LA ENTREVISTA DEL OR

KAREN FINLEY:
La furia de la mujer
batida de chocolate

C.J.

Obrero Revolucionario #971, 30 de agosto, 1998

Hacía tiempo que tenía ganas de ver la presentación de Karen Finley, "Regreso de la Mujer Batida de Chocolate"; así que cuando supe del fallo de la Suprema Corte en el caso "Fundación Nacional de las Artes (NEA) v. Finley", que reafirmó un criterio de decencia que impuso el Congreso para dar becas artísticas, me fui derecho al Flea Theatre de Nueva York.

El show de Karen Finley es una experiencia comunal para los años 90. Al entrar al teatro, nos saludan hombres y mujeres suntuosamente pintados y vestidos de un poquito de terciopelo marrón. Nos ofrecen una cerveza; los asientos son cubetas de pintura. En el escenario, una banda baila en fila al trueno de un ritmo fuerte y luces relampagueantes. Llega Karen, se desnuda y se bate todo el cuerpo con chocolate.

Se pone a platicarnos en tono íntimo. Nos cuenta del fallo de la Suprema Corte, que un tipo tonto de Hollywood le propuso trabajar "como estrella en una versión femenina de `Animal Story'. Mujeres, comida. Creo que entienden esos elementos visuales". Con control remoto prende la tele, cambia los canales; sale el programa "Friends". Comenta: "Saben, me dan asco estos programas donde la gente se mira así. Supuestamente es bien atractiva pero se me hace bien fea".

Nos cuenta de mujeres, de su sufrimiento y rebeldía; nos da tristeza, optimismo y risa a la vez.

Acostúmbrate, dicen
acostúmbrate ya
pero no me acostumbro, quiero algo mejor para mis hermanas y mis hijas
Todos los días en la calle
me comen con los ojos y se ríen
pero si voy acompañada por un hombre
se quedan callados
pues soy SU propiedad....

Revela con todo detalle la vida sexual secreta de Jesse Helms, Newt Gringrich y Bill Clinton, politiqueros pervertidos y vengativos que llevan ocho años calumniando su arte de pornográfico.

Después se baña en una tina, quitándose el chocolate y se envuelve en una sábana blanca satinada. Es un momento privado, nuevo y radiante, y Karen lo comparte con 80 personas. Sonriente, se sienta y nos da las gracias; recita su "oración" para todos los parias, las "Ovejas negras":

El destino de las ovejas negras es iluminar la vida:
ser ángel, conciencia, pesadilla
actuar en los sueños.
No tengo adónde ir.
Soy de la noche.
Soy de tus sueños.
Siento tus pesadillas.
Siento tu dolor.
Quisiera aliviar tu sufrimiento.
Quisiera aliviar tu dolor.
Quisiera aliviarte de tu destino.

Antes del show, platicamos con Karen de arte y política.

OR: Primero, quisiera decirte que te apreciamos muchísimo por tu perseverancia en esta batalla contra la censura de la NEA. En tu opinión, ¿cuál será el efecto del fallo de la corte en el campo artístico?

KF: Creo que va a ser algo semejante a lo que pasó en Hollywood durante la época de McCarthy en los años 50. Los museos son una institución pública, así que cuentan con fondos del gobierno o del sector privado. Los directores de museos van a cambiar de criterios; no invitarán a ciertos artistas a exponer obras.

Por ejemplo, me invitaron a participar en una exposición titulada "El Gran Desnudo Americano" en el Museo Whitney de Nueva York, pero resulta que la cancelaron. Puede haber distintos motivos pero, en realidad, si el contenido de la obra es problemático, o si los artistas son "ovejas negras", como yo, entonces la exposición no va a recibir fondos de la NEA. O la van a criticar politiqueros de extrema derecha, o Clinton, quien pidió que la Suprema Corte afirmara la censura, en nuestro caso. Simplemente, no se van a ver ciertos artistas y obras. Por eso están haciendo muchas exposiciones de Andrew Wyeth y otros conservadores....

Un museo que hizo una exposición de Francis Bacon me dijo que no recibió fondos del sector privado porque Bacon pintó al Papa. Así que incluso artistas de gran renombre--no como yo--artistas famosos, ya muertos, cuya obra está en la Galería Tate de Londres, también van a tener problemas de censura. Vamos a ver una "campaña de limpieza" de las artes.

