Chiapas: La incursión de Nicolás Ruiz
Obrero Revolucionario #961, 14 de junio, 1998
El 3 de junio, la policía y el ejército de México incursionaron violentamente contra la comunidad Nicolás Ruiz de Chiapas.
Unos 1000 elementos del ejército y de la policía invadieron la comunidad en las tempranas horas de la madrugada. Los pobladores, que habían sido alertados, formaron una valla humana para impedir la incursión, y se armaron con palos y piedras. Los invasores les lanzaron gas lacrimógeno, mientras que con sus escudos y macanas golpeaban a los comuneros para permitir el paso a las tanquetas y los camiones policiacos.
Los militares y la policía mantuvieron a la comunidad en un virtual estado de sitio durante siete horas. Entre ellos había un grupo de hombres con los rostros cubiertos. Los comuneros dicen que son de un grupo paramilitar ligado al Partido Institucional Revolucionario (PRI), el principal partido burgués que controla el aparato federal y muchos gobiernos estatales, como el de Chiapas. Iban señalando cada una de las casas de los simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Los soldados entraban rompiendo a patadas las puertas y detenían sin ninguna orden judicial a quienes los encapuchados señalaban. Según el diario La Jornada, más de 100 casas fueron cateadas ilegalmente y detuvieron a 163 personas. Los militares y policías abrieron a patadas las puertas de las casas para robar, se tomaron los refrescos de las tiendas y robaron las limosnas de la iglesia. Los comuneros informaron que docenas de personas resultaron heridas y que 20 niños se enfermaron por los gases lacrimógenos.
Según informó La Jornada, al día siguiente pusieron en libertad a todos menos a 16, y la comunidad sigue ocupada por unos 200 militares.
El gobernador de Chiapas, Roberto Albores Guillén, del Partido Institucional Revolucionario (PRI), dijo que el operativo se dio con el fin de "rescatar la constitucionalidad y hacer que la ley impere". Afirmó que "una minoría" se apoderó de la comunidad y expulsó a 33 familias simpatizantes del PRI.
Pero esta invasión es parte de las maniobras del gobierno para impedir que los simpatizantes del EZLN establezcan gobiernos autónomos. Ya unas 30 comunidades se han declarado autónomas, rompiendo con las tradicionales estructuras de gobierno dominada por el PRI. Las nuevas autoridades han establecido sus propios registros de nacimiento y defunción, y movilizan a los campesinos a bloquear el paso a los cuerpos policiacos.
El gobierno central está en manos de la gran burguesía y los terratenientes, y facilita la explotación del pueblo por Estados Unidos y otras potencias. El PRI ha desencadenado escuadrones de la muerte para que siembren terror en Chiapas y otros estados con el fin de mantenerse en el poder.
En los últimos meses, el gobernador de Chiapas ha ordenado incursiones contra varias comunidades que se han declarado autónomas. Por ejemplo, el 11 de abril, 500 soldados incursionaron en el poblado de Taniperla, que acababa de declararse autónomo y de cambiar de nombre en honor del héroe revolucionario Ricardo Flores Magón.
Guillén anunció que esa incursión respondía a nuevas medidas para impedir que los chiapanecos establecieran su propio gobierno independiente del gobierno federal. El gobierno también ha intensificado su campaña contra los extranjeros en Chiapas. Once de los 20 detenidos en Flores Magón eran observadores de derechos humanos que estaban ahí a petición de un grupo local de derechos humanos. Los extranjeros, de Estados Unidos, Alemania, España, Canadá y Bélgica, fueron a documentar el maltrato y las atrocidades que cometen el ejército y los paramilitares. El hecho de que el gobierno no quiera testigos en la región no augura nada bueno.
El EZLN surgió como una fuerza campesina armada en enero de 1994, precisamente cuando entró en vigor el Tratado de Libre Comercio, TLC/NAFTA. Su levantamiento espantó a la clase dominante mexicana y a sus padrinos yanquis, quienes respondieron con la doble táctica contrarrevolucionaria de represión y falsas promesas de reformas y negociaciones.
Las pláticas de paz entre el EZLN y el gobierno se suspendieron en 1996. Desde entonces el gobierno ha despachado miles de soldados para sitiar las zonas bajo control del EZLN y ocupar otras grandes zonas donde tiene influencia. Los paramilitares del PRI están sembrando terror por todos lados. En diciembre, masacraron a 45 campesinos en Acteal. Esas y otras atrocidades han causado un desplazamiento de miles de personas, que padecen hambre y enfermedades en campos de refugiados.
Los operativos contarrevolucionarios en Chiapas llevan el sello del imperialismo estadounidense, quien arma al gobierno con helicópteros artillados y entrena a sus oficiales.
Según el número del 3 de mayo de la revista Proceso, México es el país que manda más oficiales a la infame Escuela de las Américas en el cuartel Benning de Georgia. El año pasado, mandó 330 oficiales con el pretexto de adiestrarlos para la "guerra contra la droga". La verdad es que al gobierno de Estados Unidos le preocupa mucho la "estabilidad" de México y la posibilidad de que estallen más levantamientos en Chiapas y otras partes del país.
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