La guerra popular
y el poder popular en Nepal

Obrero Revolucionario #989, 10 de enero, 1999

En febrero se celebrará el tercer aniversario del inicio de la guerra popular en Nepal. El siguiente artículo, con noticias de esa guerra, es del nuevo número de la revista revolucionaria internacionalista Un Mundo Que Ganar (1998/24). Menciona una declaración del Camarada Prachanda, Secretario General del Partido Comunista de Nepal (Maoísta), partido que dirige la guerra popular. Esa declaración--"Dos trascendentales años de transformación revolucionaria"--se encuentra también en UMQG.

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Por un lado, los medios de comunicación del mundo aprovechan y destacan hasta el cansancio incluso la más trivial noticia que, a su parecer, favorece a sus amos imperialistas; por ejemplo, "dádivas" de caridad nimia e hipócrita a quienes su sistema mata de hambre en Africa. Por otro lado, son igualmente adeptos a tapar las noticias que quieren ocultar a los ojos de los oprimidos del mundo. Por lo que no sorprende que casi no haya noticias sobre el hecho de que el pueblo nepalés lleva dos años embarcado en el camino de la Guerra Popular para derrocar el sistema existente....

Mientras que los medios de comunicación del mundo tapan las noticias de esta grandiosa hazaña, en Nepal la fuerza de la Guerra Popular ha roto el boicot de la prensa. En la prensa, los titulares informan regularmente de enfrentamientos en el campo y pide a gritos "leyes anti-terroristas" y que intervenga el ejército, y al mismo tiempo busca desviar la guerra revolucionaria tendiendo el gancho de "charlas de paz".

Desde la divulgación de la declaración del Camarada Prachanda en mayo de 1998, el Frente Unico del Pueblo (FUP), una organización revolucionaria de frente único dirigida por el PCN (Maoísta), convocó a una bandh, o huelga, a nivel nacional. Si bien la Guerra Popular se basa principalmente en el campo y aplica la estrategia de movilizar a los campesinos, como fuerza principal, para cercar las ciudades desde las zonas rurales, la huelga también mostró la fuerza de la Guerra Popular en las zonas urbanas. Como admitió el Kathmandu Post: "La huelga paralizó la mayor parte de la actividad en la capital y otras partes del reino". Comparó a Katmandú con "un pueblo fantasma" y en muchos otros pueblos y ciudades del país se cerraron las tiendas y se paralizó el transporte. Como explicó The Worker (El Obrero), órgano del PCN (Maoísta), se convocó a la huelga "para protestar por el terror, genocidio y represión que el Estado fascista ha desatado por todo el país y para presionar a favor de la carta de 40 demandas del FUP". El Ministerio del Interior declaró que desplegaría un gran número de fuerzas policiales para prevenir "incidentes desagradables", y que hubo aproximadamente 2000 arrestos en todo el país, pero ˇobviamente no dio resultado!

Desde agosto de 1997, el PCN (Maoísta) ha estado movilizándose para aplicar el Tercer Plan Estratégico para "Desarrollar la Guerra de Guerrillas a Nuevas Alturas", que ha elevado en lo cualitativo y lo cuantitativo la capacidad militar de las fuerzas revolucionarias. Como explica el editorial de The Worker #4, en esencia esto significa "crear una base para los órganos locales de poder político y elevar el nivel político, organizativo y técnico del ejército guerrillero popular para poder contender con el ejército rival en las futuras zonas guerrilleras". Este trabajo ha seguido adelante. La Guerra Popular se ha extendido, abarcando la región central de colinas desde el oeste hasta el este del país. En cientos de pueblos las masas se han integrado en nuevas formas de participación en la Guerra Popular, inclusive en el apoyo logístico y la fabricación de armas. El periódico Janadesh Weekly informó recientemente de una de las acciones más exitosas hasta ahora en la Guerra Popular: un grupo de unos 30 guerrilleros lanzó un ataque sorpresa a un retén policial, mató a su comandante, y capturó rifles y municiones. Se informa que ha decaído la moral de los policías y de que muchos han renunciado. En algunos casos, cuando se tienen noticias de la presencia de un gran grupo de guerrillas en una zona, las fuerzas reaccionarias esperan hasta que están seguras de que los guerrilleros se han ido, y luego luego llegan muy altaneras exigiendo información sobre el paradero de los guerrilleros y desvariando acerca de su disposición a luchar.

