Obrero Revolucionario #998, 14 de marzo, 1999
Este comunicado de prensa, fechado 18 de febrero de 1999, es del Buró de Información del Movimiento Revolucionario Internacionalista:
El Comité del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI) condena categóricamente el secuestro de Abdalá Ocalan, del Partido de los Trabajadores del Curdistán, así como el asesinato y la represión de las masas curdas que han protestado contra su arresto.
El secuestro del líder del Partido de los Trabajadores del Curdistán, Abdalá Ocalan, es otro capítulo sangriento en el viejo afán imperialista de aplastar la lucha del pueblo curdo. Fue la culminación de una persecución coordinada entre las policías secretas del mundo, que lo persiguieron de un país a otro. El acercamiento entre Turquía e Israel, arreglado por Estados Unidos, llevó a su expulsión de Siria. En Rusia, la neo-KGB rechazó con desdén la bienvenida que le dio el Parlamento y lo echó, presuntamente después de consultar con la CIA. Holanda no lo dejó entrar para abogar por el caso de los curdos ante el Tribunal Internacional de Justicia. Y el hecho de que se mantiene un hermetismo absoluto sobre los pormenores de su secuestro en Kenia huele a intriga y conspiración reaccionarias.
Debajo del más delgado barniz de democracia parlamentaria, Turquía es un estado torturador, gobernado por una junta militar completamente sometida a Estados Unidos, Alemania y otros países imperialistas. Policías londinenses, gendarmes parisienses y otras fuerzas policiales europeas dejaron brutalmente en claro que sus gobiernos apoyan al gobierno turco con sus embestidas contra los jóvenes curdos que reclamaban la libertad de Ocalan. Cuando unos guaruras israelíes balearon y mataron a tres jóvenes curdos y dejaron muchos heridos, Estados Unidos apoyó ese acto de terrorismo sionista con el pretexto de que el PTC es "terrorista". ¿Qué diferencia hay entre el PTC y las organizaciones que Estados Unidos dice "luchan por la libertad"? La principal diferencia es si están a favor o en contra de los intereses de Estados Unidos.
Los miles de revolucionarios turcos y curdos detenidos en los calabozos de Turquía en los últimos años dicen que es como estar en una prisión pequeña dentro de la prisión grande, que es Turquía. Amnistía Internacional y otras organizaciones que velan por los derechos humanos han denunciado que el sistema judicial aplica la tortura de manera sistemática y generalizada, y que los escuadrones de la muerte del gobierno de plano asesinan a miembros de la oposición en la casa, la oficina o la calle. ¿Qué se puede concluir sobre el sistema judicial turco cuando todos los días vemos a miles de curdos arriesgar la vida solo para pedir que una comisión de la ONU vele por que no vayan a torturar ni a matar a Ocalan? Después de todo, en Turquía la opresión de los curdos es la ley. Sigue prohibido enseñar curdo en las escuelas, y hay parlamentarios y poetas curdos presos simplemente por hablar sobre los derechos de los curdos. Para comprender lo que la clase dominante turca quiere hacer con Ocalan, hay que ir más allá de sus poco convincentes palabras de que va a cumplir la ley y más bien ver la promesa de que va a ser un juicio "corto y veloz", el hecho de que no dejaron entrar a su abogado holandés y el hecho de que han arrestado a 350 miembros del partido parlamentario pro curdo.
La clase dominante turca y sus patrones de Occidente están bailando de alegría. Pero ya su ostentosa fanfarronada está siendo ahogada por los gritos de indignación y desafío que retumban en los centros urbanos de Europa. Una nueva generación de curdos se yergue, con un insaciable deseo de liberación, para luchar contra su opresión. Lo que hace 50 años era un problema limitado a un rincón del antiguo imperio otomano, está hoy estremeciendo las capitales europeas y ganándose la simpatía y el apoyo de millones de personas. Las barriadas que rodean las ciudades turcas, repletas de refugiados curdos de la guerra contrasubversiva, están que arden. Lo que Mao Tsetung dijo sobre todos los opresores le cae a la clase dominante turca y sus patrones imperialistas, y eso es que no conocerán la paz. Hay que liberar de sus garras a Abdalá Ocalan.
Para más información sobre el arresto de Ocalan y las protestas que suscitó vea el artículo "Protestas curdas por todo el mundo" en el OR, No. 996, o en La Neta del Obrero Revolucionario en www.mcs.net/~rwor También encontrará más información sobre la lucha de liberación del pueblo curdo en un artículo de la revista Un Mundo Que Ganar, No. 1986/5, publicado por separado y distribuido por North American Distributors, c/o Revolution Books, 9 West 19th St, New York, NY 10011.
Este artículo se puede encontrar en español e inglés en La Neta del Obrero Revolucionario en:
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