pujanza urbana. Por eso el grito de batalla de la Brigada, que anuncian mantas colgadas en las ventanas, es: "Alto a la limpieza urbana". En la misma cuadra donde está la Casa antes había empresas, restaurantes, viviendas particulares y una iglesia. Hoy, la Casa de la Brigada es la única estructura que queda entre los escombros. La Casa está en el extremo este del multifamiliar Cabrini Green, donde antes vivían miles de familias pobres negras. Ahora, los dos edificios más cercanos están vacíos, a punto de ser tumbados. Ya tumbaron otros cuatro.
Mirando hacia el norte de la Casa el panorama es completamente diferente: un condominio tras otro, a precios exorbitantes; una biblioteca nueva; un centro comercial con el obligatorio Blockbuster Video y un supermercado carísimo. Al este de la Casa queda la Costa de Oro, uno de los barrios más ricos del país.
Aquí chocan dos mundos y la Casa de la Brigada está en la mitad.
La defensa de la Casa tendrá repercusiones más allá de Cabrini Green. Como dice la "Promesa de luchar contra la limpieza urbana": "La suerte del edificio del 1142 N. Orleans está íntimamente ligada al futuro de la vivienda pública. Miles de familias están en las miras del gobierno. Este enfrentamiento afectará los planes de la alcaldía para `desarrollar' otras comunidades".
Hay mucho en juego. Las autoridades han hecho un enorme esfuerzo para desalojar a los militantes de la Brigada y tumbar el edificio. Les cortaron el agua. Los abogados de la alcaldía entablaron una demanda para apoderarse inmediatamente del edificio; les ofrecieron a los brigadistas un "arreglo" de miles de dólares para que se fueran antes de que venciera el contrato, lo cual la Brigada rechazó tajantemente. Por lo demás, la policía sigue hostigando, amenazando y arrestando a los brigadistas.
Una de las cosas que más le dolió a la alcaldía fue la protesta del 22 de febrero de 1997. Ese día, 300 inquilinos de Cabrini Green y partidarios se metieron en una reunión organizada por el alcalde para promover el "plan de desarrollo". Para desquitarse, la policía arrestó a AK Small y Shawn Wall, dos militantes de la BJCR. Ahora su juicio es una parte importante de la lucha contra la limpieza urbana y ha desenmascarado que la policía usa los bancos de datos sobre pandillas para espiar a los brigadistas. El 22 de marzo, el día que les tocó presentarse ante la corte, se enteraron de que las autoridades habían retirado la acusación de desorden público contra AK, pero que seguía acusado de resistencia a la autoridad y que la próxima audiencia será el 10 de mayo.
Ante los ataques del enemigo, la BJCR se está apoyando en los inquilinos de Cabrini Green y de la comunidad en general. Más de 200 inquilinos de Cabrini firmaron una declaración de apoyo que dice: "Pensamos que se debe preservar, renovar y poner al servicio de la comunidad el edificio del 1142 N. Orleans". Margo Crawford, activista y mentora comunitaria, entabló una petición de que se reconozca el edificio como un "lugar histórico". Cora Moor, presidenta del Consejo de Asesores de Cabrini Green, propuso establecer ahí el Museo Medgar Evers. En los años 50, el dirigente del movimiento de derechos civiles Medgar Evers vivió en ese edificio mientras investigaba el asesinato en Misisipí del joven Emmett Till de Chicago.
En una carta a los inquilinos del 1142 N. Orleans, las autoridades advirtieron que el contrato se vencía el 31 de marzo, y que "el 1º de abril de 1999 empezará la demolición de dicho edificio". El 31 de marzo, más de 50 personas se presentaron para defender la Casa de la Brigada y parar la limpieza urbana. Dos inquilinas de Cabrini Green hablaron en defensa de la Casa; en un mensaje grabado, Mae Johnson, quien ha luchado contra los desalojos, pidió que se "defienda a AK y demás inquilinos del 1142 N. Orleans". Mencionó que cuando el CHA intentó desalojarla, la BJCR y otros la defendieron a ella. Rene Maxwell, de la Coalición para Defender la Vivienda Pública, y Marlon Esguirra, de la Liga de Estudiantes Filipinos, leyeron poemas. Una amerindia, que actúa en ancianatos y hogares de rehabilitación, dijo que este país fue construido sobre "sangre", "engaño" y "mentiras".
El Dr. Nehemiah Russell, director de la secundaria Cabrini Green, dijo que el plan del gobierno quiere "reemplazar a los afroamericanos con europeo-americanos que tienen dinero", y que esto está ocurriendo por todo el país. Lo condenó también como "limpieza étnica" y exhortó a "luchar, hasta la muerte si es necesario, por nuestra tierra". Arriba, la vocera de la rama de Chicago del PCR, dijo: "Estamos en las primeras filas. Estamos aquí luchando por el futuro, por miles de personas".
El 1º de abril, un juez decidió que la alcaldía puede apoderarse del edificio inmediatamente. Los abogados de los inquilinos entablaron una moción para que se reconsidere la decisión. El juez considerará la moción el 9 de abril. Pero la alcaldía ha dicho que la demolición empezará el 7 de abril.
Los inquilinos de Cabrini Green han dejado en claro que quieren que el edificio del 1142 N. Orleans siga siendo parte de la comunidad y sea un centro para la lucha contra la limpieza urbana y la brutalidad policial. Pero la alcaldía alista sus aplanadoras y agentes de policía. La BJCR sigue movilizando a sus partidarios para que no pase la limpieza urbana en el 1142 N. Orleans.
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