Por ejemplo, yo presentaba nuevas obras en el Centro Lincoln; participamos con varios compañeros artistas en el festival "Diversión Seria", que fue todo un éxito. Mis presentaciones fueron muy concurridas, las reseñas de maravilla; sin embargo, el Centro Lincoln ya no presenta el festival "Diversión Seria" como hace cinco años. En el teatro ponen más y más reestrenos, obras que ya se conocen.

Hasta quieren prohibir los libros: demandaron a la librería Barnes & Noble por indecencia por vender libros de Sally Mann y Jack Sturges, artistas que representan el desnudo. Están eliminando nuestras libertades. Estoy convencida de que volverán los años 60.

OR: La rebelión.

KF: Sí, la cosa tiene que llegar a eso. Bueno, no sé si tanto pero algo sí va a ocurrir. Al votar por Bill Clinton [en 1992], pensamos que íbamos a tener un presidente al estilo Kennedy para inaugurar el nuevo milenio o un regreso a los 60. Quizás había fumado marijuana, quizás tenía un matrimonio abierto. Parecía tan liberal....

OR: Algunos pensaron que iba a defender el derecho al aborto....

KF: Sí, defender el aborto, y otras cosas. Los derechos de los gays. Pero resulta que no cumplió y, por otro lado, lo están atacando con el pretexto de la "moralidad sexual", como hizo J. Edgar Hoover [ex jefe del FBI] al revelar las relaciones sexuales del presidente John F. Kennedy, Bobby Kennedy y Martin Luther King, pero ahora a nadie le interesa.

OR: Aunque Jesse Helms [senador conservador] inició la censura de las artes, la administración Clinton ha puesto en práctica los planes de Helms. Apeló los fallos de las cortes inferiores en dos ocasiones. ¿Eso te sorprendió?

KF: Creo que cuando hay elementos de fascismo en una cultura represiva...necesitan la participación de la sociedad civil. No estoy diciendo que estamos en el fascismo; si así fuera, haría una obra diferente. Pero en tiempos de guerra o racismo, necesitan que participe la sociedad civil, necesitan a los trabajadores. Lo de Clinton me sorprendió en un principio, y a la vez no me sorprende.... Como en la época de los nazis: aguantar es morir; es decir, no hacer nada, no tomar acción, quedarse callados.

En particular, mi caso ante la corte trata de los derechos de la mujer, los gays y lesbianas, y en realidad Bill Clinton no los apoya. En cuestiones políticas, calcula sus intereses muy fríamente. Como el primer día, cuando propuso lo de los derechos de los gays, sabía perfectamente que iba a perder. No hay igualdad de derechos para la mujer, los gays y lesbianas....

OR: Y Clinton cumple con ese proyecto.

KF: Efectivamente, pues en verdad cree en eso. En el fondo se trata de sexualidad, que obviamente es un problema para Clinton; o sea, tiene problemas para relacionarse con mujeres. Así que no le cae bien que el arte toque los temas de sexualidad o de relaciones de hombres y mujeres.

OR: Tienes ocho años de lleno en la batalla contra la censura de las artes visuales. ¿De dónde sacas la fuerza para seguirle?

KF: No creo que haya sido tan fuerte, la verdad; ha sido bien difícil. Pero en realidad, cosas más grandes me permitieron hacer lo que hice. Hubo momentos, como ahora con la cancelación de la exposición en el Whitney, cuando pensé: híjole, hubiera aceptado las oportunidades de ir a vivir al extranjero, en Finlandia o Amsterdam. Pero sentí muy adentro, a causa de mi origen de clase obrera, mi educación en las escuelas públicas y mis valores estadounidenses bien arraigados; realmente creo que la Constitución y la primera enmienda [libertad de expresión] me dieron la fuerza para seguir.

Tenía que proteger esos valores porque por primera vez vemos artistas que son gente de color, inmigrantes (no europeos), gays y lesbianas, mujeres, y es algo nuevo en la historia del arte occidental. Soy mujer y soy artista; tenía que entrarle a la pelea; no me quedaba otra.

OR: Y seguir peleando hasta el fin.

KF: Sí, sigo peleando; creo que va a ser una batalla constante. Ahora que tengo fama, voy a aprovecharla. Esta experiencia me da más fuerza. Voy a hacerme sentir y eso es lo que le da más coraje a la extrema derecha. No me voy, me quedo, esta voz no se calla; en eso está mi fuerza. Mi arte tiene valor y es una contribución; eso es lo más importante.

