La tabla

Obrero Revolucionario #983, 22 de noviembre, 1998

La siguiente información proviene de un artículo escrito por miembros del museo Lu Xun de Shanghai durante la Revolución Cultural en China.

En 1969, un equipo del Museo Lu Xun se propuso investigar una tabla que dejó el gran escritor Lu Xun. Nadie adivinaba para qué servía la tabla grabada con el nombre "Kamada Seiichi". El equipo descubrió que Lu Xun había colocado la tabla en la puerta de un cuarto de lectura secreto.

En 1927, Lu Xun vivía en Shanghai; estaba muy entusiasmado por estudiar el marxismo. Bajo el régimen reaccionario del Kuomintang, a uno lo echaban a la cárcel por el simple hecho de leer un libro con portada roja. Era muy peligroso tener libros de Marx, Engels, Lenin y Stalin. Por eso Lu Xun halló la manera de estudiar el marxismo-leninismo sin que el enemigo se diera cuenta. Con tales propósitos, un amigo japonés le ayudó a rentar un departamento y, para despistar a la policía, puso su nombre, "Uchiyama Kanzo", en la puerta.

En 1931, el Kuomintang intensificó su campaña contra el combativo movimiento cultural izquierdista: prohibió libros, censuró escritores, cerró librerías e impuso leyes de publicación represivas. Arrestó y ejecutó a escritores izquierdistas. Fueron tiempos difíciles y peligrosos, mas Lu Xun continuó su estudio de obras marxista-leninistas para analizar la situación y guiar la lucha.

En 1933, Uchiyama Kanzo le ayudó a Lu Xun a rentar otro cuarto bajo el nombre Kamada Seiichi (otro amigo japonés que trabajaba en una librería). Como precaución, Lu Xun puso una tabla con un letrero en la puerta que decía "Kamada Seiichi". En ese cuarto de lectura secreto, Lu Xun guardaba centenares de los libros que tanto valoraba, por ejemplo, las obras de Marx, Engels, Lenin y Stalin. También tenía postales y retratos de Marx, Engels, Lenin y la Comuna de París.

Lu Xun estudiaba en su cuarto secreto, a veces hasta la madrugada. Eran días crueles y sangrientos; sin embargo, Lu Xun libó gran fortaleza de las obras de Marx y Lenin. Dijo: "El marxismo es la filosofía más maravillosa. Podemos entender aquellos problemas que antes nos confundían a través del análisis marxista".

Lu Xun sabía que en cualquier momento lo podrían hallar y estaba preparado: los libreros podían ocultarse fácilmente de un momento a otro. No importaba cuán terrible la situación o cuán difícil la lucha, por donde iba Lu Xun llevaba sus libros. Poco antes de morir declaró: "Mientras me quede vida, continuaré estudiando".


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