Obrero Revolucionario #1005, 9 de mayo, 1999
"¡Libertad para los brigadistas! ¡Alto a la limpieza urbana!".
| Inquilinos y simpatizantes de la Casa de la Brigada, Chicago, 20 de abril |
"Estamos orgullosos de lo que hemos hecho. Hemos obtenido una victoria moral y política que no nos pueden quitar y que no se puede demoler. Hemos desenmascarado a la alcaldía como leal servidor de una pequeña clase de ricos sedientos de ganancias. La conducta de la alcaldía no concuerda con los deseos de los inquilinos de Cabrini Green ni con los deseos de la mayoría de la población de Chicago. La demolición de la vivienda pública y de vivienda para gente de bajo ingreso, y las medidas de los tribunales de vivienda para desalojar barrios enteros, demuestran que, para los pobres, no hay remedio duradero mientras exista el sistema capitalista".
| A.K. Small, de la rama de Chicago de la BJCR; declaración leída después de que lo arrestaron en el ataque policial al 1142 North Orleans |
"La alcaldía es un propietario como cualquier otro, y cuando se vence el contrato tiene el derecho de desalojarlos y de utilizar los terrenos para cualquier otro propósito".
| Jennifer Hoyle, abogada de la alcaldía de Chicago |
"Nunca olvidaré lo que pasó hoy. Hemos visto la verdadera cara de América: la piratería que siempre ha sido parte de este sistema".
| R., un joven vecino, quien corrió a la Casa de la Brigada cuando se enteró del ataque |
El martes 20 de abril, las autoridades se lanzaron al ataque contra el edificio del 1142 North Orleans, donde vivían unos militantes de la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria (BJCR) y de donde movilizaban a los inquilinos del proyecto habitacional Cabrini Green. A las 8:30 de la mañana, los sheriffs lanzaron un típico y cobarde ataque en masa. Cuando los brigadistas vieron venir un convoy de 18 radiopatrullas, dieron la alarma a todo el barrio. Se bajaron unos 50 chotas y perros policiales de una variedad de dependencias. Bloquearon la calle y golpearon la puerta con mazos. En frente, unos simpatizantes de la Brigada coreaban: "¡Pueden tocar pero no pueden entrar!".
Los bomberos abrieron una entrada en la parte de atrás y los chotas entraron. Tardaron casi una hora en llegar al piso superior, donde encañonaron a cinco brigadistas y simpatizantes.
A los cinco los sacaron del edificio esposados pero desafiantes, con la cabeza en alto: A.K. Small, Grant Newberger y Shawn Wall de la BJCR; Sarah Klepner, una activista del Comité de Defensa del 1142 North Orleans; y Michael Cuffman, un distribuidor del OR. Las cámaras de TV filmaron el arresto y los vecinos expresaban apoyo a los militantes.
"Soplemos la potente fragua/Que al hombre libre ha de forjar".
| de La Internacional, himno del proletariado internacional |
La rama de Chicago de la BJCR anunció que la defensa del 1142 North Orleans sería una manera de defender a los inquilinos de Cabrini Green contra las demoliciones y los desalojos. Los brigadistas se mantuvieron firmes ante las amenazas e injusticias de las autoridades y ganaron la admiración de mucha gente cuando rechazaron los 30.000 dólares que les ofreció la alcaldía.
Explicaron incansablemente que las autoridades querían tumbar el edificio para destruir Cabrini Green y todo el barrio negro que lo rodea. Ya han tumbado cuatro rascacielos de Cabrini; otros cinco están vacíos; y otros ocho están en la lista de demolición. Todo esto es parte de un plan federal para eliminar 100.000 apartamentos de vivienda pública para fines del año que viene, 18.000 de ellos en Chicago. Están echando a familias negras pobres y construyendo apartamentos y condominios para gente más adinerada (y por lo general blancos). El acicate para el sistema son las enormes ganancias que darán esos terrenos y el miedo que le tienen a grandes concentraciones de negros pobres tan cerca del centro. Cabrini Green es una batalla central de la guerra del sistema contra los pobres.
Los militantes pidieron ayuda para defender la Casa de la Brigada. Se les unieron nuevos activistas y se forjaron redes de simpatizantes. Encontraron nuevos aliados y, por medio de su trabajo, mucha gente por toda la ciudad vio--en muchos casos por primera vez--una perspectiva totalmente distinta sobre la destrucción de Cabrini Green.