Es importante para los jóvenes. Por otra parte, tengo una ventaja porque soy mujer heterosexual, o sea, podría ser esposa o madre, mientras los otros demandantes son gays y lesbianas. Haber nacido así me otorga cierta posición privilegiada en esta sociedad y tengo la responsabilidad de aprovecharla. Me miran como cómplice, pues no soy lesbiana pero defiendo los derechos de los homosexuales. [Para la estructura del poder] el verdadero delito es ser gay o lesbiana, aun si uno no hace arte. Pero si yo dejo de ser artista, no me van a calificar de delincuente o pervertida.

Así que es mi deber: no lo busqué sino que me escogió. No me considero política...para mí, lo más valioso que puedo hacer es seguir haciendo mi arte y en los últimos ocho años he viajado por todo el país y el mundo presentándolo.

OR: Platícanos sobre "La Mujer Batida de Chocolate", una de tus obras más condenadas.

KF: El chocolate es un símbolo que saqué del caso de Tawana Brawley; la encontraron batida de excremento dentro de una bolsa para basura. No podía usar excremento, pero quería hacer un comentario respecto al machismo, racismo y discriminación a la juventud. Incluso si ella se batió de excremento y se metió en la bolsa para evitar algún castigo, como dicen, ¡imagínate en qué situación más horrible se encontraba para pensar que eso era la mejor opción! Nadie habla de eso. Apenas tenía 16 años, era una muchachita, no una adulta. Si hubieran encontrado a una muchacha blanca en esa condición, creo que no la hubieran atacado así.

La obra representa que a las mujeres nos tratan como mierda, como lo más bajo. Pero para hacer un contraste cambié la forma, lo presento como un show de cabaret en Las Vegas. En vez de tratar los números del show con sentimentalismo los trato como "drag" [espectáculo sexual burlón].

Así es la obra, la que Helms consideró "pornografía". La revista Time escribió un ensayo sobre mi arte y lo tergiversó. Así que decidí que no tiene chiste hacerse la niña buena, estar explicando que mi obra se enfoca en la violación, el abuso del poder; siempre quieren pintarme como pervertida. Para mí, no entienden lo que es la sexualidad. Helms jamás me había visto; sin embargo, ya tenía una relación erótica conmigo, cierta conexión sexual....

OR: El sexo como violación, como acto de violencia.

KF: Exacto...el hombre tiene verga y para él soy una muchacha, nada más. No dejan que la mujer alce la voz. Salí de mi lugar como mujer, no me quedo en casa. Y la obra tiene muchos aspectos políticos. Es cuestión política que no me consideren una artista seria y talentosa, tienen que ponerme en lo más bajo, un objeto para chingar nada más....

Para ellos, soy un problema y por eso lo sigo haciendo. Tengo confianza en mi arte; ya tengo cierta edad, he hecho trabajo valioso a pesar de la presión política. Bueno, la primera enmienda [defiende toda expresión], no importa que sea una obra de calidad o novata, incluso la pornografía, y eso es muy importante. Sin embargo, sabía que mi obra tenía valor, que había hecho una buena cantidad de trabajo. Además, el hecho de vivir en Nueva York ayudó también.

OR: En ti se combinan un coraje feroz contra el enemigo y un verdadero cariño para tu público. Es una combinación muy potente. Me pregunto, ¿de dónde viene, cómo la miras?

KF: Bueno, por ejemplo durante mi show anoche, dos hombres se iban saliendo justo en el momento de la obra cuando me violan. Y les hablé porque para mí, salirse en ese momento era un acto agresivo e incluso violento; los detuve. No es su show, hay una hora para salir.

Quiero a la gente y no quiero que nadie le haga daño. Los que carecen de amor me caen remal. Mi arte se nutre de alegría y amor a la humanidad, al hombre, a la mujer. Si uno no tiene eso, no me da pena decirle que está mal. Si en realidad hay algo malo, odio, le digo que NO, no lo vas a hacer....

Cuando uno tiene la oportunidad de hablar, de actuar, tiene que aprovecharla, porque la oportunidad no vuelve. Es cuestión del alma, algo espiritual, como dios o la naturaleza, que uno utilice sus talentos para el bien de otros seres humanos, ver por ellos lo mejor que pueda. En realidad, es un compromiso espiritual, cuando uno se da cuenta de que tiene esa oportunidad, tiene que cumplir, tiene que hacer la lucha.


This article is posted in English and Spanish on Revolutionary Worker Online
http://rwor.org
Write: Box 3486, Merchandise Mart, Chicago, IL 60654
Phone: 773-227-4066 Fax: 773-227-4497
(The RW Online does not currently communicate via email.)