Chicago: La policia mata a Brennan King
Obrero Revolucionario #987, 20 de diciembre, 1998
El 28 de noviembre, la policía de Chicago ejecutó a Brennan "Six Pack" King en el proyecto Cabrini Green. Es la tercera vez este año que la policía mata por la espalda a un joven negro en los proyectos; el pueblo dice ¡basta ya!
Todo el mundo le tenía un gran aprecio a Brennan "Six Pack" King, inclusive las pandillas rivales. Un activista le dijo al OR que Brennan era muy consecuente: participó en el movimiento por cambio en Cabrini Green; luchó por Mumia; se sumó a las marchas contra la brutalidad policial y protestas que exigían empleos para los jóvenes del ghetto.
Cuando su mamá murió, asumió la responsabilidad de mantener a los hermanos menores y primos, además de sus propios hijos. Tenía planeado estudiar en la universidad dentro de unos meses. A los 21 años, la chota asesinó a este valiente hijo del pueblo y luchador por los oprimidos. Cabrini Green y el movimiento revolucionario de Chicago está de luto.
***** Esa tarde del 28 de noviembre, Brennan acababa de salir de la casa de su tía en Cabrini Green; la chota llegó en plan de fregar, como de costumbre. Cada noche va a joder a los chavos, a ponerles droga encima, a insultarlos y arrestarlos.
Aparentemente, Brennan echó a correr. Entró al edificio de al lado, pero lo siguieron, disparando. El primer tiro lo dejó lesionado y lo acorralaron en la escalera. Las vecinas oyeron cuando Brennan pidió que no lo mataran; en seguida le metieron seis tiros en la espalda.
Unos 300 vecinos llegaron en un dos por tres; exigieron ver el cuerpo y condenaron a la chota asesina.
Luego llegó la ambulancia, pero la chota no permitió que se llevara a Brennan sino que ¡mandó sacar al chota asesino!
Brennan murió en la escalera y lo dejaron ahí, chorreando sangre. Los vecinos cuentan que lo pusieron en una bolsa y lo arrastraron por la escalera como basura; la cabeza pegaba el suelo en cada escalón. No pueden borrar ese terrible sonido de su memoria. No permitieron que la familia viera el cadáver hasta el día siguiente.
Como siempre, la policía dice que encontró droga cerca del cadáver y que le dispararon en defensa propia; dice que Brennan cortó al chota con una navaja. Según los vecinos, son puras mentiras, pues los chavos de Cabrini no andan con navaja; además, aseguran que el chota se cortó después de asesinar a Brennan, para despistar.
La chota demostró su odio y temor al pueblo: pidió refuerzos de toda la ciudad--30 patrullas, unos 60 agentes y muchos coches celulares--para mantener a la multitud a una distancia. Detuvieron a varios chavos: les subieron la camisa a la cabeza, los golpearon, los esposaron y los tiraron al suelo de la patrulla; los llevaron al otro lado de la ciudad y los botaron en zonas de pandillas rivales. Cuando un joven les preguntó por qué les hicieron así, respondieron no más: "Porque eres nigger".
¡No lo permitiremos!
La noche que mataron a Brennan, unas tres patrullas recibieron impactos de bala. La policía de la zona se puso en alerta máxima; les dio un susto, estaban alarmados. Tanto la policía como el pueblo hicieron preparativos.
Los revolucionarios de la casa de la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria (que queda cerca) y los vecinos sacaron un volante, para informar a todos y repudiar al opresor. Lo llevaron urgentemente a los multifamiliares, donde los vecinos distribuyeron centenares. Muchos dijeron: "¡Es justo lo que necesitamos!". En el edificio donde ejecutaron a Brennan fueron de puerta en puerta con el volante para que todos supieran que estaban en pie de lucha.
Varias personas comentaron que las palabras del Presidente Bob Avakian cayeron como anillo al dedo:
"No me vengan a hablar de libertad y democracia hasta que se haya hecho y contestado la pregunta fundamental: ¿libertad para quién, para hacer qué? ¿Libertad para que el explotado se rebele y se deshaga de la explotación--o--libertad para que los explotadores nos mantengan oprimidos, nos den órdenes, nos subordinen, nos chupen la sangre y nos asesinen, literalmente? Es lo uno o lo otro".
El domingo 29 en la noche, la chota llegó en plan de venganza, dizque a buscar armas en los apartamentos. Llegaron bomberos con escaleras. Iban de piso en piso, haciendo sus desmanes, tumbando puertas de apartamentos desocupados. Detuvieron y registraron a muchos chavos.
Llegaron como ejército invasor, arrogantes, blandiendo pistolas. Una señora le dijo a un chota que no se acercara al bebé con esa pistola; contestó: "¡Cállate, puta!" y le roció mace en la cara. Cuando la abuela protestó, advirtiendo que su hija sufre de asma, la agarraron, la patearon y la metieron al bote. Al encontrar el volante en un apartamento, los chotas se encabronaron; lo estrujaron y lo tiraron en la cara de los dueños del apartamento.
