Un año después de
la tortura de Abner LouimaDPNY todavia tiene carta blanca
Carl Dix
Obrero Revolucionario #969, 16 de agosto, 1998
Agosto 8 de 1998. Hace un año, policías de la Delegación 70 del Departamento de Policía de Nueva York (DPNY) golpearon y violaron a Abner Louima. Además, otros taparon el perverso crimen y otros se hicieron de la vista gorda. Muchos se preguntan: ¿Qué se ha hecho para cambiar la conducta del DPNY?
La respuesta tiene consecuencias para todo el país, donde se presenta como modelo el programa "contra el crimen" de la policía de Nueva York. De todo el país mandan agentes a Nueva York para prepararlos. Al alcalde, Rudolph Giuliani, se le pide que se postule para la presidencia en el 2000.
El programa contra el crimen de Nueva York le da carta blanca a la policía para que se descargue contra quienes cometen delitos menores, con el razonamiento de que quien toma una cerveza en público, especialmente si es negro o latino, muy probablemente va a cometer un delito grave. Además, le pide a la clase media que respalde esas medidas represivas.
En la práctica, ese programa le permite a la policía desatar una desenfrenada violencia contra el pueblo. Lo que le pasó a Abner Louima no fue un incidente aislado. El Proyecto Vidas Robadas de la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación ha documentado 187 asesinatos policiales en Nueva York entre 1992 y 1995, muchos de ellos en circunstancias dudosas. Es casi seguro que la cantidad de asesinatos policiales en Nueva York, como en otras ciudades, es mayor ya que por lo general las dependencias policiales municipales, estatales y federales no divulgan esa información. Cuando las publican, dicen que se trataba de criminales que se lo merecían. ¡Y ese es el modelo que quieren imponer en todo el país!
Human Rights Watch (HRW), una organización internacional de derechos humanos, subrayó eso el mes pasado en su informe "Amparados de la justicia: Brutalidad policial y responsabilidad en Estados Unidos" Entre 1995 y 1998, HRW estudió los departamentos de policía de 14 ciudades. Con respecto al de Nueva York, dice: "Con frecuencia, los casos de brutalidad policial incluyen un elemento étnico.... Los expertos en casos de brutalidad policial se preguntan: ¿si la jefatura de la policía tiene tantas ganas de impedir delitos menores, por qué no aplica la misma regla a los agentes para impedir que cometan delitos mayores?". ¡Esa es una descripción acertada de la policía antes Y DESPUES de la tortura de Abner Louima!
Otro punto de polémica en los casos de brutalidad policial es la "regla de 48 horas" porque les da a los agentes un plazo de 48 horas para hablar con investigadores, sus compinches y superiores para ponerse de acuerdo sobre el cuento que van a dar. Eso se vio clarito en el caso del policía Francis Livoti, que en 1994 asfixió con una llave estranguladora a Anthony Báez. El New York Times informó que la agente Daisy Boria, que estuvo presente cuando Livoti mató a Anthony y la única que desmintió la versión oficial, dijo en el juicio de Livoti que los agentes que estuvieron presentes esa noche la invitaron a una reunión en el estacionamiento de la delegación para discutir el incidente. Ella declinó pero su compañero sí fue y le contó que planearon decir que un hombre negro mató a Anthony Báez. En 1966, el juez que absolvió a Livoti reconoció que los agentes que dieron testimonio a su favor cometieron perjurio.
Problema nacional
Este programa de mano dura contra el pueblo lo quieren aplicar en todo el país. Como dice el informe de HRW: "La brutalidad policial es una de las violaciones de derechos humanos más graves, más duraderas y que más división causa en Estados Unidos. El problema existe por todo el país y está institucionalizado. Los policías disparan, golpean, aplican llaves estranguladoras y maltratan físicamente sin ninguna justificación por todo el país; sus superiores, los funcionarios de la alcaldía y del Departamento de Justicia no toman medidas para refrenarlos ni castigarlos, y ni siquiera consignan la magnitud del problema". Si se aplica este modelo en el resto del país, se agravará el problema.
¿Han cambiado las cosas?
¿Cuánto ha cambiado el Departamento de Policía de Nueva York en este año? Nada. En junio, una corte federal condenó a Livoti por violar los derechos civiles de Anthony Báez. Eso fue posible debido a los valientes esfuerzos y la tenacidad de la familia Báez y de miles más que lucharon para que se haga justicia. No olvidemos que lo condenaron por violar sus derechos civiles, no por homicidio; solo cuatro años después y después de que una corte estatal lo absolviera (aunque, en palabras del juez, los agentes que lo defendieron "tejieron un nido de perjurio").
Cuando en las navidades de 1997 la policía acribilló a balazos a William Whitfield, el alcalde Giuliani pidió que se le diera el beneficio de la duda al agente. Y cuando un agente fuera de turno baleó a Antoine Reid a quemarropa el 14 de junio, dijo: "Irrespectivamente de los méritos de este incidente [de Antoine Reid], el hecho es que los limpiabrisas cometen un delito cuando entran a la calle". Mejor dicho, para el alcalde los policías asesinos se merecen el beneficio de la duda, pero los que tienen que lavar parabrisas para vivir son criminales. Eso demuestra que el Departamento de Policía de Nueva York, el modelo para el país, no ha cambiado para nada.
Para mí, la tortura de Abner Louima es solo una concentración de la brutalidad policial que se comete en Nueva York y el resto del país. Los agentes que lo torturaron no son unas cuantas manzanas podridas ni actúan por su propia cuenta. Simplemente están cumpliendo el papel para el que los contrataron, prepararon y por el cual los premian. Su tarea no es "proteger y servir" sino conservar una estructura económica y social que se basa en la desigualdad. Este sistema explota a la mayoría para que un puñado se enriquezca. Para sobrevivir, un sistema así tiene fuerzas armadas para reprimir a los de abajo. Pienso que para acabar con la brutalidad policial de una vez por todas, hay que hacer una revolución que arranque de raíz al sistema capitalista.
Estés o no de acuerdo con lo que digo acerca de la revolución, si estás de acuerdo con que la brutalidad policial es un problema que se agrava por todo el país, entonces tenemos que trabajar juntos para refrenarla. La Coalición 22 de Octubre para el Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación es un ejemplo de lo que se necesita construir para encararla. Ha logrado agrupar a una amplia gama de fuerzas por todo el país para decir: ¡basta ya! a la brutalidad policial. Ha conseguido que muchos se den cuenta de lo grave que es la brutalidad policial y dado a conocer que se está gestando un movimiento para refrenarla. Además, le ha dado voz a las víctimas de la brutalidad policial para que denuncien y condenen a quienes arrebatan vidas cuando se supone que deben protegerlas. Si estás de acuerdo con que la epidemia de brutalidad policial es un problema grave, entonces únete para refrenarla.
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