¿Qué mató a Matthew Shepard?
¿Qué mató al Dr. Barnett Slepian?

Li Onesto

Obrero Revolucionario #980, 1 de noviembre, 1998

Al igual que a millones de personas, el asesinato salvaje de Matthew Shepard me dejó enfurecida e indignada; y, como a muchos otros, me hizo reflexionar sobre la sociedad en que vivimos.

¿Qué clase de persona secuestra y tortura a un estudiante de 21 años de edad porque es gay? ¿Qué les hizo pensar a los asesinos que, como dijo uno de ellos, "teníamos que darle una lección" porque supuestamente les coqueteó? ¿Por qué han aumentado en Estados Unidos los ataques contra los homosexuales?

Dos semanas después, el viernes 23 de octubre, me enteré por la radio del asesinato a sangre fría del Dr. Barnett Slepian, a quien un francotirador mató con un disparo de un fusil de alta potencia en su hogar en el estado de Nueva York. El Dr. Slepian tenía 51 años, cuatro hijos y se había dedicado a hacer abortos.

¿Qué se esconde detrás del mal llamado movimiento "pro derecho a la vida" que dinamita clínicas y asesina? ¿Qué ha desencadenado a los fanáticos que se oponen al aborto? ¿Qué orienta sus actos asesinos?

Mientras daba vueltas a esos interrogantes, recordé algo que vi un día que fui al lago. Era uno de esos días preciosos de verano cuando todo mundo sale a disfrutar el tiempo y hacer picnics. Ahí estaba también una pareja con sus dos hijos de 8 y 10 años. De repente algo requetefeo ocurrió. El padre se puso a gritar al estilo militar a uno de los chavos porque no se salió del agua al instante que se lo ordenó. Le gritó hasta hacerlo llorar y, para castigarlo, lo mandó a sentarse solito. Luego el padre le esgrimió el dedo en la cara y le dijo: "Eso te pasa por no hacerme caso". La esposa no dijo nada, aunque me pareció que estaba disgustada.

Después, el padre se puso a jugar con el hijo, burlándose de él cada vez que no atrapaba la pelota o porque no la tiraba recio. Era inaceptable para el padre, seguramente se estaba portando como un maricón. En una de esas que no pudo atrapar la pelota y pasó rodando por donde la esposa estaba sentada con el otro hijo en la falda, el padre, furioso, fue a coger la pelota y luego se puso a gritarle a ella por no haberla atrapado. "¿Por qué no la atrapaste? ¡Qué perezosa!". Ella no le contestó.

Pensé que eso es solo la punta del iceberg; un vistazo de la brutalidad de la familia patriarcal y de cómo se hacen cumplir en la sociedad ciertos papeles opresivos. Pensé, ¿cómo será ese chavo de grande? Y, si ese tipo trata a la familia así en público, ¿cómo la tratará en casa?

A los jóvenes les enseñan disparates sobre las relaciones entre hombres y mujeres; de una y mil maneras se les inculca el machismo; se les hace creer que son mejores que las mujeres; que a la mujer hay que tratarla como objeto sexual y que el sexo es una mercancía; que tienen que ser "cabeza de familia". Las escuelas no enseñan clases sobre sexualidad y en las iglesias les sermonean puras ignorancias, como que el aborto es matanza y la homosexualidad un "pecado ante dios" y una "enfermedad que hay que curar".

¿Cómo se porta una persona que tiene esas ideas cuando se topa con alguien como Matthew Shepard? ¿Qué piensa una persona que tiene esas ideas cuando una mujer se hace un aborto? ¿Qué piensa una persona así de un médico que hace abortos?

El patriarcado, el machismo y la opresión de la mujer son partes integrales del sistema. Pero hoy el sistema mismo está minando los cimientos de la familia tradicional.

Hoy, cada vez más mujeres tienen que trabajar fuera del hogar, lo cual ha generado muchos cambios y conmocionado a la sociedad. Una de las consecuencias, que afecta de diferentes maneras a diferentes sectores sociales, es que se están erosionando la "familia tradicional" y los "valores tradicionales familiares".

Eso le preocupa a la clase dominante. La plataforma de 1980 del Partido Republicano sobre "valores familiares" estableció que hay que apoyar a las mamás y amas de casa porque su papel "conserva los valores de este país".

Ralph Reed, de la Coalición Cristiana, dice que su grupo se propone "ayudar al Congreso a trazar una agenda cultural" para abordar "lo que para nosotros es un tema candente de la vida política de América. Me refiero a que el tejido social se está desembrollando, a que se está despegando la cohesión cultural y a que la familia se está desmoronando".

¿Recuerdan lo que dijo Dan Quayle, el vicepresidente de George Bush, durante la campaña electoral? Hablando de la Rebelión de Los Angeles, dijo que lo que la hizo estallar fueron "el desmoronamiento de la familia, de la responsabilidad personal y del orden social". Además, atacó a la personaje de TV Murphy Brown por ser madre soltera.