Se organizó una Red de Respuesta de Emergencia para defender el edificio. Cuando se venció el contrato de alquiler el 1º de abril, la alcaldía anunció que iba a destruirlo. Durante los 19 días siguientes, hubo vigilias frente al 1142 y fue gente de otros proyectos habitacionales y de otras partes de la ciudad. Unos se ofrecieron de voluntarios. Dos jóvenes blancas le entraron a la lucha cuando vieron los estandartes de "Alto a la limpieza urbana" desde el tren; una se salió del trabajo para quedarse en el edificio.
Cora Moore, presidenta del Consejo de Asesoría de Cabrini Green, pidió construir en el edificio un museo de historia negra. Al Carter-Bey, presidente del Consejo de Asesoría de Seward Park, se opuso públicamente a la demolición. Más de 400 inquilinos de Cabrini Green y otros simpatizantes firmaron declaraciones de apoyo. Fueron miembros de la Liga de Estudiantes Filipinos, ministros, activistas, periodistas y profesores. Un contingente de niños de Cabrini repartió volantes en la calle. Se forjaron nuevas alianzas y se superaron viejas divisiones.
Los medios se vieron obligados a informar sobre la lucha de defensa de la Casa de la Brigada y de la vivienda pública. Corresponsales de TV, de las emisoras y de los periódicos entrevistaron a los brigadistas. Salieron artículos en la prensa negra y comunitaria, y en Streetwise, el periódico de los destechados. New City, un periódico semanal, sacó a los brigadistas en primera plana. El locutor radial Steve Dahl mencionó la lucha en la Internet.
Así que cuando la policía atacó el 20 de abril, lo hizo frente a las cámaras y todos los medios de Chicago. En los noticieros, se vio el arresto de los brigadistas y una entrevista a Seven, una brigadista de Chicago, que explicó que la defensa del edificio fue un acto de resistencia contra los ataques a los pobres. Otros conocidos activistas condenaron públicamente el ataque y apoyaron la resistencia a la limpieza urbana.
El reverendo Paul Jakes, un prominente activista contra la brutalidad policial, les dijo a los medios: "Estoy aquí para apoyar a Cabrini Green, a Cora Moore y a la gente de esta comunidad. Se ha llevado a cabo una limpieza irrespetuosa en esta comunidad, y han desalojado a muchos inquilinos". Hablando de los defensores de la Casa de la Brigada, y señalando los edificios de Cabrini, dijo: "Lucharon valientemente y hoy son héroes del movimiento contra lo que está pasando aquí".
Arriba Jue, de la rama de Chicago del PCR, dijo: "Este es un ejemplo de la clase de lucha que habrá que librar para salvar la vivienda pública. Los inquilinos han recurrido a los tribunales, a los medios legales, y no han conseguido justicia.... El único campo donde conseguiremos justicia es en la calle... Cabrini Green está en la línea del frente de esta batalla. Atacaron este edificio porque es un símbolo de la resistencia a la brutalidad policial y la limpieza urbana".
"Crear condiciones favorables por medio de la lucha".
| Mao Tsetung |
A los cinco arrestados los acusaron de "interferir con la autoridad" y a Sarah Klepner también la acusaron de "agresión contra un agente" (dicen que le tiró una botella de plástico). La policía envió un informe sobre los arrestos a la unidad que combate pandillas. Otro ejemplo de que, con el pretexto de la "guerra contra las pandillas", tienen expedientes ilegales sobre activistas políticos.
Después de los arrestos, la alcaldía tumbó el edificio del 1142 North Orleans con todo lo que tenía adentro.
El bajo ataque y la demolición de la Casa de la Brigada indignó a mucha gente. Pero esta vez hubo una poderosa resistencia a los planes del sistema. Esta vez se desenmascaró a la alcaldía y a la policía como puercos odiosos, racistas y sedientos de ganancias. Esta vez la voz del pueblo se oyó y los medios no pudieron presentar esta demolición como otro ejemplo más del "progreso urbano".
Se necesitaron unos 50 agentes para desalojar a los cinco activistas de la Casa de la Brigada. Un activista se preguntó en voz alta: "¿Cuántos se necesitarían para desalojar a todo un edificio de cientos de inquilinos? ¿O a un proyecto de miles de inquilinos resueltos a defender las viviendas?"
El 1º de Mayo, revolucionarios y activistas se reunieron en el lote donde estaba la Casa de la Brigada; para algunos fue la primera vez que participaron en una celebración del Día Internacional del Trabajador. Alzaron la bandera roja de la revolución, aplaudieron la campaña de defensa de la Casa y hablaron de las luchas por venir.
La alcaldía se ha apoderado de otro trozo de Cabrini Green. Pero el pueblo tiene un movimiento que sigue creciendo... y un futuro brillante.
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