Un avance importante del Tercer Plan Estratégico es que en cientos de pueblos las autoridades locales han tenido que huir. Esto ha creado un vacío de poder, lo que han aprovechado los revolucionarios. Se están conformando nuevos órganos de poder local, llamados combinaciones triples, pues se forman de representantes del Partido, del ejército y de las masas.

Al mismo tiempo, se perfila una situación muy ominosa: el gobierno ha lanzado una operación militar llamada "Kilo Sera 2", que desplegó en mayo [de 1998] a decenas de miles de tropas especiales en 20 de los 75 distritos del país. Esta es la operación militar más grande en la historia del país. En los primeros dos meses, la operación ha matado a por lo menos 200 personas en una feroz campaña de represión en el campo. En una operación típica, miles de tropas rodean una zona dada, cortan los caminos para atrapar a aquellos que huyen, y llevan a cabo cateos metódicos de las casas en busca de guerrillas.

Aunque solo han salido los primeros informes de las regiones remotas, es obvio que los revolucionarios habían anticipado que los reaccionarios lanzarían una campaña de cerco y aniquilamiento. Las nacientes fuerzas guerrilleras se han apoyado en su arraigamiento en las masas para evadir los cercos del enemigo, cuyas tropas no conocen el terreno y que a menudo se pierden y se desorientan. Con los corazones y mentes preparados y unidos, los camaradas del PCN (Maoísta) han logrado dirigir a las masas para detener este ataque y lanzar unos contraataques al enemigo.

En un comunicado de prensa del 10 de junio de 1998, el Camarada Prachanda condenó el terror militar, denunciando fuertemente la brutal y cobarde matanza de las masas. En respuesta a la ola de apoyo de parte de las mujeres a la Guerra Popular, los oficiales militares, quienes antes consideraban a las mujeres como insignificantes o a menudo como botín de guerra, ahora han empezado a hacer arrestos en masa y ataques a las mismas. El asesinato de 14 mujeres en los últimos dos meses ha provocado protestas de grupos de mujeres y otras fuerzas. En las zonas urbanas, ha habido resistencia popular a la represión militar y una ola de protestas de grupos de derechos humanos; por ejemplo, uno de los arquitectos de la Constitución nepalesa denunció los ataques. La Sociedad de Unidad Nepalesa de Toda la India organizó un acto en Delhi, India (donde viven muchos inmigrantes nepaleses). Se reunieron 8000 personas para escuchar declaraciones de protesta por las matanzas en Nepal, pronunciadas por una amplia gama de personajes de derechos humanos y líderes políticos, entre ellos un ex ministro del gobierno nepalés, el líder del Foro de Resistencia Popular de Toda la India, el ex primer magistrado de justicia del Penjab, y muchas personas más de Nepal y la India. UMQG también ha recibido una declaración conjunta de 14 organizaciones de derechos humanos de Nepal sobre los resultados de una misión investigadora que fue a los distritos afectados por "Kilo Sera 2", que muestra con claridad que la represión militar está violando incluso la propia constitución nepalesa en estas zonas.

En un país pequeño, uno de los más pobres del mundo, las masas se están levantando y desafiando cada día más la feroz represión, para tomar su destino en manos propias. La Guerra Popular en Nepal merece el apoyo de todos aquellos quienes anhelan un fin a la opresión imperialista y es un toque de clarín para intensificar el trabajo por la revolución en todas partes.


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