Tan pronto llegó la policía, la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria y los vecinos se pararon desafiantes frente a los edificios; la policía luego luego se retiró.
Toda la semana hubo actividades de condena como ruedas de prensa y marchas. Por su parte, la chota hizo redadas y atacó a la comunidad con el objetivo de intimidar e imponer su poder.
El 30 de noviembre, el Dr. Nehemiah Russell, un destacado activista de Chicago, habló ante una multitud de 200 vecinos de Cabrini en una rueda de prensa y dijo que la situación es parecida a Watts, refiriéndose a la famosa rebelión del barrio Watts de Los Angeles en 1965.
Esa misma noche, hubo más redadas y atropellos. Unos tiras llegaron a la casa de la Brigada muy noche y le dijeron a una chava que estaba en frente que no debía seguir metida en política porque "podría terminar muerta".
El 1º de diciembre hubo una protesta muy fuerte; un chavo cantó rap frente al edificio donde balearon a Brennan:
A mi cuate, seis tiros en la espalda,
Nada más saliendo de la casa....
La convocaron el Comité para Parar la Brutalidad Policial y el Desplazamiento de los Residentes de Vivienda Pública. Participaron el Dr. Nehemiah Russell; Margo Crawford, ex directora de DePaul University Alternative High School; la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria; el reverendo Paul L. Jakes, Jr., del Consejo Cristiano sobre Asuntos Urbanos; y representantes de varios políticos, como el senador estatal Ricky Hendon y los congresistas Danny Davis y Bobby Rush.
Al pasar por la comunidad, la marcha creció a 300 personas, principalmente chavos y chavas de los proyectos, los amigos de Brennan. Frente al cuartel de la policía, condenaron a los asesinos, se tomaron la calle y luego se dirigieron a la delegación 18.
Los lectores del OR recordarán que la chota no permitió que los chavos siquiera se juntaran en la acera en Cabrini el 22 de octubre, a esperar los autobuses que los iban a llevar al centro a la protesta contra la brutalidad policial. Pero ¡apenas un mes después, el pueblo se tomó la calle!
El tránsito estaba parado y los chavos iban de carro en carro, platicando con la gente: "La policía mató a nuestro cuate ¡por nada!". Recibieron una respuesta muy favorable.
El 4 de diciembre se echaron a la calle nuevamente; esta vez eran 500 personas. Asistieron muchos sectores de la comunidad, además de aliados de toda la ciudad. Llegaron chavos de pandillas rivales. Corearon: "¡Six Pack! ¡Six Pack!" Ponían en ridículo a la chota y sus mentiras con carteles que decían: "¡No jugamos con navajas!" y "¡A poco Six Pack trae navaja a un tiroteo!". Se distribuyeron muchos ejemplares del Obrero Revolucionario, además de volantes sobre la defensa de la Casa de la Brigada y el juicio a dos miembros de la Brigada programado para estos días.
Miembros de la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial se solidarizaron con la lucha. Un estudiante de la coalición habló y dijo que el valor de los vecinos de Cabrini inspira a mucha gente de Chicago. AK Small de la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria habló de la participación de Brennan en la lucha por salvar la vida del preso político Mumia Abu-Jamal y dijo que al matarlo a sangre fría el sistema demostró que la vida del pueblo no le importa un comino. Afirmó que estos asesinatos policiales son parte del plan de desplazar a los pobres y negros de la zona, de llevar a cabo la "limpieza urbana".
Hubo otra marcha por plena calle a dos delegaciones. En la central de la policía, los manifestantes le dieron la espalda a la chota y corearon: "¡Que nos baleen por la espalda... como a Six Pack!".
Al cierre de esta edición, sigue la lucha. El 5 de diciembre, más de 1500 personas asistieron al entierro de Brennan.
Las autoridades no dicen absolutamente nada sobre este asesinato ni se sabe nada por parte del médico forense. La alcaldía no muestra preocupación alguna, ni siquiera una declaración oficial por cumplir; el departamento de policía tampoco ha dicho que lamenta lo sucedido.
El sistema quiere tapar su vil crimen con silencio, un silencio que deje claro que no les importa nada la muerte de un joven negro... y que no habrá justicia.
Pero no se puede tapar este asesinato a sangre fría ni los atropellos contra el pueblo de Cabrini Green. Todo el mundo quería mucho a Brennan King. Era un proletario consciente, se metió a la política y luchó por cambiar esta sociedad que no le ofreció a él y tantos más futuro alguno. Su ejecución no se olvida ni se perdona. El pueblo no aceptará los insultos, atropellos y asesinatos del sistema.
¡JUSTICIA PARA BRENNAN KING!
¡Es justo rebelarse contra la brutalidad policial!
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