No creo que la clase dominante quiera, ni pueda, conseguir que todas las mujeres sean "amas de casa". Sin embargo, los defensores del sistema se sienten llamados a hacer cumplir los valores asociados con la "familia tradicional" y la opresión de la mujer.

Eso me hace recordar algo que dijo el Presidente del PCR, Bob Avakian, en su ensayo sobre la moral: "No extraña entonces que ante cambios que tienden a minar o trastornar el sistema (por no decir nada de desafíos directos), la clase dominante se aferra más a la autoridad de la `moral tradicional', a la vez que afila y esgrime con más agresividad su espada represiva. Por eso es que no solo William Bennett y otros `conservadores' libran una cruzada sagrada a favor de `la familia' y los `valores familiares': a ellos se unen en coro los demócratas y `liberales' de la clase dominante".

Eso me ha ayudado a comprender mejor que el movimiento contra el aborto es parte de seguir oprimiendo a la mujer y de conservar la familia patriarcal, con sus borregos "pro vida" que se arrastran de rodillas frente a las clínicas de abortos y ruegan a las mujeres que se sometan a la maternidad.

Eso también explica por qué la defensa de los "valores tradicionales" y todo lo que parezca atacarlos desencadena a tipos como los asesinos de Matthew Shepard.

Esta cruzada viene dirigida desde los más altos niveles del gobierno. El senador republicano Trent Lott, líder de la mayoría, consiguió aplazar el nombramiento de James Hormel como embajador a Luxemburgo simplemente porque es homosexual. Además, Lott dijo públicamente que los homosexuales son pecadores y enfermos, y los comparó a alcohólicos, adictos sexuales y cleptómanos.

Para el movimiento de cristianos fascistas la cruzada contra los homosexuales siempre ha sido parte de su oposición al aborto y defensa de los "valores familiares" y de la "familia tradicional". En una conferencia de conservadores realizada en Washington en 1997, un hombre criticó la legalización de los anticonceptivos y del aborto por ser, según él, "la homosexualización de actos heterosexuales" y lamentó que las tendencias de los europeos a no procrearse están llevando a la "muerte de la raza".

En 1984, después de varios meses de protestas y choques frente a la clínica Birth Control Institute de San Diego, esta fue dinamitada. A la cabeza de las protestas estaba el reverendo fundamentalista Dorman Owens, quien pide la pena de muerte a las lesbianas y a los gays. Owens también organizó protestas contra una iglesia con feligreses gay y amenazó con dinamitarla.

El movimiento de hombres fascistas cristianos, conocido como "Promise Keepers", que se dedica a forjar una familia patriarcal tiponew age, fue fundado por Bill McCartney, quien se opone al aborto y encabezó el movimiento contra los gays de Colorado.

Ante al asesinato de Matthew Shepard, James Dobson, el cabecilla del grupo de cristianos fascistas conocido como "Focus on the Family", desvarío ante las cámaras de TV que las relaciones del mismo sexo minan "el tejido de la civilización".

El libro Mom: You're Incredible! (Mamá: ¡Eres increíble!) de Linda Weber, publicado por "Focus on the Family", que sirve para adiestrar y rezar, advierte sobre el peligro de las familias no tradicionales con madres solteras. Dice: "Muchos expertos piensan que el predominio maternal es directamente responsable de la desorientación sexual: `Los varones de hogares en que la madre juega el papel de líder exhibieron más preferencias por el rol sexual femenino que los varones de hogares donde el papá es el líder'".

Weber aconseja: "El Diseñador Maestro escribió Su manual sobre la paternidad: la Biblia, con el fin de que cada criatura gozara de la influencia de su mamá y de su papá. La confusión que vemos demuestra que lo que hace falta para garantizar que la familia sea fuerte es la dirección masculina. Un hogar con una mamá sana y un papá sano, abrasados por el Señor Viviente, es un hogar que no se fracturará fácilmente. Será un hogar en el que los hijos crecerán como `árboles fuertes' y las hijas como `pilares que adornan el palacio'".

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La consigna de ¡Rehusar & Resistir!, "¡Es un mismo ataque!", va al blanco. Necesitamos un movimiento que una a todos los que se pueda unir para luchar contra la agenda reaccionaria de la clase dominante. Desde el punto de vista revolucionario, aquí hay mucho en juego. Los revolucionarios queremos abolir la opresión de la mujer, el patriarcado y todas las costumbres e ideas sociales que defienden la subordinación de la mujer. Estamos comprometidos a luchar hombro a hombro con todos los que quieren luchar contra los reaccionarios "valores tradicionales de la familia" y la opresiva familia patriarcal y todas sus consecuencias asesinas.


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